la_cordillera_737

Page 12

12 16 DE SEPTIEMBRE DE 2010

Dos Sueños Tronchados Por: Jorge Sánchez Berríos Email jjireh@univision.com Todos en la vida crecemos con sueños y metas que algun día esperamos lograr o por lo menos acercarnos a su cumplimiento. Vivimos bajo esa expectativa y damos el máximo por hacerlos una realidad. Pero muchas veces en la vida nos enfrentamos a unas circuntacias que atentan contra esos sueños al punto de troncharlos por siempre. Por el otro lado, más alla de las circuntancias de la vida en ocasiones somos nosotros mismos con nuestras acciones que extirpamos las oportunidades de cumplimiento que se nos presentan. Digo esto porque esta semana que pasó hubo un caso que me impactó grandemente, este fue el caso del arresto de Edwin Bernard Astacio. Este joven es acusado por el asesinato de Fernando Quiñones piloto del helicóptero de la policía municipal de San Juan en un ataque a tiros dirigido a la nave. Para sorpresa de muchos Astacio fue un niño modelo en su adolescencia y fue protagonista de una campaña contra las drogas llamada “Héroes Anónimos”. En el anuncio el adolescente dejaba ver sus intenciones de ser biólogo cuando fuera grande. Pero, ¿Qué pasó

con este joven? ¿Que sucedió en el camino que de niño modelo pasó a ser un delincuente entrando en la lista de los más buscados? El narcotráfico y la delincuencia han corrompido nuestra sociedad de tal forma que ya ningun niño está seguro en su formación. Los buenos valores inculcados en los hogares son fácilmente arrebatados por una avalancha de informática que en algunas ocasiones puede ser buena pero que en la mayoría de los casos el elemento de juicio por el bienestar que pueda producir en la conciencia de los jóvenes no es tomado en cuenta porque el único elemento tomado en consideración es el beneficio económico del medio que lo produce. El bajo mundo se ha infiltrado, por medio de sus auspicios, en canciones que promueven sus productos ilegales y sus ideas violentas que a largo plazo se convierten en proyectiles dirigidos a tronchar los sueños de personas como Fernando y Bernard. Felicitamos al gobierno de la República Dominicana por recientemente censurar una canción subliminar de Don Omar que incitaba al uso de drogas. Se necesita tener los pantalones bien puestos en su sitio para enfrentar el monstruo económico que representan algunos medios que el único medidor que utilizan

para evaluar sus productos son los billetes verdes, aunque eso signifique destruir nuestro futuro como pueblo y arrebatarle la felicidad y la tranquilidad a la familia puertorriqueña. A medias, así quedó el sueño de Fernando quien junto a su esposa había comenzado una empresa que irónicamente se llamaba “Los Sueños Farm”. Una finca en en el pueblo de Lajas que hoy día es dirigida por la viuda de Fernando, que con gran dolor tiene que levantarse todos los días a perseguir el sueño que juntos un día comenzaron pero que hoy le toca continuarlo sola. Una tragedia que pudo haberse evitado si el joven Bernard hubiese podido cumplir su sueño de ser biólogo en vez de entrar en el peligroso mundo de las drogas. Ahora Bernard probablemente pasará gran parte de su vida preso y su sueño será pasado a otro que tendrá el reto de asumirlo y cumplirlo. Los sueños no mueren, mueren los que los tienen. Pero en esa dinámica como sociedad debemos reflexionar sobre cuantos Bernard y Fernando hay a diario que no verán cumplir sus sueños y que responsabilidad tenemos como sociedad en dichas tragedias.

Privatización justificada

Lcdo. Jorge Manuel Díaz Rodríguez La palabra privatización se ha escuchado con fuerza con posterioridad a la victoria del P.N.P. en el año 1992, pero durante la estadía en fortaleza de Rafael Hernández Colón se dieron dos eventos que no podemos pasar por alto. Primero, la venta de “Puerto Rico larga distancia” y segundo, se estableció el acuerdo de construcción y administración del “Puente Teodoro Moscoso”. “Telefónica larga distancia” se vende en un momento que posiblemente era la compañía de servicios de larga distancia más sólida en el mercado. Hay que ser justos en cuanto a que ya venían de camino leyes federales sobre las comunicaciones que abrían las puertas a una competencia abrumadora. Por otro lado la privatización del “Puente Teodoro Moscoso” fue un mal negocio para el pueblo de P.R. en términos de posibilidades económicas, aunque un lucrativo negocio para el privatizador. Del 1992 en adelante llegó la política de privatización, la cual tuvo expresión conocida en la venta de la “P.R. Telephone Company” y en la contratación de la administración de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados”. Hemos sido testigos de la debacle que significaron ambos negocios para el servicio que reciben los puertorriqueños. Lo de la telefónica fue afianzado en las nuevas leyes federales que permitirían una competencia desmedida y que a la vez darían acceso a

P.R. a las grandes multinacionales. Si a esto le unimos la amplitud que se veía venir en el uso de celulares, pues eso sería una justificación creíble, pero esa no es la realidad. La única compañía en todo el mundo que tenía la infraestructura montada en P.R. era la “P.R. Telephone Company” y eso le daba una ventaja sobre cualquier competidor no importando que pudiera ser una multinacional. Lo de acueducto arrancó mal desde la salida y en ambas ocasiones se trató de compañías que al llegar a P.R. ya era cuestionado su historial. Ni el P.N.P. ni el P.P.D. atendieron el asunto de la privatización de la A.A.A. con la responsabilidad que lo ameritaba. Somos testigos que durante la privatización el servicio caminaba de mal en peor y que ante el menor tropiezo la privatizadora arrancaba a correr hacia el gobierno para que le enmendaran las condiciones del contrato y si en alguna ocasión eso no ocurría pues el servicio a nosotros era el que pagaba las consecuencias. En fin, el problema de la privatización de servicios públicos está en que el gobierno tiene una obligación de dar un servicio a los ciudadanos y si no lo hace bien eso tendrá un costo político. En el momento que se privatiza un servicio, el gobierno está cediendo su responsabilidad a otro que ve el asunto como un negocio en el cual hay que obtener ganancias, ya que nadie razonablemente inteligente montará un negocio para tener pérdidas. De manera clara hay que establecer que el gobierno tenía la obligación de dar servicios aunque no fueran costo-efectivo, pero la entidad privatizadora no va a

dar servicios si estos le resultan en no tener ganancia. No se imagine usted a la telefónica hoy día montando un proyecto para proveer servicio a los barrios más recónditos de nuestra zona central. Inclusive, lugares como la zona mencionada que tenían servicios antes de la privatización y que el mantenimiento es costoso o difícil, recibirán una oferta de celulares en su día para que den de baja el servicio tradicional. De eso es que se trata la privatización, de recibir servicios pésimos ya que no significamos un margen de ganancia para el privatizador. No se trata de ser de un partido político o de otro, de lo que se trata es que todos los puertorriqueños somos acribillados a través del sistema fiscal incisivo y a cambio se nos quiere dar una privatización que por todos lados baja la calidad del servicio que nos merecemos. Hagamos un frente común contra la privatización ya que las consecuencias las terminamos pagando nosotros. Así que en cuanto a la privatización mantenga ojo visor en su municipio con el recogido de basura, no deje de vigilar a la Autoridad de Energía Eléctrica, Autoridad de Edificios Públicos, Corporación del Fondo del Seguro del Estado, al Departamento de Educación y al Registro de la Propiedad. Recuerden que la clara señal de que el gobierno quiere privatizar está manifestada cuando le cortan personal a la agencia y esto trae como consecuencia un servicio pésimo y de baja calidad, lo cual en condiciones normales justificaría la privatización.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.