NUEVO ROL DEL ESTUDIANTE EN LA EDUCACIÓN
Con la llegada de las nuevas tecnologías, las metodologías de enseñanza en la educación, se han transformado, de tal modo que los alumnos se adaptan a la educación apoyada en las TIC, creando nuevos enfoques, como afirma Benito & Cruz: Para los alumnos, ir a clase, ya no supondrá una actitud pasiva, ir a copiar apuntes que después habrá de estudiar de forma más o menos razonada. Ahora los alumnos van a clase a participar en tareas que les permitirán aprender más. Tendrán que buscar e integrar información, tendrán que trabajar en equipo, que planificarse, que presentar resultados, que tomar decisiones y también que estudiar… Mucho de su aprendizaje acontecerá de manera autónoma y tendrá que ser consciente de que todo esto no son extras sino elementos necesarios para superar sus materias, porque es la única forma de conseguir el aprendizaje integral que se pretende. (Benito & Cruz, 2005, p. 22). Con basen en lo dicho, se plantea que el nuevo entorno en el cual se desarrolla el aprendiz requiere que éste implemente habilidades y destrezas en el manejo de la información que utilizará en su proceso de aprendizaje, de acuerdo a lo anunciado, Salinas apunta que el rol del alumno implica: Control activo de los recursos de aprendizaje. El alumno debe poder manipular activamente la información, debe ser capaz de organizar información de distintas maneras, elaborar estructuras cognitivas más complejas que la simple respuesta a pantallas previamente diseñadas. En definitiva, poseer destrezas para usar las herramientas de información y poder acceder a las mismas. (Salinas, 1997, pp. 8-9) En éste aspecto también se enfatiza que el estudiante es el centro y motor de la educación en el proceso de enseñanza y aprendizaje, lo cual desencadena que el nuevo rol del estudiante, como expresa Sigalés, requiere: “El fomento de un mayor protagonismo de los estudiantes en la regulación y el control de su propio proceso de aprendizaje y en la adquisición de capacidades para aprender a lo largo de la vida” (Sigalés, 2004, p. 3) Además de ello, en el nuevo enfoque que adapta el estudiante en su aprendizaje se pretende que gestione sus conocimientos con responsabilidad y motivación. Desde el punto de vista de Aguilar, expone que: En las perspectivas actuales de corte socio constructivista, es el alumno o alumna quien adquiere un papel activo y principal, y se potencia su habilidad para construir su conocimiento. De esta manera, recae en el sujeto estudiante la responsabilidad de gestionar su propio proceso, con el apoyo del sujeto docente, quien organiza y diseña experiencias de aprendizaje que permitan a todos los estudiantes y a todas las