ARTE PREHISPÁNICO

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ARTE MEXICANO: LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS DE MESOAMÉRICA. La importancia de los códices y su simbología gráfica. Escultura mexica y análisis de la escultura Coatlicue. Autora: Lic. Rosa Ma. Alfonseca Arredondo. Profesora de Artes Plásticas del Instituto de Educación Media Superior del D.F. Plantel Josefa Ortiz de Domínguez Contacto: alfonrosa@hotmail.com Información sobre los períodos preclásico, clásico y postclásico. Autora: Lic. Aída Menchaca Ramírez. Profesora de Artes Plásticas del Instituto de Educación Media Superior del D.F. Plantel Salvador Allende. Contacto: aidamenchaca@gmail.com

Propósito:

Descriptores:

Conocer el desarrollo general de las artes plásticas en las culturas mesoamericanas, a través de una revisión de sus principales aspectos artísticos y culturales 1. Culturas de Mesoamérica (olmeca, teotihuacana, maya, tolteca y mexica). 2. Artes plásticas (dibujo, pintura, escultura, cerámica y arquitectura). 3. Códices. 4. Análisis iconográfico e iconológico (Coatlicue).


ÍNDICE

Pág.

Diversidad de las culturas.…………………………………………… 3 Las grandes civilizaciones………………………………………......... 3 El período preclásico …………………………………………………...4 La cultura olmeca Arte olmeca Arquitectura. Escultura. Cerámica. El período clásico.........……………………………………………..........7 La cultura teotihuacana Teotihuacan. Arquitectura. Pintura. Escultura y cerámica. La cultura maya Arquitectura. Dibujo y pintura. Escultura y cerámica. El período postclásico …………………………………………………16 El arte tolteca Arquitectura. Escultura. El arte mexica Escultura. Análisis de la escultura “Coatlicue”. La importancia de los códices y su simbología gráfica....................25 Síntesis de los elementos comunes a todas las culturas Mesoamericanas……………………………………………………….. ….. 28

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Diversidad de las culturas En la América antigua había cazadores de bosques fríos, como los algonquinos del Canadá, que necesitaban raquetas para desplazarse sobre la nieve. Los grupos de la Patagonia fabricaban canoas de corteza de haya y en ellas emprendían la pesca del mejillón y la caza de la foca, el pingüino y el delfín. Los cazadores recolectores de las llanuras de Norteamérica vivían en enormes tipies que llevaban a cuestas cuando movían su campamento. Los agricultores del Amazonas construían verdaderas ciudades de troncos y hojas de palma y peleaban hasta la muerte para defender las franjas de tierra cultivable en las riberas. En algunas regiones de América, las aldeas crecieron gracias a la abundancia de recursos, y las tribus fueron aglutinándose en sociedades más complejas. Aparecieron los reyes, los guerreros, los artistas al servicio de la corte, surgieron la arquitectura monumental y las ciudades: hubo civilización.1

Las grandes civilizaciones Se distinguen tres grandes civilizaciones prehispánicas en el continente americano: la civilización Mississipi, la mesoaméricana y la civilización andina. Mesoamérica ocupó la mitad del sur de México y parte de Centroamérica (Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica) y será el principal motivo de nuestro estudio. Mesoamérica dentro del territorio mexicano, se divide para su estudio en varias regiones que se distinguen por tener diferentes características geográficas:

1. Occidente de México (Guerrero, Michoacán, Colima, Nayarit, Jalisco). 2. Altiplano Central (Teotihuacan, Tula, Tenayuca, Tenochtitlan-Tlatelolco, Malinalco, Xochicalco, Cholula). 3. Costa del Golfo (Veracruz, Tamaulipas). 4. Oaxaqueña (Oaxaca). 5. Sureste de México (Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo). 1

Pablo Escalante Gonzalbo. El arte prehispánico.México: CONACULTA. Col. Tercer Milenio, 2000, pp. 4-5

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De acuerdo con los estudios arqueológicos, sabemos que el proceso de civilización de los pueblos indígenas del México prehispánico cubre un largo período que abarca alrededor de 3000 años y se divide en tres horizontes o etapas culturales:

El Preclásico, de 2500 a.C. a 200 d.C. época que se identifica por el arte olmeca y las expresiones campesinas aldeanas. El Clásico, de 200 d.C. a 900 d.C., que es el período de mayor florecimiento del arte, corresponde a la época de las ciudades y el urbanismo. El Postclásico, de 900 a 1500 d.C., que es el período terminal donde el refinamiento y la expresión plástica están relacionados con el dominio de los militares en la sociedad y con el impacto de los cultos guerreros.

El período preclásico El periodo preclásico o formativo es el más largo de la historia prehispánica y marcó la etapa en al que se manifiestan los rasgos específicos de Mesoamérica. Es un período de formación de las ideas y costumbres en torno a las creencias y costumbres religiosas y de agitados procesos sociales, tecnológicos y económicos, que fueron fundamentales para el surgimiento de las grandes civilizaciones mesoamericanas. La principal cultura de esta etapa es la olmeca.

El acróbata. Tlatilco. Preclásico. La cultura olmeca Fue la primera civilización que surgió de este proceso, es por eso que es llamada la “cultura madre”. La palabra olmeca significa “habitante de la región del hule” y se encontraron asentados principalmente en la región comprendida entre Veracruz y Tabasco; sin embargo, los rasgos de su cultura se extendieron por las regiones de Guerrero, Chiapas, Oaxaca, el Altiplano Central, la Costa del Golfo de México. Las características culturales que permitieron la conformación de los olmecas como grupo y su posterior expansión fueron: Ejercieron la centralización del poder regional. Utilizaron artesanos especializados. Desarrollaron la parafernalia ceremonial. Practicaron la importación y exportación de productos a muy larga distancia destinados sobre todo a la elite social.

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Arte olmeca. El arte olmeca crea los atributos estilísticos que posteriormente tuvieron influencia en todas las regiones de Mesoamérica, estos son: El jaguar quizá fue el principal animal totémico que representaba a la tierra y el inframundo.

Tanto en la escultura como en la cerámica, aparecen ciertos rasgos que sirven para identificar las representaciones olmecas: Cejas flamígeras. La mancha del jaguar. Ojos de forma almendrada. Hendidura en “V” arriba de la frente. Comisura de los labios hacia abajo. Uso de garras y colmillos.

La serpiente se incorpora a las representaciones de forma envolvente y comparte rasgos felinos.

Arquitectura A partir del 1200 a.C. aparecen los más antiguos centros ceremoniales planificados que se conocen en Mesoamérica. Situados generalmente en islas –o en elevaciones del terreno que se transforman en islas durante la temporada de lluvia- los centros ceremoniales de esta época son plataformas y basamentos hechos de tierra compacta o, en algunos casos, de adobe o bloques de arcilla secados al sol. No quedan huellas de los templos o palacios que debieron levantarse encima de los montículos, pues quizá fueron hechos con materiales perecederos.

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Escultura Los olmecas esculpieron monumentales cabezas de piedra basáltica o volcánica, que miden entre 1,5 y 3 metros de altura, y que son de una hechura magnífica. También hicieron altares rectangulares macisos y estatuas que representaban figuras que combinaban la figura del hombre con el jaguar. El jaguar fue una figura central en la religión olmeca y probablemente se relacionaba con el poder de los soberanos. Trabajaron piedras duras, compactas y semipreciosas para sus tallas pequeñas y en las que son notables tres tipos de conjuntos: Las figuras compuestas.- que combinan rasgos humanos mezclados con distintas especies animales, así como otros de tipo fantástico e imaginados. Las figuras de animales. Las figuras humanas.

En la escultura olmeca destaca el manejo de los ritmos internos de la forma cerrada, evidente en los salientes y hundimientos de la masa que se recogen creando una unidad plástica en el predominio de las formas redondeadas que cubren la estructura geométrica, derivando en una justa proporción de las representaciones.

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Cerámica La cerámica olmeca se caracteriza por los vasos escultóricos de forma cilíndrica, los platos de fondo plano y las ollas globulares de cuello recto. Las piezas fueron decoradas con motivos grabados o raspados y con figurillas antropomorfas, algunas con cara de niño. Se han encontrado piezas macizas que fueron modeladas a mano y otras que son huecas.

El período clásico Es un periodo de refinamiento y difusión de la cultura, caracterizado principalmente por la construcción de grandes ciudades y de la consolidación de los rituales que se fundamentaban en un sistema dualista de pensamiento, es decir, los hombres y mujeres de Mesoamérica entendieron su sentido de existir a través de una visión en la que el cosmos es una lucha antagónica de fuerzas creadoras y destructoras y dentro de la cual el hombre, como ser finito, se encuentra inmerso y. dependiente. Es por ello que el arte se encuentra lleno de simbolismo, sin embargo, es necesario entender que los objetos producto de este arte, no representan algo en concreto, sino que son un medio, un Calzada de los Muertos. Teotihuacan. Clásico.

vehículo de comunicación que, a través de la imaginación, conectan al hombre con el universo. Por lo tanto, podemos decir que el arte está destinado a la meditación

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especulativa y donde la misión del hombre es preservar la vida mediante el sacrificio ofrecido a los dioses. Las principales culturas de esta etapa son numerosas, abarcando prácticamente todos los confines de Mesoamérica, pero estudiaremos solamente las dos más destacadas: la teotihuacana y la maya.

La cultura teotihuacana Al momento de la conquista española, habían transcurrido casi mil años desde el ocaso de Teotihuacan, y la gran metrópoli seguía siendo tema de leyendas y un lugar sagrado. Es común pensar en Teotihuacan como centro religioso y destacar la grandeza de sus pirámides, sin ser errónea, esa visión es incompleta: Teotihuacan fue también una gran ciudad, con miles de habitantes, fue un centro artesanal impresionante y una potencia comercial. Teotihuacan fue heredera de la cultura olmeca y tardó 400 años en convertirse en el asentamiento más importante de Mesoamérica, el final de su hegemonía supuso la reestructuración de toda la región excepto Oaxaca, La Huasteca, el Tajín y la Sierra Gorda de Querétaro. Teotihuacan

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El centro ceremonial fue trazado acorde a un eje Norte-Sur denominado “Calzada de los Muertos”. Las pirámides del Sol y de la Luna se edificaron cerca de cavidades naturales. En el caso de la Pirámide del Sol, sabemos que hay una cueva directamente bajo su vértice. En el recinto ceremonial que hoy conocemos como Ciudadela, se levantó la plataforma de Quetzalcoatl, que fue decorada con el trabajo escultórico más rico de la ciudad. En sus tableros podemos ver repetidas veces la figura de la serpiente emplumada. El crótalo y el cuerpo de la serpiente se representan de perfil, mientras que la cabeza se vuelve hacia el espectador y lo mira de frente. Cada serpiente trae a cuestas un tocado con la forma de la mitad superior de la cabeza de un reptil, se trata de Cipactli, primer signo del calendario mesoamericano. Algunos estudiosos suponen que la plataforma de Quetzalcoatl se refiere al mito mesoamericano del origen del mundo: en el principio, cuando sólo había agua y un gigantesco reptil, Quetzalcoatl y Tezcatlipoca pelearon, y en su lucha dividieron en dos a ese animal. Así quedaron formados los mundos superiores e inferiores desde los cuales los dioses viajarían a la tierra para generar vida. Quetzalcoatl se irguió con su cuerpo de serpiente emplumada y formó un poste para vincular la tierra con los otros mundos, con el fin de que empezara a transcurrir el tiempo. Existen otras leyendas, por ejemplo, para los mexicas, Teotihuacan era el lugar donde se crearon los dioses donde se levantaron o hicieron los señores. A este respecto la leyenda del Quinto Sol relata que los dioses creadores se juntaron en Teotihuacan, cuando aún no había hombres en el mundo ni Sol que los alumbrara y determinaron que uno de ellos se sacrificara para convertirse en Sol. Los dioses se ofrecieron al sacrificio de arrojarse al fuego sagrado construido para tal fin. Tecuciztécatl, dios arrogante y rico, perdió el valor en el momento de lanzarse al fuego, y Nanahuatzin, el dios humilde y enfermo, dio un gran salto hasta el centro del brasero divino y alzó una gran llamarada. Avergonzado, el dios rico se arrojó a la hoguera después, y ambos se convirtieron en astros que brillaban sobre el cielo. Los dioses, indignados por la osadía de Tecuciztécatl, lo golpearon con un conejo, cuya silueta quedó plasmada en la faz del astro que ahora llamamos luna. Es muy posible que esta leyenda hiciera que los aztecas denominaran como monumentos al Sol y a la Luna a las grandes pirámides abandonadas durante varios siglos antes de su llegada. Después de concluidas las mayores obras religiosas, el esfuerzo constructivo se centró en la edificación de la ciudad. Hubo conjuntos habitacionales multifamiliares que usaría más del 90 por ciento de la población, estos conjuntos estaban construidos sobre piedra, cal y arena y recubiertos con estuco y pinturas. Cada uno de ellos tenía un sistema de drenaje

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que permitía desalojar el agua pluvial de los patios y llevarla a un colector central. Éste, a su vez, desembocaba en el río hoy llamado San Juan. Arquitectura El talud y el tablero son dos elementos arquitectónicos que fueron utilizados en las Pirámides de Teotihuacan, a diferencia de las egipcias, las pirámides son escalonadas y se dividen en cuerpos horizontales que sirven de plataforma para un templo en la parte superior. Su diseño geométrico, en forma cuadrada, es expresión de una naturaleza dominada, de lo armonioso e inmutable. Pero lo más relevante de su estructura es que son símbolo de los cerros o montañas, consideradas la morada del agua y el centro de la tierra.

Pintura Los colores formaban parte del lenguaje simbólico de los pueblos mesoamericanos, tanto en vasijas, edificios, murales y códices. En el caso de Teotihuacan la elección de los colores, con predominio del rojo y los tonos ocre, indicaban la relación del hombre con el cosmos. Los edificios eran pintados tanto exteriormente como interiormente, respecto a esto último cabe destacar el trabajo de la pintura de muros o murales al fresco. Los frescos de Teotihuacan guardan relación con temas religiosos, pero también con la naturaleza como parte de la vida misma. Los elementos característicos de las imágenes son las montañas, los ríos y sitios con agua abundante, además de animales terrestres y marinos. Una característica de las figuras es que no tienen sombras ni perspectiva. Los elementos más lejanos se situaban en la parte superior del dibujo. En los murales aparecen conceptos

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como el Tlalocan, paraíso de Tláloc, dios del agua y de la lluvia y el símbolo del quetzal y el jaguar.

Los tintes que usaban eran naturales, derivados de piedras como la hematita, limonita, goetita y malaquita, se combinaban con baba de nopal para tener mayor adherencia a la base de cal y arena de cuarzo con que se recubría la piedra.

Tlalocan

Escultura y cerámica Se dividió en dos categorías, la ritual y la de uso cotidiano. En la ritual destacan las máscaras talladas en piedra y la cerámica que presentaba figuras de sacerdotes.

Para el uso cotidiano se modelaban en arcilla jarras con base plana y asideras, vasos cilíndricos de tres pies y tapadera cónica, braseros y diversas vasijas decoradas con pintura e incrustaciones.

Brasero

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La cultura maya

Chichén Itzá. Observatorio.

A partir del año 600 d.C. cuando Teotihuacan se acerca a su ocaso, los mayas inician una actividad constructiva sin precedentes: nuevos centros florecen y surgen recursos inéditos en arquitectura, pintura y escultura.

Los mayas aprovecharon el acervo cultural heredado de los pueblos mesoamericanos anteriores. Fueron grandes matemáticos y astrónomos, lo que les permitió medir con exactitud el año solar, empleando para ello un sistema vigesimal; tuvieron calendarios rituales y solares, predijeron los eclipses lunares y conocieron la rotación de Venus. También fueron grandes arquitectos, dibujantes, pintores y escultores, pero también grandes guerreros. Todas las ciudades mayas cuentan con inscripciones jeroglíficas talladas en piedra que celebran victorias militares. La guerra fortalecía el poder de los soberanos, y quizá fue uno de los factores que acabaron con la cultura maya clásica, aunque las causas de este colapso siguen siendo objeto de estudio hasta el momento. Las principales ciudades fueron Petén y Tikal, en la actual Guatemala, pero al pasar del tiempo se construyeron ciudades periféricas con mejores posibilidades de participar en circuitos mercantiles, ejemplo de esto son las ciudades de Chichén Itzá en lo que hoy es Yucatán, y la ciudad de Palenque, en Chiapas.2

Tikal

Arquitectura La arquitectura maya tuvo influencia del altiplano por la utilización del talud y el tablero, así como en el uso de relieves escultóricos.Sin embargo, tiene características únicas y contiene muchas variantes según la región a la que corresponda, El modelo constructivo básico consta de una base, un paramento inferior y otro superior y, a veces, una crestería. Cada uno de estos componentes se articula a través de molduras salidas, las cuales 2

Ibidem. pp.16-17; Historia del arte mexicano. Arte Precolombino, México:Emán,2006,pp.7-20,24-27.

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dividen la fachada en una serie de franjas horizontales. Al interior, los cuartos son relativamente pequeños cubiertos de arcos y falsos arcos, que recuerdan una V invertida de los techos de paja que seguramente fueron su antecedente más remoto.3

Crestería (detalle del Templo del Sol). Palenque.

Templo del sol. Palenque.

Arco en V invertida. Tumba del rey Pakal.

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George F. Andrews. “Arquitectura Maya” en SEP/INAH,1998, pp.196-197

Antología de Arqueología Mexicana. Vol. II. México:

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Dibujo y pintura Nuevamente, destacan los murales al fresco realizados en zonas como Bonampak, Chichén Itzá, Tikal, Yaxchilán, etc. Así como su utilización en vasijas y códices. Lo que resulta más atractivo y diferente de esta pintura es la utilización del dibujo en las figuras. Es un dibujo que trata de dar calidad realista o naturalista a la forma. La línea no es recta sino curva y describe por medio de sus diferentes grosores y efectos de textura, rasgos emocionales y mayor plasticidad a los cuerpos.

Pinturas de Bonampak

En cuanto a los colores, eran utilizados en las figuras de forma plana, sin crear un efecto de volumen y podían o no tener un valor simbólico. A veces, el colorido del fondo de la escena es liso, como para recrear un espacio amorfo y sobre natural, o puede mostrar diseños para dar una connotación naturalista del espacio terrenal.

Escultura y cerámica Técnicamente utilizaron la talla en piedra y el modelado en arcilla. La importancia de los diversos objetos escultóricos y de cerámica se las dio los fines para los que se empleaban. Las inscripciones jeroglíficas de los monumentos o dinteles de piedra, eran relieves tallados que narran las guerras entre los miembros de las alianzas, muestran los tipos de relaciones que

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establecían las familias de nobles –mediante matrimonios, por ejemplo- y consignan acontecimientos políticos, como los ascensos al trono, festejos y rituales. La cerámica pintada era utilizada para ofrendas funerarias y su iconografía incluye temas del inframundo. Había otra cerámica que contenía temas de la vida cotidiana, por ejemplo, platos donde se representan escenas que tienen lugar en recintos elegantes, donde personajes nobles se encuentran reunidos para comer-,. Estas vasijas tenían un valor de cambio y eran hechas por encargo para servir como regalo para recibir algún favor. De esta manera, el dueño de la vasija la utilizaba como símbolo de posición social y como muestra de vínculos políticos.

Gracias a su carácter de “moneda social” la cerámica policroma se desarrolló ampliamente, lográndose imprimir en ella estilos pictóricos distintivos, narraciones originales de historias y mitos y textos jeroglíficos con los nombres de nobles y, a veces, del artista mismo.4

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Dorie Reents-Budet. “Cerámica Maya” en Antología de Arqueología Mexicana. Vol. II, México: SEP/ INAH, 1998, pp.226-227.

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El período postclásico Desde el 700 d.C. grupos guerreros procedentes del norte de Mesoamérica, probablemente de lo que ahora es Guanajuato y Zacatecas, empezaron a llegar a Tula. Para el 900 d.C. los toltecas construyen su ciudad definitiva y estaban preparados para establecer alianzas con los nonoalcas, los cuales eran portadores de la antigua y prestigiosa tradición teotihuacana. Ambos grupos, construyeron el señorío más poderoso de la Meseta Central en su momento. A pesar de la inestabilidad que permeó a casi toda Mesoamérica después de la caída de Teotihuacan, existió una hegemonía fundamental en todos los señoríos del Postclásico: sustentaban las mismas instituciones políticas, tenían las mismas ideas religiosas, reconocían los mismos símbolos y registraban los acontecimientos con el mismo lenguaje pictográfico.5 5

Pablo Escalante Gonzalbo. Op.cit.,pp. 32,34.

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Tula cae como gran centro urbano y cultural hacia 1100 d.C. pero el fenómeno de nahuatlización (se denomina así porque hablaban nahuatl) que promovió perduró por todas las culturas siguientes hasta la llegada de los españoles.

El arte tolteca. Tula fue una ciudad que llegó a tener cerca de 100 mil habitantes, con una gran actividad comercial y donde la presencia de seis canchas de juego de pelota nos habla de la importancia que tuvieron allí los rituales guerreros. Aunque su influencia no fue tan vasta como la teotihuacana, el comercio llevó a los toltecas a Sinaloa y noreste de Estados Unidos hacia el norte y hasta Yucatán en el sureste de México. La iconografía de Tula permite conocer un giro trascendental que operó en la cultura mesoamericana después de Teotihuacan: el guerrero está ahora en el centro de la actividad política, religiosa y comercial de la cultura. La época tolteca se asocia a otras tres ciudades: Xochicalco, Cholula y Cacaxtla; en las tres es notable la representación de órdenes militares en la pintura, escultura y cerámica.

De las innovaciones del arte tolteca se destaca lo siguiente: Arquitectura La arquitectura monumental tolteca aportó nuevos elementos como las amplias techumbres planas sostenidas por columnas. También construyeron el Tzompantli, importante edificación destinada a exponer los cráneos de los sacrificados, y los basamentos de planta circular dedicados a Quetzalcoatl, deidad que los toltecas adaptaron de culturas anteriores y adoraron como el dios del planeta Venus -el lucero del alba-, por lo que recibió el nombre de Tlahuizcalpantecuhtli.

Tula. Guerrero-Coyote.

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Templo de Tlahuizcalpantecuhtli.

Escultura Las figuras conocidas como “atlantes” o cariátides son características de la escultura tolteca, representan a Tlahuizcalpantecuhtli en pie, como guerrero celeste, con los brazos colocados verticalmente sobre su cuerpo y empuñando en su mano derecha un átlatl o lanza dardos y haz de flechas en la otra. Otro elemento característico de los atlantes es el escudo en forma de mariposa que llevan en el pecho. Este escudo representa un símbolo mítico, ya que la mariposa o papalote es una de las manifestaciones de Quetzalcoatl (la otra manifestaciones es la de una serpiente emplumada). Además, estas esculturas eran pintadas de diversos colores. Otra figura original de la cultura tolteca fue el Chac-Mool, una especie de sacerdote de piedra, reclinado que sostiene una ofrenda en sus manos.

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Chac-mool.

Cariátide o Atlante.

El arte mexica Los diversos señoríos que se consolidaron después del abandono de Tula, a finales del siglo XII, buscaron su identidad a través de estilos cuyo lenguaje visual les diera un reconocimiento comunitario. Este proceso se inició con la migración de grupos conocidos como tribus nahuatlacas, es Códice Boturini o Tira de la peregrinación. Salida de los aztecas decir de habla desde Aztlán y su llegada a Colhuacan donde encontraron a náhuatl, cuyo Huitzilopochtli. origen es el mítico Aztlán-Chicomostoc en el año “uno pedernal” (1116 d.C); estos grupos llegaron a la cuenca del Altiplano central hasta que lograron, por concesión de Tezozómoc, señor de los tepanecas, cuya capital era Azcapotzalco, asentarse en el cerro de Chapultepec en 1280. Los recién llegados se encontraron con señoríos acotados territorialmente con celo, escases de tierras por presiones demográficas, de producción, tributarias y soberanía política. Tal escasez y presiones alentaban con frecuencia guerras. Los mexicas, tuvieron que adaptarse a estas condiciones y crecer aprovechando los recursos naturales que tenían a

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la mano, tras algunas décadas de conflicto y sujeción al señorío de Colhuacán logran ganar un islote dentro del gran lago y con trabajos de guerra y construcción convertirían este en el territorio sobre el cual fundaron Tenochtitlan en 1325.6 Los mexicas sintetizaron los logros y aportaciones de los pueblos que antecedieron, sintieron veneración por Teotihuacan e imitaron algunos rasgos de su arte, buscaron objetos entre las ruinas de aquella metrópoli para enterrarlos como ofrendas en Tenochtitlan. De Tula tomaron elementos como el Tzompantli, el chac-mool y las banquetas de piedra con filas de guerreros. Pero nada de ello fue obstáculo para que los mexicas crearan un arte propio, que puede denominarse como imperial, ya que debía coadyuvar a garantizar el control de las rutas comerciales, ejercer la presión militar y defender sus intereses, a la vez que mantener los rituales sagrados. De este arte propio lo más destacado por diversidad, riqueza y maestría en la talla fue la escultura en piedra. Escultura Las conquistas aztecas aseguraban constantes tributos y proveían de hábiles artistas, formidables escultores, que eran llevados a la capital a trabajar y a entrenar como aprendices. En la escultura en piedra encontraron un campo artístico a la medida de su temperamento; la hubo tanto monumental y pequeña. Para la monumental utilizan la piedra basáltica, para la pequeña también se usó ésta además del barro, la obsidiana, jade, onix, etc. En la escultura exenta se incrustaban turquesas, coral,

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José Lameira Olvera. “La guerra en el México antiguo” en Antología de Arqueología Mexicana. Vol. I, México:SEP/INAH, 1997, pp.29.

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concha y otros materiales para darle mayor realismo y realce a sus piezas. Asimismo, trabajaban la madera y el cristal de roca. Cuando descubrieron la metalurgia, la utilizaron sobre todo en la joyería. La escultura de relieve estuvo integrada a la arquitectura (dinteles, alfardas, tableros, paramentos, taludes, altares y frisos), en la mayoría de los casos se trataba de relieves pintados.

En cuanto a su forma hay cinco tipos de escultura azteca: Antropomorfa = forma humana Zoomorfa = forma animal Fitomorfa = forma vegetal Teomorfa = forma de dioses Ceremonial = cuchillos, altares, anillos de juego de pelota, discos solares, piedras para el sacrificio, incensarios y urnas. Predominan las figuras que representan formas humanas, seguidas por la zoomorfa y fitomorfa en la misma cantidad y por último, las de uso ceremonial. La escultura mexica presenta temas que sobre todo tienen que ver con la concepción cósmica y vital del universo, es decir su mundo religioso, a ésta se le denomina teomorfa o teomórfica y está constituida por las representaciones simbólicas de las deidades, las cuales tienen muchas veces formas humanas. Las características formales de la escultura teomórfica son: 1.- Abstracción de la forma y realismo en el detalle. 2.- Expresan gran dramatismo. 3.- Maneja ritmos internos de forma cerrada. 4.- Tendencia a curvar la superficie. 5.- Se mantienen hieráticas, sólo logran animarse en algunas piezas excepcionales, como la dramática versión de Quetzalcoatl o la mística de Xochipilli.

Vasija polícroma. Tláloc

Xochipilli.

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“La Coatlicue mayor”. Piedra. Museo Nacional de Antropología e Historia.

Análisis de la escultura “Coatlicue”. COATLICUE “Nada como lo espantable y terrible para despertar en el hombre el sentimiento de solemnidad y grandeza”

Salvador Toscano

Los dioses del México antiguo son encarnaciones de las fuerzas de la naturaleza, como ellas, son terribles, destructores y a veces, demoniacos. Los dioses son horripilantes, son grandes, no son bellos. Sus imágenes no pretenden provocar emoción estética, sino furor religioso, ese que arrastra al hombre hacia la piedra de los sacrificios. Representar a las deidades como hermosos seres humanos sería acercarlas a lo terrestre, sustraerlas de la esfera divina, privarlas de aquellas fuerzas mágico-míticas que las distancian de la realidad humana. Coatlicue es el monumento sublime y terrorífico que la imaginación religiosa de los aztecas concibe, en ella se amalgaman varias deidades y además una constelación celeste. Composición: Los principales elementos que la componen son a base de un eje vertical, dispuestos en perfecta simetría, el tronco, del que sobresalen los brazos doblados, se divide en cuatro zonas de iguales proporciones bien marcadas por horizontales a distintos niveles, cada una correspondiendo a las piernas, la falda de serpientes, el tórax y la masa

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bicéfala. De su forma cruciforme en la zona superior, se desprende la sensación de aplomo, de solidez y su sentido monumental. Iconografía∗: Es en su totalidad, la figura es la de un ser humano, una mujer una mujer, en las que algunas de sus partes corporales se ven sustituidas por otras propias de la serpiente. Así, en Coatlicue hay una referencia a la forma general del cuerpo humano y puede decirse que tiene pies, piernas, tórax, pecho, espalda, brazos y cabeza, pero sustituidos por elementos simbólicos que debieran ser pies son garras de águila con cuatro grandes uñas, sobre las cuales sendos pares de ojos parecen ver hacia lo alto. En vez de cabeza tiene dos serpientes que juntan sus hocicos. Cuatro cabezas de águila o de serpiente cubren parcialmente los brazos, dos serpientes por manos y por falda serpientes colgantes. Hay una substitución de las formas naturales por otras expresivas y simbólicas, que de hecho tal substitución se encuentra desde las más arcaicas expresiones del México antiguo. Iconología∗. La concepción cruciforme de Coatlicue está relacionada con las direcciones cardinales y éstas a su vez con los dioses creadores de la antigua tradición que los mexicas absorbieron. La referencia al cuerpo humano significa la estrecha vinculación de la existencia humana con el mito cósmico sagrado. La ofrenda suprema de la vida para el mantenimiento de los dioses. Las dos enormes garras de los pies son de águila, lo que la pone en relación con el dios solar, manifestación de Huitzilopochtli. El sol Tonatiuh era comparado con el águila que cae y muere y es recogida otra vez por la tierra, asimismo, las garras de águila significan que la diosa también es guerrera. La gran serpiente colgante entre las garras de Coatilicue, por el lado de enfrente significa otra manera de concebir la tierra, como un ente masculino fecundador, es un símbolo vital fálico y que se relaciona con Huitzilopochtli, que como Sol, también nace del vientre de madre, la tierra. En cuanto a la faldilla que cubre las piernas y que se compone de un cintillo con chapetones, fleco de plumas y cascabeles colgantes, forma parte de la indumentaria femenina de la diosa, pues las diosas aparecen siempre cubiertas por faldas. En la parte baja de la primera zona, hay suficientes símbolos para asegurar que se refiere al mito del sol que cae y muere diariamente, va a alumbrar al mundo de los muertos y es recogido de nuevo por la tierra. Más la tierra es diosa guerrera, a la vez que dios fecundador, así es la que hace brotar las legumbres y al mismo tiempo diosa de los alumbramientos, madre del Sol que es también guerrero. La faldilla está compuesta con cascabeles o sonajas mágicas que atraen o anuncian la lluvia, con lo cual se completa lo necesario para que tenga sentido de fecundidad. Se trata pues, de la tierra y del Sol, de la lluvia y de la fecundidad del movimiento astral y del mantenimiento de la vida, más todo ello mitificado y con principio guerrero como fundamental explicación del movimiento. Existe una clara diferencia entre las serpientes comunes de la falda y las del cinturón, estas últimas tienen turquesas y bandas de chalchihuites. El cinturón está formado por dos serpientes que dividen a la escultura en dos partes, y los de la falda por ∗

Iconografía: Estudio descriptivo de los temas, símbolos y personajes propios de cada cultura y que son representados en el arte. ∗ Iconología: Estudio de los atributos distintivos de la figuras alegóricas y su representación en el arte.

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serpientes entrelazadas, comunes a las otras. Las serpientes del cinturón representan a las dos deidades que dieron forma a la tierra y de la pareja divina, origen de la vida Ometecuhtli y Omecihuatl. Esta zona trata de los hombres, del género humano, nacido del principio dual original y vital, que dio forma a la tierra, pero también de la muerte a la que inflexiblemente está sujeta la vida humana. Sobre el tórax penden flácidos y exhaustos los pechos de Coatlicue, porque la diosa ha amamantado a sus hijos, los dioses y los hombres, pero también puede ser que la deidad esté revestida de una piel humana femenina, pues al centro de los pechos hay una pequeña curva hacia arriba y abajo descubriendo otra estructura interior que remata por una faja de chapetones. Esta piel o pellejo humano del que está revestida la relaciona con Xipe y el desollamiento de mujeres en relación con los ritos. En cuanto al collar, compuesto de manos alternadas con corazones humanos, y de cuyo centro cuelga un cráneo, sobre el ombligo, cubriendo parte del cinturón de serpientes preciosas, se relaciona con la actividad guerrera, que se hace con las manos y con los sacrificios necesarios para alimentar y mantener a los dioses con la sangre o chalchihuatl. El cráneo sobre el ombligo se refiere a lo más central y profundo de la tierra, allí donde habita Xiuthecutli, el dios del fuego. Las serpientes preciosas adornadas con bandas y ricas piedras que ocupan el lugar de las manos, tienen relación con el dios del oeste Tezcatilipoca blanco o Quetzalcoatl dios del aire y de la vida; y con Xolotl, su hermano gemelo, son las estrellas matutina y vespertina; y se refiere al mito de estos dioses cuando entraron al cuerpo de la tierra y la jalaron por las extremidades. La colocación suprema de la masa bicéfala y su doble forma, parece ser expresión de doble principio creador: masculino y femenino, Ometecuhtli y Omechihuatl, los señores de nuestra carne y de los alimentos, origen de la generación, padres de los cuatro dioses creadores, de otros y del mundo de los hombres, por tal motivo es idéntica por un lado y por otro.

Coatlicue es la deidad de la tierra en complejas relaciones con toda una serie de deidades y de mitos cosmogónicos y cosmológicos y con el género humano. Una mitología y mitogonía ambas divinizadas en relación con el hombre. Esta concepción cósmica consiste en la divinización del cosmos y no en la humanización de los dioses, por eso su expresión tuvo que ser abstracta y simbólica en el arte y no naturalista. Existe una distinción entre lo divino y lo humano, sin que por eso deje de haber una relación entre ambos. Los aztecas vivieron sus mitos como la última y verdadera realidad y eso le da a su cultura un profundo sentido espiritual, ellos crearon al objetivizar sus ideas, sus creencias y sus mitos en una forma emotiva, una obra de arte. Concibieron y creyeron en la tierra y en el Sol como guerreros, éste es el principio fundamental que explica el movimiento astral y la vida en relación con él. Es la lucha de los contrarios, pues Coatlicue es la fuerza cósmico dinámica que da la vida y se mantiene por la muerte en lucha de contrarios tan necesaria que su sentido último y radical es la guerra; de ahí la belleza dramática de Coatlicue, pues tiene un último sentido guerrero, de vida y de muerte y por eso es una belleza suprema, trágica y conmovedora.7

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Rubén Bonifaz Nuño. Museo Virtual de la Cosmogonía Antigua Mexicana www.bigbangmex.unam.com.mx, fecha de consulta 25 de mayo de 2008.

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Datos históricos. Coatlicue es una escultura monumental hecha en piedra basáltica, fue hallada el 13 de agosto de 1790, no lejos del Palacio Virreinal, pero debido a que los indios la reconocieron y acudieron a ella para venerarla, los españoles volvieron a enterrarla. En 1892, año donde por la celebración del IV centenario del Descubrimiento de América, regresó a la luz para ser exhibida en la Sección de México de la Exposición HistóricoAmericana de Madrid, de allí pasó al lugar en que hasta ahora permanece, el Museo Nacional de Antropología e Historia.

Códice Selden. Hecho en piel de venado doblada en forma de biombo. Presenta la genealogía de las dinastías locales de la cultura mixteca

La importancia de los códices y su simbología gráfica. Los códices mesoamericanos son memorias en imágenes de los pueblos indios. Constituyen una fuente histórica de primera mano en los que dejaron constancia de sus logros y avances culturales y científicos e informaron sobre multitud de aspectos, como las creencias religiosas, los ritos y ceremonias, la historia, el sistema económico y la cronología entre otros. Estos libros fueron pintados por el tlacuilo (el que escribe pintando), durante dos períodos distintos: post-clásico y colonial, a los primeros se les denomina precortesianos porque fueron escritos antes de la llegada de Hernán Cortés y a los segundos, post-cortesianos, fueron escritos por los viejos a petición de los frailes, éstos últimos han sido alterados en sus ideas originales debido al proceso de evangelización.

El material que utilizaron fue la piel de venado y el papel amate, se piensa que también usaron la hoja de henequén, aunque actualmente no se cuenta con algún ejemplar de este material. Los pigmentos con los que pintaban eran de origen vegetal, mineral y animal (cochinilla), los había en blanco y negro y a color.

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En cuanto a los códices precortesianos sólo han llegado hasta nuestros días los siguientes: tres mayas, trece mixtecos y nueve aztecas, los cuales son de distinto tamaño y varía el número de hojas de cada uno de ellos. Los nombres que llevan son casuales y casi siempre indican el lugar o el apellido de la familia que los tiene. De los postcortesianos se cuenta con varios ejemplares. Los diferentes asuntos (anales, genealogías, ciencias, calendáricos, ritos, ceremonias y predios) se distribuyeron por líneas guías de color rojo, solas o acompañadas de numerales. La lectura se hace de derecha a izquierda y en zig-zag y de abajo hacia arriba. Están escritos en forma jeroglífica, existiendo cinco diferentes tipos de jeroglifos: pictográficos, numerales, ideográficos, calendáricos y fonéticos. 1) Pictográficos Representativos de objetos, personas, dioses, etc., a éstos se les considera como la manera más primitiva de escritura. Los nahuas introdujeron una cierta esquematización que simplifica la pintura y ayuda a su rápida identificación. 2) Numerales Son los representativos de números. La unidad se representaba por un punto, otros tantos puntos representaban otras tantas unidades. A los grupos de cinco unidades les correspondía una barra. El número 20 tenía por signo una bandera (pantli) y para abreviar los números 5, 10 y 15 eran representados respectivamente por las tres cuartas partes, la mitad o una cuarta parte de la bandera. El 400 por una pluma y como el caso anterior, también aquí las tres cuartas partes, la mitad o una cuarta parte de la pluma servían para indicar 300, 200 ó 100 respectivamente. Para cantidades elevadas, aparecían dos o más símbolos, multiplicándose. Estos glifos representan los cuatro años del calendario. Xochicalc. Clásico.

Mediante este sistema resultaba fácil cualquiera de las cuatro operaciones fundamentales de la aritmética. Así pues, no son tan perfectas como las cifras arábigas, pero más claras y científicas que las de los números romanos.

3) Ideográficos Representativos de ideas, es decir, representaciones de conceptos metafísicos, tales como dios (teotl), simbolizado por un Sol, la noche, el día, etc., asimismo, la palabra se representaba por una voluta que sale de la boca de quien habla; el canto por volutas floridas. Los colores de las pinturas poseían también un simbolismo especial.

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4) Calendáricos Son los representativos de fechas, existiendo dos calendarios de origen náhuatl, uno para los días tonalpohualli. Con este se llevaba la cuenta de los destinos de los hombres y estaba formado por 13 semanas de 20 días, resultando un total de 260 días. Éste era una especie de calendario o almanaque adivinatorio, se habla de que con frecuencia tenía diferentes usos y aplicaciones, como en los cálculos relacionados con fenómenos celestes como eclipses, ciclos planetarios. Los tonalpohualli son libros en los que se puede leer la buena o mala ventura, augurios para conocer los días favorables y desfavorables; son a almanaques en los que se señala el nexo del hombre con el universo y de los hombres con otros hombres, su conexión social. El xiupohualli se utilizó para la cuenta de los años, estaba dividido en 18 meses por grupos de 20 días, lo que da un total de 360 días, a los que se añadían 5 días sobrantes, los famosos aciagos o nemonteni, y según Sahagún había determinados años con 5 nemonteni o algo semejante a lo que llamamos el bisiesto, de 4 en 4 años.

Códice Borgia.

5) Fonéticos Representativos de sonidos: silábicos y alfabéticos por medio de figuras de cosas, cuyos nombres son la base para representar varios sonidos que al unirse constituyen la palabra que se desea. A ésta se le denomina escritura rebus, así por ejemplo, para representar la palabra manómetro, bastaría con dibujar las figuras yuxtapuestas de una mano y un metro. Esta forma de escritura tiene limitaciones y problemas para su interpretación, acercándose al campo de los acertijos y pasatiempos. Los jeroglifos de este tipo son de carácter fonético o representativo de sonidos, por lo general silábicos, siendo ésta la más avanzada de todas las demás escrituras estudiadas hasta aquí. Ésta se empleó principalmente para representar nombres de personas y lugares.

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Para la mejor comprensión del códice el factor iconográfico (imagen) y el iconológico (logos-conocimiento) deben ser estudiados en su conjunto. Dice Sahagún: no percibir la anécdota, sino mirar lo simbólico

Síntesis de los elementos comunes a todas las culturas mesoamericanas. Artes Plásticas: a) Escultura y pintura Tanto la pintura como la escultura estaban integradas a la arquitectura, pero también había escultura exenta y pintura de códices y cerámica. La especialización en el tallado y pulido de piedras duras estuvo presente desde el período preclásico con la cultura olmeca, culminando hasta el postclásico de la era mexica. Adolescente. Huaxteca. Clásico.

Cabeza de guerrero. Maya. Palenque. Clásico.

Relieve de Yaxchilán. Maya. Clásico.

Hombre vestido de jaguar.

Cacaxtla. Clásico.

Detalle de frescos zapotecas. Zapotecas. Clásico.

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b) Cerámica Estaba hecha en barro y se empezó a quemar a la flama viva para su cocción, hasta que se construyeron los hornos. Había de tipo ceremonial, funeraria o vasijas para uso doméstico. Las técnicas utilizadas en la decoración fueron la incisión, el esgrafiado, raspado, policromía, bicromía y pastillaje. Brasero de Tláloc. Huaxteca. Clásico.

Guerrero. Maya. Clásico

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c)

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Vasija con tapa. Maya. Clásico.


Arquitectura Edificación de templos sobre basamentos escalonados. Uso del talud y el tablero. La arquitectura cumplía con funciones de habitabilidad y rituales integradas a un entorno urbano.

Preclásico.

El castillo. Maya. Clásico.

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d) Convenciones de las imágenes La figura de dioses y hombres se representaba en forma esquemática y de perfil, la pintura era plana; de tonos intensos y contrastantes, no utilizaban la perspectiva y para delimitar una escena de otra, usaban líneas rojas como separación. Cuando se trataba de un personaje de alto rango (ser humano o dios), su figura se agrandaba con respecto a las demás. Dibujo maya.

Dibujo mexica

Sociedad y religión: Cultivo del maíz, frijol, calabaza y chile. Elaboración de tortillas de maíz por medio del nixtamal. Uso del bastón plantador. Práctica de la agricultura en terrazas. Desarrollo de obras hidráulicas. Uso del algodón. Uso del juego de pelota. Desarrollo de distintos sistemas de escritura jeroglífica y pictórica. Elaboración de estudios astronómicos. Aplicación de un calendario complejo y preciso. Prácticas y creencias religiosas compartidas. Uso de deidades comunes asociadas a elementos y fenómenos terrenos y estelares. Culto a los antepasados. Práctica de sacrificios humanos.

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El juego de pelota era una ceremonia dedicada al Sol y servía para forjar alianzas y prepararse para la guerra. Juego de pelota. Monte Albán. Clásico.

El juego de pelota terminaba con un sacrificio, a veces, por decapitación.

Relieve del Juego de pelota. Tajín. Clásico.

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