En la calle de la Alegría, Lila y Clod, vecinos con jardines opuestos, descubren el poder de las palabras. Mientras que el jardín de Clod irradia colores, gracias al uso de palabras bonitas, Lila intenta animar el suyo con palabras de oferta, pero sin mucho éxito. A través de la amistad y los buenos consejos, aprenden que las palabras elegidas con amor y cuidado pueden transformar no solo un jardín, sino también sus vidas.