

Tequi era un perrito muy triste y asustadizo, que compartía jaula con su única amiga, Luna.
Ambos vivían en un refugio desde hacía ya algunos meses.


A Tequi lo habían encontrado abandonado en medio de una carretera.
Ese día llovía mucho, y Tequi estaba totalmente empapado.


En la perrera pasaba sus días muy triste, y tenía mucho miedo a las personas, a la oscuridad y a los ruidos inesperados.
Algunos días, venían al refugio niños y familias a ver a los perritos, con la ilusión de encontrar uno al que adoptar.

