


Todo tiene un origen, una historia… a veces olvidada, escondida o silenciada.
A todas las mujeres, gitanas y no gitanas, olvidadas, escondidas o silenciadas, que lucharon, luchan y lucharán por ser.

Un viernes de abril, Gabriela llegó a su casa después del colegio.
Durante el camino había estado protegiendo un dibujo que, muy emocionada, le enseñó a su abuela.

—¡Abuela Rita, abuela Rita! ¡Mira, son mágicos! —dijo Gabriela.
La abuela miró dulcemente a Gabriela y le dijo:
—¡Oh, lunares!
Gabriela, sorprendida, respondió:
—Abuela… son círculos. Mi
maestra María dice que el círculo lo descubrió un griego y representa la perfección, el infinito y la unión.


La abuela Rita recordó entonces tiempos pasados, de esos que olían a claveles, garrapiñadas y buñuelos.
Acurrucó a Gabriela, la sentó en su regazo y, sonriendo, le contó…
