Escultura del más allá
Tortuga, 1995 Mármol blanco 50 x 70 x 70 cm
La Tortuga fue labrada en dos piezas, en cuyo interior hay un espacio vacío, un hueco. Este espacio íntimo es apto para recibir las cenizas resultantes de la cremación de una persona, de hacerla imperecedera, de conservarla 86
indefinidamente. Símbolo de origen y de sabiduría, es también una potencial urna funeraria, donde la obra de Ángela Gurría vuelve a sorprendernos con el sentido dual impregnado en su iconografía.