Esta vez la tortuga mofletuda tiene que vérselas con los seres humanos, que sin duda son de los más peligrosos, pero la bondad de un niño y de su padre harán que todo mejore a su alrededor.
Esta historia nos demuestra que a los animales, les importa su espacio natural, pues es su hogar y nosotros también deberíamos hacer lo mismo.
VALORES IMPLÍCITOS: Necesitamos saber que nuestro esfuerzo trae recompensas, y que si ese esfuerzo se realiza en equipo, se saborea mejor. Si algo sale mal, o nos equivocamos, no pasa nada, hay que conseguir que el amor gane siempre al odio, y saber perdonar es parte de la vida.