El punto G y la eyaculación femenina El punto G femenino ha traído mucha controversia. En cuanto a su realidad y función se ha exagerado sobremanera. La realidad es que el punto G, es un punto especialmente sensible de la pared anterior (interior) vaginal. Tiene el tamaño de un guisante, que ante la excitación aumenta de tamaño hasta tener un diámetro parecido al de una moneda. Este punto forma parte de del suelo donde se apoyan las glándulas parauretrales y las conductos Skene. En algunas mujeres estas glándulas se encuentran más desarrollas (hipertrofiadas) por eso notan su punto G. La mayor verdad es que la única función de este punto es el placer. Por otra parte la eyaculación femenina se produce en todas las mujeres y depende de las glándulas Skene. Tras el orgasmo todas las mujeres eyaculan, pero el fenómeno de eyacular en forma de chorro se produce solo en mujeres con glándulas Skene hipertrofiadas. Los estudios sobre el líquido eyaculado reflejan que no contiene orina. Su composición es muy parecida al líquido prostático. La primera realidad es que todas las mujeres eyaculan y tiene la capacidad de eyacular. La segunda realidad es que el efecto chorro, solo se produce en aquellas que tienen las glándulas hipertrofiadas. Por otra todas pueden estimular esa parte de la vagina, ya que produce una sensación muy placentera. Estimularla es tan sencilla como introducir uno o dos dedos y frotarla suavemente. La gran pregunta: ¿Se puede entrenar o hipertrofiar las glándulas skene para conseguir el efecto chorro? Los estudios solo concluyen que se puede ejercitar las glándulas con ejercicios de suelo pélvico, así mejorarán los orgasmos. Es un mito lo de disparar un chorro como los bomberos (eso solo pasa en el porno y es falso). Solo en algunos casos donde por genética hay una gran hipertrofia de la glándula Skene se producen grandes eyaculaciones de fluido (pero la sensación es muy parecida al orgasmo clitoriano). Psicología, Terapia en Cartagena, psicología Cartagena, terapia de pareja, psicólogo infantil