—¡Mamá, papá, quiero ser bailarín!
El príncipe Lalín todas las mañanas se levanta gritando, bailando y sonriendo con el canto de los pájaros.
Lalín es un niño de siete años, valiente, cariñoso, respetuoso y decidido a lograr sus sueños: él quiere ser bailarín.
Su mamá y su papá están orgullosos de él, y todas las tardes lo acompañan a la academia de baile, les gusta mucho ver bailar a Lalín.
Lalín vive en un pueblo muy pequeño, rodeado de montañas y bonitos ríos.
En el pueblo viven varias familias con hijas e hijos, pero no están acostumbrados a ver bailar a niños. Por esta razón, muchas veces las niñas y niños se ríen de Lalín y le dicen que es una niña.
—¡El príncipe Lalín quiere ser bailarín, el príncipe Lalín es una niña! Ja, ja, ja…
El príncipe Lalín no entendía las burlas y las risas, con lo divertido que es bailar.
A pesar de las burlas, Lalín siempre acudía a sus clases de «Danzas del Mundo», y tenía una gran compañera que se llama Valentina.
Todas las tardes, después de bailar, Lalín y Valentina corrían al bosque a vivir grandes aventuras.
Un día se convertían en grandes piratas y jugaban con sus espadas, luego buscaban grandes tesoros que les regalaba la naturaleza.