

Gato Manchas no para de soñar con conocer el espacio. Hasta que un día decide emprender el viaje.
—Pero… ¿cómo voy al espacio? —se pregunta gato Manchas—. ¡Ah, tal vez puedo tomar un bus que me lleve!
Se va a hacer la fila para tomar
el siguiente bus, pero se da cuenta de que este no tiene alas.


Gato Manchas se va triste porque no sabe cómo ir al espacio. De repente, llega su amigo Perrito, quien lo consuela y le pregunta:
—¿Por qué estás llorando, Manchas?
Gato le cuenta su sueño de ir al espacio.
Y qué sorpresa se lleva Gato cuando Perrito le dice que él conoce un lugar secreto, donde hay un cohete, y que le ayudará a cumplir su sueño.
