

Érase una vez la historia de una mariquita que se llamaba Lita.

Ella tenía una cosa diferente al resto de sus amiguitas, y eran sus tres manchitas blancas, además de las negras.
El resto de las mariquitas la llamaban de una manera diferente, o eso pensaba ella...

Pero... para, para un momento, ¿dónde estamos? Nos situamos en el bosque de Zentarlan, donde vive toda una familia de mariquitas y tres familias más de animales que, poco a poco, descubriréis quiénes son, pero... primero, ¿queréis saber quién forma parte de mi familia?

A ver que piense... Pues obviamente mis papás. Mi mamá se llama Aidni, mi papá, Osler, y luego están mis hermanos y hermanas, Clío, Ría, Sía y yo... Todos me han puesto un nombre superodioso... Tríada... ¡Lo odio, lo odio, lo odio!

Clío, Ría y Sía se han ido a jugar a subir por las hojas de los árboles para ver quién llega más alto, pero yo no puedo subir porque soy distinta a ellos, y no lo voy a conseguir; no soy una mariquita fuerte, ni una auténtica mariquita, por lo que me quedaré debajo en los matorrales de lavanda, pensando qué puedo hacer para poder ser como los demás...

Mamá y papá me han visto triste, y me han dicho que entre en casa. Nuestra casa es un árbol de pino, y nosotros lo llamamos Elder. No sé qué querrán decirme...

DE DANIEL Inteligencia emocional
Sé quien quieras ser, pero ¡sé tu guía! LA MIRADA