¡Es un pájaro! ¡Es un avión! No, es una paloma blanca. Es una nube. Es una lágrima. No, sin embargo parece una puñalada de dolor. Es una depresión. Es un sueño, vuela, vuela alto. Se perdió. ¡Ahí está! Volvió. Pero... ya no parece un sueño. Está demacrado, gastado, ya le cuelgan las hilachas. Parece una decepción. ¡Ojo! Se cae. ¡Está perdiendo altura! ¡Se acerca! ¡Ahhhhh! Se estrelló acá cerca. No, no era una paloma, tampoco una lágrima, menos un sueño. Está irreconocible. Pero hay algo por que lo reconozco: era mi amor.
1992 206