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Aire azul................................................. 109 y

Balcei 201 mayo 2022

#alcorisasaleunida

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Eugeni de falta directa puso a prueba a Juan Carlos y minutos más tarde Gámez intentó un Nayim, fruto todo ello del enorme trabajo del centro del campo en el que Zapater era el comandante que hacía tiempo no veíamos y Vada gestionaba las circulaciones con criterio exacto. El partido se pintó de blanco y azul. El Girona, noqueado por el golpe recibido, estuvo a punto de sucumbir antes del descanso. Habría sido así si Eugeni hubiera acertado a rematar un buen centro de Gámez, pero la campana sonó antes de la segunda herida. En el desacnso Míchel modificó el dibujo e hizo dos cambios. El irrespetuoso Samu Sáiz y Terrats entraron para aportar otra idea de juego pero no lo lograron. Los primeros minutos mantuvieron el tono de la primera parte y en seguida Jim movió el banquillo cuando se dio cuenta de que había posibilidades de cerrar el círculo. A la invitación al combate de Míchel introduciendo a Stuani por el lesioando Terrats respondió el alicantino sumando a Narváez y posteriormente a Lluís López y Merino. La propuesta dio resultado en cuanto a movilidad y provocación de desajustes en el cuadro catalán. No así en la resolución final, pues aunque se generaron varias situaciones de peligro con rápidos contragolpes no hubo forma de convertir ninguna en gol.

El Girona porfiaba, es verdad, pero no encontró las vías adecuadas para desarbolar al Zaragoza. Su entramado defensivo se mostraba sólido, solvente y sus puntas actuaban como afiladas lanzaderas que anunciaban lo que, lamentablemente, no llegó. Habría sido justo, es verdad, pero este juego no va de justicia, sino de eficacia. Eso debió pensar también Míchel, que se desesperaba ante la incapacidad de sus jugadores para romper la muralla zaragocista que se vio reforzada con la presencia de Nieto.

El partido entró en una fase de acometidas deshilachadas del Girona y firmes acciones en las coberturas del equipo local. Y en ese período se pudo dar el empate si Arnau hubiera conseguido evitar el paradón de Cristian o Stuani hubiera logrado dirigir mejor su cabezazo. No fue. Tras una injustificable prolongación de nueve mintos, ¡nueve!, y en medio de un esforzado y meritorio apoyo de la afición aragonesa, himno a capella incluido, se llegó al final. Hubo explosión de júbilo, disfrute intenso y ovación unánime a un equipo que dio lo mejor de sí y demostró que aunque cumplir el sueño es improbable, es posible optar a un final de temporada emocionante. Todo dependerá de los próximos resultados, sobre todo del del próximo domingo en el Alcoraz.Y del grado de orgullo que los jugadores y el cuerpo técnico sean capaces de mantener de aquí a finales de mayo. Lo que es seguro es que esta afición no desfallecerá si recibe mensajes de esfuerzo, lealtad y honor a un escudo que todos debemos honrar.

SD huesca, 1 – Real Zaragoza, 1 TERRITORIO DECEPCIóN

Es posible que este año el verano haya comenzado el 17 de abril. Quizás quepa convencerse del apresuramiento de la primavera por llegar antes al final de su camino. Tal vez sea hoy el lunes más plácido y estéril de los últimos años. Todo ello cabe. Pero también hay lugar para la esperanza en medio de la decepción. Es verdad que hoy vemos a lo lejos el farol rojo del último vagón del último tren, pero es justo reconocer y asumir que esta temporada nos ha dejado varados en la orilla merecida. Fértil conclusión si hacemos que se convierta en la luz que nos lleve al futuro que anuncie nuestro regreso a casa.

El Real Zaragoza empató ayer un partido escabroso y ruidoso ante la SD Huesca, esa bella doncella que vistió oropeles a principios de septiembre que se han mostrado insuficientes para recibir la proposición del príncipe elegido. Empató y finiquitó una empresa que ya duerme en las estancias de la realidad: este año, tampoco.

El choque dibujó diversos períodos claramente perfilados por la incapacidad de los dos equipos para imponerse al contrario. Al amparo de un magnífico ambiente, propio de encuentros históricos, los dos equipos aragoneses mostraron en seguida sus cartas: vamos a jugar a la contra. Tú quédate con el balón que cuando te lo arrebate iré con todas mis armas y bagages al encuentro de tu defensa. En ese juego de estrategas morosos el Zaragoza dispuso de mejores opciones, pero no está de los chicos de Jim derrochar habilidades y manejos finales. Ni Merino, de nuevo atascado en sí mismo, ni Francés, muy inteligente encontrando lugares de remate, muy discreto en su ejecución final, lograron cerrar dos buenas ocasiones.

Todo lo que ocurrió en el partido encontró su momento a partir del minuto 30. Primero fue Seoane quien rompió la abulia dominante. Lo hizo a la salida de una falta lateral, recibiendo un balón que degustó por dos veces: la primera con gesto torpe, enredado en la oposición de Vada, pero la segunda se lo quedó para él y engarzó un chut diamante en la sortija de la fe. El gol fue para enmarcar, incluso para el gran Cristian. El templo que se asienta al costado del cerro de San Jorge se estremeció con el crujido de la red zaragocista y la afición rasgó la tarde con su alegría.

El Real Zaragoza encajó con serenidad el golpe y en seguida se puso a la faena. Esa actitud, firme en la calma, le dio resultado en muy pocos minutos y fue fruto de la agilidad mental de Eugeni. Una falta lateral, de esas que nos gustan cuando son a favor y nada cuando nos las pitan en contra, la activó el catalán con picardía aprovechando que la zaga azulgrana no estaba a lo que había que estar. Le entregó un balón de oro a Gámez y el lateral se aprovechó del despiste para llegar hasta el fondo y regalarle un pase exacto a Iván Azón para que el zagal lograse un nuevo gol.

Desde ahí hasta el descanso el Huesca fue el protagonista y acorraló con cierta justeza al Zaragoza, traduciendo esos ataques en sendas oportunidades que no se hicieron verdad: un chut de Seoane que le detuvo Cristian y un disparo de Escriche que acarició el poste. Y ahí acabó la primera fase.

Los dos entrenadores vieron que algo no funcionaba bien en sus equipos y optaron por accionar la palanca de los cambios: Mikel Rico y Lago Junior por parte del Huesca y Francho y Álvaro en el bando blanquillo fueron los elegidos. Estas decisiones les vinieron mejor a los locales, que actuaron con mayor determinación y criterio, aunque no acabaron de encontrar los senderos del gol, algo muy caro de ver en esta categoría. A este control inicial contribuyó la lesión de Azón, cuya ausencia desequilibró algo más al equipo del Ebro.

El partido era claramente oscense. Las acciones de sus jugadores tenían más sentido y profundidad que las del Zaragoza, agobiado por un centro del campo de circunstancias en el que tan solo Zapater daba la talla. Ni Francho, muy desactivado después de su lesión, ni Eugeni, a cada minuto más cerca del ralenti, podían seguir el ritmo del partido, y esto se tradujo en una mayor presencia del Huesca salpicada por esporádicas acciones blanquillas que no encontraron el fruto deseado. Ni Álvaro, fallón con un balón muerto en el área, ni Bermejo, cuyo disparo repelió con oficio Andrés, fueron capaces de llevar a buen puerto sus intenciones.

Desde ahí hasta el final, se jugaron quince minutos más ocho en los que únicamente se podía producir una jugada de esas que se dan en los minutos finales y que no obedecen a ningún plan, sino al azar del juego. Un balón parado, un error del contrario o, tal vez, un penalty. Esto último pudo ocurrir si el VAR hubiera interpretado que el brazo de Álvaro merecía ser castigado con los once metros, pero ayer no era la tarde. Sí lo fue para la lesión de Nano, que sufrió una aparatosa caída que lo sacó del campo en camilla.

Esa circunstancia podemos guardarla como una metáfora de la temporada de ambos equipos. Igual que el tinerfeño cayó en mala postura y tuvo que abandonar el partido, así ha derribado la temporada a los dos clubes aragoneses, que se asoman a los seis partidos que quedan con un cierto dolor en el corazón y la necesidad de reposo y reflexión. Seguramente, ayer se jugó el partido más intrascendente de los derbis aragoneses. Seguramente ayer los dos firmaron el final de una etapa y el comienzo de una nueva era, cada uno en su universo, ambos con el mismo horizonte.

Balcei 201 mayo 2022

#alcorisasaleunida

Arranca la Temporada Taurina de 2022

Aunque en nuestra asociación comenzamos el año colaborando con la Semana Cultural el pasado mes de enero, nuestra particular temporada taurina arrancó el 4 de marzo con la celebración de la Asamblea General Ordinaria, que se desarrolló con normalidad, destacando las ayudas económicas que la Peña había tenido en estos dos años tan complicados (en 2021 no se cobró la cuota a los socios ni tampoco a las empresas colaboradoras en la Lotería de Navidad) y en los futuros proyectos, entre los que destaca la celebración del 20 aniversario de la plaza de Toros el próximo septiembre.

27 DE MARZO: vIAjE A CASTELLóN

Viaje complicado para organizarlo nosotros solos al coincidir en fechas con las jornadas nacionales de los Tambores, pero acordamos colaborar con nuestros amigos de la Peña “Celestino Martín” de Escucha (ellos tenían pocos apuntados para poderlo llevar a cabo) y con más de cuarenta aficionados de Escucha, Alcorisa, Andorra, Albalate, Ariño y Calanda arrancó un autobús camino a la capital de la Plana donde por la mañana se celebró un Concurso de Recortadores con Toros. 20 de los mejores recortadores de España se enfrentaron a un “corridón de Toros” de la ganadería de Fuente Ymbro, y tras ajustados quiebros, impresionantes recortes y espectaculares saltos, llegaron al toro de la final Iván Sánchez, “Misu”, César Grasa, Manuel Zafra y “El Peque” (este fue el orden de cómo quedaron los cinco finalistas). Gran día para el recorte aragonés, pues el campeón Iván Sánchez es de Albarracín y el tercer clasificado César Grasa de Mediana de Aragón (Zaragoza).

Manzanares salió a hombros en Castellón.

PUERTA gRANDE PARA MANZANARES

Por la tarde uno de los carteles más interesantes de la feria, que si no llenó la plaza fue por la climatología de los días anteriores, que incluso hizo que se suspendiera una corrida de toros y un festejo popular. Morante de la Puebla salió a por todas en su primero, como es habitual en él esta temporada. Destacó un extraordinario quite a la verónica con una media “de cartel”. El “Jandilla” tenía calidad pero poco empuje, toro que para ver algo bonito le tiene que tocar en suerte al de La Puebla como así fue. Se le pidió una oreja que el palco no concedió. Arrebatado su inicio de faena en el cuarto, tras brindar la faena a Ripollés. De genio a genio, porque hay que ser un genio para inventarse una faena ante tan pobre material. Comprometido consigo mismo y con la afición, (dos paseíllos ha hecho en esta feria) acabó la faena con unas manoletinas muy personales y tras un buen volapié una merecida oreja fue a sus manos. El segundo toro salió parado, pero tras una buena lidia y un “mini – puyazo”, rompió a bueno y hasta tuvo cierto punto de transmisión, repitiendo a la poderosa y templada muleta de José Mª Manzanares. Tras la rúbrica del acero paseó la primera oreja de la tarde.

Empujó en varas el de “Vegahermosa” que hizo quinto y tras un buen tercio de banderillas a cargo de Daniel Duarte y Pascual Mellinas, Manzanares, que en esta tierra tiene una legión de partidarios, toreó a placer a un buen toro, con calidad y nobleza que, si bien en algunos momentos le faltó empujar, lo suplió el torero con expresión y elegancia. Puso mucho el alicantino, la música y sobre todo el estoconazo fulminante con el que finiquitó su obra. Dos orejas. Puerta grande.

El inicio de faena de Juan Ortega al tercero estuvo repleto de poderío, torería y despaciosidad. Fue lo único destacable de su faena pues el toro, que no andaba muy sobrado de raza y fuerza, se desinfló de inmediato. Así que poco pudo decir el sevillano en su presentación en esta plaza.

El manojo de verónicas del sevillano al sexto tuvo aroma y enjundia. Se desmonteraron en banderillas “El Algabeño” y José Ángel Muñoz. Poco más que contar. Descafeinado el toro… y el torero.

30 DE ABRIL: COMIDA FIESTAS DE PRIMAvERA

Tras dos años en blanco por culpa de la maldita pandemia, las fiestas de primavera volvieron a Alcorisa, y aunque en esta edición la junta directiva de la asociación Caracas decidió no hacer ningún festejo taurino en la plaza de toros, en nuestra Peña volvimos a organizar la tradicional Comida de socios, que se viene haciendo desde 2003, año en el que se inauguró nuestro Local Social.

El sábado 30 de abril, casi ochenta personas pudimos disfrutar de una jornada festiva y sobre todo de convivencia (hecho muy importante