Mons. José Luis Escobar preside la Misa en Catedral Metropolitana el 30 de agosto, primera fecha desde la reapertura de los templos para recibir fieles
Boletín N°22 • Año • 30 agosto 2020
El retorno a las iglesias Por Pbro. José María Tojeira, s.j. En este momento en el que estamos retornando a las iglesias es importante reflexionar sobre nuestra fe. La hemos mantenido en el hogar, nos hemos alimentado de Eucaristías que nos han llegado a través de las redes, hemos sufrido con la muerte de seres queridos y conocidos y hemos mantenido la esperanza. El dolor y la enfermedad no han terminado, pero debemos reincorporarnos a la vida productiva, con todas las medidas preventivas necesarias, para poder levantar de nuevo a nuestro país. Al volver a las actividades comunes esta crisis nacional que hemos pasado, nos invita a reflexionar sobre las responsabilidades de nuestra fe. Es cierto que nadie estaba preparado en el mundo para esta pandemia que sorprendió a todos. Y que incluso países más desarrollados que el nuestro cometieron errores muy graves a la hora de enfrentar la situación. Pero más allá de la problemática vivida, el mandato del amor al prójimo,
tan fundamental en el cristianismo, debe convertirse en elemento fundamental de nuestra revisión de cómo queremos y deseamos el futuro, tanto para nosotros como para El Salvador. Es evidente que al llegar a la iglesia a celebrar la Eucaristía lo primero que tendremos que hacer es dar gracias al Señor por su protección y, al mismo tiempo, encomendar a todos nuestros hermanos y hermanas difuntos. Pero además, el hecho de unirnos en la Eucaristía a Jesús, que es la manifestación plena del amor de Dios en este mundo, tenemos que pensar en todo aquello que debemos hacer por nuestros hermanos. La pandemia ha multiplicado la pobreza, ha rebajado las posibilidades de trabajo para muchos, ha endeudado al país, ha afectado la educación de niños y niñas, y ha creado un desgaste sicológico en muchas personas. (Continúa en página siguiente)