EL CEBÚ • Julio - Agosto 2013
Sardo Negro en Colombia Entonces comienza la búsqueda a través de internet de criadores mexicanos reconocidos y que con su genética pudieran hacer un aporte importante tanto en tipo como en producción de carne y leche. Al hacer contacto, las ganaderías de Oro Verde y Puente de Dios, en México, deciden depositar su voto de confianza en este joven emprendedor, enviando 110 pajillas de sus mejores toros. En 2002 comienza el proceso de inseminación de dicha vacada y una vez probados los sementales, Darío decide viajar a México para conocer, de primera mano, los ranchos dedicados a criar esta raza. El viaje significó un gran paso para la Ganadería El Carrito, pues estrechó lazos de confianza y amistad con los ganaderos mexicanos y la Asociación Mexicana de Criadores de Cebú (AMCC), quienes de inmediato comenzaron a trabajar por el posicionamiento de la raza Sardo Negro en Colombia, a través del MVZ Antonio Reyes Cerón, director técnico de la AMCC, quien desde un comienzo mostró gran interés y entusiasmo por el tema del Sardo Negro en nuestro país, perseverando en las bondades de la raza y haciendo presencia en algunas ferias y mostrando el trabajo hasta este punto realizado. Haciendas Francia y Lusitania Paralelo a la selección del Brahman Rojo en las haciendas Francia y Lusitania, se desarrolló la ganadería comercial para lechería. La historia del Sardo Negro se inicia con el nacimiento del toro Lusitania 220/67, en 1997, el cual se produce a partir de una vaca media sangre Gyr por Indubrasil, hija del toro INCA (Gyr), que se cruza con el toro Maravilla de Faisao (Gyr).
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El toro 220/67 es ¾ Gyr por ¼ Indubrasil; orígenes comunes a la raza Sardo Negro. El toro fue conservado para padrear las vacas de ordeño de la ganadería por su gran genética en producción de leche y se usó en vacas F1 Holstein negro, Brahman gris y rojo. Toda la información de la ganadería se encuentra sistematizada conociendo así la historia productiva y reproductiva de cada uno de los
De izquierda a derecha: Luis Alberto Piedrahita, segunda generación como criador de Sardo Negro; señora María Helena Mejía, esposa de don Luis y madre de Darío y David Piedrahita, tercera generación de ganaderos criadores de Sardo Negro; Vilma Bernal y Jaime Montoya, técnicos de Asocebú, Germán Gómez, director técnico de Asocebú.
Hato Sardo Negro Hacienda Lusitania vientres, así como los porcentajes de razas que la conforman. Asociado al riguroso manejo de registros, la selección del pie de cría se fundamenta en parámetros de impacto económico principalmente fertilidad, crecimiento y producción de leche. Cuando comenzaron a nacer las crías con el pelo “sardo”, que es un color muy apetecido en el mercado, se incluyó este criterio para seleccionar las crías, identificando los toros que fueran mejorantes en producción y que fijaran el color sardo muy bien pigmentado a sus descendientes. El resultado final de esta selección fue tener hembras de color sardo y de muy buena producción de leche y fertilidad. Al conocer de la existencia de la raza cebuína Sardo Negro, se analizó y
estudió la raza, concluyendo que el color, la caracterización racial y los orígenes, son características muy similares a las que transmite el toro 220/67. En un principio, a este producto se pensó nombrarlo como “Sardo Lusitano”, pero al ver que los objetivos que se pretendían con este toro estaban enfocados a la producción de leche y musculatura adecuada, los cuales eran muy similares a los de la raza Sardo Negro, se decide cruzar el producto de la ganadería con toros Sardo Negro mexicanos en busca de obtener ejemplares muy adaptados al trópico, con muy buena producción de leche y musculatura adecuada para una ganadería doble propósito. El objetivo de la ganadería Francia & Lusitania, es producir el Sardo Negro colombiano.