

Por la mañana, mamá me prepara el desayuno con amor.
¡Me lo como todo para ponerme muy fuerte!


Cuando termino, ayudo a mamá a recoger y pregunto si hay algo más que pueda hacer. ¡No hay nada más bonito que saber obedecer!



Papá me dice que debo lavarme los dientes.
Hay que hacerlo cada día para cuidar nuestra sonrisa. Por eso, día a día, me cepillo los dientes sin prisa.
