eran el reflejo de los temores que suscitó esta medida respecto de la propiedad privada de la tierra. Alessandri dio pronto garantías, calmando los ánimos con una reforma Agraria tan tibia que fue denominada "Reforma de maceteros" por los propios campesinos. El gobierno no hizo expropiaciones si no que, por intermedio de la Corporación de Reforma Agraria, se limitó a comprar las tierras que querían vender los latifundistas. Pero, de 134 fundos (372.000Has) ofrecidos en venta por los terratenientes, la Corporación de Reforma Agraria sólo pudo comprar 31. La ley aprobada establecía una excepción: la expropiación de "predios abandonados y mal trabajados", fijando un plazo de 15 años para el pago. Con el fin de modernizar el campo y atenuar las protestas del movimiento campesino, Jorge Alessandri promulgó el 15 de noviembre de 1962 la Ley Agraria 15.020. Especificó que por lo menos el 25% del salario debía ser pagado en dinero; que era obligación pagar la asignación familiar al inquilino. A pesar de lo moderado de estos puntos, los terratenientes reaccionaron agresivamente por boca de Bernardo Larraín: "no es verdad que el sistema de tenencia de la tierra en Chile sea injusto. La reforma agraria provocará un empobrecimiento pavoroso del país. Los empresarios se abstendrán de sembrar, causando una inevitable hambruna". El Diario Ilustrado editorializaba: "es la negación del derecho de propiedad, cuyo origen divino nadie discute". Decía el diputado conservador Sergio Diez: "La reforma Agraria es un término exótico". En el mismo sentido se pronunciaba el historiador Francisco Encina: "La parcelación significa traspasar bruscamente la tierra de manos de los actuales dueños, que representan una élite, a manos ineptas. Los resultados serán un cataclismo social y económico de trascendencia imprevisible..."412 Un sector de la Iglesia Católica encabezado por el obispo de Talca, Manuel Larraín, repartió el fundo Los Silos de Pirque, entre 18 familias que allí laboraban, contestando a ciertas críticas de la derecha: "el campesino ya no tiene que perder, de modo que ahora le toca al agricultor. Puede que no considere la Reforma Agraria como un buen negocio, pero cuando le apuntan al pecho con una escopeta sí que la va a considerar mejor que perder la vida"413. Movimiento de mujeres La otra mitad de la población -generalmente olvidada por los investigadores- seguía lentamente ganando espacios, especialmente en el área de la educación y el trabajo. Según el censo de 1960, en la industria trabajaban: 102.300 mujeres, en el comercio: 53.900 etc., en total 518.200. Las mujeres no incorporadas a la denominada población económicamente activa- que omite el trabajo de la mujer en el hogarascendía en 1960 a 1.783.000. Un 24% de los matrimonios registrados oficialmente se casaba entre los 15 y 19 años, un 33% entre los 20 y los 24 años, un 19.3% entre los 25 y 29 años, un 8,7% entre 30 y 34 años, un 5,8% entre 35 y 39 años, un 3,6% entre 40 y 44 años y un 4,3 % de más de 45 años.414 412
Elizabeth Reiman y Fernando Rivas: La lucha por la tierra, Ed. Quimantú. Stgo, 1971, p. 93 413 414
p. 95
Ibid, p. 83 Dirección de Estadísticas y Censo: Demografía 1965, Stgo,