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Descubre la magia del Parc Nacional d’Aigüestortes desde el Pallars Sobirà
Caracterizado por su paisaje de alta montaña, su impresionante relieve, una gran riqueza de flora y fauna y casi 200 lagos e innumerables riachuelos.
Hay lugares en el mundo que como mínimo merecen una visita en la vida y este es el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Situado en uno de los parajes más privilegiados de los Pirineos, tiene una superficie de más de 40.000 hectáreas, repartida entre cuatro comarcas con un rico patrimonio natural y cultural: Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà, el Pallars Jussà y la Val d’Aran. El Parque está incluido en la Red de Parques Nacionales Españoles y es el único de su categoría en Catalunya. Sus valles, rodeados de cimas de más de 3.000 m de altura, atesoran una magnífica representación de los elementos que caracterizan a la alta montaña pirenaica, tanto en sus formaciones geológicas como en su flora y fauna, por no hablar de la belleza de los pueblos de montaña que lo rodean. El agua es quizás el elemento más característico, ya sea en forma de nieve, ríos, cascadas o formando parte de los más de 200 lagos que están repartidos por su geografía y que dan a este espacio natural de protección especial un carácter único e irrepetible.
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ofrece un servicio de transporte público. Este servicio une, dos veces al día, las dos entradas principales del Parc Nacional: Boí, en la Alta Ribagorça, y Espot, en el Pallars Sobirà, pasando por la Val d’Aran. Circula por fuera del Parque, pasando por muchos pueblos de los valles de la zona de influencia.
El Parque está rodeado de la llamada zona periférica de protección, incluye también parte de las comarcas de la Val d’Aran y del Pallars Jussà y se pueden encontrar lugares de gran belleza y valor naturalístico, como el bosque de la Mata de València d’Àneu, los valles de Gerber, Cabanes y Besiberri, el circo de Colomèrs, la ribera de Valarties, la ribera de Caldes, la de Sant Martí y los estanques de Cabdella. Otros pueblos de referencia son: El Pont de Suert o Senet (donde hay un centro de información del Parque) en la Alta Ribagorça. Sort y Llessui (sede del Ecomuseo de los Pastores que también funciona como punto de información del Parc Nacional) en el Pallars Sobirà. La Pobla de Segur y la Torre de Cabdella en el Pallars Jussà, y Vielha, Arties o Salardú, en la Val d’Aran. Espot es un importante centro turístico del Pallars Sobirà y el punto de partida de gran número de excursiones por el sector oriental del parque, además de disfrutar de joyas patrimoniales como el puente de Capella, de estilo románico, o la torre de defensa medieval, conocida como la Torre de los Moros. P.58

Los valles de Boí (Alta Ribagorça) y de Espot (Pallars Sobirà) constituyen las dos puertas principales y tradicionales de entrada al Parque. Desde Boí se puede acceder a Aigüestortes y desde Espot al lago de Sant Maurici, los dos lugares más conocidos del Parque. Ir de un lado al otro en coche supone unas dos horas por carreteras de montaña. El acceso en vehículo privado al interior del Parque está muy restringido. Hay que dejar el coche en cualquiera de los aparcamientos que hay en las diferentes entradas y empezar a andar desde allí, pero si se quiere aprovechar más el día y empezar a caminar más arriba existe un servicio de transporte público con vehículos 4x4. En Boí y en Espot, el servicio de taxis 4x4 ofrece un servicio tipo lanzadera hasta los parajes de Aigüestortes o el lago de Sant Maurici. Los taxis de Espot ofrecen también otras excursiones organizadas por las pistas del sector oriental del Parque. Junto a los taxis 4x4 el Bus del Parque

El Parque Nacional y las comarcas que lo rodean son un destino de fama mundial para los amantes del turismo de naturaleza y de aventura, que bien pueden descubrirse por cuenta propia o con alguna actividad guiada. El dominio natural del parque invita a andar, gracias a sus múltiples rutas y caminos. Se puede hacer por cuenta propia o en compañía de un guía interpretador mucho mejor, ya que la información y conocimiento serán mejores y nada se escapará a nuestra mirada. Varios son los itinerarios a realizar por el parque, siempre bien marcados, de los que partiendo del Pallars Sobirà destacamos dos. El primero, el número 2, nos acercaría a Sant Maurici y los estanques (estanys) d’Amitges. Un recorrido de unas tres horas de ida y un desnivel de 750 metros, que parte del aparcamiento del Prat de Pierró. Este recorrido, uno de los más clásicos del sector oriental, permite disfrutar de una vista espléndida de los valles que rodean el lago de Sant Maurici y visitar las espectaculares zonas lacustres de Ratonera y Amitges. El itinerario transcurre primero entre bosques de abeto y pino negro, y en su parte final entre picos alterosos y crestas recortadas. Si nos desviamos un momento de nuestra ruta, apenas pasado el lago de Ratera y en dirección al Portarró d’Espot, encontraremos, al cabo de 10 minutos de camino, el llamado Mirador de l’Estany, que ofrece unas vistas magníficas del lago de Sant Maurici y la montaña dels Encantats, símbolo del Parque Nacional. El refugio de Amitges -desde el 2008 se puede realizar la reserva en los diferentes refugios del parque a través de la web www.lacentralderefugis.com, teléfono 902 734 164- constituye una buena base para efectuar ascensiones reservadas a los más experimentados.

El itinerario número 6 nos transporta hasta els Estanys de Mainera, un rincón de paz y tranquilidad y uno de los lugares más desconocidos del parque. La duración es de 1h30 minutos de ida, desde el ‘clot’ de Mainera y tiene un desnivel de 300 metros. El circo de la Mainera es de un indudable interés geológico, ya que se puede apreciar el contacto entre los diferentes materiales que constituyen el sustrato rocoso del Parque Nacional. Entre el lago Grande y el lago Xic vale la pena detenerse en los restos de una antigua cabaña de pastores con un cercado de piedras. Dentro del perímetro del Parque existen un buen número de refugios. La mayoría disponen de guarda una parte del año y hay servicios de comida y literas con mantas.
Como en cualquier espacio natural, el silencio vale su peso en oro, ya que es la mejor forma de adentrarse en la naturaleza y de tener la oportunidad de ‘contactar’ con las especies naturales autóctonas: la perdiz blanca, la marmota, el rebeco, la marta, el urogallo; dentro de las aguas, frías y transparentes, no es extraño encontrar alguna trucha de río, tritón de los Pirineos o almizclera; y al levantar la vista disfrutar de la majestuosidad del quebrantahuesos, águila dorada o buitres. La presencia de estas especies en el interior del Parque, con sus valles en forma de U, típicos de la erosión glaciar; sus circos, en forma de anfiteatros, con los picos y las ‘agulles’ que dan forma al relieve del parque, sus más de 200 lagos, y la altitud de sus montañas, algunas de más de 3.000 metros, requieren de una visita respetuosa y planificada.