FILÓSOFOS ESPAÑOLES CONTEMPORÁNEOS
Número 36
5 de juniode 2016
¡Que inventen ellos, que nosotros pensaremos! De acuerdo a la inveterada y
hartamente masoquista costumbre española de tirar piedras contra nuestro propio tejado, o de echarnos, con mucho gusto y mucha propiedad, la tierra encima, como si la idiosincrasia nacional hubiese de afirmarse en el goce de la leyenda negra, suele olvidarse con frecuencia que ha habido aquí, en este solar patrio que algunos llaman erial o yermo, pero que no lo es, muy buenos y fecundos pensadores, de esos que se dicen filósofos. Este Belvedere, que tan bien les ha salido a los alumnos de 4º A -
asimismo ellos filósofos, asimismo pensadores, y va para algunos meses- ha querido olvidarse de olvidos y de leyendas para presentar el pensamiento de los mejores filósofos que ha dado España en el siglo XX. Desde Ortega y Unamuno, que son el mascarón de proa, la avanzadilla y, ay, también en ocasiones la carne de cañón, con sus cuitas finiseculares y su angustia existencial, a María Zambrano, poetisa de la filosofía o filósofa de la poesía, o a Xavier Zubiri, metafísico por trascendente y al revés. También a Savater o Trías, ultimísimos
pensadores de los límites y paradojas del mundo que habitamos. Ninguno de ellos es arqueología o monumento, sino más bien expresión viva de la lengua castellana, así como del pensamiento que puede y debe, o debería, surgir a partir de ella.
Diego J. Pedrera
Ortega, filósofo universal
José Ortega y Gasset fue un filósofo y ensayista español. Nació el 9 de mayo de 1883 en una familia de la burguesía madrileña. En 1910 consiguió su cátedra universitaria de Filosofía. En 1923 creó la Revista de Occidente. Murió en Madrid, el 18 de octubre de 1955. El raciovitalismo de Ortega está influido por el vitalismo de Fiedrich Nietzsche y por el existencialismo de Martin Heidegger. El raciovitalismo trata de encontrar un punto de equilibrio entre el realismo y el idealismo, las dos corrientes tradicionalmente enfrentadas en la Filosofía. Para ello considera que la vida es la realidad radical y que el individuo es él mismo "y su circunstancia". Algunas obras importantes de Ortega son: La Rebelión de las masas (1929), en la cual se analizan diversos fenómenos sociales como
"la llegada de las masas al pleno poderío social". Esta obra fue traducida a más de 20 idiomas. También son importantes La Deshumanización del arte (1925) o El tema de nuestro tiempo (1923). Su influencia en España fue temprana y profunda; después, mediante traducciones a todas las lenguas importantes, se convirtió, junto a Unamuno, en la figura más universalmente reconocible y representa-
tiva de la Filosofía en castellano. Ortega ejerció una notable influencia en los autores de la generación del 27. Su estilo elegante y pulcro al escribir será una de las características que usarán los escritores de la generación del 27. Los discípulos de Ortega más importantes en el panorama filosófico fueron: Julián Marías, María Zambrano y Manuel Morente.
Ana Bueno, Javier Durán, Ana Mateos,
Lara Portillo