banzos tostados que se los llevaban a casa e nv ue l t o s e n un pañuel o limpio que habian traido para tal mene s t e r . Durante la b oda, los
rn~
s icos al egraba n un poco el ambiente t ocand o al guna s canc i o nes; lo mas corriente e r a un sol ista con ac orde6n , aunque a v e c e s , tambié n hab í a
guitar ra, ba nd ur r i a o laúd . Terminado todo esto s e marchaban los novios, los padr i nos y l os rrú sicos a c a s a d e l novio , donde se había preparado un a c o mida, a la que
t ambién asistl an los fa mi l i a r e s m&s pr6ximos. Despué s de comer , l a OQ mitiva iba con
-
~o s
músic o s por las casas, recogiend o a l a s mozas pa-
ra el bail e , que s e p ro long aba hasta altas horas d e la ma dr ugada ; y finalizado ~ste, t o dos a c o mpa fia ba n a los novios a l a c asa d ond e , nOE malmente, se encontra ban con bromas en e l dormito r i o, que l o s a migo s
l es hablan prepa rado . Es t a s bromas e ran muy varia da s : le s echaba n sal en la cama, l e s haclan la · petaca-, l es c olgaban campanilla s e n el so mie r , e t c . A la ma ñana
~ i 9 ui en t e,
los pa drino s y el arrer o eran los encar ga -
dos de le van t a r ,a l a pareja muy te mpr ano, t o maban juntos un a s copi~ de a nís que llevaba el arrero, y, un poco m&s tarde , acompaña do s de l o s músicos , iban a recoger a las mozas para tomar chocolate con chu rros o con
dulc~s,
que habla preparado la madrina en su ca s a . Ac a ba-
do el chocolate, los músicos interpretaban una s melodías, y lo s as i s
ten t es echaban una bailotada. Hacia el mediodla, los novios y los padrino s , acompañado s de
a lg ~
nos familia r e s y amigos, s e reunían a comer e n cas a de los pa dr e s de l a no v i a . Al atardecer, r ecogían d e nu e vo a la s mo z as con la mús i ca
pa ra el ba il e, que también s e p rolongaba hasta muy tarde . Algo impresc ind ible para comple t a r la cer e monia re lig io s a eran l as
•
·ve l acio ne s· , que tenían l ug a r a l d ía si gu iente o a l d o mi ng o sig uien t e d e la b oda. Los novios iban a mi sa y s e coloc a ban e n u n banco que
se ha bl a preparado para tal fin delante d el a l t ar ma yor . Durante la mi s a , tenian una vela encendida en la ma no y les c ubrían con una e s pecie de manto que tapaba la
c~beza
d e la novia, pe r o no la d el novio,
para indicar con esto que la mujer tenía q ue estar s i empr e sometida
al marido. Con la velaci6n daba por finalizada la boda , y yo voy a final i zar el relato con uno de los dichos de entonces :
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