3 minute read

Liderazgo, valor fundamental en la actividad minera Mario Espinoza

Next Article
ARGONAUTAS #30

ARGONAUTAS #30

Transcurría el año 1995, el mundo, como lo conocemos hoy en día, rozaba la frontera hacia la transición masiva y a la hiperconectividad. Ese año, enclavado en la medianía de la última década del siglo XX, dio paso a un evento que marcaría la historia de un país y el legado de un hombre a la humanidad sobre la importancia de trabajar por la igualdad y el acceso a una vida digna en libertad.

Una cualidad de las y los verdaderos líderes es identificar oportunidades para motivar a su equipo y acercarlos al logro de los objetivos por los que se trabaja. El año 1995, el de la profunda crisis económica en México, fue en cambio un gran año en lo deportivo para otra nación, pero principalmente en el establecimiento de una visión sobre la importancia de que por encima de las diferencias están las coincidencias.

Advertisement

En Sudáfrica, en el extremo sur del continente africano, ese año sería la sede del mundial de Rugby, ocasión que su Presidente Nelson Mandela no dejaría pasar comprometiéndose a dos objetivos claros: que el representativo local fuera campeón y que aprovechando la gran pasión por este deporte en el país se lograra unir a una población dividida desde hacía muchos años atrás y que peleaba entre sí; Mandela, como parte de la población negra que luchaba por su libertad, pasó 27 años en prisión, donde fortaleció su carácter, esto fue la antesala de su período como presidente.

El ser humano, determinado por la emoción y la razón, suele elegir conductas, respuestas con influencia de su historia de vida; Mandela, aún con la privación de su libertad, eligió como motivo para su misión de líder, actuar superando rencores, perdonando y comprometiendo su trabajo en la construcción de una mejor sociedad.

El liderazgo es un rasgo que no toda persona tiene, aún cuando hay quienes sostienen que se puede desarrollar, pero si vemos a Mandela, él se distinguió en vida por una identidad clara sobre quién era como líder, esto fue fortalecido por los distintos retos que la vida le fue presentando.

En el trabajo, donde la competitividad es combustible para mover a los equipos hacia el logro, quienes lideran no siempre lo hacen pensando en el beneficio común, pudiéndose decir incluso, que el rol de líder no se adquiere solo por la posición sino más bien por características personales que permiten aumentan el valor de la persona al integrar, inspirar y demostrar su integridad como líder, tal como lo hizo Mandela al dirigir a una nación con diferencias, lastimada, pero que buscaba una figura unificadora.

En la minería es fundamental actuar desde el rol de líder, priorizando materializar tres rasgos que ayudan bastante en la responsabilidad de construir la comunidad de trabajo comprometida con el bienestar, la satisfacción y la productividad.

Como Mandela, ser cada día más integrador, más inspirador y más íntegro al liderar favorecerá la colaboración, la responsabilidad en el trabajo y el orgullo de ser parte de una minería más humana.

Mario Espinoza, Consultor

Jesús Mario Espinoza es Psicólogo por el Instituto Tecnológico de Sonora especializado en Salud Ocupacional. Cuenta con estudios de Maestría en Ciencias Sociales con especialidad en Estudios del Trabajo y Relaciones Industriales con enfoque en temas de salud laboral. Tiene Diplomado en factores psicosociales de riesgo laboral por “Pienso en Latinoamérica” y un Diplomado en Comunicación Organizacional por la Universidad de Sonora; es Agente Capacitador Externo con registro STPS. Consultor e instructor de capacitación en diversos sectores económicos como el minero.

This article is from: