Y estรกn esos que derraman lumbre sobre la sombra, los que lamen sus huellas sin darse cuenta que al mismo tiempo escupen la tierra que los alimentรณ. Y estรกn esos que dan brincos sobre los espejos que rodean sus lรญmites, rascando el ojo de Dios, empapรกndose los dedos con mermelada de dedos. Y estรกn esos que se ahogan en el doloroso suspiro de la sorpresa. Y estรกn esos que huyen con los ojos cerrados hacia un deterioro perfumado. Y estรกn esos que tiemblan de hambre pero vuelan con la misma gracia de una pluma inflamada en lรกgrimas. Y estรกn esos que se siguen preguntando cuรกl es la historia del fuego. Y estรกn esos que se rascan las ideas y se descuidan las barbas. Y estรกn esos que aman con la potencia de un chorro de sangre.
Que todos ellos vuelen formando en el horizonte un enjambre de moscas que hable en idiomas desconocidos.