Esta noche de luna, y tú, lejana. Necesito a mi lado tus preguntas y encontrarte en el aire vuelta brasa, vuelta una llama dulce, vuelta silencio y regazo, vuelta noche y reposo, como cuando guiábamos la luna nuestra hasta la casa. Qué manojo de rosas olvidadas. Qué tibia pluma y mansa luz, tu cuerpo como un árbol, como un árbol gritando, con tanto poro abierto, con tanta sangre en olas dulces elevándose. Oh, sagrado torrente del naufragio. Cómo amaría perderme y encontrarte.
44