5. PROPUESTAS DE ACTUACIÓN
del mundo han existido técnicas ancestrales de uso y manejo de los suelos que han combinado producción forestal y cultivos agrícolas o producción animal, las cuales han sido usadas satisfactoriamente para suplir múltiples necesidades. Estos
sistemas
de
usos
combinados
se
han
denominado
sistemas
agroforestales. Los sistemas agroforestales son sistemas y tecnologías de usos de suelo en los cuales las especies leñosas perennes se utilizan deliberadamente en el mismo sistema de manejo con cultivos agrícolas y/ o producción animal en alguna forma de arreglo espacial o secuencia temporal (Nair, 1993). Los sistemas agroforestales pretenden diversificar la producción, generando bienes y servicios que satisfagan las necesidades básicas de los productores y proveyendo beneficios socioeconómicos y ecológicos (Nair, 1989; Nair, 1997). Dentro de los sistemas agroforestales la integración de árboles y cultivos resultan en interacciones positivas y negativas (Basavaraju y Guruaja, 2000). El mejoramiento y mantenimiento de microclimas o mejoramiento en la productividad del suelo son las mayores interacciones positivas. Otros factores positivos son la eficiencia en la utilización de la luz solar, supresión de malezas, reducción de la velocidad del viento para el cultivo y conservación de la humedad del suelo por medio de la materia orgánica (Young, 1987). La competencia por la luz (Jiménez, 1998), agua, espacio, nutrientes (Ong et al., 1992), así como los cambios ocasionados por la temperatura, vientos y humedad, son los mayores efectos negativos en los sistemas agroforestales. El balance entre las interacciones negativas y positivas depende de las especies sembradas, su arreglo espacial, su densidad y manejo (Basavaraju y Guruaja, 2000; Jiménez y Muschler, 2001. La incorporación de sistemas agroforestales en las actividades productivas es una alternativa importante desde el punto de vista de la rentabilidad y de la conservación de los recursos naturales (ICRAF, et al., 1999). Por ejemplo, pequeños productores han comenzado a recuperar praderas degradadas en muchos lugares de Filipinas, a través de la incorporación de árboles maderables en sus sistemas de cultivo (Bertomeu, 2004)
Mª Jesús Serra Varela
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