
2 minute read
AGUILA FILIPINA
Águila filipina
Alturas vertiginosas
Advertisement
El majestuoso águila filipina es una de las rapaces más grandes del mundo. Con alas cortas y fuertes se abre camino a través del dosel de vegetación con velocidad y precisión, en la búsqueda de serpientes, lagartos, monos, ardillas o pájaros. El depredador, situado en el rango superior de su cadena alimenticia, también reside en la parte superior del bosque, construyendo sus nidos en los árboles más altos que se quedan en una familia por generaciones. En 1940 se podían encontrar en las zonas selváticas de Luzón, Samar, Leyte y Mindanao. Donde se ha calculado que originalmente vivían unas 6000 de ellas. Nada comparable al número actual que puede rondar los 370 ejemplares repartidos únicamente por las islas de Mindanao donde habitan unos 300 ejemplares y Luzón en la que están casi extintas.
Las hembras que son entre un 10-20% más grandes que los machos pueden llegar a medir un metro, pesar 7 kilos y tener una envergadura de más de dos metros, lo que las convierte en una de las rapaces más grandes del mundo. Su longevidad es de 30 a 60 años y más en los animales que se tienen en cautiverio.
Lince ibérico Reacción en cadena

Los conejos salvajes no fueron las únicas víctimas del virus de la mixomatosis que se extendió por Europa en la década de 1950, ni de los brotes de la enfermedad hemorrágica del conejo que comenzaron en los años ochenta. El lince ibérico, que se alimenta casi exclusivamente de estos animales, ha sido privado de alimento por la disminución de sus presas. Sufriendo también la degradación de los bosques y la presión de la caza ilegal, el lince ibérico casi se extinguió en 2003. Habrían desaparecido durante diez mil años las primeras especies felinas del mundo, pero las autoridades españolas y portuguesas se comprometieron con un programa de cría en cautividad. Se recaudaron fondos con un "impuesto ambiental" sobre una compañía pública de agua que construyó una presa en tierras que alguna vez fueron territorios de linces. La población de linces ibéricos se ha elevado a cientos, pero los conservacionistas advierten que las reintroducciones en curso serán necesarias y que el cambio climático podría poner en peligro la calidad de su hábitat.
En 2002 tan solo se pudieron contar noventa y cuatro individuos, de los cuales cincuenta y ocho adultos y apenas veintisiete hembras en situación reproductiva, repartidos en dos poblaciones, en Andalucía, aisladas entre sí.4 Tras numerosos esfuerzos de conservación y recuperación, en 2013 se calculó algo más de trescientos individuos en aumento,5 más otra en los Montes de Toledo de unos quince individuos y por ello escasamente viable, lo que lo convertía en la especie de felino más amenazada del mundo.6
En el año 2022 se estimó una población de 1.365 ejemplares en libertad distribuidos principalmente por Andalucía (en los parques de Doñana, Sierra de Andújar, Sierra de Cardeña y Montoro y Sierra de Cazorla), en Castilla-La Mancha (en los Montes de Toledo), Extremadura y Portugal (parque natural del Valle del Guadiana).7 89