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Más allá de los remontes
En invierno, la Val d’Aran cuenta con un completo abanico de actividades para disfrutar de la nieve y de la montaña.
Texto y fotos: Torisme d’Aran
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ás allá de la estación de esquí, la Val d’Aran ofrece al visitante una amplia gama de posibilidades para disfrutar de la nieve y de la montaña en invierno. Hay muchas maneras de acceder a ellas y la densa red de refugios de alta montaña, las empresas de guías que operan en el Valle y la detallada información sobre nieve y aludes que proporciona el Conselh Generau d’Aran te lo ponen más fácil. >>

Esquí de montaña
Es una disciplina completa y exigente pero proporciona también las mayores posibilidades y las sensaciones más intensas. Se asciende con material específico (fijaciones de montaña, pieles de foca…) y el descenso se hace con técnica de esquí alpino. Con buena técnica pueden afrontarse desniveles y pendientes muy fuertes.


Raquetas de nieve
Para recorrer tranquilamente los bosques nevados y las zonas con poca pendiente y disfrutar así de la montaña invernal. La limitación de las raquetas reside sobre todo en que no se puede afrontar una pendiente muy pronunciada.

Trineos de perros
Actividad que se desarrolla en estrecho contacto con la naturaleza, emulando a los exploradores del Ártico.

Trineos de caballos
Sin ruidos, tan solo el tintineo de los cascabeles y el bello itinerario nevado nos traslada a los paisajes siberianos de “Doctor Zhivago”.

Heliesquí y heliboarding
Un helicóptero os dejará con vuestro guía en alguna de las cimas más esquiables del Valle, para realizar descensos de diferente dificultad según vuestro nivel de esquí o snowboard. Nieve polvo y paisajes salvajes sin los requerimientos físicos y técnicos de las disciplinas de montaña.

Val d’Aran, la esencia de los Pirineos
La Val d’Aran es un territorio donde, en un entorno natural y durante las cuatro estaciones del año, se pueden encontrar todas las formas de ocio que un destino de montaña puede ofrecer. La combinación de unas infraestructuras que cumplen sobradamente los estándares europeos más exigentes, con una sociedad moderna y comospolita, que ha sabido preservar la esencia de su pasado, de su cultura y de su patrimonio natural, convirtiéndola en un destino turístico de primera categoría.
Enclavada en el extremo occidental de los Pirineos y siendo el único valle atlántico de los Pirineos centrales, Val d'Aran es un territorio de alta montaña en el que la magia aún se encuentra en cualquier rincón.
En un magnífico entorno natural y durante todo el año, encontrará todas las formas de ocio que la montaña puede ofrecer. Cuidadas infraestructuras con los mejores estándares de calidad europeos y una sociedad moderna y cosmopolita, orgullosa de su pasado y sus raíces, algo que ha convertido a esta tierra, en un destino turístico de prestigio, única en su género.

La mejor estación de esquí de los Pirineos, Baqueira Beret, el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, y cumbres de más de 3.000 metros, espectaculares lagos y saltos de agua, senderos señalizados para todos los niveles, recorridos a pie o en bicicleta y una gran oferta de ocio relacionado con el agua, permiten un abanico amplio y variado de actividades.

Gastronomía con carácter aranés
La amplia oferta gastronómica, con sus más de 180 restaurantes, anima a degustar tanto platos tradicionales elaborados con productos autóctonos, como la cocina de tendencia, donde podrás degustar el pato cocinado de 100 formas diferentes, el esturión o el caviar, producido desde el año 2005 en la Val d’Aran….


Salud y belleza
Porque no todo es deporte, disfruta de una relajante sesión de baños termales, bañera de burbujas, masajes al gusto o duchas con leche hidratante. Todos los cuidados para la piel y los mejores tratamientos para relajarse al máximo y cargar las pilas para nuevas aventuras. Herencia románica. Patrimonio único



La Val d'Aran también ha sabido conservar su patrimonio lingüístico, artístico y cultural, siendo así un territorio con una identidad propia que se hace patente en cada rincón de su entorno.
El arte de la Val d’Aran, se erige como uno de los mejores del Pirineo.
Su diferencia principal comparada con otros lugares es la excepcional calidad y estado de conservación de pinturas y esculturas de diferentes estilos.
