Este libro es un viaje. Trece relatos, trece instantes de la historia para formar la visión
del autor que, como la visión faulkneriana, sobrevuela (el escritor es una ave de
rapiña que se alimenta de los despojos de ese cuerpo en descomposición que es la
sociedad) sobre el objeto de su amor y de su asombro: la ciudad.
Con excelentes títulos —un buen título es a veces medio cuento— el autor llega a su
intención máxima: La cruz de la bestia que da título al libro. La visión de la bestia
que, como Batman sobre Ciudad Gótica (montado en el edi cio de la Chrysler)
otea el horizonte de la ciudad, sólo que esta bestia no espera defender a los ciudadanos,
sino destruir la ciudad en aras de la ¿modernidad?, ¿su capricho? La bestia,
desde la torre, llora inconsolable la indiferencia con que todos miran su obra,
mientras que, en la otra torre, Rafael Medina observa la obra de la bestia y da así
inicio a su propia obra: contar la ciudad.
Eugenio Partida