DES/VELANDO
Ilustraciones basadas en el libro Los Cautiverios de las Mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. Marcela Lagarde y de los Ríos (1990)
Trabajo Colectivo por M&MEl que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos. La hija del rey no tiene miedo, porque el miedo es debilidad y contra la debilidad sinve un entrenamiento férreo. La loca tiene miedo, está loca de miedo. La cautiva debe tener miedo. La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante porque ya no es demasiado orgullosa para compartirio con otras...
Fórmulas, desde luego.
Casandra, Christa Wolf
En la religión católica los votos esenciales son de pobreza, castidad y obediencia. Los votos son el contenido y la realización de un pacto con la divinidad, para toda la vida, y debe ser refredado de manera cotidiana. Los votos son el contenido moral y ético a partir del cual se organiza el modo de vida de las monjas como grupo social y de cada una de ellas en particular.
El poder sobre los otros emanado de ser-para y de-los otros, es poder maternal. La opresión de la mujer no impide que las mujeres tengan poderes y opriman a otros, o lo ejerzan para afirmarse.
Es imposible lograr una identificación positiva entre prostitutas y madresposas, porque además se enfrentan como enemigas, cuyo sujeto de la discordia son los hombres. Las madresposas son las buenas son Yo, y las prostitutas son las malas, son las otras.
Ella cumple un mandato unilateral, mandato que debe reconocer con gratitud ya que se trata a la vez, de una distinción.
La divinidad elige y designa entre las mortales a unas cuantas, cuya misión será hacer oír su voz, comunicar su existencia, vivir en holocausto, purgar las penas de los demás y adorar a Dios.
En la desigualdad y en el sometimiento, el erotismo es lan opresivo como el dominante, producto de mujeres en el cautiverio de su ser mujer, recluidas por la sociedad, atadas en el mismo espacio de la locura o de la muerte.