
Porque hablás de vos, hablamos de ti

¡Cumplimos 8 años de compartir momentos
Porque hablás de vos, hablamos de ti
¡Cumplimos 8 años de compartir momentos
¡Gracias
por ser parte de la familia Big Red!
octubre - noviembre 2024
2 mil ejemplares Distribución Gratuita
Alejandro Molinari Director General
Roberto Carlos Espinosa Vásquez Director de Arte y Mercadotecnia
Carlos Antonio Rivas López Director Comercial, en Guatemala (Tel. 5464 7060 y 33824697)
Dora Patricia Espinosa Vázquez Editora Ejecutiva
Cielo Janeth Espinosa Vázquez Contenido Digital y fotografía
Carlos Daniel Espinosa Jiménez Ilustrador de la sección infantil
Patricia Alcázar Relaciones Públicas
En portada: Crhistian Constantino Jaras, creador de Big Red Food Truck. Fotografía: Alberto Ramírez.
Foto de contraportada: Fares Montes De Oca Montesinos.
Para eventos sociales, ventas y publicidad: 9632365050 arenillarevista@gmail.com
Este ejemplar está en tus manos gracias al patrocinio de: Big Red Food Truck, San Marcos, Coafise, PeopleSports, Laboratorio San Francisco, Asesores en Seguros Penagos Ruiz, Dr. José Ramón Mazariegos Díaz, Restaurante Mahi Mahi, Restaurante Portobello, Buffet del Hotel San Sebastián, Botanero Tío Javi, Restaurante Campestre Bonampak, Hiena Blindados, Servicio Camacho, Hotel Edelmira, Hotel Posada del Ángel, Hotel La Casa del Marqués, Hotel Tierra Viva, Hotel Corazón del Café, Hotel Puerta Sur, Moo Duk Kwan, Abarrotes San Luis, Grupo RAC, Brenda´s Joyería, La Súper 99.7, Creaciones Arandy, IUAF, Clínica Veterinaria 2000, Libster, Sigma Tecnologías, Wallet MX y Universidad Autónoma de Chiapas. Empresas comprometidas con el desarrollo cultural de Comitán y la región.
Gracias por estar con nosotros, gracias por hacer juntos este proyecto editorial. Gracias a nuestros patrocinadores, a nuestros lectores, a toda la sociedad, que con su apoyo y solidaridad permiten que entreguemos una revista hecha a la comiteca; es decir, ¡bien hecha! Cumplimos el séptimo año. Nuestra revista es una revista pichita y sin embargo ya está posicionada como una de las grandes revistas de Chiapas, por su contenido y su presentación. Durante estos siete años hemos puesto lo mejor de nosotros para mostrar algo de lo mejor de Comitán y de la región. Llegamos al séptimo aniversario y lo celebramos con un número lleno de sorpresas agradables. Siempre celebramos la luz, siempre. Por esto, al lamentar el fallecimiento de Doña Martita Ruiz, que ocurrió el 9 de
de mujer trabajadora, responsable, formadora de valores en nuestra sociedad y publicamos sin modificación la Carta a Mariana que escribió nuestro director general celebrando su cumpleaños 90, donde su familia, amigos y amigas festejaron la vida de esa gran mujer. Celebramos la vida, la vida de Doña Martita y su legado imperecedero; celebramos la vida de nuestra revista, los siete años donde hemos construido un puente de imaginación, para decir a todos que esta parte del mundo es un terreno de gente buena, noble y trabajadora. Que viva la vida, que viva Comitán y la región. Como siempre, tenemos artículos que serán del agrado de todos nuestros lectores y de todas nuestras lectoras. Gracias por estar, por ser, por ayudarnos a servir a la sociedad. ¡Salud!
Alejandra Estudillo Torres, originaria de Ixtacomitán, Chiapas, atleta de talla internacional en la disciplina de clavados tiene un destacado historial deportivo, en 2021 participó en Juegos Panamericanos Jr., obteniendo medalla de oro; en 2023 participó en los Juegos Panamericanos, donde obtuvo el sexto lugar; y en 2024 participó en el mundial de Doha, Qatar, donde alcanzó el tercer lugar de sincronizados mixtos y, recientemente, participó en los Juegos Olímpicos de París, siendo finalista en el trampolín de tres metros. Su historia es inspiradora para la juventud del mundo.
Y eso significa llevar tu cuerpo al límite o incluso un poco más del límite, estás entrenando siete u ocho horas diarias, tienes una comida específica, hora de psicólogo, fisioterapia, todo ese tipo de cosas se consideran parte de un alto rendimiento. Desde que me fui a Monterrey empecé a ser una atleta de alto rendimiento.
“Para mí el tema mental es lo más importante. Si estás bien con tu mente y contigo, tu cuerpo va a estar bien. En París fui la gran sorpresa de todos. Lo dijo Fernando Platas, lo dijo Paola Espinosa, nadie se esperaba eso. Me gustó ser esa gran sorpresa.
En octubre 2024 estuvo en Comitán, fue invitada a impartir una conferencia en la Facultad de Ciencias Administrativas, Campus VIII, de la UNACH Comitán; y participó en el Podcast “Avispados”, de donde extraemos algunos conceptos que compartió:
“Empecé cuando tenía 9 años, mi mamá nos llevó a un deportivo a mi hermano y a mí y nos dijo que eligiéramos el deporte que quisiéramos, mi hermano eligió natación y yo elegí clavados.
“Inicié con un metro, después tres, cinco, siete, y para aventarme de diez ya llevó un poquito de más tiempo. Desde el inicio me gustó. No pensaba en competencias, lo hacía porque me gustaba. Mi entrenador en ese momento vio que era buena. Comencé más formalmente cuando tenía trece o catorce años de edad.
“Nací en Ixtacomitán, y a los pocos meses me fui al estado de México, mi papá trabaja allá, por eso tuvimos que mudarnos, prácticamente toda mi vida estuve en la Ciudad de México y a los 14 años ya me moví a Monterrey. Mi entrenador se fue para allá y luego ya se comunicó con mis papás, que había una buena oportunidad para mí. En Monterrey iba a tener dónde vivir, con otros atletas, es una villa deportiva, la escuela en el mismo lugar, y el lugar de entrenamiento, y le dije a mi mamá que quería irme porque era una buena oportunidad. Cuando tenía 14 me voy, sin mis papás. Tenía el entrenador de siempre y un cubano, estuve con ellos como dos años y medio. Y después busqué otro entrenador, un chino, y con él he estado.
“Son decisiones importantes, alejarse de la familia es difícil, y más a esa edad, pero siempre he tenido mis metas muy claras y lo que quiero hacer, y yo sabía que quería ir a los Juegos Olímpicos, era mi sueño. Desde que me cambié a Nuevo León empecé a tener buenos resultados, fui campeona nacional tres veces. Ha sido un camino bastante complicado, pero las decisiones que he tomado siento que han sido las mejores para mi carrera y para mí.
“El deporte me ha dado madurez. He estado sola desde los 14 años, pero siempre he tenido el apoyo de mis papás.
“Soy una atleta de alto rendimiento.
“La inauguración de los Juegos Olímpicos en París fue algo muy bonito, nunca se había hecho una inauguración así, fue muy especial, es algo que nunca se me va a olvidar, pasar en el Río Sena, ver que hay mexicanos que están ahí, con la bandera, y te gritan, es una experiencia muy bonita, te llena de energía, no tengo idea de cómo describirlo.
“Conocí poco de París. El día de la inauguración, la Torre Eiffel, el día después de mi competencia fui a una plaza que estaba muy bonita y al día siguiente me regresé a México.
“Mi mamá es todo. Siempre me ha acompañado. Ella era la que me llevaba a los entrenamientos. Ella fue la que me dijo que hiciera un deporte y ha estado atrás de mí, siempre. Y me ha enseñado muchas cosas, igual que mi papá. Esa foto emblemática donde ella me está peinando antes de la competencia, es el resultado de lo que mi mamá ha hecho por mí, y un simple peinado va mucho más allá, para mí significa que mi mamá está ahí conmigo, que siempre me va a apoyar, y me da su fuerza y tranquilidad, para mí la familia es muy importante, es lo que realmente me llena. Mis papás siempre lo han manejado como un triángulo: el atleta, el entrenador y los papás, un triángulo de comunicación constante y es lo que a mí me ha funcionado.
“Voy a iniciar la universidad en enero, en Estados Unidos, Texas, es un programa que tienen en Estados Unidos, es básicamente para atletas, ahí tú compites dentro de Estados Unidos, por la universidad. Para mí es muy importante tener una carrera, estoy entre arquitectura y diseño de interiores. Yo seguiré representando a México, allá sólo represento a la universidad en los Estados Unidos, pero en competencias internacionales represento a México, eso no cambia, y sí creo que es un gran paso, me va a hacer crecer mucho, y dar más madurez para tener mejores resultados”.
Desde Comitán, Chiapas, a través de nuestra revista ARENILLA la felicitamos y le deseamos mucho éxito.
Por José Benito Vera Guerrero Cronista Municipal de La Trinitaria
La llegada del ferrocarril a la costa de Chiapas, a Huixtla en 1907 y a Tapachula en 1908, permitió un alto desarrollo en esta zona, la posibilidad de exportar productos agrícolas de la costa al centro de la República, como el café y el plátano, posibilitó el incremento de la producción. Pero además, por este medio de transporte, llegaba desde el centro del país una numerosa variedad de productos y toda clase de artículos necesarios para la comodidad del hogar, y de allí llegaron a La Trinitaria y a Comitán, transportados con bestias de carga. Así surge la Arriería.
iniciaban la jornada del día, en un ambiente lleno de movimiento y ajetreo, comunicándose con silbidos y palabras altisonantes. Así animaban a las mulas a avanzar. 8 días de jornadas fatigosas. Debido a la pesada carga, los recorridos eran cortos, en caminos abruptos y climas calurosos, la marcha era lenta. En una jornada avanzaban unos 20 kilómetros.
Muchas personas con los medios económicos suficientes adquirieron recuas de mulas, contrataron arrieros y se aventuraron a esta nueva actividad, actividad que les fue muy redituable. Algunos de ellos se dedicaron a comerciar con productos de esta región y traían lo que el ferrocarril llevaba a la costa desde el centro de la república. De La Trinitaria y Comitán llevaban petates, zapatos propios para el campo, el famoso aguardiente comiteco, artículos de talabartería, etc. De la costa traían sal, variedad de ropa, medicamentos, cosméticos, herramientas para el campo, para los artesanos, carpinteros, zapateros y un gran etcétera. Otros arrieros se trasladaron con sus recuas a la costa, donde permanecían por temporadas, allí se dedicaban a sacar la cosecha de café de las fincas cafetaleras a los patios de procesamiento del grano en las ciudades de Huixtla, Tapachula, Soconusco, etc. Después de unos meses regresaban al pueblo con buenas ganancias. El dinero ganado en esa actividad y gastado en el pueblo propició una época de bonanza económica, el trabajo sobraba, el desempleo no existía. Se crearon más talleres de Zapatería, de curtiembre de pieles, talabarteros fabricando aparejos para proteger el lomo de las bestias, sillas de montar, cinturones y una gran variedad de productos de piel.
El viaje de la entonces Zapaluta a la costa era un recorrido lleno de aventuras, una recua estaba formada por número de 10 y hasta 50 mulas bajo el cuidado de unos 4 y hasta 10 arrieros. Apenas pasada la media noche se levantaban para ponerles “aparejos“ a las mulas, arreglar bien la carga; actividad que realizaban con gran algarabía, regañadas del patrón, comentarios y chistes obscenos, así
Los arrieros constituyeron una clase social de gran importancia para la economía del pueblo. Fue una larga época en la que se empleaban muchas personas remuneradas generosamente. Sueldo que les permitía lo suficiente para el sostenimiento del hogar.
Esta actividad disminuyó considerablemente con la construcción de la Carretera Panamericana inaugurada en 1950. Los artículos del centro ya no los traían los arrieros, sino que los transportaban con vehículos automotores desde Arriaga, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal y Comitán y de Comitán a los pueblos
Todos tenemos problemas, es parte de la existencia humana. Para algunos la crisis significa un reto, una oportunidad para mejorar y para otros puede ser la gota que derrame el vaso, una amenaza fatal que lleve a una crisis depresiva o suicida. Las situaciones de riesgo que se presentan en el suicidio nos hablan de un problema multifactorial, algunos individuales (enfermedades crónico-degenerativas o terminales, pérdida de un ser querido, accidentes, económicos, jubilación, etc.), otros atañen al ámbito familiar (violencia doméstica, abuso sexual, antecedentes hereditarios familiares, falta de comunicación, etc.), sociales (discriminación, el desplazamiento, bullying, juegos de retos peligrosos, ciber-acoso, etc.)
Una persona que piensa en suicidarse siente que la problemática que vive es única y que por lo tanto nadie podrá ayudarlo, siente que sus problemas implican sufrimiento para siempre. “Un suicida no quiere realmente morirse, lo que busca es dejar de vivir con sufrimiento y sin un sentido existencial” (José Luis Canales).
Es crucial detectar señales de alerta en la conducta de la persona en crisis (aislamiento, pérdida del interés en las actividades rutinarias, autoagresión, abuso de alcohol o sustancias), cambios en los hábitos para comer y dormir, cambios severos del estado de ánimo (despedirse de las personas cercanas, pensamientos recurrentes sobre la muerte, regalar posesiones valiosas, etc.). Ante esto es importante contar con elementos de apoyo tales como la red de apoyo familiar,
comunicación comprensiva sin juicio, variables ocupacionales como el trabajo, estudio y recreación, lograr el sentido de esperanza, autoimagen, responsabilidad, capacidad de automotivarse y, sobre todo, acompañamiento terapéutico profesional (psicoterapeuta, tanatología, psiquiatra, y actualmente ya contamos con suicidólogos y fundaciones de ayuda que ofrecen soluciones concretas a los diferentes tipos de problemáticas en torno al suicidio.)
El Análisis Existencial y la Logoterapia, desarrolladas por el Dr. Viktor Frankl, proponen que la vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino por la falta de significado y propósito, somos libres y responsables para decidir qué hacer con lo que nos sucede, la felicidad no radica en la perfección, o en que la vida nos ofrezca exactamente lo que hemos pedido, sino en nuestra capacidad de encontrar un sentido, un “¿para qué?”
Especialista en Análisis Existencial y Logoterapia, avalada por el
Querida Mariana: el 7 de agosto de 2024 ocurrió un vuelo sorprendente en el pueblo, las Águilas de Chiapas volaron espléndidas, como siempre, y amenizaron el festejo de los noventa años de Doña Martita Ruiz. Ah, qué vuelo tan espectacular, cada aleteo, cada nota musical, cada bolillazo, celebró la vida de Doña Martita.
Vos conocés a la festejada, la has visto en su restaurante que ahora se ubica frente al Museo Rosario Castellanos. Doña Lolita Albores nos enseñó a ver la vida, donde nada es casual, donde todo tiene un símbolo. El día de la celebración del cumpleaños de Doña Martita, todo el mundo conmemoró los cincuenta años del fallecimiento de su vecina: Rosario Castellanos; y en Comitán celebramos los noventa años de vida de Doña Martita, una mujer ejemplar, para su familia y para la sociedad en general.
Nada es casualidad. El festejo fue en el tradicional barrio de Yalchivol, en el fastuoso “El laurel”. ¿Por qué se llama así el salón de fiestas? Porque en el jardín existe un hermoso ejemplar de este árbol. Debe haber más laureles espectaculares en nuestra ciudad, pero como éste es único en un espacio delimitado se convierte en un laurel magnífico. El día de la celebración de Doña Martita estaba hermoso, como era un día soleado regaba una sombra donde los niños y niñas (hijos de algunos invitados) jugaban al amparo de una cobija de aire limpio.
Todo tiene símbolo, la familia decidió que el guateque debía ser en un lugar inolvidable y que sirviera para definir la personalidad de la festejada: El laurel. Vos y todo mundo sabe, las hojas de dicho árbol sirven para formar la corona del triunfo. Doña Martita es una campeona, no acudió a las Olimpiadas de París, pero sí recibió el afecto de toda su familia, parientes y amigos y amigas (amigas, sobre todo), todos le entregaron, con su abrazo y cariño, la corona que reciben todos los campeones de la vida. Doña Martita ha sido un ejemplo de trabajo y de resistencia. Ninguna piedra en la vida la ha detenido, con donaire, con gran fe, ha caminado durante noventa años sobre el camino que Dios le ha trazado, no ha sido un trayecto fácil, pero ella jamás se ha vencido, siempre ha demostrado una gran capacidad para hacer polvo los obstáculos. Qué gran lección de vida para todos, qué orgullo para Comitán al tener una mujer de ese talante.
En el letrero de su empresa “Super Pollo” aparece una fecha: 1979, como año de inicio; es decir, su empresa lleva cuarenta y cinco años de servir a nuestra sociedad. ¿Mirás cómo seguimos costurando la hebra mágica? Doña Martita cumplió noventa años de vida y, de pasadita, el festejo sirvió para decir que la mitad de su vida la ha dedicado a atender su negocio de pollos crujientes.
En el Comitán de los años setenta recuerdo que había algunos locales donde vendían pollos rostizados, desde la calle se veía cómo los pollos atravesados por un fierro daban vueltas y vueltas hasta que quedaban todos mareados, pero perfectamente rostizados, listos para hincarle el diente. Todas las personas que iban a disfrutar los campos cercanos a la ciudad, como San Rafael, por ejemplo, pasaban a comprar un pollito rostizado y no lo soltaban hasta chuparle el último huesito. Pero un día Comitán vivió una noticia fantástica, el inicio de la empresa de Doña Martita y su esposo; yo conocí el negocio sobre la avenida Rosario Castellanos, a pocos pasos donde está la sucursal Banamex, del centro. ¿Mirás? Otra vez aparece el nombre de la famosa escritora comiteca.
En 1979, el centro de Comitán perdió su “manzana de la discordia”, pero, en compensación, Doña Martita y su esposo, el famoso “Güero”, Julio César Ruiz Utrilla, inauguraron el pollo que fue una innovación en la ciudad. La población, por primera vez, tuvo la posibilidad de elección, unos siguieron comprando los pollos rostizados y la mayoría, de veras, probó el pollo que ellos ofrecían y se cambiaron para siempre, porque era “la receta secreta”.
Sí, querida Mariana, antes que a Comitán llegara el coronel Sanders, con su pollo Kentucky Fried Chicken, Don Julio César y Doña Martita comenzaron a engalanar nuestro cogote con un pollito suave que tenía una cubierta crujiente.
El mito cuenta que Don Julio César, quien viajaba constantemente a Guatemala, por cuestiones de trabajo, conoció el famoso pollo campero que desde 1971 ofrece el pollo frito y se fijó muy bien del proceso. ¿Podría poner algo similar en nuestro pueblo? Pensó que sí y, comiteco inteligente y chambeador, emprendió el negocio que hoy es una empresa exitosísima. No me hagás mucho caso, pero el otro día me llegó el rumor (que doy por cierto) que pronto abrirán una nueva sucursal en Nicalococ, ahí donde (Rosario lo cuenta en su novela “Balún Canán”) llevaban al hermanito de la niña protagonista a volar papalotes en el llanito.
¿Querés que yo siga uniendo los nombres de Rosario y de Doña Martita? No soy yo, sólo planteo la serie de engarces que se ha dado entre ellas dos, comitecas talentosas, mujeres hechas con aroma de menta y de fuerza universal.
Mi mamá, quien goza de la amistad de Doña Martita, me cuenta que cuando Don Julio César iba a viajar a Guatemala pasaba a la casa a avisar a mi papá de la proximidad del viaje. Mi mamá revisaba un muestrario de estambres españoles que él había conseguido en aquel país. El famoso “Güero” llevaba hilaza de acá y traía los estambres que sólo mi mamá ofrecía en su tienda. Nadie sabía que esos estambres europeos se los traía Don Julio César del país vecino. Las mujeres que compraban con mi mamá se extasiaban con la calidad de esos estambres, que, dice mi mamá, eran mucho más finos que los hechos en México.
El 7 de agosto de 2024, después del homenaje que Arenillarevista le rindió a Rosario Castellanos en el quincuagésimo aniversario de su fallecimiento, llevé a mi mamá al Salón El Laurel, que está un poco más allá del templo de la Virgen del Rosario, que tiene el atrio más amplio de la ciudad. Caminamos por el amplio vestíbulo y encontramos un cartel de bienvenida que ostentaba un croquis con la disposición de las mesas. Sudé tantito, mientras mi mamá, siempre muy derechita, saludaba. ¿Qué número de mesa le habían asignado? Por fortuna, una nieta de la festejada reconoció a mi mamá (la chef Delia) y dijo que ella tenía un asiento en la mesa principal, donde estaría Doña Martita con sus amigas. Uf. La tranquilidad volvió a abrazarme, me sentí chento, mi mamá estaría cerca de la dueña del día, de la heroína, de la mujer maravillosa, cimiento de una gran familia.
Cuando regresé por mi mamá (temprano, porque debíamos continuar con la conmemoración de Rosario Castellanos) me tocó conocer a la hija de Doña Martita: Cecy, quien vive en Palenque al lado de su familia. Mi mamá me platicó que Don Julio y Doña Martita tuvieron cuatro hijos: Cecy y tres hermanos: Walter Emilio, Julio César y Mario Alberto. La familia se ha hecho grande, ahora, el árbol ha crecido tanto como el laurel del salón de fiestas, está lleno de ramas con nietos y nietas y demás retoños. Cada integrante de la familia honra el legado de la pareja original.
En cuanto el negocio del pollo crujiente fue abierto, mi palomilla y yo acudimos a hacer fila para comprar cuatro órdenes y las llevamos al rancho de Quique, donde, sentados debajo de la sombra de hermosos árboles, disfrutamos ese riquísimo pollo, acompañado, por supuesto, de unas caguamas y luego un pitutazo de ron. Todos nos vimos y estuvimos de acuerdo que ese pollo era más sabroso que el ya agotado pollo rostizado. Fuimos de los cientos de personas que se hicieron fanáticos al pollo que vendían Don Julio y Doña Martita.
La vida es generosa, porque mi Paty también tiene nexos con la familia, porque ella es amiga de Milo (Walter Emilio), quien hoy es un profesional destacado en el campo de la odontología. Él radica en la ciudad de Puebla. Los cuatro hijos estuvieron el 7 de agosto de 2024 en Comitán, vinieron a honrar a su mamá, a darle el abrazo cálido que reservan los hijos sencillos a la madre que ha sido como una fortaleza, como un castillo con torres y almenas bien formadas.
Yo también conocí a Milo en los años setenta, admiraba su capacidad innata de bailarín. Eran los tiempos de las discotecas, de la Tzisquirrín (del Hotel Robert’s). Milo fue como el Travolta comiteco, porque bailaba como John Travolta en la famosa película “Fiebre de sábado por la noche”.
Posdata: a los grandes restaurantes les conceden estrellas, Rosario es la gran escritora de la tierra de las nueve estrellas; Doña Martita es una de las grandes mujeres también de esta tierra. Las dos paisanas merecen la corona gloriosa de laureles. ¡Felicidades! ¡Tzatz Comitán!
El juego, la lectura y el viaje.
Me gusta viajar. Comencé a hacerlo desde que tenía seis años. Los libros han sido el mejor medio de transporte para mí. Viajo a otros mundos, en otros tiempos, ¡y sin salir de casa! Este desdibujamiento de fronteras me hace sentir con un poder especial. Como vivo grandes aventuras y me siento feliz, tengo la necesidad de compartir este medio para conocer universos. Cada libro, cada viaje “cambia a la persona que yo soy”, y cada vez quiero leer más, conocer más, e imaginar sin límites. Los libros son un viaje, y es afortunado todo aquel que descubre este boleto. Yo lo descubrí cuando aprendí a leer. En el salón de primer grado de primaria había un mueblecito lleno de libros, en el rincón. Poemarios, novelitas breves, ¡y cuentos! Leía uno tras otro. Me apuraba a terminar mis actividades de la clase para poder tener unos minutitos libre y ponerme a leer. Creo que, para quienes quieran comenzar a acercarse a la lectura, una excelente manera de hacerlo es a través de los cuentos infantiles. ¿Leer cosas para niños? Puede sonar muy “simple”, pero en realidad no lo es. Yo admiro mucho a quienes se dedican a escribir para niños, porque deben tener la habilidad de no aburrir, de ser divertidos, ingeniositos, y con una mirada que va siempre más allá de lo común, estar al nivel de la imaginación de los niños no es algo fácil. Por eso, en esta ocasión, voy a homenajear a dos de los primeros autores que llegaron a mi vida. El primero es Roald Dahl, brillante autor británico, es uno de mis favoritos, ¡y nunca me falla! No hay cuento o novela de Roald que no me haga sonreír, o que no me haga reflexionar. Roald no es un autor aburrido, realmente sabe cómo entretener y cómo llenar nuestro mundo a través de la imaginación de una forma sencilla y juguetona. ¿Qué recomiendo leer de él? ¡Todo! Pero una buena selección de cuentos es el libro “Los mejores relatos de Roald Dahl”, donde logra mezclar lo mejor de su escritura. El otro autor que ocupa un lugar especial en mi corazón, es el escritor mexicano Francisco Hinojosa. Porque lo conocí de niña, cuando tenía seis años, y gracias a sus cuentos y novelas me inicié en este fascinante mundo de la lectura. Hinojosa es reconocido por su literatura infantil y juvenil, uno de sus libros más famosillos es “La peor señora del mundo”, que también fue de los primeros que leí, pero logré una conexión especial cuando me topé con el libro “La fórmula del doctor Funes”, lo leía una y otra vez. Mi libro favorito, y lo recomiendo a niños y grandes, porque se van a divertir es “Ana, ¿verdad?” Ana, que es una niña muy despistada, llega a un lugar que es muy extraño donde vivirá una gran aventura. Hinojosa realiza un juego con la palabra que es una verdadera delicia, y que sigo disfrutando tanto o más que cuando tenía seis años.
La obra de estos autores me seduce, está llena de humor, de ironía, y de grandes viajes. Lean, lean con los niños, y lean a los niños. Dedicarle un ratito a la lectura de cuentos y novelas para niños no es un desperdicio de tiempo, al contrario, es para divertirse y recordar que es importante volver al juego, al fluir feliz de la inocencia, donde la imaginación no tiene ese corsé en el que a veces se ven envueltos los adultos. Ah, qué alegría, ya lo dijo Borges, la lectura es una forma de la felicidad. ¡Bendito momento en el que llegó a mi vida!
del 14 al 18 de octubre
Big Red Food Truck festeja su octavo aniversario. Durante ocho años se han dedicado, con esmero, a brindar el mejor servicio y los mejores productos, teniendo como elementos principales el amor, la alegría y su insuperable sazón. Una visita a Big Red, en la Colonia Miguel Alemán, es una experiencia gastronómica inigualable.
Big Red Food Truck se creó el 22 de julio de 2016. Desde sus inicios se consolidó como una empresa llena de sabores. Tiene como distintivos a la tradición y la innovación. Los mayores recuerdan que en Comitán el tío Jul tuvo su propio horno donde preparaba el pan francés; ahora, Crhistian Constantino Jaras prepara el propio pan que es elemento fundamental para cada uno de los riquísimos productos que ofrece. Toda la magia y el amor comienzan en la panadería, es el primer punto
de partida en este viaje increíble que concluye en el paladar de los comensales; en la panadería preparan los panes de mantequilla más ricos, y el exquisito hojaldre para los hot dogs, ingrediente esencial para darle ese toque que no se encuentra en ningún otro lugar. El famoso camión rojo de Big Red Food Truck ofrece más delicias. Las hamburgesas y hot dogs especiales están para chuparse los dedos, pero ya que de darse gusto se trata, la recomendación es probar las costillitas ahumadas, que son de las favoritas de los clientes, porque están ¡riquísimas!
El éxito de Big Red Food Truck se cimienta en la pasión que Crhistian le imprime, él es un hombre muy sensible y perceptivo, con una fascinación especial por los aromas y sabores, él disfruta todo lo que hace y en todo encuentra una enseñanza de vida. Los productos gastronómicos que ofrece tienen ese sello: pasión. En cada hamburguesa, costillita, hot dog y cortes existe esa mano que hace la diferencia. Toda la serie de procesos que realizan en la preparación la convierten en una empresa comiteca gastronómica de “slow food”, porque cuidan cada detalle en la preparación de sus productos y así brindan una experiencia inolvidable para cada persona. ¡Todo está dispuesto para que el comensal experimente algo maravilloso! Una experiencia sensacional para el paladar
y para el espíritu, que se puede disfrutar en el propio restaurante o llevar a casa o en el servicio al auto o, mojol de lujo, atravesar la calle y sentarse en una banca del hermosísimo parque de la Colonia Miguel Alemán.
Big Red Food Truck es una empresa que promueve el consumo sostenible y de calidad, promueve el consumo local. Es cierto que las hamburguesas fueron creadas en Norteamérica, pero ahora, las hamburguesas más ricas están en Comitán, en la Colonia Miguel Alemán, ahí mero contra esquina del parque, a pocos metros del templo de la Asunción, en el impactante y espectacular camión rojo. Hay que ir y probarlas, para comprender la riqueza cultural que Crhistian ha logrado para la gastronomía comiteca.
Crhistian cuenta que siendo niño aprendió a hacer pan: “Es algo que aprendí de manera inconsciente, porque toda mi familia de lado materno, y de lado paterno tienen una recetita básica, que si para hacer unas donitas, hojuelas, pan, o un rico atolito en plato (que es una de las delicias tradicionales de la familia). Mi mamá siempre hacía unas donas muy ricas. Yo soy el menor de tres hermanos y me llamaba para mantenerme entretenido, Christian, ayúdame a hacer unos pays, el punto era siempre ayudar, y yo era feliz, me encantaba comerme la galleta con mantequilla. Me gustaba cernir la harina, pero lo maravilloso era que me pedía que la ayudara. A mí me gustaba mucho cómo olía todo. Me fascina el aroma de la mantequilla cuando se empieza a templar, se empieza a sentir mantecosita, con una textura bonita, y cuando se empieza a blanquear con el azúcar y la harina, esa era mi
labor de siempre, y ese gusto de comer un poquito, era muy sabroso. Este gusto, esta pasión, esta filosofía de vida a través del pan, surgió de manera inconsciente. Posteriormente hubo una escuela a la que acudí para profesionalizar esta magia. Este pan es a base de mantequilla, lo utilizamos para nuestros platillos, es el pan de todos los días. Todas las mañanas, lo primerito que hacemos, es el pan de mantequilla, pan brioche. Todos nuestros hot dogs los hacemos con pasta hojaldre, una pasta que está compuesta cincuenta por ciento de mantequilla y cincuenta por ciento de margarina, además de la harina, por supuesto. Desde que creamos Big Red Food Truck tuvimos como meta ofrecer un lugar donde la gente pudiera probar algo diferente. A la lámina de hojaldre le colocamos la salchicha, la envolvemos con el tocino y al final la metemos al horno, queda crujiente, riquísima. Ahora ofrecemos dos tipos de hot dogs: el típico que es con verduritas; y el otro es el hot dog de costillitas, que es muy solicitado y favorito de muchas personas”. El trabajo en equipo ha fortalecido esta empresa. Los valores y apoyo familiar siempre han estado presentes, y son legado que iluminan el camino en la vida de Crhistian y de Big Red Food Truck. Ocho años puede decirse fácil, pero en realidad se trata de casi tres mil días de trabajo incansable, fe, unión, y un profundo deseo de compartir siempre lo mejor a los demás.
¡Cumplimos 8 años de compartir momentos exquisitos e instantes llenos de sabor con ustedes! ¡Gracias por ser parte de la familia Big Red!
Los visitantes en Moscú siempre van a la Plaza Roja, en Comitán es visita gozosa el Camión Rojo. ¡Buen provecho! ¡Felicidades!
¡Comitán no deja de sorprendernos! Su gente, siempre trabajadora, crea espacios mágicos con amor y dedicación, que se convierten en un lugar cercano a los corazones, donde es posible vivir una experiencia ¡única!
Para regalar o auto regalarse algo auténtico y original Libster es una gran opción. Este es un espacio que brinda una energía de buena vibra y arte. Se trata de una maravillosa tienda, creada por Libertad y Julia, que además funciona como un colectivo, porque
no sólo venden las cosas que ellas hacen, sino que tienen marcas de diferentes chicas que se han sumado. Aquí hay productos como: textiles con diseños sensacionales, plasmados en ropa, artículos de piel, carteras, cosmetiqueras, tapices, cuadros y demás piezas decorativas ¡y distintos accesorios! tarjeteros, llaveros, joyería, velas, stickers, libretas, piezas de latón, artículos de barro, cerámica, crochet, macramé, bordados en tela y en papel y mucho más, ¡todo hecho a mano! El surtido es tan variado y exquisito que sólo se aprecia con una visita presencial. Este espacio también es el taller donde ocurre la magia de todo lo que Libertad y Julia crean, como lo indica su slogan “hecho a mano, hecho de historias”, ellas se inspiran de lo que les rodea, de sus historias y las de sus clientes para crear piezas hechas a la medida y gusto de cada uno. Aquí se concentra la magia de compartir, se imparten talleres para aprender actividades como tejido en telar, macramé, bordado sobre fotografías, pintura sobre tela o barro.
Lugar ideal para regalos especiales y para hacer nuevas amistades, aquí se arma la plática sabrosa. Las personas creativas deben conocer la serie de talleres que se imparten en Libster. Seguro que se inscribirán a un taller que les proporcione horas de diversión y satisfaga su espíritu creativo.
Dirección: 3ª Av. Oriente sur, número 46.
Horarios: De lunes a viernes, de 10 de la mañana a 2:30 de la tarde, y de 4:30 de la tarde a 7:30.
Sábados: de diez de la mañana a 2 de la tarde.
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Después de llenar el espíritu creativo con todas las cosas que se generan en Libster, bien merecido es hacer una pausa para disfrutar del ambiente de una casa tradicional comiteca. Muy cerca del parque central de Comitán, a tan sólo unas cuadras, se encuentra el Botanero Tío Javi. Es un lugar fresco, agradable, con su techo de tejas, sus característicos corredores y su patio central, además, hay un árbol de jacaranda, con muchos años de edad, que ya es representativo de Comitán y que embellece a la ciudad. Aquí, como su nombre lo indica, el comensal podrá disfrutar de riquísimas botanas, una mezcla entre la botana tradicional comiteca y la botana tradicional tuxtleca, como el camarón seco
con limón y chile blanco, o la infaltable butifarra, el chicharrón de hebra, las pellizcadas. Todo en un ambiente totalmente familiar. Hay cervecitas, licores, refrescos y aguas frescas. La recomendación es probar la carraquita, ¡botanita deliciosa!, combinada con carne de maciza, picadita, con un poco de pico de gallo, para preparar exquisitos tacos. O un delicioso menudito, sazonado con cebollita, tomate, y la hierbabuena y chile siete caldo, que le dan un toque especial. El servicio y atención son de primera, y cuentan con una experiencia que los respalda. En botanero Tío Javi conservan la sazón y tradición auténticas. No hay otro lugar en Comitán donde preparen la longaniza tradicional, con un sabor exquisito. Acérquense y disfrútenla. Seguro que volverán con frecuencia. Horario: Todos los días, de 10 de la mañana a 6 de la tarde. Dirección: 2ª. Calle norte oriente, Núm. 6. Frente al Estacionamiento Ulises. Comitán, Chiapas.
Rinconcito para llenar la mirada y el espíritu de sabores de nuestra tierra
los platillos que ofrece como el lugar y ambiente que brinda: Restaurante Campestre Bonampak. Este lugar tiene una linda terraza al aire libre que regala una vista llena de verde, se nota el cuidado y amor que le han puesto sus propietarios. Este espacio es famoso por el riquísimo caldo de gallina de rancho que ofrece, acompañado de arroz, y qué decir del sensacional ¡mondongo! Bien cocidito, y con un sabor exquisito. Su carta es muy amplia, entre lo más solicitado se encuentra la carne asada, frijolitos de la olla, pellizcadas, mole de gallina, enchiladas, milanesas, chilaquiles rojos y verdes, chorizo, guacamole, deliciosas ensaladas, y también antojos de mar, como consomé de camarones, camarones al mojo de ajo, mojarras fritas, filetes de pescado, y mucho más. Mención especial merecen los chinculguajes, ¡que están deliciosos! Para que nadie se quede sin probarlos, desde el principio dan chinculguaj de cortesía. Los fines de semana tienen barbacoa, birria y chanfaina de borrego. Todo es riquísimo, con las recetas secretas, herencia de doña Arminda Argüello, que continúan su hija Sandra Guillén y sus nietas Mariana y Luz María, tres generaciones de mujeres trabajadoras. Las claves del éxito de Restaurante Campestre Bonampak son la sazón, la limpieza, la rapidez, el servicio y los precios. Te vas a sorprender al ver la calidad de todo lo que ofrecen a un precio muy accesible.
Horarios: Todos los días, los 365 días del año. De ocho de la mañana a 5:30 de la tarde. Y la barra hasta las seis y media. En vacaciones y días festivos es cuando más preparados te esperan.
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Restaurante Campestre Bonampak
Al norte, rumbo a San Cristóbal, pasando Chacaljocom, en la ranchería San Antonio Ajayash, muy cerca de Comitán, se encuentra un restaurante que es la delicia total, tanto en
Querida Mariana: conocí a Don Augusto Caralampio Ventura Moreno, un hombre maravilloso. De chavo fue a trabajar al estado de Guerrero, en las Misiones Culturales. Confiesa que no tenía más preparación que el sexto grado de primaria, nivel que estudió en la Policronio Figueroa, de La Trinitaria; pero con tesón se convirtió en un hombre sabio. Sus vecinos del barrio de La Pilita Seca lo admiran y reconocen sus muchas virtudes.
Acá mirarás una fotografía que le tomó a Gustavo Díaz Ordaz, ahí, al lado de Don Gustavo, está Tata Lázaro, el gran Lázaro Cárdenas. Esta foto la tomó Don Augusto Caralampio, quien después de trabajar en Misiones Culturales y en la construcción de una presa, volvió a Comitán y se dedicó a ser fotógrafo, ¡de los buenos! Acá enseñó el arte de la fotografía a muchas personas que ahora se dedican al oficio. Su hijo Augusto tiene un estudio fotográfico en el barrio y honra a su papá con el nombre de su empresa: “Foto Poca Luz”, porque al gran viejazo así le dicen de apodo.
Don Augusto Caralampio andaba feliz con su oficio hasta que el destino le trabó el pie e hizo que tuviera un accidente en su moto, accidente que casi casi lo lleva al panteón, pero él, guerrero como pocos, sobrevivió y cuando volvió a sentirse más o menos completo se dedicó al oficio que actualmente ejerce en un pequeño taller en el aguerrido barrio de La Pilita Seca. A ver si un día te llevo para que lo conozcás, tal vez te interese hacer un documental con su vida, que es plena, riquísima en anécdotas. Lo conocí y me sorprendió su vitalidad. Es un grande, un
EN SU PROPIA VOZ:
• Nací en 1945.
• Trabajé en Misiones Culturales, en Guerrero.
• Conocí el internado de Ayotzinapa y el de Chapingo.
• Sánchez Paredes era el director de Misiones Culturales.
• Cuando fui a Misiones Culturales sólo tenía un documento, un certificado de sexto grado de primaria. Yo decía que era de Comitán, Chis., pero ni sabía
hombre maravilloso, un orgullo del barrio y de Comitán. Como grabé parte de la plática que sostuvimos te paso algunas ideas en su propia voz. Me callo, niña mía y dejo que hable Don Augusto Caralampio, el “Poca Luz”.
qué significaba Chis. Mis compañeros eran doctores, ingenieros, gente que sabía mucho. Sánchez Paredes me mandó, en la Ciudad de México, a la plaza de Santo Domingo y ahí me dieron certificado de secundaria, de bachillerato y hasta un título del Politécnico, ya con eso me comisionaron como maestro.
• Entré al Instituto de Capacitación del Magisterio, compré una Enciclopedia con veinte tomos y tres diccionarios. Me puse a estudiar todas las noches. Aprendí mucho. En Misiones Culturales estuve ocho años.
• La foto que le tomé a Díaz Ordaz la hice cuando llegó a inaugurar una presa, en 1969, cinco meses después de lo de Tlatelolco. Ya estaba en buen nivel en ese tiempo, sólo yo tenía gafete de fotógrafo, aparte de los de la Ciudad de México.
• La fotografía la aprendí con Don Benjamín Crocker, que vendía bicicletas.
• En 1972 regresé a Comitán y me dediqué a la fotografía.
• Cuando llegué sólo había tres fotógrafos, estaba abandonado. Había un fotógrafo de Estudio Martínez y dos de don Polo Torres.
• Me puse a trabajar y a tener bastantes
ingresos. Tomaba unas cien o doscientas fotos por semana, a cinco pesos cada fotografía.
• Enseñé a varios fotógrafos. “El saca caras” fue mi alumno.
• A mí me dicen “Poca luz”, porque tenía un exposímetro, hacía mediciones. La luz varía. En junio la luz es fuertísima; en diciembre baja. “Hay poca luz”, decía yo, me trabaron ese apodo. Ah, los comitecos son tremendos, cositías.
• En 2004 tuve un accidente, me rompí la cadera, el pie, quedé una desgracia.
• Pero me sobrepuse. Dije: tengo que trabajar. Siempre he hecho ejercicio, mi corazón está poderoso, no se cansa con nada.
• Ahora compongo motos. Aprendí en Misiones. Pedí cursos en los Estados Unidos de Norteamérica y así aprendí.
• Cuando me accidenté ya no pude hacer el proyecto que tenía: algo como una silla que fuera como un helicóptero, que me llevara al centro y luego regresara acá al barrio.
Posdata: los chinos ya tienen prototipos de autos que vuelan. Don Augusto Caralampio se quedó con el proyecto en su mente.
¡Tzatz Comitán!
Doña Estelita Gordillo, esposa del maestro Roberto, nos compartió algunos recuerdos que permiten honrar y celebrar la vida de un comiteco talentoso.
• Era un gran artista.
• Mi esposo nació en Comitán el 22 de agosto de 1924.
• Nos conocimos en Jatón, él había llegado a cobrar algo y yo estaba dando doctrina. En cuanto me vio preguntó: ¿y aquella muchachita quién es?
• Yo nací el 7 de enero de 1940, me llevaba dieciséis años. Cuando nos casamos yo tenía 21 años y él 38.
• Me dijo: yo estoy grande, quiero casarme, ¿te casas conmigo? Dije que sí. Nos casamos y tuvimos cinco hijos: Carlos Roberto, Cecilia, Lucía, Geny y Luis Felipe. Roberto, Lucía y Luis Felipe honran la memoria de su papá, porque ellos se dedican profesionalmente a tocar el piano o a afinarlo. Mis dos hijos son afinadores, Roberto afina los pianos de Bellas Artes; Luis Felipe ha dirigido bandas musicales.
• Mi esposo fue un gran artista, su gusto era estudiar la música, tocaba grandes obras, se encerraba de once de la mañana a tres de la tarde.
• Tocaba el piano, el órgano, la marimba, el bajo, el acordeón, era un músico completo.
• Aprendió la música sacra en San Cristóbal de Las Casas, y en Comitán con el maestro Esteban Alfonzo, pero el alumno superó al maestro. Asimismo, aprendió la afinación del piano gracias a un folleto que escribió el maestro Mariano N. Ruiz, quien diseñó un método de afinación del piano por pulsaciones. Este método se lo enseñó a los hijos Roberto y Luis Felipe, ahora ellos lo dominan.
• Estudió para radiotécnico por correspondencia, su primer taller estuvo frente a las oficinas de la CFE, luego se pasó a un local frente al Hotel Ideal.
• Pero, en 1974, tuvimos un accidente donde casi pierde el brazo. Fue un impacto terrible, él, que su vida era el piano, se vio imposibilitado para tocarlo como antes. Se sometió a muchas terapias, siguió corriendo, haciendo pesas. Tuvo una gran depresión, porque no entendía cómo había sucedido el accidente del auto, por la recta de Chacaljocom, el chofer se durmió y perdió el control del carro. Esto le cambió su vida.
Vargas le dijo que se fuera con él a la Ciudad de México, pero Roberto no aceptó, dijo que no podía abandonar a su familia, a mí me quiso mucho y yo también lo quise mucho, siempre me dijo Telli, nunca me dijo Estela. Todas las mañanas me preguntaba: ¿me querés? Yo le decía: sí, hijito, te quiero hoy más que ayer. Él se ponía contento.
• Fue un hombre muy caritativo, muy piadoso, compartía lo que tenía con los otros.
• En la casa, donde vivimos, que fue propiedad de su papá, Don Eduardo Martínez, y de su mamá, Doña Hermila Utrilla Alcázar, llegaban muchos amigos para celebrar la amistad, ah, eran tertulias donde la alegría se desparramaba, recuerdo a Carlos Siliceo, Guillermo Utrilla, Rubén García, Juanito Torres, Enrique Penagos, Mencho Díaz, Güero Castellanos, Rubén Guillén y Víctor Trujillo. De repente llegaban las esposas, las comadres, sobre todo el día de su cumpleaños, porque no era sólo un día de celebración ¡eran tres días de festejo! El primer día se realizaba lo que él llamaba Salmuera de La Barbacoa; el segundo día era el del cumpleaños, todos los amigos venían con su botella; y el tercer día era el recalentado, los festejos iniciaban a las dos de la tarde y se prolongaban hasta las once o doce de la noche. Era la alegría de estar juntos. Todos disfrutaban la música. La música fue su vida.
• Después del accidente dejó el trabajo de radiotécnico y lloraba frente a su piano. Le llevó años recuperarse. Antes del accidente sólo tocaba grandes obras musicales, después comenzó a tocar música popular.
• Durante muchos años tocó los órganos de las iglesias de Comitán, en Santo Domingo y en San Sebastián.
• Fue el primero que hizo un radio en Comitán, era muy talentoso, también construía consolas, mandaba a hacer el mueble y ya él diseñaba todo lo demás.
• Antes del accidente acompañó a grandes artistas. Don Pedro
• Yo le hice todos sus gustos. Don Jesús Aranda, quien tenía su taller de compostura de radio en un cuartito donde está la casa de Jorge De la Vega Domínguez, vino a enseñarme cómo se hacía el trago, yo le hacía trago a mi marido, con agua de La Pila, no agua del tubo.
• Tocaba jazz, improvisaba muy bonito, jamás tocó una pieza de la misma manera. Le gustaba la música americana. Fue un hombre muy ilustrado, le gustaba la lectura, su libro preferido era La Biblia.
• Cuando ocurrió el accidente, para ayudar al sostenimiento de la casa me puse a vender bolis y paletas, dije: si es necesario vendo piedras.
• Fueron tiempos de carencias, pero un día vino el Doctor Yannini, de San Cristóbal de Las Casas y le dijo que saldría adelante, le regaló un libro que le cambió la perspectiva: “La mente en las relaciones humanas”.
• Al poco tiempo Dios nos mandó la suerte, Roberto ganó el premio mayor de la Lotería Nacional, un millón de pesos. La vida volvió a tomar otro rumbo, uno más luminoso.
• Como fue muy devoto de la Virgen de Guadalupe murió el 12 de diciembre de 1987, en la Ciudad de México, traje el cuerpo y lo enterramos en el panteón municipal de Comitán, el día 13. El templo estuvo llenísimo, de gente importante y de gente del pueblo. Fue muy querido y admirado.
En 2024 se cumplió el Primer Centenario de la vida de un gran artista. Viva por siempre el Maestro Roberto Martínez Utrilla.
Por Edgar Núñez Jiménez
JorgeAbarca ha decidido volcarse a la Grecia mítica en su primer libro La tragedia encendida de los hombres (2019, Abriendo Caminos Editores), un conjunto de poemas de corte clásico en el que el autor apenas se da licencia de traicionar los metros que en ellos escribe. Orfebre de la palabra, Abarca ha elegido el soneto y el endecasílabo como su respiración natural; en su ejecución sale bien librado. Sin embargo, sobrevuela una interrogante: ¿cuál es el sentido de un escritor de revisitar temas que parecerían anacrónicos a su tiempo?
Si bien, durante todo el libro se disemina la geografía de Grecia en donde confluyen los protagonistas de la historia, el mito y la filosofía, el tema central del que parte Abarca, y que gira como un pivote a lo largo de toda la obra, es la guerra. Y la guerra, cual si fuera un engranaje, mueve a su vez las piezas de la muerte y la tragedia. Para Abarca, el sujeto vivo, el sujeto que existe, se encuentra en la constante lucha contra la disolución. La vida, pese a su aspiración de no sucumbir, encuentra sentido ante el sino de la tragedia y la finitud. Vivir es trágico. Morir también. La tragedia
reside en habitar un mundo que siempre está al acecho de la guerra y el caos.
Jorge Abarca (2019). La tragedia encendida de los hombres. Abriendo Caminos Editores.
Por José Octavio Galindo Albores
La música evoluciona o se distorsiona, según sea nuestro criterio, con el tiempo. Hablaré de una época que para mí fue la mejor (aunque en gusto se rompen géneros): los años ochenta.
La ciudad de Comitán era considerada muy tranquila, nuestra diversión para cantar, bailar y disfrutar con amigos, amigas o algo más, eran los fines de semana; los esperábamos con ansias y todo porque queríamos pasar un rato ameno en La Disco. En ese momento nuestra gloriosa y majestuosa Disco se llamaba Tzisquirrín, y era del Hotel Robert’s, que después se llamó Real Balún Canán. La Disco se encontraba en el sótano del hotel y los ritmos que cantábamos y bailábamos (¿quién no los recuerda?) era música disco en inglés como Madonna, Michael Jackson y muchos más. ¿Quién no recuerda la música de cumbia como Rulli Rendo y las románticas de José José, Emanuel o Yuri? Sin duda, eran un deleite las mezclas del DJ Alfredo. Antes estuvo la Disco Capri, que no me tocó disfrutar y fue la primera de la ciudad. Después de la Tzisquirrín llegaron otras discos como la Silver, que, al igual, marcó una época en Comitán. Espero que muchas personas aún se identifiquen, recuerden estos lugares, y aún escuchen la música ochentera que no pasará de moda nunca.
También ayudan a mejorar el desempeño del personal, que realiza mejor sus tareas al saber que sus actividades están siendo monitoreadas y grabadas.
Durante este primer año hemos tenido la gratificante experiencia de colaborar con la sociedad en el cuidado de su patrimonio y de sus seres queridos, creando lazos de amistad y confianza con nuestros clientes. Tuvimos un acercamiento importante con clientes instaladores de la región, conformando la Comunidad de Instaladores “Yo Instalo HIKVISION”, cuya finalidad principal es mantenernos capacitados y actualizados, para ofrecer la mejor experiencia con nuestros productos y servicios al cliente final. Impartimos nuestro primer curso presencial “Soluciones y Tecnologías en CCTV HIKVISION”, con un lleno total. Nos debemos a nuestros clientes, gracias a ellos estamos cumpliendo nuestro primer aniversario y ¡vamos por muchos más!
En el caso de algún percance proporcionan evidencia en video de lo sucedido, ayudan a aclarar alguna situación o a encontrar objetos o personas extraviadas.
Protegen la integridad de las personas al permitir estar al pendiente de sus movimientos, comportamientos o riesgos en su entorno.
Notifican en tiempo real a los usuarios en sus teléfonos celulares, lo que permite estar al tanto de cualquier actividad o reaccionar rápidamente al detectarse intrusiones, incendios u otros problemas de seguridad de forma temprana, para evitar o minimizar el daño.
La Tienda Oficial HIKVISION de Comitán (Hikstore Sigma), es una de las dos tiendas en el estado de Chiapas y una de las 55 a nivel nacional con Reconocimiento Oficial y Certificaciones de HIKVISION, la marca número uno en el mundo en Sistemas de Seguridad Electrónica. El concepto interactivo de nuestra tienda consiste en un área de exhibición permanente donde el cliente final pueda conocer el funcionamiento de los equipos y los clientes instaladores puedan conocer la forma en que se instalan y configuran.
Además de HIKVISION, distribuimos productos de las marcas EZVIZ, HIKSEMI, HILOOK y EPCOM como Cámaras de Seguridad, Alarmas, Video Porteros, Terminales para Acceso con Huella, Código o Reconocimiento Facial, Barreras Vehiculares y Torniquetes, DashCam para Vehículos, BodyCam para Personal de Seguridad, Cámaras Solares con Conexión 4G para áreas rurales, Dispositivos de Automatización como Contactos y Focos Inteligentes, Dispositivos de Almacenamiento como memorias Ram, USB, microSD y SSD, etc.
¿Por qué confiar en nosotros?
Contamos con el respaldo, capacitación y actualización constante de HIKVISION, lo que nos permite ofrecer la mejor atención, soporte técnico y garantía, además de la experiencia para asesorar a nuestros clientes con la mejor solución de acuerdo a sus necesidades y presupuesto.
¿Por qué recomendamos contar con un Sistema de Seguridad Electrónica?
Sólo el hecho de tener un Sistema de Seguridad visible como Cámaras y Alarmas, puede disuadir a los delincuentes que a menudo buscan objetivos fáciles, y un sistema de seguridad hace que una propiedad sea un blanco muy arriesgado para ellos.
Visítanos este 25 de octubre, para celebrar nuestro Primer Aniversario, ¡con grandes descuentos!
Dirección: 7ª Avenida Poniente Norte #7. Barrio de Candelaria. Comitán de Domínguez, Chiapas. 963 160 1000
Tienda en Línea: sigmatecnologias.com.mx Hikstore Sigma
Autor: Alejandro Molinari Ilustración: Carlos Daniel Espinosa Jiménez
La maestra escribió en el pizarrón: “Dibujar un pato”.
Todos los niños y niñas pusieron su cuaderno de dibujo sobre la mesa de trabajo y con lápices, plumines y gomas de borrar hicieron el dibujo. Al término arrancaron la hoja y, con diurex, pegaron los dibujos sobre la pared.
—Ah, qué bonitos —dijo la maestra, pero un dibujo llamó su atención, se acercó a la pared y vio que no era un pato, sino una silla.
—¿Quién dibujó esto? -preguntó y despegó la hoja, porque desentonaba del grupo de los demás dibujos, donde las niñas y niños habían dibujado patos.
—Esto es una silla y no un pato. ¿Qué les pedí que dibujaran? —preguntó y la respuesta general fue: ¡un pato!
La maestra, con ironía dijo: y los patos hacen Cua Cua.
Tomó el dibujo y lo aventó al bote de la basura. Volvió a preguntar quién había dibujado la silla, pero nadie dijo algo.
La chicharra sonó y los alumnos salieron al recreo.
La maestra no insistió en la pregunta durante el resto de la clase, pero pensó que al día siguiente dejaría la misma actividad y estaría pendiente a la hora en que los alumnos pegaran el dibujo en la pared.
Al día siguiente colocó una cinta que dividió la pared en dos grandes espacios, escribió la tarea en el pizarrón: “Dibujar un gato” y dijo, con su voz de motocicleta cansada, que las niñas debían pegar sus dibujos en el lado izquierdo y los niños debían pegarlos en el lado derecho. Desde su escritorio estuvo pendiente de que todo el alumnado cumpliera la encomienda, vio que niños y niñas, en cuanto terminaban, ponían sus dibujos sobre la pared, las niñas pegaron sus dibujos en un lado y los niños en otro. Ella trató de memorizar las caras de sus alumnos varones porque intuyó que era un niño el travieso, pero, ¡oh, sorpresa!, cuando se acercó a la pared vio que un dibujo no tenía un gato, sino una mesa. Entonces, era una niña la traviesa. Mandó a que todos los niños se retiraran del salón durante diez minutos, los envió al patio. Cuando todos salieron, puso la silla en el centro del salón y dijo que, como todas podían darse cuenta, una de ellas había hecho un dibujo equivocado, ¿quién era? Fue preguntando de una en una y cada niña respondió que no, que no había sido ella. Al final, a punto de rendirse, dijo:
—Alguna de ustedes debió ver quién fue la compañera que pegó el dibujo de la mesa, les he enseñado que no deben ser soplonas, pero también les he enseñado el valor de la verdad, así que ahora les pido que quien sepa quién es la autora de este dibujo equivocado lo diga. Les pasaré un papelito a cada una para que ahí
escriban el nombre y luego vayan con sus compañeros, sólo yo sabré la verdad.
Y la maestra distribuyó unas tarjetas en blanco y pidió que escribieran el nombre. Al término, todas las niñas se levantaron y fueron al patio. La maestra levantó las tarjetas y se sentó ante el escritorio, revisó cada una de las tarjetas, todas estaban en blanco, todas, menos una: ésta tenía escrito lo siguiente: diosa.
¿Pero qué broma era esa? Salió al corredor y llamó a todas las niñas, quienes entraron y se sentaron, y ahora, ya con tono severo, levantó la tarjeta con la palabra diosa y preguntó:
—¿Quién se atrevió a escribir esto?
Lucía, quien era una de las niñas más inteligentes y aplicadas, levantó la mano. La maestra puso cara de asombro, ¿ella había escrito esa broma? ¿Sí?, dijo, como indicándole que hablara.
—Yo no fui, maestra, pero quiero hacerle una pregunta: ¿ya contó cuántos dibujos hay en la pared?
Al principio, la maestra no entendió, pero se levantó y comenzó a contar los dibujos: ¡dieciocho!, dijo, como si fuera una alumna que respondiera a la maestra. Lucía, dijo:
—Ya ve, y nosotras somos diecisiete, cuéntenos. No había necesidad de contar, la maestra sabía que en su grupo había catorce niños y diecisiete niñas.
—Fue la diosa de la imaginación —dijo Lucía—, fue ella quien escribió sobre la tarjeta y fue ella quien hizo los dibujos. Todas se levantaron y fueron hacia la pared, el dibujo de la mesa tenía un brillo especial.
¡Estamos andando en 8! ¡Gracias!