Las novenas, o novenario es una costumbre muy
antigua que tiene sus raíces en la época colonial. Se
utilizaba como un elemento más para la evangelización a
los indígenas y preservar el fervor religioso. La novena forma
parte importante de las costumbres religiosas de los católicos y
se dedican a la Virgen María o a algún santo. Su nombre proviene
precisamente porque durante nueve días, generalmente de
noche, los vecinos se reúnen para rezar el Rosario y entonar
cantos de alabanza y súplica.
Pero fue San Francisco de Asís quien en realidad impulsó la
devoción al Niño Dios, cuando en el año de 1224 celebró una
devota y pintoresca Navidad en Greccio, un pueblecito de la
Umbría. Instaló rústicas imágenes de la Sagrada Familia en un
pesebre, donde un asno y un buey descansaban y ante ellos el
mismo cantó el Evangelio de la Natividad.