Hoja dominical (17-11-13)

Page 1

A los cuatro vientos

XXXIII Domingo ordinario 17 de noviembre de 2013 Suplemento del Full Dominical

DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA

A

los sacerdotes –y lo mismo me ocurre como arzobispono nos gusta mucho tener que hablar de necesidades económicas de la Iglesia y apelar a la generosidad de los fieles. A nadie le gusta pedir y no lo haríamos si no fuera una necesidad. Como se necesitan medios, para cubrir unos gastos indispensables, la Iglesia ha establecido, para el tercer domingo de noviembre, una jornada llamada «Germanor» o «Día de la Iglesia Diocesana» en el que se hace un llamamiento para que sea posible mantener con dignidad a las personas y lugares de culto. También para poder seguir prestando el impagable servicio a los más necesitados, a través de organizaciones como Cáritas o Manos Unidas. Y para conservar el patrimonio, fruto la mayoría de veces de generosas donaciones, de cuyo mantenimiento somos responsables. En esta jornada los fieles aportan donaciones para que sean distribuidas de acuerdo con las necesidades de conjunto de nuestra Archidiócesis. Esta actividad de solidaridad entre fieles de distintas circunscripciones parroquiales o territoriales se ha mantenido desde los comienzos del cristianismo. Se basa en que en una actitud cristiana no cabe el egoísmo ni individual ni de grupo. Basta leer las cartas de san Pablo a las Iglesias para ver con que ánimo afronta pedir a unas que ayuden

donación a la medida de lo que podemos entregar y del amor que tenemos a la Iglesia diocesana. No pensemos, sin embargo, que esta jornada de «Día de la Iglesia Diocesana» tiene un significado únicamente práctico de lograr unos medios económicos que permitan cada vez más la autofinanciación de la Iglesia. Es también signo de unidad. Como dice san Pablo en la primera carta a los Corintios (10,17) «nosotros, que somos muchos, debemos llegar a ser un solo pan, un solo cuerpo». a otras que se encuentran en mayor necesidad, estableciendo un modo de vasos comunicantes en los que la dignidad humana nunca quede afectada por falta de recursos, y sea garantizada siempre entre los discípulos de Cristo. En los Hechos de los Apóstoles (11,2930) san Lucas subraya la comunión entre la Iglesia de Antioquía, más rica, y la de Jerusalén, más pobre. Dice: «Los discípulos determinaron que cada uno, según sus posibilidades, mandara una ayuda a los hermanos que vivían en Judea. Lo hicieron enviándola a los presbíteros a través de Bernabé y Saulo». La aportación, en aquel tiempo y también ahora, debe ser proporcionada «a cada uno según sus posibilidades». Esta es la medida de la generosidad. No se trata de una propina, sino de una

Con la seguridad pues de que comprenderéis bien el sentido de esta jornada, os animo a vivirla en unidad y generosidad con todos nuestros hermanos en Cristo.

† Jaume Pujol Balcells Arzobispo metropolitano de Tarragona y Primado


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.