Una Voz Que Clama en el Desierto: La intersección de la predicación y el liderazgo

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Una Voz Que Clama en el

Desierto:

La intersección de la predicación y el liderazgo

First Fruits Press

Wilmore, KY c2025

ISBN: 9781648172786

Una voz que clama en el disierto: la interseccion y el liderazgo

Editado pro Danny Roman-Gloro.

Published in the U.S.A. by First Fruits Press, 2025. Digital version at http://place.asburyseminary.edu/firstfruitsheritagematerial/...

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Una voz que clama en el disierto: la interseccion y el liderazgo [electronic resource] / editado pro Danny Roman-Gloro 1 online resource (114 p. : port.) : digital.– Wilmore, Kentucky: First Fruits Press, ©2025. 114 pages; 21cm.

ISBN: 9781648172779 (paperback)

ISBN: 9781648172786 (uPDF)

ISBN: 9781648172793 (Mobi)

OCLC: 1523877484

1. Clergy--Leadership. 2. Christian leadership. 3. Church management. 4. Preaching. I Roman-Gloro. Danny.

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Índice

Páginas

Introducción 5

Danny Román-Gloró, Ph.D.

La Intersección del Liderazgo y la Predicación 13

Stefani Bonilla, D.S.L.

Administrador(a) o Predicador(a): Una Falsa Dicotomía 31

Louis Colón, D.Min.

Excavando Pozos Viejos 55

Emilio Álvarez, Ph.D.

Su Voz es Música a Mis Oídos: El/la Predicador(a) como 79 Líder Estético

Danny Román-Gloró, Ph.D.

Colaboradores(as) 101

Recursos Adicionales 107

Introducción

Danny

Introducción

En el segundo siglo el famoso teólogo y apologeta Tertuliano dijo “Que tiene que ver Atenas con Jerusalén.” Él se expresó así para resaltar las diferencias teológicas, flosófcas y culturales entre el mundo gentil y el mundo hebreo expresado en la Biblia. Y aunque las expresiones de Tertuliano se referen a los peligros de ignorar las diferencias flosófcas y culturales, para muchos la misma dicotomía expresada por Tertuliano aplica a la relación entre la predicación y el liderazgo. Muchos consideran que estas dos tareas son importantes para la función pastoral, pero representan dos tareas completamente desligadas. Usualmente se defne la predicación como la exposición y enseñanza de las Escrituras y el liderazgo como el ejercicio de unas destrezas, rasgos, o cualidades personales, y por lo tanto no están ligadas o interrelacionadas. Sin embargo, la realidad es otra y nuestra perspectiva cambia cuando entendemos que ambas tareas están fundadas en el proceso de la comunicación.

En Genesis 1:28 leemos “Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.”1 Una de las características de haber sido creados a la imagen de Dios es la capacidad humana de comunicarnos. Ciertamente, todos los animales son capaces de comunicarse, pero el ser humano tiene la capacidad de comunicar ideas abstractas y complejas, de crear reacciones emocionales, y de motivar a la acción razonada y planifcada. Este proceso de comunicación es contextualizado y gobierna todo tipo de relación social en toda esfera de nuestras vidas. La comunicación es tan inherente a la condición humana que en el 1 Todas las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, Tyndale House Foundaton, 2010.

Román-Gloró

Introducción

1967 Paul Watzlawick declaro que el ser humano “no puede no comunicarse.”2 Aunque este axioma aparenta ser una contradicción revela una realidad de la existencia del ser humano: todo lo que hacemos y decimos (y en la manera en que lo decimos) comunica información a las personas a nuestro alrededor. Aun cuando escogemos no decir una palabra y apartados del grupo estamos comunicando información a las personas que están a nuestro alrededor. Por lo tanto, toda actividad hablada o no comunica de forma concreta y esto incluye el liderazgo.

Cuando ejercemos liderazgo estamos usando una compleja serie de mensajes verbales y no-verbales que nos ayudan a guiar a nuestros(as) seguidores hacia un meta u objetivos determinados. A través de la comunicación verbal organizamos las actividades del grupo y a través de la comunicación no-verbal demostramos como los miembros del grupo deben comportarse o cuan comprometidos estamos con los objetivos del grupo. Cuando refexionamos sobre el liderazgo, sus funciones y componentes concluimos que su núcleo es la comunicación. Fairhurst y Connaughton han identifcado seis áreas en las que la comunicación y el liderazgo se encuentran: “La comunicación del liderazgo es transmisional y centrada en el signifcado; El liderazgo (comunicación) es relacional, ni centrado en el líder ni centrado en el seguidor. Los actos infuyentes de organización son el medio y el resultado de la comunicación del liderazgo. La comunicación del liderazgo está inherentemente basada en el poder, un punto de contención sobre la naturaleza del liderazgo. La comunicación de liderazgo es un fenómeno global diverso. La comunicación de liderazgo está llena de potencial para la refexividad, la responsabilidad moral y el cambio.”3 La propuesta de Fairhurst

2 Watzlawick, P., Beavin-Bavelas, J., Jackson, D. Pragmatcs of Human Communicaton - A Study of Interactonal Paterns, Pathologies and Paradoxes. (New York, NY: W. W. Norton, 1967).

3 Fairhurst, Gail T., Connaughton, Stacey L., “Leadership: A communicatve perspectve”, Leadership 10, 1 (2014): 7-35.

y Connaughton es mucho más abarcadora que el alcance de este libro, pero nos ayuda a enmarcar la conversación sobre la intersección del liderazgo y la comunicación demostrando la extensa y profunda interconexión entre las dos.

De las propuestas hechas por Fairhurst y Connaughton la importante para nuestra conversación sobre la intersección de la predicación y el liderazgo es la idea que “la comunicación del liderazgo es transmisional y centrada en el signifcado.” De acuerdo con Fairhurst y Connaughton el líder transmite información que ayuda a la organización o a sus seguidores a actuar de acuerdo con las expectativas o la visión o los objetivos del grupo. El o la líder comparte la información en una manera entendible y apropiada a sus seguidores, pero lo que él o la líder comparte no es solo información, sino que lo que comparte hace sentido a los seguidores. En otras palabras, lo que él o la líder comparte crea un sentido de propósito y ayuda al seguidor a transcender su diario vivir y adoptar una visión de un futuro mejor. Es ese proceso de creación de sentido o sensación, fomentado por el o la líder a través de su comunicación, que ayuda al seguidor a reorientar su vida en la relación la visión del grupo expresada por el o la líder.4 Esta conceptualización de la comunicación del liderazgo resuena con las palabras del Apóstol Pablo a Timoteo:

En presencia de Dios y de Cristo Jesús—quien un día juzgará a los vivos y a los muertos cuando venga para establecer su reino—te pido encarecidamente: predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza. Llegará el tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán la verdad e irán tras los mitos. Pero tú debes mantener la mente clara en toda situación. No tengas miedo de sufrir por el Señor. Ocúpate en decirles a otros la Buena Noticia y lleva a cabo todo el ministerio que Dios te dio. 2 Timoteo 4:1-5

En su encomienda a Timoteo el Apóstol defne la tarea de la predicación no solo 4 Ibid., 11.

Introducción

o simplemente como la predicación del Evangelio (lo cual es de máxima importancia), pero defne la predicación como una comunicación que redefne la manera en que los oyentes viven. De acuerdo con Pablo la predicación es transformadora porque reta a los oyentes a adoptar una nueva manera de ser en la relación a Dios y al mundo que los rodea. La predicación es la manera que Dios usa para moldear a los creyentes a la forma en que Dios desea que ellos se comporten. Desde esta perspectiva, a través de la predicación el o la líder no solo transmite la verdad bíblica, sino que les provee un sentido de propósito que ha sido delineado por Dios. Por lo tanto, la predicación es un acto de liderazgo porque forja un entendimiento individual y colectivo que canaliza las actividades un grupo de individuos. El o la predicadora ejercen liderazgo sobre la comunidad de fe cuando usan la palabra de Dios para corregir, reprender y animar. Ciertamente, la conexión entre el liderazgo y predicación es clara. Lo que es más complicado y posiblemente confuso es la complejidad de ambas tareas individualmente y la diversidad de los puntos de interacción entre ambas tareas. Para discutir la complejidad de la interconexión entre el liderazgo y la predicación requeriría un acercamiento multifacético desglosado en varios volúmenes o a lo mínimo un extenso volumen. Desafortunadamente este volumen no tiene ese espacio. Sin embargo, este volumen ofrece una muestra de cuatro perspectivas sobre la interconexión entre la predicación y el liderazgo. En este volumen se presenta cuatro ensayos que exploran la interconexión entre el liderazgo y la predicación de varias perspectivas teológicas e intelectuales. La Dra. Stefani Bonilla explora el tema desde la disciplina del liderazgo y ofrece su perspectiva en como la o el líder necesita ser un predicador(a) efectivo. El Dr. Emilio Álvarez, Jr., explora el dialogo entre la tarea de la exégesis en la preparación del sermón y el liderazgo, y demuestra como el predicador(a) ejerce liderazgo comenzando

desde de la preparación del sermón. El Dr. Louis E. Colón explora el tema discutiendo la falsa dicotomía de que él o la pastora es administrador(a) o predicador(a). Para cerrar el Dr. Danny Román-Gloró discute el tema desde la perspectiva de que él o la predicadora ejerce liderazgo estético creando sensaciones de propósito y cohesión entre los oyentes.

Cerramos esta introducción dándole las gracias al Fideicomiso Lilly (Lilly Endowment. Inc.) que proveyó los fondos necesarios, a través de una subvención, para producir este volumen. Gracias a todo el personal y los síndicos del Fideicomiso Lilly por su constante preocupación con el bienestar y mejoramiento de los pastores y pastoras y las comunidades de fe que sirven y representan.

Referencias Citadas y Otras Recomendadas

Fairhurst, Gail T., y Stacey L. Connaughton 2014 “Leadership: A communicative perspective”. Leadership 10 (1): 7-35.

Watzlawick, P., J. Beavin-Bavelas, y D. Jackson, D. 1967 Pragmatics of Human Communication - A Study of Interactional Patterns, Pathologies and Paradoxes, New York, NY: W. W. Norton, 1967.

Román-Gloró

La Intersección del Liderazgo y la Predicación

Dr. Stefani Bonilla

La Intersección del Liderazgo y la Predicación

Comunicación

La comunicación puede ser un elemento complicado, pero a su vez simple en la vida. Hay muchas maneras de comunicarse usando el lenguaje, desde los escritos y las emociones. Esto implica mensajes que son sistematizados en conjunto, que pueden ser planifcados o imprevistos y que pueden ser verbales o no verbales.1 Los individuos pueden ser buenos comunicadores, o pueden ser malos. El mensaje transmitido de una persona a otra no siempre se comunica según lo previsto o incluso no se comunica bien. Es importante señalar aquí que incluso no comunicar un mensaje es una forma de comunicación con los demás. Como líderes en cualquier nivel, la comunicación debe llevarse como una fortaleza en su cinturón de herramientas de liderazgo. Esta habilidad debe ser continuamente dominada y desarrollada a lo largo de la progresión de su liderazgo. Parte de esta progresión es la necesidad de adaptar su comunicación a la audiencia a la que se dirigen. Los líderes no solo deben ser conscientes cognitivamente, sino que también deben adaptarse al estilo en el que sus seguidores pueden recibir mensajes. Ser adaptable no signifca que los líderes deban conformarse o perder sus valores fundamentales, sino que pueden aprender y cambiar con su entorno. La adaptabilidad va de la mano con la transformación. Cuando un líder está dispuesto a adaptar su estilo de comunicación al de su audiencia, los mensajes pueden ser infuyentes y transformadores de una manera efectiva.

1 Brent D. Ruben y Ralph A. Gigliot, “An Introducton to Leadership, Communicaton, and Social Infuence,” Leadership, Communicaton, and Social Infuence, October 2016: 1-12, htps://doi.org/10.1108/978-1-83867118-120191004.

Bonilla

Intersección

La comunicación no es una calle de una sola vía. En el liderazgo, transmitir un mensaje no solo conlleva un líder que presenta un mensaje sin una respuesta o retroacción. Es imperativo establecer un canal de comunicación entre líderes y seguidores. Dos categorías de comunicación son la transmisión y la recepción, que de una manera realista se les conocen como hablar y escuchar. Una relación entre un líder y un seguidor puede aumentar la confanza cuando se practica el intercambio de hablar y escuchar. Al comunicarse, hay una transferencia de símbolos con signifcado asociado a cada palabra, especialmente dentro de contextos variables. En esta transferencia, el comportamiento del individuo que lleva a cabo la comunicación se convierte en el vehículo en el que se produce esta transferencia. Un líder que habla no está comunicando signifcado y sin signifcado las palabras de un líder son inútiles y su comunicación inefcaz.

Dean Barlund, en su artículo Towards a Meaning-Centered Philosophy of Communication (Hacia una Filosofía de la Comunicación centrada en el signifcado), explica que hay dos objetivos de la comunicación: transmitir información y transferir ideas de persona a persona.2 El comportamiento de hablar se puede clasifcar en la transmisión de información, como enumerar hechos. Sin embargo, transmitir información puede en efecto tornarse robótica por naturaleza si no se le anexa o asocia un signifcado al mensaje que se está comunicando. Cuando un líder se comunica transfriendo ideas de persona a persona, el interlocutor ahora se convierte en parte del proceso.3 La credibilidad de la comunicación se edifca con el seguimiento de la acción adecuada. Por lo tanto, el comportamiento se convierte en el vehículo de

2 Dean C. Barnlund, “Toward a Meaning-Centered Philosophy of Communicaton”, Journal of Communicaton 12, 4 (1962): 197-211, htps://doi.org/10.1111/j.1460-2466.1962.tb01547.x, 455-456. 3 Ibid., 456.

transferencia de símbolos.4 Aunque la comunicación puede tener signifcado, esto no implica que la falta de comunicación y los malentendidos no sean un riesgo que enfrente un comunicador. Como se dijo, anteriormente, uno debe dominar para así continuar desarrollando su comunicación y combatir el riesgo de enfrentar falta de comunicación o incluso malentendidos.

La programación mental juega un papel enorme en cómo se puede recibir la comunicación, en especial aquellos seguidores que reciben mensajes de los líderes. Las experiencias a lo largo de la vida, tales como la crianza de un individuo e incluso su forma de aprender pueden alterar como entienden a un líder. Hay tantas señales que se comunican a través de la cultura y la sociedad que el mensaje de un líder puede no ser entregado adecuadamente. Entre más aprenda un líder acerca de sus seguidores, más se amplían las posibilidades de ser entendidos por ellos. Adaptar un estilo de comunicación no se basa en cambiar el mensaje que se está transmitiendo si no en el hecho de que un líder entienda la diferencia en su programación en como comunicarse en comparación a aquellos que lideran. Este conocimiento puede ayudar a un líder a adaptar su mensaje para que sea mejor entendido por un seguidor.

Liderazgo

El liderazgo no se trata de lo que puedes hacer, sino más bien de cómo eliges servir. Liderar a otros es dar tu vida por ellos; Es una elección, un privilegio. La Biblia ilustra este punto diciendo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.”5 Liderar se trata de infuir a los seguidores hacia las metas y servirles

4 Craig E. Johnson and Michael Z. Hackman, Leadership a Communicaton Perspectve. (Johanneshov, Sweden: MTM, 2018), 6. 5 Juan 15:13, (RVR1960).

Bonilla

Intersección

con las habilidades dadas por Dios.6 Sacrifcarse como líder y así ser útil en edifcar, fortalecer y motivar a otros es seguir el ejemplo de Cristo.

La defnición del liderazgo no puede considerarse una talla universal debido a que tiene una multitud de niveles. “No es específcamente una característica individual, pero si conlleva muchas formas” y puede defnirse de manera diferente en función de varios factores situacionales.7 El liderazgo no se limita a ser el “viajero solitario”, se trata de ser una fgura clave cuyas acciones o faltas de las mismas determinen el bienestar de los demás y hacer el bien en un término más amplio.8 Este tipo de defnición intenta mostrar que el liderazgo es una herramienta utilizada para mejorar el futuro de los seguidores. Un líder debe ser altruista, aquel que busca el bien y el desarrollo de quienes lo siguen.

El propósito del liderazgo es servir al prójimo y por ende servir a Cristo. Por ejemplo, una teoría conocida como el liderazgo de servir ejemplifca este concepto. Se trata de ser el máximo ejemplo para los seguidores y alentar la idea de “haz lo que yo hago”. Cristo es el ejemplo perfecto de lo que signifca ser un líder que sirve. Él vino a este mundo entendiendo Su propósito de salvarlo y redimir a todos aquellos que creyeran. Cristo no vino para ser servido, sino para servir. Después de que un líder entiende su propósito, su próxima responsabilidad es comunicar ese propósito a sus seguidores adecuadamente. ¿Cómo se supone que los seguidores sepan cuál es su propósito si no se comunica claramente? Cuando los líderes son claros los seguidores están en una mejor posición para seguir intencionalmente por elección propia. Para ser verdaderamente auténticos, los líderes deben dejarse transformar e

6 John J. Sosik y Don I. Jung, Full Range Leadership Development: Pathways for People, Proft, and Planet. (New York, NY: Routledge, 2018), 43.

7 John K. Hemphill, Factores situacionales en el liderazgo. (Columbus, OH: Universidad Estatal de Ohio, 1949), 3.

8 Edwin Paul Hollander, Inclusive Leadership: The Essental Leader-Follower Relatonship. (New York, NY: Routledge, 2012), 149.

imitar al líder perfecto, Cristo. Estar unidos de un espíritu y una sola mente permitirá a los líderes enfocarse externamente en sus seguidores. Cristo, todo hombre y todo Dios, vino a nosotros, entendió Su propósito y sirvió desinteresadamente. Los líderes deben seguir a Cristo antes de que puedan guiar a otros a Él. Para ser un gran líder, primero debes ser un seguidor fantástico de Cristo. No se trata del título; se trata de mostrar el amor de Cristo a los demás a través del servicio. Los líderes auténticos se entienden a sí mismos, permitiendo así un crecimiento y maduración constante. La autoconciencia para los líderes es un proceso que no comienza bien, pero establece una jornada gratifcante para el líder y eventualmente para aquellos que vienen detrás. Si un líder entiende sus fortalezas y debilidades, sin dejar de tener fe en sí mismo, entonces también lo harán sus seguidores.9 Esta comprensión debe evolucionar hacia una acción que adopten y ejemplifquen externamente.10 Cuanto más elija un líder aprender sobre sí mismo, más podrá alentar a los seguidores a creer en sí mismos y, a su vez, también a creer en el líder. Si un líder no cree en sí mismo y en sus habilidades, en cierto sentido niega su propósito por completo.

Predicación

Como se mencionó anteriormente, la predicación y el liderazgo se entrelazan en la iglesia. Los buenos predicadores son excelentes comunicadores de la Palabra de Dios y guían a las personas a Cristo. El apóstol Pablo exclama: “Porque la palabra de Dios es viva y efcaz, y más cortante que toda espada de dos flos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos

9 Ted W. Engstrom, The Making of a Christan Leader. (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1979), 84 10 Peter G. Northouse, Leadership: Theory and Practce. (Los Angeles, CA: SAGE Publishing, 2013), 188.

y las intenciones del corazón.”11 La palabra de Dios es poderosa, está viva, y es activa no es limitada al periodo de tiempo en la que fue escrita. Trasciende el tiempo y su mensaje sigue siendo tan relevante hoy como lo fue cuando ocurrió por primera vez. La predicación es el método en el cual la Palabra de Dios se comunica a otros. Se cita a Martín Lutero diciendo que “Al diablo no le importa la palabra escrita, pero huye cada vez que se predica en voz alta.”12 Los predicadores no se defnen como cualquiera que lee la Palabra de Dios en una iglesia y habla sobre lo que piensa. Como se describe en el contexto del Nuevo Testamento, un predicador es aquel “que tiene el llamado interno del Espíritu Santo y el llamado externo de la iglesia, el cuerpo testifcante de Cristo en la tierra, y ha sido debidamente apartado como un maestro acreditado y califcado de la religión cristiana.”13 Los predicadores están llamados a ayudar a llevar la Palabra de Dios a la acción en las vidas de sus oyentes.

Ahora, el propósito de la predicación no es sólo proporcionar conocimiento de la palabra de Dios, sino ejemplifcar su naturaleza activa. Un predicador es una vasija que presenta la Palabra de Dios de una manera que pueda ser entendida por aquellos que escuchan. En su libro, Rewiring Your Preaching (Reprogramando tu predicación), Richard Cox explica que la predicación no solo “con intencionalidad desafía el cerebro del oyente” sino también que su propósito principal, “es meterse en las cabezas del feligrés” y “recompensar con un dolor mínimo.”14 Comunicar la palabra de Dios no siempre es una tarea fácil, ya que tiene que competir con muchas otras señales de la sociedad, la cultura e incluso los pensamientos internos de un individuo. En esta

11 Hebreos 4:12, (RVR1960).

12 “Preacher; Preaching Defniton and Meaning - Bible Dictonary,” biblestudytools.com, accessed October 13, 2022, htps://www.biblestudytools.com/dictonary/preacher-preaching/.

13 Ibid

14 Richard H. Cox, Rewiring Your Preaching: How the Brain Processes Sermons. (Downers Grove, IL: IVP Books, 2012), 71.

competencia de señales, el cerebro necesita orientación sobre cómo interpretar la Palabra de Dios y su llamado a la acción. La Biblia nos llama a “... sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 porque si alguno es oidor de la palabra, pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.”15 Cuando se toma acción basada en la palabra predicada, se hace la Voluntad de Dios. Por lo tanto, los predicadores asumen la responsabilidad de ser vasijas que interpretan la Palabra de Dios, para que aquellos que escuchan sus palabras puedan elegir ser salvos y vivir la voluntad de Dios.

El arte de predicar

La predicación es un arte, un arte que requiere mucha práctica y libertad para ser modifcado. La predicación no solo conlleva una gran responsabilidad de comunicar palabras, sino que también tiene un elemento asociado que salva vidas. Esta responsabilidad salvadora pertenece en última instancia a Dios, pero Él permite que el espíritu fuya a través de aquellos que entregan la palabra para ser Su vasija salvadora. Dios ha permitido que los predicadores tengan ciertos talentos como contar historias o inventar analogías creativas para presentar Su palabra. Cuando los predicadores practican sus talentos y permiten que Dios los use, podemos ver que las Escrituras se vuelven reales para aquellos que escuchan. Hay muchos tipos de predicadores y muchos estilos en los que los predicadores llevan a cabo la Palabra de Dios. En el centro de la predicación, los predicadores deben ser guiados por el Espíritu Santo. Aparte del Espíritu Santo, los predicadores simplemente producen palabras, pero no tienen el poder de infuenciar un cambio genuino 15 Santago 1:22-24, (RVR1960).

o presentar el amor de Cristo mediante su sacrifcio. Dos estilos que se abordarán son la predicación tópica y la predicación expositiva. Es importante notar que, aunque son estilos distintos, ambos tipos de predicación son métodos para ayudar a los oyentes a entender mejor el evangelio.

Predicación tópica

Ronald J. Allen defnió la predicación tópica en su obra, Predicando el Sermón Tópico, como “un tema a la luz del evangelio, pero sin originarse o centrarse en la exposición de un texto o tema bíblico.”16 Los temas pueden ser elegidos por situaciones que ocurren dentro del cuerpo de la iglesia o incluso situaciones dentro de la sociedad. Esto ayuda a los interlocutores a batallar contra otras señales y sincronizarse con lo que el predicador está transmitiendo. Una fortaleza del sermón tópico es su capacidad para desafar las perspectivas e infuir un tren de pensamiento. En el contexto actual, un tema que podría elegirse podría ser uno sobre identidad. Tan general como puede ser un tema de identidad, un predicador puede dividirlo en identidad bíblica, identidad de género, identidad social o incluso identidad cultural, para nombrar algunos. Si toma la identidad de género como ejemplo, el predicador podría guiar a los oyentes a lo que dice la Biblia y equiparlos con herramientas para poder contrarrestar las imposiciones de la sociedad. Podrían llevar a los oyentes a tomar una posición en contra de lo que no es bíblico y aprender a amar a aquellos que pueden luchar con su identidad. Sin embargo, la predicación tópica también puede tornarse en un camino arduo. Las elecciones sobre temas pueden ser infuenciadas a través de películas, canciones o eventos actuales de la vida. A veces se eligen temas sin considerar las implicaciones bíblicas. Por ejemplo, tomemos el tema de ‘Dios ama a todos’. En este caso, se puede 16 Ronald J. Allen, Preaching the Topical Sermon. (Louisville, KY: John Knox Press, 1992), 3.

usar la primera mitad de Juan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito...”17 Ahora, un predicador tópico puede elegir detenerse allí y simplemente hablar sobre cómo Dios ama al mundo, cómo nos creó a Su imagen y cómo tenemos un propósito. Lo que potencialmente podrían dejar de explicar es la segunda mitad de ese versículo, “que todo aquel que cree en él no se pierda, más tenga vida eterna”18 o “El que cree y es bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.”19 Dios defnitivamente ama a todos y esto se puede ver en el sacrifcio de Jesús, “... en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”20 Sin embargo, aunque Dios ama a todos, esto no signifca que todos llegarán al cielo. Debemos aceptar, creer y confesar que Él es el Señor. Los peligros radican en no dar la imagen completa de la Palabra de Dios. Cuando esto ocurre, muchos predicadores recurren a prolongar las Escrituras o hacer que digan lo que quieren en lugar de predicar todo el texto. Es de suma importancia para los predicadores disertar el texto siempre, sin importar si coincide con un tema o idea en particular. Un predicador debe ser un expositor de las Escrituras, incluso cuando es tópico. Es peligroso cuando los predicadores hacen que la escritura diga lo que les gustaría que dijera en lugar de lo que el Espíritu Santo inspiró a decir.

Predicación expositiva

Por otro lado, la predicación expositiva se ha defnido como “el tratamiento consecutivo de algún libro o porción extendida de las Escrituras en el que el predicador ha enfocado cabeza y corazón, cerebro y fuerza, sobre aquel tema por el cual ha

17 Juan 3:16, (RVR1960).

18 Ibid.

19 Marcos 16:16, (RVR1960).

20 Romanos 5:8, (RVR1960).

pensado, llorado y orado hasta revelarse el secreto interno cuyo espíritu trasciende a su propio espíritu.”21 La exposición no solo debe ser guiada por el Espíritu Santo, sino que también se basa en la exégeta del texto. La exégesis es un tipo de investigación para descubrir las Escrituras a un nivel más completo. Explora las preguntas de cómo, por qué, quién y de qué se trata realmente la Escritura. Este contexto puede ayudar a educar al predicador o ayudar al oyente más tarde a entender el sermón en un nivel más recóndito. El espíritu de Dios guía a los predicadores a través de la hermenéutica de las Escrituras para revelar lo que Él quiere decir a su pueblo. Algunas fortalezas de la predicación expositiva son que puede ayudar a defender la palabra de Dios contra aquellos que se oponen, así como “lleva a su audiencia en un viaje textual, revelando la exposición histórica, biográfca, doctrinal y exegética del texto cuando se aplica plenamente.”22 Este viaje permite a la audiencia entender las Escrituras más profundamente para ayudarlos a aplicarlas a sus vidas de manera más efectiva.

Los predicadores deben tener cuidado de estudiar las Escrituras a fondo, con oración y meditación, al mismo tiempo que las aplican a sus vidas de manera apropiada. Dios necesita tratar primero con el predicador antes de tratar con la congregación; La Escritura primero debe tener convicción en sus propias vidas. Con algunas señales con las que tratan los oyentes, la comunicación se lleva a cabo mejor cuando el mensajero es auténtico y vive lo que predica. Además de vivir lo que sermonea un predicador, deben tener cuidado de no insertarse en ningún sermón, sino confar en Dios por esas palabras e ideas que provienen de la exégesis.

21 F. B. Meyer, Expository Preaching Plans and Methods. (Toronto, Canada: The Upper Canada Tract Society, 1912), 29.

22 Lewis D. Mathis, Charismatc and Expository Preaching: A Case Study of Two Preaching Methods within the Local Church. (Eugene, OR: Wipf & Stock, 2022).

Transformación y desarrollo

Un predicador siendo líder dentro del cuerpo de la Iglesia está llamado a producir el mensaje transformador impartido en ellos por el Espíritu Santo. En este contexto, líder y predicador se usarán indistintamente. Transformación es una gran palabra que se puede categorizar como un verbo en liderazgo, ya que es una progresión continua sin un destino fnito. En la Biblia, Pablo en Romanos 12 explica que no debemos conformarnos a este mundo, sino transformarnos. También menciona en 2 Corintios acerca de ser una nueva creación, transformada de un grado de gloria a otro. Como cristianos tenemos la esperanza y una expectativa hacia un potencial transformador que nos llevara mas allá de lo que somos actualmente como individuos, para promover el Evangelio de Cristo. La transformación comienza con la autoconciencia; es un viaje en el que un individuo no solo llega, sino que continúa desarrollándose y madurando. 23 Cuanto más consciente es un líder de sí mismo, más puede ver en los demás y ayudar a otros a ser más conscientes de sí mismos. Un predicador que es consciente de sus dones puede ejercerlos en su predicación. Por ejemplo, los estilos de predicación tópica y expositiva tienen sus propias fortalezas para guiar a otros a la comprensión. Los predicadores pueden usar estos estilos para guiar a los seguidores a una comprensión más efectiva y profunda de la Palabra de Dios. Por lo tanto, la autoconciencia de un predicador puede conducir (o ser una puerta de entrada) a la capacidad de transformación de un seguidor.

Un líder es responsable por el desarrollo de otros según la semejanza de Cristo. Sin embargo, para desarrollar a otros, primero debe ocurrir una auto alineación; “… saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del 23 Ted W. Engstrom, The Making of a Christan Leader. (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1976), 203.

Bonilla

Intersección

ojo de tu hermano.”24 La hipocresía es el enemigo de los líderes que buscan crecer y desarrollar seguidores. El apóstol Pablo declara a los flipenses: “Que en vosotros haya el mismo sentir que en Cristo Jesús.”25 Cristo es la encarnación del líder supremo y verdadero. Los predicadores son llamados a ser mayordomos humildes para guiar y ayudar a desarrollar seguidores de Cristo. Debe entenderse que, ante todo, “el ministerio en el que hemos entrado es el ministerio de Jesucristo, el Hijo, al Padre, por medio del Espíritu Santo por el bien de la iglesia y del mundo.”26 Los predicadores deben ejemplifcar quién es Cristo y que ellos no son el centro. La Biblia anima a los líderes a ser como El en que, aunque siendo completamente Dios, “se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.”27 El predicador se convierte entonces en siervo de los oyentes, que sirve como un simple recipiente de la Palabra transformadora de Dios.

Predicar

y liderar

Como se dijo anteriormente, los predicadores están llamados a ayudar a poner en acción la Palabra de Dios en las vidas de sus oyentes. Entonces son individuos de infuencia y así guían a otros como comunicadores de la Palabra de Dios. Ellos conducen al pueblo a Dios y a Su voluntad. Cuando se maneja correctamente, la predicación puede transformar las perspectivas de los seguidores y enseñarles a amar de la manera en que Cristo ama y los alienta a vivir de la manera en que la Biblia los llama. Los predicadores son entonces líderes transmutadores que son guiados por el espíritu en el desarrollo de

24 Mateo 7:5, (RVR1960).

25 Filipenses 2:5, (RVR1960).

26 Stephen A. Seamands, Ministry in the Image of God: The Trinitarian Shape of Christan Service. (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2005), 23.

27 Filipenses 2:7, (RVR1960).

seguidores. Su papel es infuenciar mas allá de las mentes, sino también en los corazones de los creyentes hacia Cristo. La Biblia los llama a: “ Por tanto, velad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”28 Como se dijo anteriormente, los predicadores tienen un llamado interno del Espíritu Santo, han sido apartados y se han convertido en maestros cualifcados del rebaño. Con esta posición, viene el poder; con este poder viene la responsabilidad. Los predicadores tienen el poder de moldear las mentes y los corazones de los seguidores positiva o negativamente a través del mensaje que entregan. Esta es una enorme responsabilidad que asumen. Cuando el poder de la predicación se ejerce correctamente, los predicadores se convierten en líderes que representan y, en última instancia, deben asemejarse a Cristo.

28 Hechos 20:28, (RVR1960).

Bonilla

La Intersección

Referencias Citadas y Otras Recomendadas

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Bonilla

Administrador(a) o Predicador(a): Una falsa dicotomía

Rev. Dr. Louis E. Colón

Administrador(a) o Predicador(a): Una falsa dicotomía

Rev. Dr. Louis E. Colón

El trabajo pastoral bien pudiera considerarse en dos ramas grandes: el ministerio y la administración. Bien pudiéramos defnir el ministerio como aquellas funciones pastorales que tienen un impacto espiritual, pues pretende lograr cambios en las personas en su relación con Dios. Esto incluye, entre otras cosas, el evangelismo, la predicación, el cuidado pastoral, el ofrecer los sacramentos, la consejería pastoral, e incluye la oración privada y pública, y la lectura estudiada de las Santas Escrituras. Otras cosas más pudiéramos añadir a esta lista de funciones espirituales que queremos defnir como ministerio.

La administración se refere a funciones o tareas que se relacionan a lo ministerial como ayuda idónea a esta. Nótese que la palabra ministrar está incluida en la palabra ad + ministrar. Esto es porque administrar tiene que ver con aquellas tareas pastorales que suplen, dirigen, apoyan la tarea de la ministración. Algunas de las tareas de la administración incluyen planifcar, organizar, elaborar presupuestos, diseñar un calendario de eventos, compartir una visión de trabajo, desarrollar líderes, delegar, evaluar, y muchas otras cosas parecidas. La administración tiene que ver con el cuidado de un edifcio, con la planifcación y uso de los recursos materiales y el apoyo a las personas envueltas en el trabajo de la iglesia. Muchas otras cosas pudiéramos añadir a este renglón. Llamémoslo liderazgo para el propósito de este ensayo.

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Surge un problema pastoral cuando vemos el ministerio como algo exclusivamente espiritual y lo administrativo como algo exclusivamente “secular.” Más particularmente, si nos enfatizamos en la tarea de predicación pastoral como tarea primordial, lo administrativo en la iglesia tiende a verse como un impedimento de tiempo en darnos a esta tarea; como si darle tiempo a la administración fuese quitarle tiempo al esfuerzo de prepararse para predicar fel y efcazmente. Y más allá del tiempo, es contraproducente cuando consideramos la administración como contraria a la predicación, como si lo administrativo y lo espiritual fuesen contrarios y competidores.

Quiero considerar este tema en dos etapas. Primero quiero narrar una historia imaginaria de una conversación probable y cercana a una verdadera conversación de un encuentro de pastores hablando sobre sus conceptos, ya sea a favor o en contra, de la evaluación de la predicación o lo espiritual y lo administrado o institucional. Luego quiero hacer una refexión breve en torno a la combinación de la tarea pastoral de la predicación y el liderazgo. Para ser breve, conversaré primordialmente con el trabajo escrito de un gran líder latinoamericano ya fallecido que trabajó arduamente en la INDEF, Instituto de Evangelización a Fondo, Alberto Barrientos.

Un Cuento Pastoral: ‘Dos Pastores y Una Pastora Entran a un Café’

Mi conversación con mis dos amigos pastores se había tornado seria. Tras la alegría de vernos, como lo hacíamos recurrentemente, para tomar café y contarnos sobre cómo nos iba en nuestros respectivos ministerios e iglesias, empezamos a considerar lo que nos parecía más importante. Para Pedro,

esto signifcaba dar énfasis en los aspectos espirituales de la Iglesia y el ministerio. Para Sebastián, lo más importante era el poder planifcar, organizar, delegar y dirigir cada área del trabajo de la iglesia. Sebas lo llamaba el aspecto de liderazgo. En esta conversación cada uno de ellos tuvo que explicar porqué su preferencia era de más peso que la del otro. Así que después de aproximadamente media hora, se alteró la conversación.

Pedro:

“¿Cómo es posible que le des más importancia a la organización de la iglesia? Eso es como decir que somos nosotros mismos los que logramos que se conviertan personas y se edifquen los feligreses y crezcan. Tú sabes que, si el Espíritu de Dios no se mueve, la iglesia se convierte en una organización muerta… Mucha organización signifca mucha muerte. ¡No, señor! ¡Sólo Dios puede hacer crecer a su iglesia!”

Sebastián: “¡Pedro, ay, Pedro! Tú iglesia creció bastante desde sus inicios, y luego se estancó… llevan años más o menos con la misma cantidad de personas. Todos muy buenos, pero estancados. Y eso, ¡que ustedes son una congregación de mucha oración y ayuno y de leer las Escrituras! Ustedes se reúnen varias veces a la semana, más de lo que me parece deberían, para orar y tener

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sus cultos. Pero no han aprovechado mucho, precisamente por no darle importancia a su liderazgo, a desarrollar una visión coherente, un grupo de líderes fuertes en cada departamento de la iglesia, y porque tú estas tanto tiempo orando que no ves la importancia de planifcar tus eventos y la vida de la iglesia.

¿Dime si esto no es verdad?”

Pedro:

“Y tú, me parece, pasas más tiempo planifcando y en reuniones de comités, que orando y buscando la bendición de Dios, que es la única que realmente logra el crecimiento que ambos estamos buscando para nuestras congregaciones. Admito que ustedes usan los recursos de su edifcio, materiales y servicios muy bien… mejor que nosotros. Pero tienes que admitir, que, a parte de un tiempo de crecimiento numérico esporádico, tampoco su mucha organización y liderazgo ha logrado impactar esta ciudad como quisiéramos que Dios lo hiciera. ¿Estoy en lo correcto?”

Pedro y Sebastián podían tener esta conversación tensa sin peligro a insultarse o a destruir la relación de amistad precisamente porque se conocían hacía mucho tiempo, y se respetaban el uno al otro. Pero alguien que no los conociera pensaría que pronto se agarrarían de la camisa para “enfatizar su punto.”

Yo me daba cuenta que en cierto sentido, ambas áreas de vida ministerial eran importantes, aunque pudiéramos considerar una o la otra de más importancia.

Al fn yo intervine porque me preguntaron.

Yo:

“Tengo dos observaciones que compartir, si me lo permiten. Una es una analogía o comparación, y la otra es considerar unos dos o tres pasajes de la Biblia. Oigan mis dos puntos.

¿Qué es más importante en un hogar, el amor o la organización?

C.S. Lewis en una ocasión escribió que las destrezas del amor no son las mismas que las destrezas que nos ayudan a vivir juntos1. Uno puede querer a una persona muchísimo pero ser un bueno para nada en la administración de la casa. Cuando uno no organiza el trabajo hogareño, compartiendo las tareas, proveyendo tiempo para trabajar, descansar, divertirse, para ir a hacer compras, cuidar la propiedad, pagar las deudas y gastos de la familia, se forma un verdadero inferno de preocupación y hasta coraje que puede destruir cualquier amor que haya unido a la pareja en primera instancia. Por otro lado, el tener un hogar bien organizado y atendido jamás es sustituto para la alegría que

1 C.S. Lewis, The Screwtape Leters. (New York: McMillan Co., 1961). En el capitulo 3, un diablo to le dice a un diablo novato sobre como entretejer la relación entre un hombre adulto y su mamá de modo que aunque digan amarse, no se llevan bien en la vida diaria. Es posible que este pensamiento de Lewis haya sido discutdo por él en otro escrito suyo.

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provee el amor, el cariño de estar juntos, tener conversaciones interminables y recordar buenos tiempos. O sea, ni el amor por sí solo es sufciente, ni el liderazgo del hogar (que podemos también llamar administración u organización) es sufciente en el arte del buen vivir. Para vivir esta vida sabiamente, se requiere que, honremos a Dios con toda muestra espiritualidad y con todo nuestro liderazgo.

Hace algunos años leí el trabajo escrito y de investigación de Christian Schwarz. Este hermano creó cuestionarios y los distribuyó entre miles de iglesias, ministros y líderes eclesiásticos para mejor entender los factores que ayudaban a crecer, mejorar o empeorar a las iglesias. El investigador Schwarz y su equipo descubrieron 8 factores que les ayudaban a crecer. Yo no quiero incluir esto en mis observaciones aquí. Lo que sí quiero mencionarles es que descubre una tendencia en iglesias y sus líderes a enfatizar ya sea la espiritualidad o la organización (lo que él llama lo institucional). Las iglesias tienden a inclinarse a una u otra de estas mentalidades. Christian Schwarz logró ver a través de sus estudios que las iglesias prósperas y dinámicas tenían un balance funcional entre estas. O sea, la espiritualidad era implementada con las estructuras de la administración, y la administración servía para promover la bendición de la

espiritualidad. El poder De Dios obraba en conjunto con su sabiduría para llevar a cabo la misión de la iglesia.”

Pedro:

“Un momento. ¿Entonces tú crees que lo espiritual es menos importante que la organización? O peor aún. ¿Piensas que lo espiritual es solo el contenido, y que la organización o administración son las que logran los resultados? ¡No puedo creer eso de ti!”

Sebastián:

“No, chico. Está diciendo todo lo contrario: que sin espiritualidad, no vale ni la pena ni el esfuerzo de administrar a la iglesia… Que como la espiritualidad es lo más importante, deshacerse de lo administrativo lo más pronto posible es lo mejor. ¿Me equivoco, hermana pastora?

Yo: “Miré al cielo. Hice una oración. Les dije: ¿Por qué no me dejan terminar mis observaciones?” Y proseguí. “¿Recuerdan que les mencioné lo de unos pasajes bíblicos?

En los evangelios ustedes encuentran al Señor Jesús multiplicando panes y peces a una multitud.” Pedro me interrumpió.

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Pedro:

“¿No me vengas a decir que piensas que el Señor usó su destreza de liderazgo para multiplicar los panes y peces? Ninguna cantidad de organización podía lograr ese milagro.

¡Fue a fuerza de su espiritualidad que multiplicó aquella comida para aquella multitud!”

Sebastián:

“Con eso que dijo Pedro no se puede discutir…”

Yo:

“¡Déjenme terminar, señores! No vayan tan rápido … Si recuerdan, en uno de los relatos de los evangelios, Jesús le plantea a sus discípulos que tenía preocupación por la multitud que le acompañaba, que no tenían algo de comer. Los discípulos contestan de la casi imposible situación de poder alimentar toda aquella multitud en ese lugar lejano. Entonces Jesús les pregunta cuántos panes tienen. Siete, contestan ellos, y unos pocos pececillos. Dicen las Escrituras que el Señor tomó estos alimentos, dió gracias, y se los dio multiplicados a los discípulos para ellos los distribuyeran. Antes de orar y distribuirlos a los discípulos para alimentar a la multitud, ordenó a la gente a sentarse en el suelo. Uno de los evangelios dice que los reunió en grupos de 50. El milagro, claro está, ocurre porque es Jesús,

el más espiritual de los hombres y mujeres de esta tierra, quien lo efectúa. Es su poder espiritual, si quieren llamarlo eso. Pero Jesús usó administración para distribuir esos alimentos. Los sentó, los agrupó, delegó el trabajo de distribución a los discípulos. Es más, cuando se saciaron todos, se recogió lo que sobraba, y sobró bastante. ¿No ven ustedes que el mismo Señor que hizo el milagro por su espiritualidad uso administración para hacerle llegar el alimento? Si Jesús usa administración junto con la ministración, ¿quiénes somos nosotros para echarnos a pelear sobre aspectos de nuestra tarea pastoral que Dios bendice y usa?”

Pedro: “Nunca había visto ese pasaje de esa manera que lo explicas. ¿Crees que eso es un patrón recurrente en la Biblia, en las obras de Dios?”

Sebastián: “A ver, si piensan en la noche en que el pueblo de Israel fue liberado de Egipto por mano de Moisés, recuerden toda la preparación del cordero de la Pascua, la comida que debía comer y no comer, la ropa que debían vestir… hasta lo que debían decir a sus vecinos y vecinas cuando estuvieran saliendo. Esos son aspectos organizativos.

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Moisés eventualmente se encuentra en el desierto y se pasa todo el día juzgando entre unos y otros con los pleitos del pueblo. Jetro, el suegro de Moisés ve esto y lo aconseja a que administre aquella situación: que seleccione y enseñe a ciertos líderes a juzgar conforme a las reglas de Israel dadas por Dios, líderes de grupos pequeños y más grandes, en forma escalonada, y que los problemas de mayor envergadura se los trajesen a él (a Moisés). Esto, me parece a mí, es excelente administración y uso de líderes de la comunidad. La liberación de Israel sacándolos de Egipto fue todo producto del poder de Dios usando, pudiéramos decir, la espiritualidad de Moisés; ¡ninguna cantidad de organización podía lograr tal liberación, abrir el Mar Rojo, y alimentar al pueblo en el desierto! Pero la administración estuvo presente como elemento de sabiduría. Hasta la creación plantea una cierta organización.” En este momento, Sebastián comentó: “Claro, lo veo en que Dios creó primero las condiciones para el forecimiento de la vida, tanto animal, como de seres alados y seres marinos primero, y por último, creó a los seres humanos para que pudieran, no solo sobrevivir, sino ser imagen de Dios sobre la tierra. Por su poder, creó las cosas, pero en su sabiduría, organizó, separando, juntando, y hasta parece querer el texto bíblico delegar la labor creativa de Dios al incluir a sus criaturas en producir (por

ejemplo, que la tierra produjese vegetación y seres vivientes).

Poder espiritual y sabiduría trabajaron juntos. ¡Qué bien!”

Pedro:

“Tengo todavía la noción de que lo espiritual es no sólo lo primero si no lo más importante; pero me doy cuenta de que, con los ejemplos que nos has dado, y otros en los que puedo pensar que no has dicho, la ministración no ocurre sin la administración… porque Dios no es sólo poderoso, sino también sabio.”

Yo:

“El pasaje que no les cité, mis queridos hermanos Pedro y Sebastián, es el de Hechos 6, los primeros 6 o 7 versos. La iglesia recién comenzada, había tenido un éxito rotundo. Milagros, conversiones en los miles, amor, compartir entre todos, una alegría y un gran entusiasmo llenó la iglesia de Jerusalén. La iglesia pronto adoptó un sistema de ayuda a los pobres, en particular a las viudas. Se les distribuía dineros o alimentos a estas mujeres necesitadas.

Pero surge el problema de que tal distribución estaba establecida con discriminación: las viudas de los hebreos eran favorecidas en la distribución y las viudas de los griegos no.”

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Pedro:

“Es lo más probable que esas diferencias tenían que ver con las familias que hablaban arameo, que era la lengua de los judíos en aquel entonces, frente a las familias que hablaban griego, de donde venían muchas familias a visitar durante las festividades en Jerusalén… como en el Día de Pentecostés.”

Yo:

“Estoy de acuerdo. ¿Qué hacen los apóstoles? ¿Oraron solamente y pusieron el asunto en las manos del Señor? ¿Usaron solamente su espiritualidad para resolver el problema?… ¡No! Convocan una reunión. Reconocen su labor prioritaria, pero la necesidad de resolver este problema. Envuelven a la congregación en escoger líderes. Les sugieren estándares para esos líderes. La congregación los escoge, y los apóstoles los bendicen, encargándolos con la tarea de la distribución de bienes. Y ellos, los apóstoles, se dedican a su tarea prioritaria de orar y ministrar la palabra de Dios. Como resultado de esto, la palabra de Dios se difundía aun más, y hasta sacerdotes judíos se convertían a la fe. La espiritualidad obró junto con la administración para hacerle bien a la iglesia. ¿Qué piensan ustedes, mis hermanos?”

Pedro:

“¡Hay que orar!”

Sebastián (riéndose):

“¡Y hay que planifcar!”

Oramos, y quedamos en vernos el mes siguiente para seguir conversando sobre las tareas del ministerio.

¿Predicar o Ser Líder?

Entiendo que algunos/as pastores/as se inclinan por naturaleza o preferencia a la tarea pastoral administrativa. Se ven a sí mismos/as como líderes, y quieren descargar esa función con excelencia. Gustan supervisar la empresa de la iglesia. A veces estos/ as líderes visionarios/as planifcan y envuelven a otros en la consecución de una visión de trabajo eclesiástico que sea de impacto a la comunidad. Saben que la predicación, por sí sola, no logrará estos objetivos. Busca administrar las destrezas y recursos de la iglesia para la propagación del evangelio en su ciudad. En la peor de las situaciones, la pastoral quiere sentirse en control de todas las funciones que tienen que ver con la iglesia de forma obsesiva. En la mejor de las situaciones, el/la pastor/a busca empoderar a otros/as personas en la iglesia para funcionar en las capacidades que más se acomoden a sus dones. Estos/as pastores/as líderes son buenos/as solicitando y dirigiendo reuniones para lograr ciertos objetivos. Son formidables como líderes: son diestras/os haciendo campañas para recaudar fondos, y hacen lo posible en infuenciar

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los cambios que toda iglesia enfrenta. Administran bien para que ellos/as mismos/as y la iglesia pueda ministrar.

Por ejemplo, conozco una pastora amiga que, tras su esposo pastor enfermarse y no poder ejercer el ministerio por estar encamado, ella tomó las riendas de la iglesia. La pastora hizo unos cambios del proverbial estudio bíblico semanal: organizó y envolvió a los líderes de su iglesia en grupos pequeños semanales. Esto hizo que la participación de los miembros se multiplicara. Para esto, tuvo que plantear una visión nueva de trabajo de la iglesia a la iglesia; preparó a los líderes que ya tenía para liderar estos grupos. Tuvo que hacer un análisis de la localización geográfca de los feligreses, y los alentó a reunirse en los grupos más cerca a su hogar. Consiguió que algunos ofrecieran sus hogares y fueran anftriones. El esposo pastor observaba los cambios que hacía su esposa en la estructura de servicios semanales de la iglesia. Él estaba admirado de que un cambio relativamente pequeño en la estructura de la iglesia tuviera tan buenos resultados. No solo había más participación, sino que también había una atmósfera de más entusiasmo y deseos de servir a Dios. La participación durante la semana llegó a hacer casi tan asistida como a la de los servicios los domingos.

Lamentablemente, a veces los/as pastores/as que se enfrascan en la tareas administrativas tienden a acortar su tiempo de preparación para la predicación, y la predicación sufre en su calidad. La congregación nota que aunque están bien dirigidos, la predicación, en algunos casos, se debilita. La verdad es que estas dos tareas no deberían ser contrarias ni excluirse una por la otra. Ambas son muy importantes en nuestra fdelidad al cumplimiento de nuestro ministerio. Se trata de mantener cierto equilibrio entre las tareas de predicar y las de liderar. Ambas labores, predicación y

liderazgo conllevan inversión de tiempo, pero ambas deben ayudarse mutuamente. La predicación puede ayudar a educar y a envolver a la feligresía en las tareas propias de la iglesia, además de mantener el evangelio como centro de su pensamiento y tarea. El liderazgo puede ser avenida de implementación para los ideales expuestos en la predicación. Lo uno y lo otro puede y debe nutrirse mutuamente.

Por otro lado, hay personas en la pastoral que dedican la mayor parte de su tiempo a la preparación de sus sermones, y evitan lo más posible las funciones administrativas. Casi siempre tienden a conseguir a otra persona que funja como líder, dirigiendo a las personas, a los recursos, y las tareas de la iglesia que requieren planifcación, organización… en fn, algunos/as pastores/as buscan, si son afortunados/as, líderes de la iglesia que dirijan las tareas que tienen que ver con la dirección de labores y recursos.

El problema tiende a ser cuando la pastora o pastor, descuida dirigir las funciones de la iglesia por estar predicando. La predicación, según el líder latinoamericano de evangelización y plantación de iglesias Alberto Barrientos2, a veces es considerada por la persona que predica como una varita mágica con la cual resolver los problemas de la iglesia. Es interesante cuando un/a pastor/a joven comienzan su tarea pastoral con el concepto de que puede resolver todas las cosas en la iglesia predicando. En Estados Unidos hay una expresión que se usa a menudo: “Cuando uno es martillo, todos los problemas parecen clavos.” Y Barrientos escribe este excelente libro de consejos para la labor pastoral diciendo que es importante que el pastor/a aprenda que Dios da más de una “varita mágica”… Dios da más de una herramienta para la tarea pastoral: a veces, la oración, aunque siempre debe ser parte de todo ministerio y administración,

2 Alberto Barrientos, Principios y Alternatvas al Trabajo Pastoral. (Miami, Editorial Caribe, 1989).

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resuelve… y a veces no; a veces, es necesario, además de orar, confrontar y hablar cara a cara sobre los problemas; a veces, hay que buscar consejo en alguien que tiene más experiencia.

Barrientos plantea en su libro una teología de trabajo pastoral y estos son algunos de los principios de su trabajo:

1. Dios está presente y activo en el mundo: por ende, el/la pastor/a cree y vive para servir representando a ese Dios presente.

2. Hay un pueblo especial en el mundo: la iglesia.

3. El pueblo de Dios necesita dirección: liderazgo.

Dados estos principios, Barrientos entiende que es tarea primordialmente pastoral el dar dirección, liderar al pueblo de Dios para lograr los objetivos de Dios y el desbordarse en el cumplimiento de sus funciones. Esto es, Barrientos no ve al pastor como el único o la única persona que hace el trabajo de la iglesia, sino que ve al pastor o pastora como alguien que, dando dirección e instrucción, ayuda a cada uno/a en la iglesia a descubrir sus talentos individuales y los/las encausa para la edifcación de la iglesia y la bendición de la comunidad en que la iglesia existe.

Más aun, Barrientos enumera las tareas pastorales para darle un lugar preeminente a la tarea del liderazgo pastoral. Resumiendo sus categorías de objetivos pastorales, Barrientos dice que el pastor o la pastora debe:

1. Dar a la iglesia un lugar en su comunidad… O sea, ayudar a que la iglesia sea reconocida en su ciudad o aldea como una comunidad de gracia. Esto requiere trabajo en conjunto donde es necesaria la labor del/a líder pastoral.

2. Reconciliar y vincular a las personas con Dios. Esto tiende a ser un objetivo que primordialmente se despliega en la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios. La pastoral puede y debe ayudar a la iglesia a prepararse para vincularse con personas en la comunidad y compartirles el evangelio de la reconciliación con Dios.

3. Formar y orientar a los cristianos/as. Esta es una tarea arduamente educativa. Requiere tiempo y mucho esfuerzo inteligente y bien dirigido.

4. Crear y madurar relaciones dentro y fuera de la iglesia.

5. Finalmente, organizar y movilizar capacidades. Esta es una tarea mayoritariamente de liderazgo.

Hago énfasis en esta visión de la labor pastoral de este gran educador latinoamericano porque precisa, sin quitarle importancia a la predicación, ayudar a la pastoral latinoamericana a considerar lo crucial que es cumplir con su tarea de dirigir al pueblo de Dios. En otras palabras, el/la predicador/a es también un/a líder. Y la iglesia necesita ambas funciones desplegándose en el liderato pastoral, ya una al lado de la otra, o las dos funciones trabajando juntas.

Al considerar seriamente el liderazgo pastoral, no desestima Barrientos la importancia de la predicación. De hecho, dedica algunos capítulos para considerar una forma sabia de preparación para la predicación. Sugiere Barrientos que se aboque el pastor o pastora en un estudio de la Biblia o temas teológicos. Sugiere, por ejemplo, que se estudie un libro de la Biblia, con diferentes traducciones y buenos comentarios

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bíblicos3. La predicación, tanto como el liderar a una iglesia, requiere la preparación ardua, y bien pensada, haciendo uso de nuestro tiempo, dineros (en la compra de libros y libretas, etc.), y de pensar rigurosamente bajo los parámetros bíblicos.

Quiero terminar este escrito recordando cuando fue que descubrí en carne propia la importancia de la tarea del liderazgo pastoral y su importancia al lado de la proclamación del evangelio a través de la predicación.

Comencé cuando muy joven en una iglesia en mi pueblo de Arecibo, Puerto Rico. David Riddering y yo, jóvenes cristianos aun estudiando en el Colegio de Mayaguez, comenzamos una labor de plantar una iglesia motivados por un impulso en nuestro espíritu de la dirección divina. ¡Eramos tan jovenes! Teníamos mucho entusiasmo, pero poca madurez, conocimiento y preparación. Por nuestra hambre espiritual y deseo de prepararnos, tras conocer al Señor, nos habíamos dedicado con todas nuestras fuerzas a predicar el evangelio, a organizar grupos, a ir a cultos y a adiestramientos diversos, leíamos libros, orábamos, ayunábamos, participábamos en vigilias, y comenzamos una iglesia con la ayuda de otros jóvenes que nos amaban y estaban dispuestos a seguirnos.

Tuvimos éxito relativo. Una iglesia se formó. Al pasar los años, fui a otra iglesia a pastorear, y David fue a República Dominicana a ministrar por algún tiempo.

Nos encontramos muchos años después. En conversación con él le mencioné:

“¿Sabes, David? Han pasado muchos años desde que trabajamos juntos en la obra 3 Barrientos, Principios y Alternatvas, 121-122. A grandes rasgos, esta ha sido la experiencia de un pastor latnoamericano. En su ministerio temprano se dio cuenta de que la lectura biblica en forma devocional no era sufciente para las demandas de la enseñanza biblica en la iglesia. Entonces tomó por costumbre levantarse muy temprano y emplear diariamente entre una y dos horas, y a veces más, solamente para estudiar y ahondar en la palabra de Dios…” Barrientos cuenta de el estudio sistemátco libro por libro de la Biblia, haciendo uso de introducciones al material y trasfondo bíblico. Este pastor anotaba los resultados de sus refexiones, acumulándolas en cuadernos. Con el tempo descubre que obtuvo una gran riqueza de conocimientos e inspiración que se aumentaba a medida que pasaban los años con esta disciplina, enriqueciendo su vida espiritual y la de su predicación. La predicación, aprendo leyendo esto, envuelve la administración de mi tempo y esfuerzo hacia una dirección de crecimiento.

del Señor en Arecibo. Tú has continuado estudiando, haciéndote un profesional de la banca, y continúas siendo un ministro de Dios, pastor. Yo estoy laborando como pastor asociado en una iglesia, porque descubrí que mis dones son los de predicar y enseñar, los de escuchar a personas y aconsejarles con sus problemas. Ministro estudiando y enseñando el evangelio y las Escrituras. Pero después de tratar de levantar una iglesia por mí mismo, descubrí que no tengo las destrezas vitales de organizar, de planifcar, de la logística de trazar un plan y llevarlo a cabo. Cosas muy importantes en la misión de levantar una iglesia y verla crecer… Acabo de cerrar un intento de levantar una iglesia, en lo cual, en cierto sentido, fracasé.

“Y lo que quiero decirte es que siempre pensé que Dios nos había usado a ambos en levantar esa iglesia en Arecibo, pero que mis dones de predicación y de enseñar eran lo fundamental que Dios usó para ese proyecto de Dios.

“Hoy tengo que confesar que mucho de nuestro éxito se debe a tu labor administrativa. Te esforzaste con mucho esmero en conseguir transportación, equipo, oportunidades para compartir el evangelio en diferentes partes. Tú buscabas los sitios donde íbamos a predicar y adorar a Dios. Sí, Dios me usó predicando y ganando personas para el Señor, pero tú fuiste el que Dios usó organizándolo todo para que todo pudiera lograrse. Estoy muy agradecido de ti y de Dios por lo vital de tu labor. Sin tu labor de liderazgo, mi labor de predicación hubiese sido infructuosa. Lo sé porque, cuando traté de levantar una iglesia yo solo, no tuvo ni el alcance ni el impacto que nuestra labor en conjunto con tus dones, logró. ¡Gracias por tu esmero y amor al Señor! Fue un privilegio laborar contigo.”

Desde entonces, aprendí que soy más efectivo en mi ministerio cuando laboro junto a pastores y líderes que hacen que una visión se lleve a cabo… líderes que, como

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dice Romanos 12:8, presiden con solicitud. También he aprendido a darle más tiempo a orar y planifcar las tareas que hago, pues requieren siempre una buena dosis de administración.

¿Eres pastor/a predicador/a? Aprende a ser líder también. ¿Eres pastor/a líder? Esmérate en prepararte en la predicación. Amén.

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Colón

Excavando Viejos Pozos: El

Método Exegético Consensuado y Clásico en un Contexto de Liderazgo Latino/a

Álvarez

Excavando Viejos Pozos: El Método Exegético

Consensuado y Clásico en un Contexto de Liderazgo Latino/a

Emilio Alvarez, Ph.D.

Así que Isaac se mudó al valle de Gerar y allí armó sus carpas y se estableció. También reabrió los pozos que su padre Abraham había cavado, porque los flisteos los habían tapado después de su muerte, y les puso nuevamente los nombres que Abraham les había dado.

Génesis 26:17-18

Predicar y liderar en el contexto cristiano latino, especialmente hoy, se ocupa de una compleja realidad multiétnica, multilingüe y multi-generacional. Además, la presencia política, religiosa y económica latina en los Estados Unidos se considera cada vez más como si hubiera ido a los márgenes de la sociedad, a lo que Daniel Rodríguez llama “vivir en el guion”. 1 Rodríguez, al utilizar la frase “vivir en el guion”, quiere sugerir que “en la mayoría de los casos los latinos se encuentran en un lugar, en algún lugar, entre los centros de la cultura hispana y la cultura mayoritaria”. 2 Si la afrmación de Rodríguez se está dando por cierta, entonces llegar en este sentido, asume un nuevo desafío que debe abordar una nueva forma de ser religiosa y políticamente latina en el mundo. Históricamente, la teología, el liderazgo y la metodología hermenéutica hispana/

1 Daniel A. Rodríguez, Un futuro para la Iglesia Latna: Modelos para congregaciones hispanas multlingües y multgeneracionales. (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2011), 37-62. 2 Ibid., 51.

latina se han descrito principalmente como un “empeño hecho desde los márgenes”, que enfatiza una lectura contracultural de las Escrituras.3 Este tipo de teología latina, lectura e interpretación de las Escrituras, aunque accesible a un amplio espectro de la población latina, generalmente ha servido mejor a los latinos de primera o segunda generación cuyo segundo idioma es el inglés y cuyo estatus social generalmente ha sido bajo. La clase baja avanza lentamente hacia la clase media.

Para Justo González en su obra Santa Biblia: La Biblia, a través de los ojos hispanos, enfatiza que, “No importa cuál sea nuestro origen, la mayoría de los latinos, cuando hablan de su propia experiencia en esta sociedad y en la iglesia dentro de esta sociedad, se identifcan con la imagen de la marginalidad. 4 Sin embargo, ¿qué tipo de liderazgo y qué tipo de modelo hermenéutico bíblico se necesita para el creciente número de cristianos latinos que viven en el guion? Estos tipos de latinos suelen ser latinoamericanos de tercera, cuarta o quinta generación, son bilingües, fuidos, tienen algún tipo de preparación académica o formativa / vocacional y están arraigados en la clase media.

Siempre me ha intrigado la historia de Isaac en Génesis capítulo veintiséis.

Después de repetir la misma acción que su padre Abraham había cometido antes que él y después de haberse vuelto poderoso y próspero en la tierra de los flisteos, es enviado lejos de ellos. Los flisteos que habían llenado los pozos de Abraham con tierra probablemente pensaron que se habían librado tanto de Abraham como de sus descendientes, pero aquí está Isaac, el hijo de Abraham. Isaac mismo está dentro de la narración experimentando transición y en el capítulo veintiséis decide que con esta

3 Justo L. González y Pablo A. Jiménez, Púlpito: Una introducción a la predicación hispana. (Nashville, TN: Abingdon Press, 2005), 40.

4 González, Justo L., Santa Biblia. (Nashville, TN: Abingdon Press. Edición Kindle), 34.

Álvarez

transición debe venir algún tipo de recuperación antigua y por eso se compromete a volver a cavar los pozos que su padre Abraham había cavado.

Veo el proceso de la hermenéutica y el liderazgo latino contemporáneo a través del prisma que es la tumultuosa vida de Isaac. Esta generación de exégetas y líderes que una vez se encontraron únicamente dentro de los márgenes de la sociedad identifcados solo como “signos de la promesa”, ahora han llegado5 a ser la promesa, viviendo dentro de los guiones de la sociedad a través de una hazaña transicional no pequeña. Es su momento de adorar y ahora están de pie, algunos han alcanzado un cargo político, otros la prosperidad social y económica, mientras que otros han enfrentado desafíos educativos y académicos y se han elevado a las alturas de la clase media y más allá. Hoy en día, la hermenéutica dentro del contexto latino debe enfrentar la comprensión de que, aunque todavía hay muchos latinos al margen de la sociedad, hay quienes ya están situados dentro de los guiones de la sociedad o en camino hacia ella.

Igual que cuando Isaac decidió regresar y volver a cavar los pozos de su padre después de sus tumultuosas transiciones, este breve capítulo llama a la hermenéutica latina a un redescubrimiento o recuperación propia. Como tal, el capítulo representa un llamado inicial para hacer hermenéutica latina, dentro de la proximidad hermenéutica de la iglesia primitiva. Esta convocatoria, sin embargo, requiere una respuesta más desarrollada que la que se proporciona aquí y, por lo tanto, espero que la refexión y el debate futuros mejoren la apertura del proyecto aquí presentado.

De las muchas preguntas y desafíos que enfrenta el ministerio cristiano latino/a hoy, el más apremiante para este trabajo es ¿qué tipo de metodología interpretativa del pulpito latino, puede ayudar mejor a los latinos/as cristianos que viven en el guion?

5 Ver “Sacrifcio en el Monte Moriah” de Roberto A. Rivera en González, Púlpito, 129-133.

Utilizando argumentos dentro de los recursos como Púlpito: Una introducción a la predicación hispana y otros libros, en interconexión con los principios dentro de El Commonitorium de San Vicente de Lerín, se argumentará a favor de una recuperación de un modelo de exégesis consensual clásico en la hermenéutica latina, además de los modelos ya existentes.6

Históricamente, este tipo de recuperación consensual clásica suele ocurrir dentro de un marco comunitario que enfatiza la importancia y el valor de las experiencias y el lenguaje de una comunidad en la confguración del pensamiento y la experiencia de esa comunidad en la tarea de interpretación. “Escritura”, este capítulo en Púlpito: Una introducción a la predicación hispana también considerará el lugar o papel que la cultura cristiana latina podría tener como parte de un árbitro interpretativo normativo extra-canónico más amplio.

En su obra, Translated Christianities: Nahuatl and Maya Religious Texts, Mark Christensen nos habla de la Biblia Náhuatl y los cuentos cristianos mayas que fueron compuestos por indios nahuas y mayas entrenados religiosamente. Incluidos dentro de los muchos cuentos que los mayas compusieron estaba el desviado dato histórico de las vidas de San Pablo y San Sebastián. 7 Para Christensen, “el objetivo del autor (es) nahua (s) no era replicar un relato doctrinalmente preciso de la conversión de San Pablo o el ministerio de San Sebastián, sino más bien usar estas fguras en historias didácticas que se alinearan más uniformemente con la cultura nahua”. 8 Nahua, una palabra derivada de la palabra náhuatl para “inteligible, claro o audible”, y que se

6 Para algunos de los más históricos modelos establecidos vea Pablo A. Jiménez, “La Biblia en el Púlpito” en Púlpito, 39-56.

7 Mark Z. Christensen, Translated Christanites: Nahuatl and Maya Religious Texts. (University Park, PA: Pennsylvania State University Press, 2014), 16.

8 Ibid., 20.

traduce como “hablar con claridad,”9 identifca a los indios que hoy son de México, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Desde el principio, las personas de ascendencia india / latina han intentado luchar contextualmente con cuestiones de teología, contando las famosas narrativas bíblicas, no solo de maneras que se ajustan a la comprensión cultural de cómo se ven a sí mismos en el mundo, sino de maneras y en espacios de desaprobación, que también han sido resistentes a la asimilación cultural. Un modelo hermenéutico hispano, “una lectura de resistencia”, como Pablo Jiménez lo denomina, llama a la comunidad latina hacia un desarrollo de una forma de leer la Biblia que cuestione el orden político social “a la luz del reino de Dios”. 10 Este tipo de refexión teológica impulsa a la teología latina a, en palabras de Eldin Villafane, “salir a la calle. “11

Al hablar de la predicación latina dentro de este tipo de contextualización, Pablo Jiménez en su contribución a la obra Púlpito: Una introducción a la predicación hispana, afrma que:

Si la predicación cristiana es realmente la interpretación teológica de la vida, el objetivo de la predicación hispana debe ser entonces la interpretación teológica de la experiencia latina y latina. Más allá de enseñar a los feligreses los rudimentos de la fe cristiana, el objetivo de la predicación hispana debe ser ayudar a la comunidad latina a desarrollar y mantener su identidad cultural, incluso cuando dicha identidad es modifcada por la experiencia de vivir permanentemente en los Estados Unidos.12

Del mismo modo, Justo González en la misma obra afrma la refexión de Jiménez al afrmar que “Así como hay un Evangelio ‘según Mateo’ y otro ‘según Lucas’, y, sin embargo, todos dan testimonio del mismo evangelio, así hoy cada uno de nosotros

9 Kartunen, Frances, Un diccionario analítco de náhuatl. (Norman, OK: Prensa de la Universidad de Oklahoma, 1992), 156–158.

10 González y Jiménez, Púlpito, 43.

11 Tomado de una conferencia en el Seminario Teológico Gordon-Conwell, 2012.

12 González y Jiménez, Púlpito, 13 y 14.

debe predicar el evangelio desde nuestra propia perspectiva y encarnarlo en su propia situación”. 13 Para González, uno de los desafíos en la teología y predicación latina efectiva es que los predicadores hispanos se ocupan principalmente de “interpretaciones tradicionales de las Escrituras y de la doctrina que les fueron transmitidas”. 14 Al utilizar el término “transmitido”, González no quiere decir identifcar el proceso histórico de la tradición de transmitir la doctrina apostólica como Pablo sugirió a Timoteo (2 Timoteo 2: 2), sino más bien, quiere decir transmitido en el sentido nacionalista moderno.

Dado el hecho de que la mayoría, si no toda, la teología y la predicación que ocurre dentro del marco latino en el contexto de los Estados Unidos se puede considerar que nos han sido entregadas a través de algún tipo de lente nacionalista, ¿cómo nosotros, como líderes cristianos latinos/as, mantenemos en tensión una sospecha saludable con nuevas formas creativas de volver a contar la misma historia especialmente a medida que viajamos hacia la formación de nuestra propia teología? ¿Cómo reconocemos y criticamos correctamente las interpretaciones que han llegado hasta nosotros y, al mismo tiempo, nos mantenemos cautelosos mientras desarrollamos nuestras propias interpretaciones culturales? González al luchar con estos mismos temas llama a la importancia de “tomar en cuenta la naturaleza contextual de toda teología, así como la necesidad de que el púlpito hispano lea de nuevo los textos antiguos y las doctrinas teológicas tradicionales, con el fn de ser verdaderamente encarnado”,15 y proporcionar una nueva forma a nuestra teología.

Sin embargo, este llamado de González al púlpito hispano para evitar una recuperación de una exégesis clásica consensual debe estar en tensión con una teología contextual. Nunca puede ser un movimiento estático hacia atrás al pasado,

13 Ibid., 21.

14 Ibid., 17.

15 González y Jiménez, Púlpito, 21.

Álvarez

o un mantenimiento estático del presente, sino que siempre debe ser un movimiento dialéctico y dinámico que se mueve hacia adelante y hacia atrás del pasado al presente para recrear nuestro futuro. Pero ¿cómo nosotros, como líderes y predicadores latinos, recuperamos textos tan antiguos en tensión con nuestro contexto y cultura, copiando el proceso de los indios nahuas y mayas que vinieron antes que nosotros? ¿Por dónde empezaríamos?

Habla de nuevo, pero no hables cosas nuevas (“dicas nove non dicas nova”) es una de las muchas advertencias que se encuentran en El Commonitorium de San Vicente de Lerín (434AD). Si hubiera un punto de partida para que el púlpito hispano considerara recuperar los textos antiguos exegéticos consensuales clásicos para los latinos/as que viven en el guion de la sociedad, sería con San Vicente. Vicente de Lerín era un monje peregrino que vivía en un monasterio en el sur de Galia en el siglo V.16 Su amonestación hacia la protección del contenido de las Escrituras, mientras lo entrega contextual y exitosamente dentro de cada generación, es el producto de su lucha con tanto la auténtica verdad cristiana como la unidad que proviene de las Escrituras y la tradición pueden ser identifcadas, guardadas y preservado como el “depósito de la fe”. En verdad, su declaración nos llama a refexionar sobre la tensión exegética posmoderna que busca innovar la forma en que presentamos el texto sin comprometerse en la invalidación o violación exegética.

El Commonitorium de San Vicente de Lerín lleva como regla de fe el axioma en latín —ubique, semper, ómnibus (en todas partes, siempre y por todos)— que sirve como guía hacia el discernimiento consensual y guiado por el Espíritu de las Escrituras.17 “En

16 Véase Thomas G. Guarino, «Vicente de Lerín y el desarrollo de la doctrina cristana”, en Fundamentos de la exégesis teológica y de la espiritualidad cristana Serie. (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2013).

17 Juan C. Peckham, Teología Canónica: El Canon Bíblico, Sola Scriptura, y Método Teológico. (Grand Rapids, MI: Guillermo Eerdmans Publishing, 2016), 96.

la comunidad mundial de creyentes se debe tener todo el cuidado de aferrarse a lo que se ha creído en todas partes, siempre y por todos”.18

Esta es la regla Vicenciana, según el difunto Thomas Oden, es el “texto decisivo para el antiguo método ecuménico ortodoxo”, porque el acuerdo en los tres niveles (el que se ha creído en todas partes, siempre y por todos) “asegura una verdad confable”.

La confanza de Oden en la regla vicenciana para la recuperación del cristianismo clásico consensual es compartida por muchos19, incluyendo a los anglicanos de alta iglesia, y el propio John Wesley (fundador del Metodismo) está fuertemente infuenciado por la regla vicenciana.20

¿Cómo ocurre la recuperación de textos antiguos y doctrinas teológicas tradicionales a través de la regla de fe de Vicente (en todas partes, siempre y por todos) dentro de un contexto latino? Y, ¿qué es exactamente lo que dentro del alcance de los textos y doctrinas tradicionales deberían estar recuperando los púlpitos latinos con la esperanza de ministrar efectivamente a los latinos que viven en el guion de la sociedad?

Para Vicente, la comunidad cristiana es una comunidad recordadora (anamnesis), por lo que su gran obra se llama Commonitorium o un “acto que ayuda en la tarea del recuerdo o el recogimiento”. Esta dinámica particular de ver las Escrituras, la tradición y la comunidad cristiana como comprometidas en un acto de recordar parece estar ausente dentro de la hermenéutica latina Dentro del contexto de la predicación latina se ha discutido mucho con respecto a los textos bíblicos interpretados desde un marco liberador o escatológico y, sin embargo, después de considerar asuntos de

18 Vicente de Lerín, Commonitorium, Ch. 2.

19 Oden, Renacimiento de la ortodoxia, 157 y 163.

20 Albert C. Outler, al hablar de los cinco principios de interpretación teológica y bíblica de Juan Wesley, afrma: “Su últma regla es en realidad una variación del sentdo anglicano del antguo canon vicenciano de que la experiencia histórica de la iglesia, aunque falible, es el mejor juez general de los signifcados de las Escrituras de lo que los intérpretes posteriores probablemente serán, especialmente por su cuenta”. Ver Outler, Sermones de John Wesley: Una introducción. (Nashville, TN: Abingdon, 1991), 67.

Álvarez

contextualidad y después de encontrar diferentes signifcados bíblicos, uno aún debe responder a la pregunta: ¿es nuestra interpretación latina de las Escrituras, correcta?

Después de haber investigado una forma en que la iglesia podría distinguir entre la verdadera fe cristiana y las expresiones fraudulentas de fe dentro de las disputas doctrinales fundamentales, Vicente fnalmente llega a la conclusión de que las Escrituras junto con la tradición autorizada de la iglesia (concilios ecuménicos, los escritos de doctores teológicos y padres de la iglesia, los feles cristianos del credo), proporcionan a la iglesia una forma más segura de proteger la fe y la interpretación correcta de las Escrituras. La universalidad, la antigüedad apostólica y el consentimiento conciliar como los bloques de construcción del método consensual clásico de Vicente, según Oden habla de:

Un marco espacial, un marco de tiempo y un proceso de consentimiento bastante ordenado. Tiene sociología y geografía interculturales, ¡en todas partes! Se mueve a través de todos los tiempos siguiendo el antiguo testimonio apostólico, ¡siempre! Está siendo constantemente probado por un proceso imparcial, comparativo y deliberativo bajo un desafío contrario: ¡por todos los feles!21

La universalidad como primer bloque de construcción de una recuperación de la exégesis consensual clásica es tanto intergeneracional como transcultural y “prefere lo universal sobre y contra lo particular.”22 En relación con las doctrinas importantes de la fe cristiana, hace la pregunta… ¿Se ha creído esta doctrina o se interpreta esta Escritura de manera intergeneracional e intercultural? Aquí, la universalidad puede ser un aliado de la hermenéutica latina, ya que proporciona un amortiguador anamnético y un límite para la predicación latina, que muchas veces se puede decir que está fuertemente

21 Oden, Renacimiento de la ortodoxia, 163.

22 Ibid., 165.

infuenciada únicamente por la cultura latina lejos de una amalgama con otras culturas. En el principio de universalidad, la hermenéutica latina encuentra aliados en otras culturas que comparten las mismas experiencias, verdades bíblicas e interpretaciones que ellos, convirtiendo efectivamente su interpretación bíblica dentro de la historia de toda la humanidad. Las culturas africanas, asiáticas y otras culturas orientales en este principio prestan a la hermenéutica latina sus marcos y hallazgos históricos interpretativos de las Escrituras, consolidando históricamente la hermenéutica latina.

En ninguna parte es el principio de universalidad más aplicable para la hermenéutica latina que en la tradición de escuchar un testimonio durante la palabra predicada en interconexión con descubrir y escuchar los testimonios de miles de santos que nos han precedido de todos los segmentos del planeta. Este principio, en esencia, se interconecta con lo que Pablo Jiménez identifca como la teoría homilética de la “Inculturación” que para los predicadores latinos con poco o ningún acceso a la educación formal se fltra a través del testimonio “donde el predicador narra e interpreta teológicamente episodios de ella o cómo afecta su propia vida”.23

Del mismo modo, las voces de los testigos antiguos dan testimonio del impacto del testimonio como una metodología efectiva para la predicación. La gran tradición está repleta de historias como la de Policarpo, Perpetua y Felicidad o la de Blandina que hablan de lucha, coraje y sacrifcio en formas que predican un evangelio reconocible para muchos latinos. Más allá de eso, estas historias compartibles o los testimonios también tienen doctrinas y teología fundamental que muchas veces pueden ser mejor comprendidas por los creyentes latinos debido a la accesibilidad proporcionada por el principio de universalidad encarnado, intergeneracional e intercultural. 23 González y Jiménez, Púlpito, 7.

Si la universalidad presenta una modalidad intercultural e intergeneracional para interpretar la Escritura, la antigüedad apostólica presenta una fuerte defensa contra el ataque concurrente de la novedad evangélica. Con el surgimiento de muchos movimientos nuevos dentro de la comunidad cristiana latina en los últimos veinte años, también ha habido un cambio importante en la forma en que los creyentes latinos interpretan no solo las Escrituras, sino también a sí mismos y al mundo en el que viven a través de ese lente particular de interpretar las Escrituras. La Nueva Reforma Apostólica (NRA), por ejemplo, que continúa encontrando resurgimiento dentro de la mayoría de las iglesias pentecostales y carismáticas no-denominacionales a nivel mundial, es uno de los muchos movimientos que se jacta de una nueva comprensión de las Escrituras hacia el gobierno eclesial que ha dado paso al fanatismo político y nacional. Esta reformulación de la jerarquía eclesial con la NRA es el resultado de una interpretación bíblica desafante y primitiva que coloca ciertos dones (charismata) por encima de otros y reinterpreta la escatología cristiana. El movimiento está muy presente dentro de las comunidades cristianas latinas de fe y ofrece a los cristianos latinos un marco fantástico de fe que generalmente implica una visión nacionalista de la prosperidad mezclada con una espiritualidad deísta terapéutica moralista popular. Seguramente, el principio de universalidad históricamente contrarrestaría muchas de las afrmaciones hechas por aquellos en el NRA, particularmente en lo que se refere a las posiciones autoritarias de apóstoles y profetas, sin embargo, el principio de antigüedad contrarrestaría aún más estas afrmaciones o interpretaciones bíblicas. La afrmación, por ejemplo, de que los apóstoles y profetas modernos son el fundamento de la iglesia,24 proviene de una malinterpretación del pasaje de Efesios, “habiendo sido 24 Ver Peter E. Wagner, Apóstoles y profetas: Los fundamentos de la Iglesia. (Grand Rapids, MI: Libros elegidos, 2014).

edifcado sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo mismo la principal piedra del ángulo.” (Efesios 2:20). El pasaje es a menudo interpretado por aquellos en la NRA como una realidad ontológica que valida la presencia continua y el papel autoritativo del apóstol y el profeta dentro de la cristiandad contemporánea. Sin embargo, si aplicamos el principio de la antigüedad al pasaje para ver cómo aquellos con proximidad hermenéutica han interpretado el pasaje históricamente, ¿será la misma interpretación que se encuentra en la NRA la misma interpretación que se encuentra históricamente en la iglesia? ¡La respuesta a la pregunta es un rotundo NO! De hecho, un breve vistazo a cómo los apóstoles y profetas son considerados en la Didaché, documentos catequéticos de fnales del siglo I o principios del siglo II que se cree que son la enseñanza de los Apóstoles, se opone diametralmente a lo que hoy se consideraría autoridad eclesial normal y acciones tomadas por profetas o apóstoles modernos.25

Además, San Juan Crisóstomo, en su comentario sobre Efesios en el siglo 4to , al tratar con el pasaje particular en cuestión, es infexible acerca de la traducción “Siendo edifcado sobre el fundamento de los apóstoles y profetas”, como no estar en un genitivo de aposición, como si los términos “apóstol” y “profetas” estuvieran uno al lado del otro en pie de igualdad, lo que indica que son el fundamento real, pero que de

25 Ver Tel Didache (Apóstoles y Profetas), en cuanto a los apóstoles y profetas, actuar de acuerdo con la enseñanza del Evangelio, recibe a cada apóstol como al Señor. No debe quedarse más de un día, o dos días si es necesario. Pero si permanece durante tres días, es un falso profeta. Cuando se vaya, que el apóstol no reciba nada excepto pan, hasta que encuentre un lugar para quedarse. Pero si pide dinero, es un falso profeta. No prueben ni juzguen a ningún profeta que hable en el Espíritu. Cualquier otro pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado. Y no todo el que habla en el Espíritu es profeta, sino sólo el que sigue los caminos del Señor. Por su comportamiento, entonces, conocerás a un falso profeta de un verdadero profeta. Cualquier profeta que ordene una comida en Espíritu no comerá de ella, pero si come de ella, es un falso profeta. Cualquier profeta que enseña la verdad, pero no hace las cosas que enseña, es un falso profeta. Todo verdadero profeta, si realiza un misterio mundano de la Iglesia, pero no enseña a otros a hacer lo mismo, no debe ser juzgado por t. Él tene su juicio en la presencia de Dios, como con los profetas de la antgüedad. Si alguien dice en el Espíritu: “Dame dinero”, no lo escuches. Pero si él te dice que des a otros que están en necesidad, que nadie lo juzgue.

hecho son los que solo y ya han puesto el fundamento de que Jesucristo es la piedra angular.26

Así que si tuviéramos que comparar la interpretación contemporánea de NRA del pasaje de Efesios 2:20 con la interpretación que se encuentra dentro de la antigüedad cristiana, llegaríamos a dos interpretaciones claramente diferentes. Aquí, reitero la preocupación de Odén de que “cualquier nueva erudición que reclame fdelidad a la tradición apostólica debe ser probada por las pruebas de la Palabra escrita y por la memoria histórica del signifcado de la Palabra escrita.”27

El hecho que movimientos como la NRA han impactado nuestra cosmovisión cristiana latina se hace evidente por su preeminencia en los medios sociales en donde identifcan a esta o aquella persona como un apóstol o un profeta. Se pueden encontrar miles de servicios de adoración donde la predicación se centra en algún tipo de nueva revelación provocada por lo apostólico o profético. Este tipo de enfoques desprovistos de una verdadera apostolicidad infundada por la antigüedad son los que desconectan a los creyentes latinos de las raíces del cristianismo histórico. Recuperar la antigüedad dentro de un marco hermenéutico para los latinos que viven en el guion de la sociedad produce un sentido de conectividad con el resto de la iglesia a través del linaje histórico. Sin embargo, también aporta a los creyentes latinos un sentido de competencia educativa y religiosa.

“¿Quién es el Timoteo de hoy?,”28 pregunta el Leriniano en un obvio guiño al mandato de Pablo a Timoteo de que las cosas que has oído de mí entre muchos testigos, las encomienden a hombres feles que también puedan enseñar a otros (2

26 Schaf, Felipe y Henry Wace, Volumen Padres Nicenos y Post Nicenos 13: Crisóstomo: Homilías sobre Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Tesalonicenses, Timoteo, Tito y Filemón. (Peabody, MA: Hendrickson Publishers, 2012), 75.

27 Oden, El Renacimiento of Ortodoxia, 167.

28 Commonitorium (22.17).

Excavando Pozos Viejos

Timoteo 2: 2). «¿Quién garantiza que el oro se intercambia por oro, en lugar de latón o plomo? ¿Quién preserva inviolable el talento de la fe apostólica (Mateo 25:15)?”29 Estas son las preguntas que el principio de la antigüedad aborda dentro de nuestro contexto hermenéutico latino, en particular para los latinos/as que viven en los guiones de la sociedad.

La última de las tres reglas de Vicente es la del consenso. Con respecto a la interpretación de las Escrituras, Vicente hace la pregunta, ¿qué si después de haber consultado la antigüedad encontramos que los escritores antiguos mismos estaban equivocados? Su respuesta en ese caso es que nos adherimos a los concilios universales de la iglesia que sirven como una voz autorizada de la iglesia como un medio de corrección,30 “en la antigüedad misma, a la audacia de las opiniones de uno o unos pocos, debería ser preferido antes que todo lo demás los decretos generales de un concilio universal.”31

En su mayor parte, las decisiones doctrinales y eclesiales alcanzadas dentro de los siete concilios ecuménicos conocidos han estado ausentes en gran medida de la hermenéutica y el liderazgo latinos. Sin embargo, este principio en particular podría considerarse uno de los más importantes en nuestro proceso de descifrar la interpretación correcta, especialmente dado que, de las tres reglas descritas, el acuerdo consensual es el más neumatológico de los tres. Como nos recuerda Oden, “Este tercer criterio es una combinación textualmente probada de los dos primeros criterios aplicados en la historia por medio del consentimiento conciliar. Pero recuerde que el concepto de

29 Ibid., (22.17-22).

30 Commonitorium, (3.3).

31 Commonitorium, (27.4).

consentimiento conciliar no tiene ningún sentido sin la premisa de que el Espíritu Santo está guiando ese consentimiento.32

Sobre este tema, Guarino, al hablar del Commonitorium, sugiere que “la principal contribución contemporánea de Vicente se encuentra en su intento de comprender cómo la enseñanza de la iglesia avanza con el tiempo bajo la luz del Espíritu y, relacionadamente, cómo todo el cuerpo de Cristo está involucrado en la doble tarea de preservar la fe de Cristo y discernir su auténtica progresión”.33

Del mismo modo, González al escribir sobre el empoderamiento comunicativo del Espíritu de los discípulos en el día de Pentecostés declara que:

Gracias al Espíritu, estos discípulos pueden comunicarse con una variedad de pueblos; y su comunicación no es centrípeta o imperialista. El Espíritu no impone a todos el lenguaje de los discípulos originales, sino que hace posible que varias personas entiendan “cada uno en su propio idioma nativo”. Desde el principio, el Espíritu hace que la iglesia sea verdaderamente católica al incluir en ella una variedad de idiomas y perspectivas culturales, aunque, como muestra el resto del libro de los Hechos y toda la historia de la iglesia, en este sentido los cristianos se han resistido constante y repetidamente al Espíritu.34

Además, al hablar de su propia escritura hacia una visión hispana de la Biblia, González confesa que:

Por lo tanto, si me atrevo a ofrecer a la iglesia en general estas refexiones sobre “la Biblia a través de los ojos hispanos”, es ante todo confar en el Espíritu de Dios, que creará comunicación respetando nuestras diferencias, y construirá intimidad mientras afrma nuestras identidades distintivas.35

Para González, existe una conexión ecuménica provocada por el poder del Espíritu Santo en lo que respecta a cómo uno puede leer e interpretar la Biblia. Al hablar de “varios pueblos”, “lenguas nativas”, junto con la noción de “catolicidad”, González está describiendo lo que Thomas Oden vio como un antiguo consenso ecuménico. Para

32 Oden, Renacimiento de la ortodoxia, 168.

33 Guarino, Vicente de Lerín, xxi.

34 González, Santa Biblia, 22.

35 Ibid.

Oden, cualquiera que desee seguir este principio “debe aprender a escucharlo con discernimiento, que signifca “según el Espíritu”.36 Consensuadamente, entonces, con respecto a la correcta interpretación de la Escritura, viene la Escritura y representa no solo reuniones donde se tomaron reglas o decisiones, sino que representa el poder multicultural, intercultural y multilingüe del Espíritu. Al agregar esta dinámica neumatológica al proceso interpretativo, la hermenéutica latina reconoce dos cosas, primero, que nuestro propio proceso interpretativo y el comunicar conclusiones son parte de un trabajo sociológico más amplio del Espíritu y segundo, que nosotros mismos como latinos debemos continuar escuchando.

Uno de los obstáculos de nuestro enfoque interpretativo, que ha carecido tanto de un proceso consensual clásico como del contenido de este, ha sido la falta de reconocimiento consensual dentro de nuestros servicios latinos (liturgia). Esto, junto con la falta de un proceso bien diseñado por el cual el consentimiento general laico pueda probar y autenticar los hallazgos consensuados. Falta dentro de nuestros himnarios o nuestras estructuras pastorales y educativas, la noción de consensualidad o, lo que es aún más importante, el papel del Espíritu en la realización y protección del escuchar intercultural y la interpretación histórica. Nuestras escuelas dominicales de sistemas pedagógicos cristianos no enseñan los concilios con énfasis en la “catolicidad” guiada y empoderada por el Espíritu. Incluir este tipo de principio dentro de nuestro propio marco hermenéutico sería restaurar lo que Oden llama “El mandato del camino ortodoxo”,37 que es simplemente el mandato que se encuentra en Proverbios 22:28 “No muevas una antigua piedra fronteriza establecida por tus antepasados”.

Esta es una de las muchas maneras en que podemos volver a imaginar la recuperación de los principios de universalidad, antigüedad y consenso, trabajando 36 Oden, Renacimiento de la Ortodoxia, 119. 37 Ibid.

dentro de nuestra metodología hermenéutica como la re-excavación de Isaac de los pozos que cavó su padre. Recuperar estos principios continuaría cimentando bíblica, cultural e históricamente nuestros marcos latinos en lo que se refere a la interpretación de las Escrituras.

La última área de refexión puede considerarse una hipotética hermenéutica envuelta en más de una pregunta que de una discusión proposicional. Aparentemente, uno de los hechos más importantes con respecto a la regla de fe de los Lerinos (quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum est), es que históricamente ha servido y continúa sirviendo a la empresa exegética a través de un enfoque comunitario como árbitro interpretativo normativo extra-canónico.38

Un enfoque comunitario de la teología ve el canon de las Escrituras como autoritario, pero enfatiza la autoridad de la comunidad cristiana al adoptar lo que John Peckham llama una “regla de fe extra-canónica determinada por la comunidad u otro intérprete normativo para la doctrina teológica.”39 Un árbitro interpretativo normativo extra-canónico es una forma de interpretar las Escrituras y desarrollar la autoridad de la doctrina lejos de un enfoque exclusivamente bíblico (sola Scriptura) o canónico cerrado. Argumenta que la comunidad a partir de la cual se desarrolló el canon también puede tener una voz decisiva en la interpretación de las Escrituras y en el desarrollo de la doctrina autorizada. El enfoque comunitario del catolicismo romano, por ejemplo, involucra su magisterio (ofcio de enseñanza) como su árbitro interpretativo normativo extra-canónico, mientras que la ortodoxia oriental se adhiere a lo que ha llegado a conocer como “la regla de la fe”, que es una relación simbiótica entre la iglesia, las Escrituras y la tradición apostólica.40 En los movimientos de renovación protestantes,

38 Véase Thomas C. Oden, El renacimiento de la ortodoxia,156-86; John C. Peckham, Teología Canónica, 95-98.

39 Peckham, Teología Canónica, 74.

40 Peckham, Teología Canónica, 75-79.

los árbitros interpretativos normativos extra-canónicos también tienen sentido dentro de las prácticas y la fe de una comunidad creyente. Un buen ejemplo de esto sería el cuadrilátero de Wesley, que dentro de un marco interpretativo bíblico enfatiza la escritura, la tradición, la razón y la experiencia.41

Si la comunidad a partir de la cual se desarrolló el canon tiene una voz decisiva en la interpretación de la Escritura y en el desarrollo de la doctrina autorizada, ¿pueden las comunidades que provienen de las primeras comunidades, que ahora están encargadas de custodiar y enseñar tales doctrinas, también tener una voz interpretativa a través de su propio contexto cultural? ¿Podría la cultura algún día llegar a ser considerada como parte de un enfoque comunitario para interpretar las Escrituras? ¿Cómo tomaría forma eso en el contexto latino/a?

Daniel Rodríguez al escribir sobre las estructuras socioculturales y la iglesia latina afrma que:

Una cultura (generalmente moldeada por una herencia étnica y tal vez un entorno geográfco durante un período de tiempo) puede identifcarse por cómo un grupo de personas imagina y vive lo que signifca ser humano, cómo se relacionan con las creencias sobre lo sobrenatural o lo que asumen sobre la creación y su relación con ella.42

En resumen, Rodríguez sugiere que “la cultura encarna signifcados modelados que se han desarrollado a lo largo del tiempo y son transmisibles a los hijos de una cultura u otras personas que cruzan la cultura”. 43 Dada la defnición de Rodríguez junto con lo que San Vicente de Lerín argumenta que puede ser un enfoque comunitario para interpretar las Escrituras, ¿se puede decir que dentro de la cultura hermenéutica

41 Randy Maddox, Gracia responsable: La teología práctca de Juan Wesley. (Nashville, TN: Madera de reyes Libros, 1994), 46.

42 Daniel Rodríguez, Iglesias, Culturas & Liderazgo, 80.

43 Ibid.

Álvarez

latina tiene mucho que ver con la forma en que transmitimos intergeneracionalmente nuestras creencias cristianas? ¿Cómo pueden los recuerdos, la cooperación mutua y las esperanzas de nuestra cultura comunitaria latina enmarcarse de manera que hablen y combatan las diversas narrativas y doctrinas bíblicas que nos ayudan a continuar dividiendo correctamente la palabra de verdad? Estas áreas exploradas de cerca ayudarían a la comunidad cristiana latina a alcanzar tanto externa como internamente en la búsqueda de ministrar a aquellos latinos en los márgenes, entre los guiones y los latinos que pronto vendrán, más allá de los guiones de la sociedad.

Al cerrar este capítulo, vuelvo a Isaac y su decisión de volver a cavar los viejos pozos que su padre Abraham había cavado una vez. En contexto, toda la narración tiene lugar dentro de una hambruna e Isaac mismo, después de obedecer a Dios, prospera en la tierra a la que es enviado. Sin embargo, incluso con toda la prosperidad que Dios le da a Isaac dentro de las nuevas tierras de cultivo, Isaac todavía tiene sufciente sentido común para saber que el agua vieja de los pozos viejos a veces se necesita para regar cultivos nuevos y prósperos. Llamo a los exégetas e intérpretes latinos de las Escrituras a un riego de nuestros prósperos cultivos interpretativos con el agua de los viejos pozos de la gran tradición. Un llamado a remirar y repensar nuestras interpretaciones utilizando lo que ya ha existido, en todas partes, siempre y por todos.

Excavando Pozos Viejos

Referencias Citadas y Otras Recomendadas

Christensen, Mark Z.

2014 Translated Christianities: Nahuatl and Maya Religious Texts. University Park, PA: Pennsylvania State University Press.

González, Justo L. y Pablo A. Jiménez

2005 Púlpito: Una introducción a la predicación hispana. Nashville, TN: Abingdon Press.

González, Justo L.

1996 Santa Biblia. Nashville, TN: Abingdon Press. Edición Kindle.

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2013 “Vicente de Lerin y el desarrollo de la doctrina cristiana”, en Fundamentos de la exégesis teológica y de la espiritualidad cristiana Serie. Grand Rapids, MI: Baker Academic.

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1992 Un diccionario analítico de náhuatl. Norman, OK: Prensa de la Universidad de Oklahoma.

Maddox, Randy

1994 Gracia responsable: La teología práctica de Juan Wesley. Nashville, TN: Madera de Reyes Libros.

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2016 Teología Canónica: El Canon Bíblico, Sola Scriptura, y Método Teológico. Grand Rapids, MI: William Eerdmans Publishing.

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2012 Volumen Padres Nicenos y Post Nicenos 13: Crisóstomo: Homilías sobre Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Tesalonicenses, Timoteo, Tito y Filemón. Peabody, MA: Hendrickson Publishers.

Wagner, Peter E.

2014 Apóstoles y profetas: Los fundamentos de la Iglesia. Grand Rapids, MI: Libros Elegidos.

Su Voz es Música a Mis Oídos:

El/la Predicador(a) como Líder

Estético

Su Voz es Música a Mis Oídos: El/la Predicador(a) como Líder Estético

Introducción

Nadie puede dudar que el pastor(a) es un líder. El lunes se reúne con líderes de la congregación para coordinar y organizar la campaña evangelística que se avecina. El martes se reúne con los miembros de la asociación de pastores(as) de la ciudad para colaborar en el desarrollo del programa que provee comidas a familias necesitadas. El miércoles se reúne con su pastor(a) asistente para evaluar el programa de jóvenes de la iglesia y proveer tutoría y entrenamiento a ese joven pastor en desarrollo. El jueves se reúne con el comité de fnanzas de la congregación para analizar las fnanzas y estadísticas de la congregación y trazar un plan de mejoras a la planta física. El viernes toma la mañana para evaluar sus esfuerzos y planear sus actividades y prioridades para los próximos seis meses. No importa la defnición de líder que se use, el Pastor(a) ejerce liderazgo todos los días. Entonces, ¿Por qué cuando pensamos en la predicación no lo entendemos como un acto de liderazgo? Cuando el Pastor(a) invierte tanto tiempo y esfuerzo en preparar un sermón que “corrija, reprenda y anime a su gente con paciencia y buena enseñanza,”1 ¿por qué no vemos ese acto de comunicación que ofrece guía, tutoría, y corrección como el acto de un líder dirigiendo a sus seguidores?

A través de los años diferentes eruditos y expertos han ofrecido diferentes defniciones y perspectivas sobre el liderazgo. Toda esta gama de defniciones refeja 1 Parafrase de 2 Timoteo 4:2b.

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la complejidad de la empresa de liderazgo y como dicha empresa se desarrolla en diferentes ámbitos socioculturales por individuos con múltiples niveles educativos y socioeconómicos. A pesar de esta diversidad de defniciones y perspectivas, en los últimos años ha emergido un componente común de estas defniciones. Como explica P.T. Northhouse “El componente común a casi todas las clasifcaciones es que el liderazgo es un proceso de infuencia que ayuda a los grupos de personas a alcanzar sus metas.”2 Esta perspectiva encapsula la realidad que el liderazgo ocurre en un intercambio entre el/la líder y los seguidores, y que esta relación es dinámica y fuida. Por lo tanto, el/la líder no opera en un vacío ejerciendo el liderazgo en una empresa solitaria. Si no, que el/la líder, es líder, porque tiene seguidores y dichos seguidores han hecho un juicio sobre la calidad del liderazgo ejercido por el/la líder. Este intercambio entre el/la líder y sus seguidores es un proceso comunicativo en el cual el/la líder ofrece una visión del futuro que es deseable por los seguidores de una manera que apela a los seguidores dentro de su marco sociocultural.

Porque el liderazgo no ocurre en un vacío y está regulado por la comunicación entre el/la líder y sus seguidores, todo acto comunicativo sostiene y desarrolla la relación entre el/la líder y los seguidores. Sin embargo, aunque el liderazgo es negociado entre el/la líder y sus seguidores a través de la comunicación, no todo acto comunicativo tiene el mismo peso o conlleva el mismo efecto en la vida de una organización. Por lo tanto, necesitamos explorar aquellos actos comunicativos que un(a) líder ejerce con miras a explorar su efecto y capacidad de fortalecer y mover a la organización hacia el logro de sus metas. Con este fn, este ensayo argumenta que la predicación es un acto de liderazgo por el cual el líder ejerce liderazgo estético y que, por lo tanto,

2 Peter G. Northouse, Leadership: Theory and Practce, 8th ed. (Los Angeles, CA: SAGE Publicatons, 2019). Todas las citas han sido traducidas por el autor de este ensayo.

la predicación es una palanca que el predicador usa para ejercer liderazgo y mover a la congregación hacia delante en el desarrollo y cumplimiento de sus metas. Con esta meta por delante. Este ensayo defnirá el liderazgo estético, demostrará como la predicación es un ejercicio de liderazgo estético y proveerá unas ideas prácticas de cómo el predicador puede ejercer el liderazgo estético a través de la predicación.

El Liderazgo Estético

Mi mamá, mientras estuvo con vida, se dedicó por 40 años a trabajar en el área de la belleza de la mujer. Ella manejaba un estudio donde se ofrecían masajes, manicuras, pedicuras, lipoescultura, depilaciones, tratamientos faciales, y otros servicios similares. Era un centro o salón de estética. Por años, cuando yo escuchaba la palabra “estética” me remontaba a las actividades diarias del trabajo de mi mamá, hasta que comencé a estudiar teología y flosofía y descubrí la estética.

La estética es un área de la flosofía que estudia la belleza y el arte. Específcamente la estética es “el estudio flosófco de la belleza y el gusto. Está estrechamente relacionado con la flosofía del arte, que se ocupa de la naturaleza del arte y los conceptos en función de los cuales se interpretan y evalúan las obras de arte individuales.”3 Sin embargo, la defnición del tema o disciplina de la estética es más difícil de lo que aparenta. Filósofos continúan debatiendo y defniendo esta disciplina flosófca, porque esta disciplina busca el entender unas experiencias humanas que son al mismo tiempo interesantes y desconcertantes. La estética trata de entender y defnir lo que es bello, feo, sublime y elegante. A la misma vez discute el gusto, la crítica y las bellas artes; mientras que también busca defnir la contemplación, el disfrute sensual y el encanto. A pesar de 3 T. Munro and Roger Scruton, “Aesthetcs.” Encyclopedia Britannica, htps://www.britannica.com/topic/ aesthetcs.

Román-Gloró

la diversidad de todos estos fenómenos, los eruditos creen que los mismos operan en nuestras mentes y experiencias bajo principios e intereses similares. Por tanto, la estética discute como desarrollamos, individual y colectivamente, ciertas cualidades estéticas que nos permiten hacer juicios sobre los gustos que tenemos. La estética estudia el por qué algunos preferen obras de Velázquez o Goya, mientras que otros encuentran gran belleza en Picasso o Dalí. Pero va más allá de la mera preferencia, la estética, tratar de entender cómo las personas forman esas defniciones de belleza o de fealdad y como las aplican no solo en las artes sino en otras áreas. En otras palabras, la estética se enfoca en el “…conocimiento sensorial y el signifcado que experimentamos de objetos y experiencias.”4

Por siglos nuestro entendimiento ha sido regido por la epistemología cartesiana enfocada exclusivamente en el entendimiento intelectual del mundo que nos rodea. Este enfoque en el intelecto como la única manera de entender y procesar la información que recibimos marginalizó “…nuestras formas de entendimiento encarnadas y basadas en los sentidos.”5 La estética ha abogado por recuperar el conocimiento sensorial, los sentimientos viscerales que no son fácilmente medibles o cuantifcados, como una fuente de conocimiento a través de la cual los seres humanos toman decisiones. Hansen, Ropo, y Sauer explican,

La estética se enfoca en el conocimiento que se crea a partir de nuestras experiencias sensoriales, que incluye una conexión entre nuestros pensamientos y sentimientos y cómo nuestro razonamiento en torno a los mismos informa nuestras cogniciones. El conocimiento estético corresponde al conocimiento tácito y encarnado que a menudo se contrasta con el conocimiento intelectual/explícito.6

4 Hans Hansen, Arja Ropo, and Erika Sauer, “Aesthetc Leadership”. The Leadership Quarterly 18(6) (2007): 545. 5 Ibid., 546. 6 Ibid., 552.

Este “conocimiento estético” es utilizado por los seres humanos para interpretar las experiencias sensoriales y el conocimiento experimentado que usualmente usamos para hacer juicios sobre el arte, pero que también utilizamos en otras áreas.7

Una de las áreas en la cual los seres humanos aplicamos este conocimiento estético es al liderazgo. El liderazgo nace de una intersección entre las interacciones del líder y los seguidores. Sin seguidores no hay líder, y el líder es líder porque actúa de manera que los seguidores interpretan como actos de liderazgo. Por lo tanto, el liderazgo se evidencia a través de actos simbólicos y procesos de construcción social entre el líder y sus seguidores. Como Daniel Duke explica, “El liderazgo, de hecho, ayuda a dar sentido a las relaciones entre los individuos y las entidades más grandes: comunidades, organizaciones, naciones.”8 Ya que el liderazgo es producido por el signifcado de las acciones del líder y produce signifcado entre los seguidores, podemos utilizar el conocimiento y entendimiento estético, el cual surge de actos simbólicos y procesos de construcción social9 para entender lo que es liderazgo y lo que el líder hace. Cuando los seguidores comienzan a experimentar los actos de liderazgo del líder, los mismos evocan ciertos sentimientos, lo cual crea valor para los seguidores. Ese valor otorgado por los seguidores válida el liderazgo del líder.10 Como explica V.A. Howard,

El liderazgo como “algo bueno” está presente o ausente. Si está presente, entonces los líderes se están desempeñando bien; si está ausente, entonces pobremente y, por supuesto, a la inversa. Estrictamente hablando, entonces, “buen liderazgo” es una redundancia y “mal liderazgo” un oxímoron. Es decir, un liderazgo malo (inefcaz) implica ausencia de liderazgo (no “mal liderazgo”), donde se presume que el liderazgo es generalmente “algo bueno” (moralmente correcto y efectivo) y nunca “malo”.11

7 Ibid.

8 Daniel Duke, “The Aesthetcs of Leadership”. Educatonal Administraton Quarterly 22(1) (1986): 13.

9 Hansen et al., “Aesthetc Leadership”: 544–60.

10 Duke, “The Aesthetcs of Leadership”: 7–27.

11 V.A. Howard, “The Aesthetc Face of Leadership”. Journal of Aesthetc Educaton 30(4) (1996): 24.

Daniel Duke identifca cuatro atributos del liderazgo estético12. Aunque Duke entiende que estos cuatro atributos no son los únicos atributos del liderazgo estético, él considera que estos cuatro son los más signifcativos. De acuerdo con Duke, los cuatro atributos son orientación, entrelazar, apropiado, y originalidad.

Orientación se refere a la capacidad de un líder de trazar una jornada. La capacidad de proveer a sus seguidores con una clara idea de hacia dónde se mueve la organización y qué ruta se va a usar para llegar a ese destino. Como Duke afrma, “orientación presume sentido.”13 Cuando el líder orienta la organización les provee una visión de una práctica o vida mejor para los individuos y la organización en su totalidad. Él o ella orienta la organización con relación a donde se encuentra y hacia donde se puede mover y lo que puede lograr.

Entrelazar se refere a la capacidad del líder de ayudar a conectar a sus seguidores y sus deseos, aspiraciones y emociones, con la misión y visión de la organización.14

El líder a través de actos de liderazgo15 ayuda a sus seguidores a entrelazar sus vidas con las actividades de la organización, lo cual les da sentido y signifcado la existencia de los seguidores. Cuando el líder entrelaza, crea comunidad y hermandad entre sus seguidores, lo cual asegura la salud de la organización. J.H. Kupfer profundiza la idea de entrelazar,

En la experiencia estética, respondemos a lo que se nos presenta discriminando entre sus constituyentes para integrarlos en un todo unifcado. El todo se forma a partir de la interacción entre sus partes. Si bien estas partes son distintas y realizan contribuciones distintivas, sus relaciones entre sí y su lugar en el todo son decisivos para su signifcado y valor. En el ideal estético, realzan y profundizan el signifcado del otro.16

12 Duke, “The Aesthetcs of Leadership”: 15.

13 Ibid.

14 Ibid.

15 Organizar, orientar, planear, modelar, formación de individuos, delegar, etc.

16 Citado por Duke, “The Aesthetcs of Leadership”: 7–27.

Apropiado se refere al tipo de acciones que el líder desempeña y su concordancia con la cultura corporativa de la organización. Como argumentamos anteriormente, el liderazgo es experimentado y validado por los seguidores. Esta experiencia sensorial está enmarcada por las acciones del líder y la reacción de los seguidores dentro de las tradiciones y valores de la organización. Toda organización tiene su propia cultura. En dicha cultura hay acciones y actividades que resuenan con esa cultura y que son apropiadas para esa cultura. Por lo tanto, la efectividad del líder se mide, entre otras formas, porque sus acciones son congruentes con la cultura del grupo. Como explica Duke, “Para que exista el liderazgo en tales circunstancias, debe existir un acuerdo general sobre los signifcados atribuidos a varios aspectos de la cultura, incluidos sus valores rectores.”17 Aun cuando las acciones del líder promuevan cambio, dicho cambio necesita ser enmarcado en el contexto de los valores de la organización para que su aceptación entre los seguidores tenga mayor posibilidad.

Originalidad se refere a la capacidad del líder de desarrollar acciones que reinterpretan las experiencias de los seguidores y la organización. A través de ideas, acciones, programas, conversaciones, etc., el líder puede capturar la imaginación de sus seguidores para redefnir el futuro de la organización o crear un cambio de dirección en las actividades de la organización, o ayudar a los seguidores a adoptar una nueva actitud o impulsarse hacia un nuevo horizonte. La clave a la originalidad del líder es su capacidad de evocar imágenes o ideas que estimulen la imaginación de sus seguidores para que los mismos puedan darle sentido a sus acciones con relación a las acciones del líder y la organización. De acuerdo con David J. Bryant la imaginación es “…el poder de tomar algo por medio de formas signifcativas, que están enraizadas en nuestra 17 Ibid., 18.

historia y tienen el poder de revelar verdades sobre la vida en el mundo.”18 Nuestra imaginación nos permite darle sentido a lo que puede ser a pesar de las circunstancias que confrontamos o que confronten la organización. Un líder usa su originalidad para estimular la imaginación y redefnir el presente y futuro.

Los cuatro atributos del liderazgo estético descritos por Duke nos ayudan a entender cómo el líder les da sentido a las experiencias de los seguidores con relación a la vida de la organización. Estos atributos se combinan para generar el arte del liderazgo mediado por el líder mismo. Las acciones ayudan a los seguidores a experimentar el liderazgo del líder como una producción artística que combina los actos, las palabras, y el carácter del líder. Esta producción artística que llamamos liderazgo se experimenta como un drama diseñado y orquestado por el líder.19

El líder estético es un artista que ayuda a sus seguidores a ver sus circunstancias desde una nueva perspectiva y mueve a sus seguidores a actuar en concierto para mover la organización hacia nuevos horizontes y jornadas. Basados en esta perspectiva sobre el liderazgo nos movemos a analizar la predicación como un acto de liderazgo estético y cómo podemos mejorar nuestra predicación para ser líderes efcaces dentro de las congregaciones que servimos.

La Predicación Como Liderazgo Estético

En nuestro mundo cibernético, rodeados de medios de comunicación, ¿en dónde encontramos un grupo de personas que se sienta a escuchar a una persona hablar por 20 o 30 o hasta 45 minutos? ¡Pero no sólo a escuchar a esa persona exponer un tema, sino que le prestan atención y que refexionan sobre el asunto, y terminada la plática

18 David J. Bryant, “Faith and the Play of Imaginaton: On the Role of Imaginaton in Religion”, en Studies in American Biblical Hermeneutcs 5. (Macon, GA: Mercer University Press, 1989): 5.

19 Duke, “The Aesthetcs of Leadership”: 20.

hacen preguntas, comentan sobre el tema, y hasta lo traen a colación días, semanas, o meses después! Durante la predicación, el predicador tiene captada la atención de la congregación en una manera que ningún otro individuo la tiene en nuestra sociedad. Esa congregación le está haciendo un regalo a ese predicador que no le otorgan a nadie más en su diario vivir. El tiempo es sagrado, no solo porque Dios está hablando a través del predicador, sino por el regalo de tiempo y atención que hacen los oyentes. Como Earl Palmer explica:

Este don [de tiempo y atención] en sí mismo es un mandato humano apremiante para un pastor predicador de administrar esos minutos para que el don de las personas sea honrado y su tiempo no sea desperdiciado. Pero predicar el evangelio es un mandato del Señor de la congregación, y, por tanto, predicar un sermón es también un imperativo divino.20

En este intercambio entre el predicador(a) y la audiencia, el predicador(a) le da sentido a la realidad en la que vive la audiencia y le provee las herramientas necesarias para navegar dicha realidad. Para una audiencia cristiana esa realidad está defnida por Dios, el cual nos ha provisto de su palabra para que podamos entender la realidad en la que vivimos y su voluntad para nuestras vidas. El Apóstol Pablo entrenando a su aprendiz Timoteo le escribe:

Desde la niñez, se te han enseñado las sagradas Escrituras, las cuales te han dado la sabiduría para recibir la salvación que viene por confar en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.

2 Timoteo 3:15-1721

20 Earl F. Palmer, “The Pulpit as Primary Setng for Defning Reality”, en The Three Tasks of Leadership: Wordly Wisdom for Pastoral Leadership, edited by Eric O. Jacobsen. (Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans Publishing Co., 2009): 68.

21 Toda referencia bíblica es tomada de la Nueva Traducción Viviente. La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Foundaton, 2010).

Román-Gloró

Cuando el predicador(a) utiliza la Biblia como la fuente de su predicación, reorienta la audiencia hacia la visión de Dios para sus vidas tanto individual como corporativa. Por eso leemos en Proverbios 29:18 “Cuando la gente no acepta la dirección divina, se desenfrena. Pero el que obedece la ley es alegre.” Es a través del sermón fundamentado en la Biblia que el predicador(a) ayuda a la audiencia a darle sentido a su experiencia corporativa y que el predicador(a) puede defnir lo que la organización que llamamos iglesia va a lograr con relación a la dirección divina. Jesús como Señor de la Iglesia emplea al predicador(a) para dirigir la iglesia a lo que Jesús quiere que dicha iglesia o congregación debe hacer en Su nombre.

En Proverbios 29:18, la palabra hebrea khazon (dirección divina) siempre se refere a una “palabra profética” (por ejemplo, Isaías 1:1). De la misma forma que Dios a través de los profetas dirigió al pueblo de Israel y los exhortó a que alinearan sus vidas con la visión de Dios para sus vidas, Dios emplea el predicador(a) para qué guie la iglesia (congregación). A través del sermón el predicador(a) ejerce liderazgo en el nombre de Dios sobre la congregación. Como explicamos anteriormente, el liderazgo es experimentado por los seguidores, por lo tanto, cuando la audiencia escucha un sermón, la misma experimenta liderazgo de parte del predicador(a). El sermón representa una misiva de Dios para su pueblo que les permite ver más allá de las presiones del diario, vivir y reformular y defnir la realidad con relación a la voluntad de Dios.22 Como el mensajero de Dios a su pueblo reunido en una congregación, en una localidad y situación específca, el predicador(a) ejerce liderazgo estético dentro y sobre esa comunidad.

22 Akerlund Truls, 2014. “Preaching as Christan Leadership: The Story, the Sermon, and the Prophetc Imaginaton”. Journal of Religious Leadership 13(1) (2014): 86.

Como discutimos anteriormente, Duke identifca cuatro atributos del liderazgo estético: orientación, entrelazar, apropiado, y originalidad. Cuando estos atributos son yuxtapuestos a la predicación, se ve como la predicación refeja todos estos atributos. La predicación es un acto de liderazgo estético. Primeramente, a través del sermón, el predicador(a) orienta a la audiencia hacia el camino que Dios les ha trazado a los cristianos como individuos y en conjunto. El predicador(a) provee una visión de lo que implica obedecer la palabra de Dios en el espacio y tiempo que ocupa esa congregación y los reta a actuar como individuos y en grupo para cumplir los mandatos de Dios.

En segunda instancia, a través del sermón, el predicador(a) también entrelaza la vida de la audiencia a la narrativa bíblica, ayudándoles a hacer de sus deseos y aspiraciones lo que Dios ha trazado para ellos. El propósito del sermón es moldearnos a la forma de Cristo, a conectarnos a Cristo para que nos parezcamos a él. Como el Apóstol Pablo enseña,

Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y refejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen. 2 Corintios 3:17-18

El tercer atributo es crucial para todo sermón efectivo: apropiado. Todo sermón debe ser preparado con las circunstancias y el contexto de la audiencia en mente. Si el sermón no es contextual, no es sermón. El diseño del sermón, el vocablo, la aplicación de un sermón necesitan concordar con el mundo inmediato de la audiencia para que la audiencia pueda no solo entender el sermón, sino que lo pueda aplicar a su vida y vivir sus enseñanzas. La manera en que el creyente puede ver el mundo como Dios lo ve, es cuando se entrelaza con la narrativa que la Biblia presenta por eso es la narrativa de

Dios. Y la manera en que se puede hacer ese entrelazo es cuando las enseñanzas de la Biblia se aplican a la vida de la audiencia.23

El último atributo, originalidad, es esencial a la preparación de un sermón. Todo sermón es un acto creativo en la parte del predicador(a) y original a ese predicador. Desde el momento en que el predicador(a) se sienta a estudiar las Escrituras para preparar el sermón, cada paso refeja su personalidad, su creatividad, y su relación con Dios. En el 1877, el obispo Episcopal Phillips Brooks en la primera Conferencia Lyman Beecher sobre la Predicación en la Universidad Yale en Connecticut24 defnió la predicación como: “La verdad a través de la personalidad.”25 En esta defnición el obispo Brooks se refería a la personalidad transformada por el poder del Espíritu Santo. Su idea es que en la predicación la verdad de Dios pasa a través de un ser que ha sido transformado por Dios para ese propósito. Sin embargo, el hecho de que Dios haya redimido y transformado al predicador(a)26 no quita que el predicador sigue teniendo su propia personalidad, su propio estilo, su creatividad en preparar el sermón, y creatividad en presentar el sermón a la audiencia. Es a través de esa personalidad y aptitudes únicas que la originalidad del predicador se manifesta. Esa originalidad crea una intimidad entre el predicador(a) y la audiencia que permite que la audiencia experimente el liderazgo del predicador(a).

Habiendo establecido que la predicación es una forma de liderazgo estético, la pregunta es ¿cómo se asegura el predicador(a) de que el sermón efcazmente manifeste, el liderazgo estético y visualice y produzca los mejores resultados? Hay cuatro áreas

23 Haddon W. Robinson, Biblical Preaching: The Development and Delivery of Expository Messages. (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2014).

24 Las Conferencias Lyman Beecher sobre la predicación se celebran anualmente y es la más importante cátedra de homilétca a nivel mundial. Se han estado celebrando consistentemente desde 1877.

25 Phillips Brooks, 2017. Lectures on Preaching: Delivered before the Divinity School of Yale College in January and February, 1877. (London, UK: Andesite Press, 2017 (1877)).

26 Este proceso de santfcación comienza en el momento de justfcación y contnúa a través de toda la vida.

que necesitan ser acentuadas en el trabajo homilético para asegurar un liderazgo estético efcaz: el desarrollo de sermones bíblicos; el uso de narrativa; el estímulo de la imaginación, y el lenguaje del sermón.

El desarrollo de sermones bíblicos es central al liderazgo estético porque en el contexto de la Iglesia el liderazgo estético nace de la autoridad y exposición de la palabra de Dios. Existen muchas defniciones de la predicación, pero la que ofrece Haddon Robison es muy apropiada a la intersección entre el liderazgo estético y la predicación. Robinson defne la predicación como:

La predicación expositiva es la comunicación de un concepto bíblico, derivado y transmitido a través de un estudio histórico, gramatical y literario de un pasaje en su contexto, que el Espíritu Santo aplica primero a la personalidad y experiencia del predicador, luego a través del predicador, aplica a los oyentes.27

En esta defnición el sermón se basa en un solo pasaje para que el predicador(a) pueda destilar lo esencial del mismo y comunicar dicha esencia a la audiencia. Robinson argumenta que “Dios habla a través de la Biblia.”28 La autoridad está en el texto (2 Tim 3:15-17) y cuando el sermón está construido con base en el texto bíblico, la Biblia reviste al predicador(a) de autoridad. El sermón basado en un texto bíblico tiene dos implicaciones para la predicación. Primeramente, la predicación temática que utiliza varios versos para presentar una postura bíblica no es una demostración efectiva de liderazgo estético porque el tema no nace de un texto, sino que el predicador determina el tema, usa textos bíblicos para apoyar sus conclusiones del tema. Ese tipo de predicación es muy susceptible a manipulación y socava la autoridad estética del predicador. En segunda instancia, el predicador(a) necesita ejercer mucho control

27 Robinson, Biblical Preaching: 5.

28 Ibid., 4.

y cuidado en de la autoridad que el texto le concede. Muchos predicadores(as) han desperdiciado la autoridad otorgada por el texto para fomentar sus propias ideas y ambiciones. Si Dios habla a través de la Biblia y el predicador emplea la Biblia para predicar, entonces el predicador necesita medir sus palabras y asegurarse que está comunicando un mensaje divino y no sus deseos o planes.

El uso de narrativa presenta varias órbitas de trabajo para el predicador. Ciertamente, el predicador(a) puede y debe emplear sermones construidos en forma narrativa29 que refejan una manera innovadora de predicar, sobre todo en un mundo obsesionado por el video. Sin embargo, el liderazgo estético exige que el predicador(a) a través del sermón entrelace la narrativa de Dios que se encuentra en la Biblia con la narrativa30 de los individuos y corporativa de la audiencia. Para que la audiencia experimente el liderazgo estético manifestado en el sermón, la audiencia necesita ver cómo las metas corporativas de la congregación se relacionan con la voluntad de Dios expresada en el texto. El sermón necesita refejar las circunstancias a las que la congregación va a responder y entender, cómo dichas acciones refejan la voluntad de Dios. En este proceso el predicador(a) le da sentido a las experiencias individuales y corporativas y le provee herramientas para analizar y manejar dichas experiencias. Esto implica que el predicador necesita entender las narrativas individuales y corporativas de la audiencia,31 y que tiene que mantener una tensión entre la narrativa que representa

29 Existen varios modelos o estructuras narratvas que el predicador puede utlizar para preparar el sermón. Las mismas incluyen: El sermón narratvo en primera persona y el sermón narratvo en tercera persona, o el Lowry Loop (la curva de Lowry), y otros.

30 En este caso el uso de la palabra narratva no se refere a un cuento o narración sino a historias fundamentales recurrentes, pertenecientes a culturas e individuos que juegan un papel poderoso en el desarrollo de identdad, valores y cosmovisión. Las narratvas están presentes en individuos y grupos y dirigen el comportamiento y el manejo de información e ideas.

31 El proceso de entender estas narratvas en muchas ocasiones requiere que el predicador(a) asuma una postura crítca que le permita analizar sus propias experiencias y cosmovisión porque la mayoría del tempo el predicador(a) compartrá las narratvas corporatvas de la audiencia, sobre todo las narratvas culturales.

la vivencia de la audiencia y la narrativa de Dios que encontramos en la Biblia. Como explica Jared Alcántara,

Por supuesto, es necesario que entendamos nuestros contextos congregacionales mejor de lo que los entendemos ahora, y tenemos que predicar en un lenguaje específco al tiempo y en el lugar de nuestros oyentes, pero estos compromisos no han de hacerse a expensas de la competencia exegética, teológica, y espiritual.32

El estímulo de la imaginación es una herramienta de mucho valor para el/la líder estético porque con la imaginación ayuda a sus seguidores a soñar sobre el futuro de la organización y lo que la organización puede lograr. Como Warren W. Wiersbe explica,

La imaginación es la facultad de crear imágenes en tu mente, la galería de imágenes en la que constantemente pintas, esculpes, diseñas y, a veces, borras. “Dios es el artista supremo”, nos recuerda Clyde S. Kilby; y puesto que estamos hechos a imagen de Dios, compartimos su capacidad creativa.33

Por lo tanto, el estímulo de imaginación es de gran importancia para el predicador(a) porque partiendo desde el texto bíblico el predicador puede estimular a la audiencia a “ver” el futuro que Dios quiere trazar para la congregación. Wiersbe propone que la imaginación es crucial para un ministerio efectivo, “La tarea del ministerio cristiano-la predicación en particular--es ‘unir la imaginación y la experiencia…’”34 Cuando el predicador ayuda a la audiencia a “ver” el futuro a través de su imaginación le permite entrelazarse con la visión de Dios para su vida individual y corporativa. Cuando la audiencia logra este paso comienza a actuar de la manera necesaria para cumplir esa visión o la misión que Dios les está entregando.

32 Jared E. Alcántara, 2020. Las Práctcas de la Predicación Cristana: Rudimentos para la Proclamación Efcaz (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2020): 86.

33 Warren W. Wiersbe, Preaching and Teaching with Imaginaton: The Quest for Biblical Ministry. (Wheaton, IL: Victor Books, 1994): 25.

34 Ibid., 81.

Román-Gloró

Una de las maneras en que el predicador estimula la imaginación de la audiencia es a través del uso de metáforas. Una metáfora es una fgura retórica que describe un objeto o acción de una manera que no es literalmente cierta, pero ayuda a explicar una idea o hacer una comparación. Los seres humanos usamos metáforas comúnmente y sin darnos cuenta por qué son fundamentales a la manera en que nos comunicamos. Por ejemplo, “el chivo expiatorio;” “el fruto prohibido;” “caer de la gracia;” “tan viejo como Matusalén;” está que echa chispas;” son expresiones que escuchamos a diario y son tan parte de nuestra comunicación que se nos olvidan que son metáforas que nacen del texto bíblico. La Biblia está repleta de metáforas que ayudan a explicar aspectos de nuestra fe: “somos hermanos y hermanas en Cristo;” “El Señor es mi roca y mi salvación, mi fortaleza jamás temeré;” “El Señor es mi pastor;” “las bodas del cordero.” La pregunta que necesita hacer el predicador es ¿Qué metáforas puedo crear que estimulen imaginación de la audiencia a actuar? Por ejemplo: “esta congregación está juntos en la brecha” o “esta congregación es un faro para los perdidos” o “somos los paramédicos espirituales de esta comunidad.”

Otra manera de estimular la imaginación es el empleo de relatos. Jesús usó relatos no solo para explicar puntos doctrinales, sino para estimular la imaginación de los discípulos. Como Michele Vondey explica, “Las parábolas de Jesús ofrecen un ejemplo de cómo los líderes pueden comunicar imaginativamente una visión para la organización e inspirar creatividad en sus seguidores.”35 Por lo tanto, el predicador necesita no solo utilizar formas narrativas para predicar como el sermón narrativo de primera o tercera persona, sino también necesita utilizar relatos que ilustren el comportamiento deseado o el cambio de comportamiento deseado.

35 Michelle Vondey, 2010. “A Biblical-Theological Aesthetc of Imaginaton and Creatvity and Its Applicaton for Leaders”. Journal of Biblical Perspectves in Leadership 3(1) (2010): 3.

Por último, el predicador ejerce liderazgo estético con el lenguaje del sermón El uso de lenguaje plural es una manera de promover una visión corporativa. Este lenguaje plural también necesita incluir al predicador(a) como parte de la audiencia. El predicador(a) debe decir “nosotros estamos juntos en la brecha,” no “ustedes están en la brecha.” Cuando el predicador(a) se incluye en las demandas que hace Dios sobre su Iglesia, genera una intimidad con la audiencia que le permite a la audiencia adoptar con mayor facilidad las ideas del sermón. Si el predicador(a) se distancia de la audiencia con un lenguaje que lo separa y lo pone sobre la audiencia, genera una jerarquía que no es bíblica y produce apatía. Como nos exhorta el Apóstol Pedro: Y ahora, una palabra para ustedes los ancianos en las iglesias. También soy un anciano y testigo de los sufrimientos de Cristo. Y yo también voy a participar de su gloria cuando él sea revelado a todo el mundo. Como anciano igual que ustedes, les ruego: cuiden del rebaño que Dios les ha encomendado. Háganlo con gusto, no de mala gana ni por el benefcio personal que puedan obtener de ello, sino porque están deseosos de servir a Dios. No abusen de la autoridad que tienen sobre los que están a su cargo, sino guíenlos con su buen ejemplo. 1 Pedro 5:1-3

Conclusión

Este ensayo propuso que el predicador(a) es un líder estético que a través del sermón ejerce liderazgo en la congregación. Este liderazgo es experimentado por la audiencia en cada ocasión en que escucha un sermón. Esta concepción de la tarea de la predicación permite a los predicadores(as) preparar y utilizar el sermón como una herramienta que permite a la audiencia darle sentido a sus experiencias con relación a la voluntad de Dios revelada en la Biblia, lo cual los impulsa a actuar adoptando nuevos comportamientos, cambiando comportamientos, y adoptando agendas de trabajo

Su Voz es Música

corporativo para engrandecer el Reino de Dios. El liderazgo estético se manifesta en el predicador(a) a través de cuatro atributos: orientación, entrelazar, apropiado, y originalidad. El predicador(a) ejerce el liderazgo estético cuando prepara y presenta sermones que entre otros usa cuatro artifcios homiléticos: el desarrollo de sermones bíblicos; el uso de narrativa; el estímulo de la imaginación, y el lenguaje del sermón. Como líder estético, el predicador(a) tiene la responsabilidad delante de Dios de dirigir a la iglesia a través del púlpito y por poder del Espíritu Santo.

Referencias Citadas y Otras Recomendadas

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2020 Las prácticas de la predicación cristiana: Rudimentos para la proclamación efcaz. Grand Rapids, MI: Baker Academic.

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1989 “Faith and the Play of Imagination: On the Role of Imagination in Religion”, en Studies in American Biblical Hermeneutics 5. Macon, GA: Mercer University Press.

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Wiersbe, W. W.

1994 Preaching and Teaching with Imagination: The Quest for Biblical Ministry. Wheaton, IL: Victor Books.

Román-Gloró

Los Colaboradores

Los Colaboradores

Emilio Álvarez, Ph.D.

El Dr. Emilio Álvarez es el Rector Asociado de Aprendizaje Permanente en el Asbury Theological Seminary y el Primado de la Unión de Iglesias Ortodoxas Carismáticas. El Obispo Álvarez tiene una Licenciatura en Educación Cristiana, una Maestría en Artes en Educación Religiosa del New York Theological Seminary y un Doctorado en Educación Religiosa de Fordham University, New York. Como practicante ministerial, su vasta experiencia dentro de la Iglesia Cristiana en todo el mundo lo ha posicionado como una voz profética, especialmente dentro de las comunidades de fe afro/latinas.

Stefani Bonilla, D.S.L.

La Dra. Stefani Bonilla es producto de una familia pastoral (su padre y hermanos son pastores) y tiene un corazón lleno de amor por pastores(as) y lÍderes de la Iglesia. Stefani tiene una maestría de artes en liderazgo de Asbury Theological Seminary y un Doctorado en Liderazgo Estratégico de Regent University. Stefani representa una nueva generación de lÍderes y estrategas de la Iglesia dentro de las comunidades Latinas. Stefani funge como consultora independiente a pastores y lÍderes denominacionales.

Louis Colón, D.Min.

El Dr. Louis E. Colón es un ministro puertorriqueño en la Iglesia Metodista Libre y por los últimos 20 años ha servido como pastor asociado en la iglesia Edgewood Church en Rochester, NY. Louis tiene un doctorado en ministerio (D. Min) del Colgate Rochester Crozer Divinity School y una maestría en Artes Teológicas del Northeastern Seminary donde ha sido profesor adjunto dando clases de Introducción al Antiguo Testamento, Introducción al Nuevo Testamento, Homilética y Liderazgo. Louis está envuelto en ministerios de predicación y de entrenamiento de líderes en Puerto Rico a nivel interdenominational.

Danny Román-Gloró, Ph.D.

El Dr. Danny Román-Gloró es el Director del Asbury Latino Center de Asbury Theological Seminary. Danny también se desempeña como profesor en las áreas de predicación, teología práctica y liderazgo ministerial. Danny tiene un doctorado en Comunicación (Regent University) y un doctorado en predicación (Gordon-Conwell Theological Seminary), y es un anciano ordenado en la Conferencia de la Región Sudeste de la Iglesia Metodista Libre. Antes de unirse a Asbury, Danny fue pastor durante 23 años y pastoreó iglesias en Miami, Chicago y Boston.

Recursos Adicionales

Recursos Adicionales

Estos libros son recomendados como recursos que pueden ayudar al lector a profundizar sobre el tema de la intersección de la predicación y el liderazgo.

Alcántara, Jared E.

2020 Las Prácticas de la Predicación Cristiana: Rudimentos para la Proclamación Efcaz. Grand Rapids, MI: Baker Academic.

Arrastía, Cecilio

1993 Teoría y Práctica de la Predicación. Miami, FL: Editorial Caribe.

González, Justo and Pablo Jiménez

2008 Manual de Homilética Hispana: Teoría y Práctica desde la Diáspora. Barcelona, Spain: Editorial CLIE.

Linthicum, Robert C.

1991 City of God, City of Satan: A Biblical Theology of the Urban Church Grand Rapids, MI: Zondervan.

Quicke, Michael J.

2006 360-Degree Leadership: Preaching to Transform Congregations. Grand Rapids, MI: Baker Books.

Rodriguez, Daniel A.

2011 A Future for the Latino Church: Models for Multilingual, Multigenerational Hispanic Congregations. Downers Grove, IL: IVP Academic.

Woodward, J.R.

2012 Creating a Missional Culture: Equipping the Church for the Sake of the World. Downers Grove, IL: InterVarsity Press.

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