alabras del Arzobispo
Principales Compromisos Pastorales de Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador
13 al 26 de febrero de 2023
Durante la semana del lunes 13 al viernes 17, participé en el Encuentro Regional de Centroamérica y México CAMEX, en el desarrollo de la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad, que tuvo como sede nuestro país. Presidió nuestro encuentro el Señor Presidente del CELAM, Mons. Héctor Miguel Cabrejos y fue dirigido por el CELAM. La inauguración del evento tuvo lugar en la Capilla de Hospital la Divina Providencia, nos brindó un hermoso mensaje el Señor Nuncio Apostólico, Mons. Luigi Roberto Cona, este servidor tuvo el honor de expresar las palabras de bienvenida, el Señor Presidente del CELAM nos regaló un hermoso mensaje de apertura. También estuvo con nosotros nuestro Cardenal, Mons. Gregorio Rosa Chávez, la conclusión de la inauguración fue la santa misa en la Cripta de la Catedral, junto a la tumba de San Oscar Romero. Los demás días del evento se desarrollaron en la Casa de Retiros “La Sagrada Familia” en Zaragoza, La Libertad. De nuestro país participamos: Mons. William Iraheta, el Padre Octavio Cruz, tres laicos, tres religiosas, un religioso y este servidor. Fue un magnífico evento eclesial y pastoral.
El martes 21, a las 9:00 a.m. en el auditorio del Arzobispado tuvimos la reunión del Consejo de Vicarios Foráneos. Siempre el reunirnos con nuestros Vicarios foráneos es muy grato y de mucho provecho pastoral, puesto que con ellos impulsamos la ejecución de la pastoral en cada vicaria y en cada parroquia. Esta vez tratamos sobre la evaluación de nuestro Plan pastoral. Felicitamos y agradecemos la gran labor que realiza todo el Consejo de Vicarios, como cada uno de ellos.
El día 22, celebramos el Miércoles de Ceniza, con el que dimos inicio al tiempo de Cuaresma, a las 8:00 a.m. presidí la santa Misa en la Capilla San Oscar Arnulfo Romero, Obispo y Mártir con todo el personal de nuestro Arzobispado y algunas personas que nos visitaron, concelebraron conmigo los Padres Guillermo Medardo Palacios y Alberto José Chávez. Participó todo el personal del Arzobispado en un ambiente de mucha fe.
presidiera el Señor Nuncio Apostólico, Mons. Luigi Roberto Cona, concelebramos el Señor Cardenal, nuestro Vicario de Pastoral de la Salud, Padre Nelson Díaz, un buen número de sacerdotes y este servidor, tuve el honor de pronunciar la homilía, presentando el hermoso Mensaje del Papa Francisco para esa ocasión.
El domingo 26, visité la Parroquia Inmaculada Concepción, sede 22 de Abril, para presidir la Santa Misa dominical de las 7:00 p.m. y bendecir el nuevo Altar y el presbiterio que ha sido remodelado en su totalidad. Concelebró conmigo. El templo parroquial lucía muy hermoso con su remodelación y su nueva iluminación; y, sobre todo con la gran cantidad de fieles. La celebración fue muy hermosa, todas las personas participaron con gran alegría, fe y devoción.
El jueves 23, así como otros días de la semana recibí en nuestro despacho la visita de sacerdotes y hermanos laicos que quisieron hablar con este servidor para tratar diversas temáticas, bien de carácter pastoral o personal.
El sábado 25, a las 9:00 a.m., en Catedral de San Salvador, tuvimos la Jornada Mundial del Enfermo, tuvimos la dicha que nos
QUINTO MANDAMIENTO (II) No Matarás
San Salvador, 05 de marzo de 2023
En la Catequesis anterior, reflexionábamos sobre la vida humana en cuanto a su origen sagrado e inviolable: Porque desde su inicio comporta la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador; su único fin (CIC 2258). Por esta razón, el hombre viviente constituye el camino primero y fundamental de la Iglesia (EV1 2).
Para la Iglesia, madre de la humanidad, cualquier amenaza contra sus hijos e hijas es motivo de inquietud. Así lo manifestaron los Padres Conciliares a la vez que denunciaron las diversas amenazas que acechan a la humanidad: …cuanto atenta contra la vida – homicidios de cualquier clase, genocidios, aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado –; cuanto viola la integridad de la persona humana… todas estas prácticas y otras parecidas son en sí mismas infamantes, degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador (GS 27). En virtud de este interés y por tratarse esta catequesis del quinto mandamiento nos detendremos en cinco de esos atentados contra la vida humana, de los cuales, por su extensión, se reducirán a dos en la presente catequesis.
1. Homicidio voluntario.
Arrebatar la vida al prójimo es gravemente pecaminoso para este mandamiento (cf. CIC 2268). Es un pecado que clama venganza (Gn 4, 10) tanto contra los que comenten el crimen como contra los que cooperan (CIC 2268). Su tipificación es variada pero siempre se trata de arrebatar la vida: asesinato (muerte injusta); infanticidio (muerte de un niño); fratricidio (un hermano); parricidio (del papá), matricidio (de la mamá); magnicidio (de un personaje importante); regicidio (de un rey); uxoricidio (de la esposa), genocidio (contra un pueblo); etc.
La causa de esta aberrante conducta es la envidia, el egoísmo y, como explica Santo Tomás de Aquino, la ira que debe evitarse a toda costa como aconseja el apóstol Santiago: Que todo hombre sea pronto para escuchar, más tardo para hablar y tardo para airarse (St 1, 19). Aquino, además, recuerda que existen otras formas de matar al prójimo: Por la boca, cooperando en el asesinato, consintiendo; y, en algunos casos, por no ejercer la caridad, y citando a San Ambrosio afirma: Alimenta al que muere de hambre; si no te importa, lo mataste2
2. Aborto
Mons. Romero dijo en junio de 1978 que aborto: es un pecado contra la fe que creyó Abraham; (y) contra el Dios que, como un regalo, hace fecundo y bendice esa vida humana3, como lo sostiene el salmista: mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo hecho en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra (Sal 139, 15). Desde que el ser humano se forma en el seno materno, Dios sueña con un proyecto de vida para el individuo como lo anuncia a Jeremías (cf. Jr 1, 5).
Las primeras comunidades cristianas al entrar en contacto con la cultura romana que aprobaba el aborto y el infanticidio no titubearon en oponerse, comportándose contra culturalmente. Estilo de vida sobre el cual escribe el Papa Juan Pablo II: Atenágoras recuerda que los cristianos consideran como homicidas a las mujeres que recurren a medicinas abortivas, porque los niños, aun estando en el seno de la madre, son ya «objeto, por ende, de la providencia de Dios». Entre los latinos, Tertuliano afirma: Es un homicidio anticipado impedir el nacimiento; poco importa que se suprima el alma ya nacida o que se la haga desaparecer en el nacimiento. Es ya un hombre aquél que lo será (EV 61). Lo mismo recomienda la Didaché: no matar al niño en el seno de su madre ni matar al recién nacido4
Por otra parte, al igual que en el asesinato (pues el aborto es otra forma de asesinar), la cooperación en este crimen, es una falta grave. Inmoral es también: producir embriones humanos destinados a ser explotados como material biológico disponible (CIC 2275). Lastimosamente, hoy más que nunca las palabras del Papa Juan Pablo II, explicando la debilitada percepción de la gravedad de este crimen son ciertas, lo cual es indicador de la crisis del sentido moral que penetra nuestras sociedades: En el caso del aborto se percibe la difusión de una terminología ambigua, como la de «interrupción del embarazo», que tiende a ocultar su verdadera naturaleza y a atenuar su gravedad en la opinión pública. Quizás este mismo fenómeno lingüístico sea síntoma de un malestar de las conciencias. Pero ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento (EV 58).
Más podría decirse de estos atentados contra la vida humana; pero, ni la extensión ni el tiempo lo permiten. En la siguiente catequesis dedicaremos tiempo a otros modos de atentar contra la vida, que nos restan abarcar.
José Luis Escobar Alas Arzobispo de San SalvadorArzobispado de San Salvador
Apartado Postal N° 2253, Av. Dr. Emilio Álvarez y Calle Dr. Max Bloch, Colonia Médica San Salvador, El Salvador, C. A. PBX: (503) 2234 – 5300, Fax: (503) 2226 – 4979 www.arzobispadosansalvador.org
COMUNICADO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE SAN SALVADOR
Vaya para todos mi afectuoso saludo. Informo que en la parroquia de San Cristóbal de esta Arquidiócesis, de San Salvador, tristemente ha sucedido un caso de abuso sexual de menores; el Párroco, Pbro. Jesús Erazo vino el pasado 15 de febrero a las oficinas de nuestro Arzobispado, y, ante el Tribunal Eclesiástico dio su declaración de los hechos, inmediatamente procedimos a la suspensión Ad Divinis del Sacerdote como medida cautelar; y, se ha dado inicio al debido proceso canónico.
Dado el 23 de febrero de 2023.
Visita de Mons. José Luis Escobar Alas a la Vicaria Foránea de la Asunción
El señor Arzobispo Metropolitano de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, ha efectuado durante el año 2022 los siguientes nombramientos:
Nombramiento de Vicario Foráneo
Nº 067/2022
• Pbro. Oscar Orlando Villegas Borja
Vicaría Foránea "San Juan Bautista"
Nombramiento del Vicario General de la Arquidiócesis de San Salvador
Nº 068/2022
• Pbro. Reinaldo Sorto Martínez
Nombramiento de Párroco
Nº 070/2022
• Pbro. Francisco José Farreny Boncompte
Parroquia Nuestra Señora de la Gracias (ONUVA)
Nombramiento de Vicario Parroquial
Nº 071/2022
• Pbro. Carlos Iván Campos Arévalo
Catedral Metropolitana de San Salvador
José Luis Escobar Alas
Arzobispo Metropolitano de San Salvador
POR SU MANDATO:
Monseñor José Luis visitó los sacerdotes de la Vicaria Foránea de la Asunción para compartir fraternalmente y reflexionar sobre el que hacer pastoral en las parroquias. El encuentro se realizó por la mañana del día martes concluyó con el almuerzo.
Mons. Rafael Edgardo Urrutia CancillerIglesia Local
Caminar juntos según el estilo de Dios
XXXI Jornada Mundial del Enfermo
Este pasado 25 de febrero en Catedral Metropolitana de San Salvador, se llevó a cabo la Solemne Misa en honor a la XXXI Jornada Mundial del Enfermo, fue presidida por Mons. Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico en Nuestro País, concelebrada por Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador; Cardenal Gregorio Rosa Chávez; Mons. Edward Karaan, Consejero de la Nunciatura Apostólica y sacerdotes de nuestra Arquidiócesis.
En la homilía que fue pronunciada por Monseñor José Luis Escobar Alas donde cita el mensaje del Papa Francisco: “Su Santidad el Papa nos hace conciencia que la enfermedad es una realidad existencial que se presenta en la vida de todos, nadie está libre decir “a mí las enfermedades nada que ver, porque yo nunca me voy a enfermar o nunca me he enfermado” nadie puede decir eso, la enfermedad está presente en la vida de todos, todos experimentamos la enfermedad y la debilidad es nuestro caminar natural...” Su Excelencia nos invita a reflexionar en un momento Sinodal “En este caminar en el que todos vamos, algunos hermanos caen a la orilla del camino y aquí es donde se presenta la oportunidad de una actitud Sinodal, porque si vamos juntos entonces todos se unen al hermano que tiene dificultades para caminar”.
Al finalizar la Santa Misa de la Jornada Mundial de los Enfermos, Su Excelencia Mons. Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico en El Salvador brindo unas palabras a los presente en Catedral Metropolitana de San Salvador “Ha sido muy simbólico celebrar la Jornada Mundial del Enfermo junto hoy, unos días después de a ver recibido las cenizas en este momento de Cuaresma tenemos que visitar y cuidar a los enfermos hace parte de una de las obras de la misericordia corporal en este tiempo sagrado". Así mismo agradeció a los voluntarios de la pastoral de Salud y también agradeció al personal de salud presentes en la Eucaristía el día sábado 25“Agradezco a los médicos y enfermeros por toda la caridad que realizan a los enfermos, no como instrumento para ganar su sueldo mensual, sino como un instrumento de santificación porque según cada profesión también se acoge, se ama y se sirve a nuestro Señor Jesucristo”
Asamblea de Pastoral Social
El pasado sábado 25 de febrero, se llevó a cabo la Asamblea de Pastoral Social a nivel arquidiocesano en la Parroquia El Carmen, Col. Roma de San Salvador, en la asamblea que tiene como objetivo compartir información sobre temas de interés de la pastoral social de la Iglesia, así como compartir informes y experiencias de las pastorales sociales tanto en el nivel parroquial, vicarial, arquidiocesano así como un espacio, de encuentro, de convivencia y animación de la pastoral social.
En la Asamblea participaron 50 personas entre laicos y sacerdotes, en el cual se abordaron diferentes temas como por ejemplo el mensaje de la Cuaresma, actualización sobre el “Régimen de Excepción” y generalidades de la “Ley Crecer Juntos”, en el transcurso de la Asamblea se dio a conocer la presentación del Plan y fechas claves de la programación de actividades de la comisión Arquidiocesana de Pastoral Social 2023, que fue impartido por Daysi Rodríguez, coordinadora de Unidad de Cultura de Paz, y la presentación del Diplomado semi presencial en la “Doctrina Social de la Iglesia” que será dirigido para los agentes de pastoral que deseen fortalecer,
o conocer los fundamentos de la pastoral social, para trabajar en sus parroquias, sacerdotes, religiosas, personal de Cáritas y líderes comunitarios.
El curso dará inicio el 15 de abril de manera presencial, para recibir mayor información puedes comunicarte (horarios de oficina) a: Oficina de Vicaria Episcopal de Promoción Humana – Cáritas, Arzobispado de San Salvador.
Teléfono: 2234-5317
Correo electrónico: sscaritas@gmail.com o jc.veph.caritas@gmail.com
Segunda Convivencia Vocacional Arquidiocesana "Llamados a la existencia"
En la segunda convivencia vocacional que se realizó el domingo 26 de febrero en el Seminario San José de la Montaña, con el tema “Llamados a la existencia” que inicio celebrando la Santa Eucaristía presidida por Pbro. Óscar Oviedo y Concelebrada por los Sacerdotes Marbin Fuentes, Óscar Oviedo, al concluir la Eucaristía se tuvo un momento de alabanzas y dinámicas en uno de los salones del Seminario, luego el Pbro. Cruz Martínez impartió el tema “Llamados a la existencia”.
El Seminario San José de la Montaña hace una invitación a los hermanos que sientan el llamado para que participen en la tercera charla vocacional que será el domingo 26 de marzo, en el Seminario San José de la Montaña.
Pbros. Marbin Fuentes, Óscar Oviedo y jóvenes que participaron en la segunda Convivencia Vocacional en el Seminario Mayor San José de la Montaña
Pastoral penitenciaria recibe la visita del Nuncio Apostólico
El pasado viernes 24 de febrero, tuvo a lugar la Reunión General de la Pastoral Penitenciaria a nivel nacional, convocada por el capellán general de cárceles el padre Fray Juan Carlos Fortón O de M, esta tuvo a lugar en el Centro de Desarrollo Humano “Merced para Crecer”, a dicha reunión asistieron sacerdotes y voluntarios que hacen llegar la Palabra y los Sacramentos a las diferentes cárceles del país. La reunión fue acompañada por Monseñor Luis Morao OFM. Voluntario de la Pastoral Penitenciaria.
Por primera vez se contó con la presencia de un Nuncio Apostólico a quien Monseñor Morao agradeció el “hecho histórico” de su acompañamiento. Monseñor Cona, Nuncio Apostólico en El Salvador, intervino, pero antes pidió a los voluntarios que expresaran la situación actual de la pastoral penitenciaria en sus localidades y como se ha ido acompañando, para tener un mejor panorama de la situación actual
de las cárceles en el país, posteriormente dio unas palabras de ánimo y cercanía por parte del Santo Padre a todos los presentes. Tambien estuvieron presentes en la reunión Monseñor Edward Karaan, Secretario de
Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2023
Queridos hermanos y hermanas:
Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas concuerdan al relatar el episodio de la Transfiguración de Jesús. En este acontecimiento vemos la respuesta que el Señor dio a sus discípulos cuando estos manifestaron incomprensión hacia Él. De hecho, poco tiempo antes se había producido un auténtico enfrentamiento entre el Maestro y Simón Pedro, quien, tras profesar su fe en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios, rechazó su anuncio de la pasión y de la cruz. Jesús lo reprendió enérgicamente: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres» (Mt 16,23). Y «seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado» (Mt 17,1).
El evangelio de la Transfiguración se proclama cada año en el segundo domingo de Cuaresma. En efecto, en este tiempo litúrgico el Señor nos toma consigo y nos lleva a un lugar apartado. Aun cuando nuestros compromisos diarios nos obliguen a permanecer allí donde nos encontramos habitualmente, viviendo una cotidianidad a menudo repetitiva y a veces aburrida, en Cuaresma se nos invita a “subir a un monte elevado” junto con Jesús, para vivir con el Pueblo santo de Dios una experiencia particular de ascesis
La ascesis cuaresmal es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz. Era precisamente lo que necesitaban Pedro y los demás discípulos. Para profundizar nuestro conocimiento del Maestro, para comprender y acoger plenamente el misterio de la
salvación divina, realizada en el don total de sí por amor, debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades. Es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una excursión por la montaña. Estos requisitos también son importantes para el camino sinodal que, como Iglesia, nos hemos comprometido a realizar. Nos hará bien reflexionar sobre esta relación que existe entre la ascesis cuaresmal y la experiencia sinodal.
Sabemos, de hecho, que Él mismo es el Camino y, por eso, tanto en el itinerario litúrgico como en el del Sínodo, la Iglesia no hace sino entrar cada vez más plena y profundamente en el misterio de Cristo Salvador.
En el “retiro” en el monte Tabor, Jesús llevó consigo a tres discípulos, elegidos para ser testigos de un acontecimiento único. Quiso que esa experiencia de gracia no fuera solitaria, sino compartida, como lo es, al fin y al cabo, toda nuestra vida de fe. A Jesús hemos de seguirlo juntos. Y juntos, como Iglesia peregrina en el tiempo, vivimos el año litúrgico y, en él, la Cuaresma, caminando con los que el Señor ha puesto a nuestro lado como compañeros de viaje. Análogamente al ascenso de Jesús y sus discípulos al monte Tabor, podemos afirmar que nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo hacemos juntos por la misma senda, discípulos del único Maestro.
Y llegamos al momento culminante. Dice el Evangelio que Jesús «se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz» (Mt 17,2). Aquí está la “cumbre”, la meta del camino. Al final de la subida, mientras estaban en lo alto del monte con Jesús, a los tres discípulos se les concedió la gracia de verle en su gloria, resplandeciente de luz sobrenatural. Una luz que no procedía del exterior, sino que se irradiaba de Él mismo. La belleza divina de esta visión fue incomparablemente mayor que cualquier esfuerzo que los discípulos hubieran podido hacer para subir al Tabor. Como en cualquier excursión exigente de montaña, a medida que se asciende es necesario mantener la mirada fija en el sendero; pero el maravilloso panorama que se revela al final, sorprende y hace que valga la pena. También el proceso sinodal parece a menudo un camino arduo, lo que a veces nos puede desalentar. Pero lo que nos espera al final es sin duda algo maravilloso y sorprendente, que nos ayudará a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio de su Reino.
La experiencia de los discípulos en el monte Tabor se enriqueció aún más cuando, junto a Jesús transfigurado, aparecieron Moisés y Elías, que personifican respectivamente la Ley y los Profetas (cf. Mt 17,3). La novedad de Cristo es el cumplimiento de la antigua
Ascesis cuaresmal, un camino sinodal
Alianza y de las promesas; es inseparable de la historia de Dios con su pueblo y revela su sentido profundo. De manera similar, el camino sinodal está arraigado en la tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad. La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del inmovilismo y de la experimentación improvisada.
El camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y eclesial. Una transformación que, en ambos casos, halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de su misterio pascual. Para que esta transfiguración pueda realizarse en nosotros este año, quisiera proponer dos “caminos” a seguir para ascender junto a Jesús y llegar con Él a la meta.
El primero se refiere al imperativo que Dios Padre dirigió a los discípulos en el Tabor, mientras contemplaban a Jesús transfigurado. La voz que se oyó desde la nube dijo: «Escúchenlo» (Mt 17,5). Por tanto, la primera indicación es muy clara: escuchar a Jesús. La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que
escuchamos a Aquel que nos habla. ¿Y cómo nos habla? Ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia. No dejemos que caiga en saco roto. Si no podemos participar siempre en la Misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso con la ayuda de internet. Además de hablarnos en las Escrituras, el Señor lo hace a través de nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y en las historias de quienes necesitan ayuda. Pero quisiera añadir también otro aspecto, muy importante en el proceso sinodal: el escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, y que, de todos modos, siempre es indispensable en el método y en el estilo de una Iglesia sinodal.
Al escuchar la voz del Padre, «los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo» (Mt 17,6-8). He aquí la segunda indicación para esta Cuaresma: no refugiarse en una
religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios, de experiencias sugestivas, por miedo a afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas, sus dificultades y sus contradicciones. La luz que Jesús muestra a los discípulos es un adelanto de la gloria pascual y hacia ella debemos ir, siguiéndolo “a Él solo”. La Cuaresma está orientada a la Pascua. El “retiro” no es un fin en sí mismo, sino que nos prepara para vivir la pasión y la cruz con fe, esperanza y amor, para llegar a la resurrección. De igual modo, el camino sinodal no debe hacernos creer en la ilusión de que hemos llegado cuando Dios nos concede la gracia de algunas experiencias fuertes de comunión. También allí el Señor nos repite: «Levántense, no tengan miedo». Bajemos a la llanura y que la gracia que hemos experimentado nos sostenga para ser artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras comunidades.
Queridos hermanos y hermanas, que el Espíritu Santo nos anime durante esta Cuaresma en nuestra escalada con Jesús, para que experimentemos su resplandor divino y así, fortalecidos en la fe, prosigamos juntos el camino con Él, gloria de su pueblo y luz de las naciones.
“Sonríe, Dios te ama y está contigo; sigue sonriendo y los demás harán
lo mismo” Mons. Eduardo Alas
En la Catedral de Chalatenango el pasado 27 de febrero se llevó a cabo una Santa Eucaristía en motivo del tercer aniversario de fallecimiento de Mons. Eduardo Antonio Alas que fue presidida por Mons. Oswaldo Escobar OCD, obispo de la Diócesis de Chalatenango y concelebrada por Sacerdotes de nuestro país.
Mons. Eduardo Alas nació el 2 de julio de 1930, fue ordenado sacerdote en el año 1960 por Mons. Arturo Rivera Damas y en el año 1988 fue su Ordenación Episcopal, año en el que se creó la Diócesis de Chalatenango por mandato de Su Santidad Papa Juan Pablo II; es así como Mons. Eduardo Alas fue electo Obispo de la nueva Diócesis culminando con dicho cargo hasta el año 2007, que debido a problemas de salud, pidió retirarse y la responsabilidad de la diócesis fue asumida por Mons. Luis Morao
El ayuno y la abstinencia
¿Qué es el ayuno?: el ayuno no es solo privarse de la comida, sino que el ayuno es dejar todas aquellas prácticas que no hacen bien a nuestra vida Espiritual, como lo dice la sagrada escritura en el evangelio de San Mateo 15, 11; No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, el ayuno nos purifica de todas nuestras inmundicias, nos traslada a un ser humano más consciente de la realidad en la que vivimos, nos hace ser más conscientes de la necesidad de los hermanos, de Amar al prójimo como a nosotros mismos, de ver en los hermanos a Cristo Jesús, el ayuno nos invita a practicar las obras de caridad, de misericordia, de solidaridad, y sobre todo de un cristiano comprometido, a la nueva evangelización, y no poner cara de frutados y de mala gana, no el ayuno nos invita a vivir en fidelidad y una fidelidad con alegría, de entender que solo amando y orando encontraremos el rostro de Jesús.
¿Qué es la abstinencia? La abstinencia es renunciar a todo aquello que nos agrada, por ejemplo, comer demasiado, me abstengo a no comer mucho, la abstinencia también,
es dejar nuestras pasiones y entrar en un estado de oración y ayuno, nos invita al recogimiento, nos invita, a la prudencia, por eso la abstinencia y el ayuno van de la mano porque se complementan el ayuno, nos habla también de consumir cosas que contaminen el corazón y el cuerpo; en la biblia nos dice
en la 1 Corintios 7:5. No os privéis el uno del otro, excepto de común acuerdo {y} por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; volved después a juntaros a fin de que Satanás no os tiente por causa de vuestra falta de dominio propio.
Imposición de la túnica a la hermandad de los Nazarenos
En la celebración del miércoles de ceniza se llevó a cabo la imposición de la nuevas túnicas de la Hermanada “Pasión de Cristo” de la Parroquia Nuestra Señora de la Luz y con la ayuda económica de los feligreses que asisten a dicha parroquia se ha restaurado y renovado la indumentaria, cabellera, corona de espinas, andas y otras imágenes propias de Cuaresma. En la homilía del Pbro. Adonay Orellana, les exhortó a ser fieles en su carisma, es decir el amor, cuido y veneración de la imágenes.
El mes de San José
Fuente: AciPrensa
La tradición de la Iglesia ha asignado una devoción especial a cada mes del año, y marzo está dedicado en particular a San José, casto esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia Universal.
San José es conocido como el “Santo del silencio” porque la Sagrada Escritura no recoge ninguna palabra pronunciada por él, pero sí sus obras, su fe y su amor, que influenciaron en Jesús y en su santo matrimonio.
Una de las que más propagó la devoción a San José fue Santa Teresa de Ávila, sanada por intercesión del santo de una enfermedad que la tenía casi paralizada y que era considerada incurable.
Santa Teresa solía repetir que “otros santos parece que tienen especial poder para solucionar ciertos problemas. Pero a San José le ha concedido Dios un gran poder para ayudar en todo”.
Hacia el final de su vida, la santa carmelita resaltó que “durante 40 años, cada año en la fiesta de San José le he pedido alguna gracia o favor especial, y no me ha fallado ni una sola vez. Yo les digo a los que me escuchan que hagan el ensayo de rezar con fe a este gran santo, y verán qué grandes frutos van a conseguir".
El Papa Francisco también ha dedicado varias reflexiones a San José. Asimismo,
fue él quien, a través de un decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, decidió realizar una pequeña modificación en las oraciones de la Misa para alentar la devoción a este santo.
Concretamente, con esta modificación, San José es mencionado en las Plegarias Eucarísticas II, III y IV de la tercera edición típica del Misal Romano, colocándose después del nombre de la Virgen María.
En diciembre de 2018, en la homilía de la Misa que pronunció en la Casa Santa Marta, el Papa comentó sobre San José: “De este
hombre que se hizo cargo de la paternidad y del misterio se dice que era la sombra del Padre: la sombra de Dios Padre. Y si Jesús hombre aprendió a decir ‘papá’, ‘padre’, a su Padre que conocía como Dios, fue gracias a que lo aprendió de la vida, del testimonio de José: el hombre que custodia, el hombre que hace crecer, el hombre que lleva adelante la paternidad y el misterio, que no toma nada para sí mismo”.
Además, el Pontífice convocó un Año de San José desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre del 2021, para conmemorar los 150 años del decreto Quemadmodum Deus, por medio del cual el Beato Pío IX había declarado a San José patrono de la Iglesia.
Para ello, el Papa Francisco escribió la carta apostólica Patris corde, en la que explica que establecía ese Año para “que todos los fieles, siguiendo su ejemplo (de San José), puedan fortalecer cotidianamente su vida de fe en cumplimiento pleno de la voluntad de Dios”.
“Todos pueden encontrar en San José -el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta- un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad”, escribió el Papa en Patris corde.
• Calvario
• Penitencia
• Ceniza
Sopa de Letras
Encuentra estas palabras
• Ayuno
• Oración
• Limosna
Santo Evangelio según
San Mateo 17, 1-9
II Domingo de Cuaresma
• Misericordia
• Pobreza
• Conversión
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de éste, y los hizo subir a solas con él a un monte elevado. Ahí se transfiguró en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés y Elías, conversando con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí! Si quieres, haremos aquí tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de ella salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo". Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de un gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: "Levántense y no teman". Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No le cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos".
• Corazón
• Alegría
• María
• Iluminación
• Eucaristía
• Bautismo