EL Grupo de Acción Local BAJO ARAGÓN-MATARRAÑA convoca el II PREMIO DE LA RED DE HUERTOS ESCOLARES Los 27 colegios de educación infantil y primaria que forman parte de la Red de Huertos Escolares Ecológicos del Bajo Aragón y el Matarraña están llamados a participar del II Premio de Huertos Escolares del Bajo Aragón-Matarraña. El Primer Premio recayó el curso pasado en los colegios de Puigmoreno, en la categoría del huerto más bonito y bien cuidado; y de Valmuel en la categoría del huerto más dinámico. Es el tercer año consecutivo que estos colegios desarrollan un huerto escolar en su centro, dentro de un programa financiado por el Programa LEADER que gestiona el Grupo de Acción Local Bajo Aragón-Matarraña (OMEZYMA) en el marco del proyecto de cooperación Pon Aragón En Tu Mesa. En total participan 650 escolares de 28 poblaciones agrupadas en 8 CRAs (Centro Rural Agrupado) que a lo largo del curso realizan un programa completo para seguir el funcionamiento de un huerto, fomentar la alimentación saludable y aprender sobre la cultura tradicional. Al final, la cosecha son unos alimentos saludables, sabrosos y producidos de manera respetuosa con el medio ambiente. A partir del ejemplo del Bajo Aragón y el Matarraña, en donde se originó el año 2010, el proyecto se realiza en la actualidad en otros 4 Grupos de Acción Local de Aragón: Valdejalón-Campo de Cariñena (Fedivalca), Zona Oriental de Huesca, Calatayud-Aranda y Gúdar-Javalambre y Maestrazgo (Agujama). El proyecto pretende fomentar una alimentación saludable y de responsabilidad social entre el público infantil, así como el conocimiento del entorno inmediato y la cultura rural. A su vez, se trabajan contenidos de las materias del currículum y objetivos transversales como buenos hábitos, el fomento de la responsabilidad y el trabajo en equipo. Además, es también una oportunidad para la difusión de los productos ecológicos y de calidad del territorio. En los huertos escolares se utilizan las técnicas de la agricultura ecológica con el objeto de obtener productos de gran calidad, saludables y sabrosos elaborados de forma respetuosa con el medio ambiente y optimizando los recursos propios del territorio. De este modo, a las técnicas de la agricultura tradicional como la rotación de cultivos, el aprovechamiento de los recursos del entorno, o la utilización de variedades locales (que son más resistentes a la plagas y mejor adaptadas al terreno), se le suman propuestas innovadoras como la lucha pasiva, por ejemplo, con el uso de vegetación auxiliar frente a posibles plagas.
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