6 5 DE MARZO DE 2014
Obispo Rubén González
Pide discernimiento en medio de la confusión En entrevista con La Cordillera habla de la crisis que enfrenta La Iglesia Católica
Por: Arnaldo García La Cordillera En medio de las dificultades que atraviesa la Iglesia Católica en Puerto Rico, por los supuestos actos de pedofilia cometidos por algunos sacerdotes, el Obispo Rubén González, de la Diócesis de Caguas, habló en exclusiva con La Cordillera para dar a conocer su punto de vista sobre esta controversia. Aceptando que existe un problema que tiene que ser solucionado, González indicó que en medio de la adversidad la mano poderosa de Dios está presente para clarificar las denuncias que han trascendido públicamente. Al preguntarle si los casos que han acaparado los titulares de los diferentes medios han afectado la presencia de los fieles, respondió, “Pienso que algunos están confundidos, pero lo que es asistencia yo creo que no. La experiencia que yo tengo es que la gente está esperando. Son consientes que hay un problema, que hay una dificultad, pero no los lleva a alejarse de la iglesia, les lleva a observar”, expresó. El conocido religioso está convencido que mucha gente entiende e identifica el problema y sabe que en cualquier grupo humano va a haber también sus dificultades, porque la iglesia no está exenta, ya que se compone de personas de carne y hueso. Para el Obispo Cagüeño, esta situación se ha venido arrastrando a través de los tiempos y siempre ha estado presente Al preguntarle sobre la cobertura que se le ha dado al asunto, el prelado católico indicó, “Pienso que hay varios factores, primero el periodista tiene que hacer su trabajo, el fiscal tiene que hacer su trabajo y la policía tiene que hacer su trabajo. Lo que si considero es que ha habido medias verdades y claro esas medias verdades llevan a la confusión”, señaló. Opinó que algunos medios de comunicación han excedido la forma de expresar el asunto. “Que hay dos o tres personas que tienen ese problema, es verdad, pero de ahí deducir que se ha amapuchado o que se ha escondido yo creo que no es correcto”, manifestó. En su diálogo con La Cordillera, habló de las tendencias positivas y negativas del ser humano y cómo los curas tienen que bregar con el asunto. “Un ser humano en determinados momentos se equivoca, se desorienta, realiza o comete un acto delictivo y es ese mismo ser humano el que también hace cosas buenas, es el que también te ayuda y te brinda una mano”, sostuvo. Sobre la sorpresa que ha causado que al-
“Considero que ha habido medias verdades y claro esas medias verdades llevan a la confusión” gunos sacerdotes se hayan visto involucrados en los delitos señalados comentó, “Hay que trabajar con esto, que herida hay en el corazón de una persona, que le lleva a abusar de un niño, a maltratar a otro ser humano, a un adulto, pues eso es un misterio y en la labor que nosotros realizamos en la iglesia tenemos que trabajar con ambas realidades,” Añadió, “Por eso yo digo que hay medias verdades, hay un problema hay una situación, pero cuál es la historia que hay detrás de este ser humano”, expresó. González Medina, explicó que cuando una persona le lleva una situación, tiene el deber de mantener el equilibrio, de ver que ese ser humano se equivocó y cometió un delito. “Pero ya hay unas instancias en la sociedad, que es a los que le corresponde trabajar con eso de una forma más directa. A mí me corresponde trabajar el interior de esa persona y eso es lo que yo creo que no se ha entendido del todo”, señaló. En relación al llamado que han hecho a través de los medios, líderes de diferentes movimientos y hasta algunos miembros de la prensa para desalentar que la gente deje de asistir a la iglesia, fue enfático al decir que no se puede acusar a todos por igual. “Por la equivocación, al error y al delito de unos cuantos, no se puede generalizar”, dijo. En sus declaraciones puso como ejemplo que en otros grupos también existen problemas de igual o mayor magnitud y por eso no se puede decir que todos son iguales.
“Me gusta mucho un canto que dice Paz en medio de la tormenta. Es decir, no me desespero, sino que trato de analizar, en medio de un equilibrio balanceado. Que quiero decir con esto, buscar lo datos objetivos, ver el problema, resolverlo, en la medida que me corresponde y buscar alternativas de solución”, dijo. Instó al pueblo a no alejarse de Dios, ante los agravios que puedan surgir en la vida cotidiana. “Una persona buena, puede tener sus equivocaciones, pero es buena”, declaró, al tiempo que exhortó a todos los puertorriqueños a analizar objetivamente todo lo sucedido. El Obispo que lleva 12 años al frente de la Diócesis de Caguas piensa que lo más importante es dar lo mejor como seres humanos. “En la medida que tu y yo, como persona, estamos dando lo mejor de nosotros se crea la esperanza, y la esperanza es un proyecto lento, pero que va hacia adelante”. Indicó además que “hay que tener la serenidad, la objetividad, la calma para no dejarnos llevar simplemente de la primera impresión, sino detenernos a reflexionar”, sostuvo. Aclaró que la institución eclesiástica no tolerará abusos de ninguna índole. “En el caso nuestro, como iglesia católica, que la gente tenga la certeza moral de que nosotros tenemos cero tolerancia al abuso de los niños, que defendemos los niños, y que esta defensa nos lleva como dice la ley, que en cualquier momento que tengamos conciencia de que un menor, es abusado, lo vamos a denunciar”, explicó. Empero, sostuvo que “lo que no estamos en este momento, y esta es la gran lucha que se va viendo, es que si tu como adulto me confiesas una cosa y me pides confidencialidad, yo tengo que mirar ese aspecto y no puedo, a ti que eres adulto ahora y has superado toda una crisis, toda una situación, volverte a tirar al medio, porque esta persona va a volver a ser victimizada, y eso a veces como que no se tiene en cuenta”, indicó. El Obispo Rubén González subrayó, “los que trabajamos con seres humanos a veces vemos las altas y las bajas, pero tenemos que trabajar para los dos. El niño siempre será defendido, el adulto que nos confía algo también lo vamos a defender, esto hay que analizarlo con calma en un trabajo donde ambos, el estado y la iglesia, tenemos que buscar una vía de solución, pero que no quepa la menor duda que en la medida que cada puertorriqueño y puertorriqueña, trabaje y luche por ser mejor persona, nuestra sociedad va a mejorar y en eso ayuda la iglesia con las enseñanzas que da”, terminó diciendo.