13 de agosto de 2017 INFORME ESPECIAL>
Aprender de la historia En la Argentina, las crisis económicas y financieras y los procesos inflacionarios no comenzaron con la industrialización y el llamado “populismo”. Las crisis estaban presentes en el período agroexportador y su principal origen fue el endeudamiento externo. Las reformas neoliberales de los 70, y vueltas a la práctica por el gobierno de Macri, muestran un tipo de funcionamiento similar al del esquema agroexportador de fines del siglo XIX. Las causas principales de la inflación y de las crisis fueron, y son, el endeudamiento externo, la regresiva distribución del ingreso y el achicamiento del mercado interno. También lo son las grandes fluctuaciones de valor de los bienes primarios exportados y la fuga de capitales. Y, además, una economía dolarizada dependiente del juego de las grandes potencias económicas y de la globalización financiera. Por Mario Rapoport * El gobierno y los economistas adscriptos al liberalismo creen a pie juntilla en el libre cambio, la competencia, la apertura de la economía y el rol de la fuerzas del mercado, aunque no por eso siguen textualmente a Adam Smith. En su libro la Teoría de los sentimientos morales (1759) se encuentra un empleo distinto del concepto de la “mano invisible” al que todos suponen conocer. En ese libro, anterior a La riqueza de las naciones (1776) Smith comienza a formular problemas económicos donde refleja su pensamiento. Allí señala que los ricos propietarios rurales, empleando un ejército de domésticos destinados a servir sus caprichos, “son conducidos por una mano invisible” a redistribuir la riqueza que poseen, por supuesto la mayor parte a favor de ellos mismos. Nada que ver con la ley de la oferta y la demanda. La teoría económica liberal tal como fue expuesta por los economistas clásicos, basada en la necesidad de terminar con el despotismo de las monarquías absolutas, los abusos de mercantilismo y del monopolio comercial no se elaboró en “una campana vacía” ni tenía objetivos puramente académicos. En este caso, se refería al poder económico de la aristocracia terrateniente inglesa, que Smith por supuesto critica porque defiende a la incipiente industria británica en plena revolución industrial. Y esa revolución supuso la creación de un mercado interno. Sólo cuando las transformaciones industriales con políticas proteccionistas permitieron a la industria inglesa ser competitiva a nivel mundial, el otro gran economista clásico David Ricardo expuso su teoría de las ventajas comparativas en 1818. Finalmente, en 1846 Gran Bretaña abandonó el proteccionismo y abrazó plenamente el libre cambio, que en su caso significó el sacrificio de su sector agroexportador en beneficio de las exportación de productos manufacturados de mayor valor agregado, que la convirtieron en la metrópoli industrial y económica del mundo.
Crisis Teniendo en cuenta estas ideas veremos como la historia y la actualidad se unen y los temas que tocamos, aunque históricos, están presentes, guardando las distancias, en la actual coyuntura local: las crisis, la inflación, el endeudamiento externo y la economía agroexportadora. A contrario sensu de lo que pretenden ciertos economistas ortodoxos, en la Argentina las crisis económicas y financieras y los procesos inflacionarios no comenzaron con la industrialización y el llamado