Hoja dominical 04 agosto 2013

Page 1

EL PROFETA B

o

l

e

t

í

n

A

r

q

u

i

d

i

o

c

e

s

a

n

o

“AÑO DE LA FE Y DE LA CARIDAD”

Arquidiócesis de Managua

Edición Semanal 04 de agosto de 2013 • Siglo XXI Año XIII • No. 739 • Ciclo C • e-mail: imprentarquidiocesis@turbonett.com.ni

XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Los siembras año por año, como hierba que se renueva: que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca. R/. Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos. R/.

Primera Lectura

Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

¿Qué saca el hombre de todos los trabajos?

Segunda Lectura

Lectura del libro del Eclesiastés 1, 2; 2, 21-23

Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo

¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad! Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle todo a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave desgracia. Entonces, ¿qué provecho saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente. ¿No es también eso vana ilusión? Palabra de Dios

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 1-5. 9-11

Salmo 89 R/. Señor, ten compasión de nosotros. Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: "Retornen, hijos de Adán." Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; una vigilia de la noche. R/.

Hermanos: Ya que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspiren a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque han muerto, y su vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también ustedes aparecerán, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, den muerte a todo lo terreno que hay en ustedes: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. No sigan engañándose unos a otros. Despójense del hombre viejo, con sus obras, y revístanse del nuevo hombre, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden

nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y extranjeros, esclavos y libres, porque Cristo es todo y está en todos. Palabra de Dios

Evangelio Lo que has acumulado, ¿de quién será? Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 12, 13-21

En aquel tiempo, un hombre de entre la gente dijo a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?" Y dijo a la gente: "Miren: guárdense de toda clase de codicia. Pues, aunque uno lo tenga todo, su vida no depende de sus bienes." Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: ¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; acuéstate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será? Así será el que acumula solo para sí y no es rico ante los ojos de Dios." Palabra del Señor


Reflexión Dominical

Por: Pbro. Pablo A. Villafranca M.

«MIREN: GUÁRDENSE DE TODA CLASE DE CODICIA» LC 12,14 (1) La libertad de corazón. Nos dice que el corazón de un seguidor de Jesús debe estar liberado de toda ambición en el presente. Es verdad que él no es ajeno a la necesidad de una buena administración de sus posesiones en la tierra, pero también es verdad que si es auténtico discípulo no se dejará aprisionar por los encantos del dinero, porque su mirada está puesta en lo fundamental hacia el futuro: no quiere ser feliz solamente un rato sino siempre. Para ello: la victoria espiritual sobre la “avidez” o “codicia” que habita el corazón del hombre. (2) Administrar-asegurar la vida mediante sabias decisiones. Con una visión profunda del misterio de la vida, sabiendo donde está su “sentido”, el discípulo sabe en qué centra sus ideales y dónde invierte sus mejores energías. De este “saber” se deriva un estilo de vida “sabio”, es decir, responsable con su vocación a la “vida” plena. 12, 1 En el camino hacia Jerusalén, en 12,1 san Lucas nos ha dicho que “habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros” están los discípulos con Jesús. De esa multitud hoy sale una voz anónima, en el v. 13 esa voz no se lamenta de haber pedido a sus padres, no hay rastros de dolor, no pide que llene su vacío, su soledad, es un hermano menor que se siente víctima de la injusticia de su hermano mayor le plantea a Jesús su drama: “Maestro, dile a mi hermano que reparta la herencia conmigo” (v.13) Su interlocutor le pide que actúe en calidad de “rabbí”, que aquí se entiende como experto en cuestiones legales bíblicas. Como tal, se le requiere que intervenga en una riña familiar: “di a mi hermano”, es decir, “manda a mi hermano, dale una orden”. El tono nos recuerda el de Marta en el evangelio leído recientemente (“dile –a mi

hermana- que me ayude”, 10,40), en el cual se presentaba aparentemente como víctima de una injusticia de su hermana.

(por ejemplo, se antoja de todo lo que ve en el supermercado) malgastando el dinero en lo que no vale la pena (el lujo desmedido);

Jesús responde: “Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes? Esta respuesta recuerda Ex 2,14 aunque en contextos diferentes; o quizás el hecho que Jesús se resiste a ser visto como un rabino más que interpreta la ley, sino que se sitúa frente al problema de la justicia a un nivel más profundo, al respecto él tiene una misión más importante que cumplir que dar dictámenes para casos particulares.

-El entrar en competencia con los demás motivado por la envidia (por ejemplo: “si fulano(a) tiene esto, yo también lo quiero, y ojalá mejor”);

Y procede a descubrir lo importante: cuidar el corazón de la codicia, de creer que los bienes materiales lo dan todo y satisfacen la vida, eso no sirve para el Reino. (1) Enuncia un principio de vida: “Guardaos de toda codicia” (12,15); (2) Cuenta la parábola del “rico insensato” o “del mal planificador” (12,16-20); (3) Hace aplicación de la parábola: “Así es el que atesora riquezas para sí, y no prospera en orden a Dios” (12,21). La “codicia”, como lo sabemos por el evangelio de Mc 7,22, habita el corazón del hombre: “Del corazón del hombre salen las codicias”. Jesús utiliza una palabra fuerte. Se refiere expresamente a “todo tipo de codicia”. La “codicia” (en griego “pleonexía”: “pleon”=abundancia, “exo”=tener o retener) pertenece a la realidad humana interna del “deseo de tener siempre más”, es la “avidez”. Podría describirse así: (a) De fuera hacia dentro: consiste en encontrar placer en el “llenarse” de cosas, con tres habituales manifestaciones: -El deseo compulsivo de llenarse de cosas

-El placer de exhibir lo que se tiene con el fin de obtener una nueva ganancia: la felicitación y la envidia de los otros. (b) De dentro hacia fuera: se percibe en la tacañería o avaricia de aquel a quien le duele compartir. En otras palabras, la persona se vuelve “mezquina” (lo contrario de 2 Corintios 9,5) y avara, casi incapaz de ser generosa. Es interesante ver cómo Jesús desciende hasta la raíz del pecado que degenera la vida y hace tanto daño en la familia, en la sociedad y en el mundo. “Porque, aún en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes” (12,15b). El rico de la parábola es un avaro y codicioso que en los repetidos «mi»: graneros, cosechas, alma que pronuncia deja claro que sólo vive para él y esta poseído por el afán de poseer y retener, por eso una voz de fuera, una voz que nunca escuchó de pronto revela lo inútil de su vida egoísta y le anuncia su final irreversible morirá pobre y sólo, sin llevarse nada, era pobre ante Dios, no había vivido para los demás, no había hecho nada por ellos, nunca le importaron. Que no nos pase lo mismo pues no sabemos cuándo se nos dirá: “Necio,esta noche se te va exigir tu vida”. (12,20)

Radio Católica ahora con 30 mil watts de potencia


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.