De tal palo...tal astilla

DE TAL PALO...

TAL ASTILLA

Antonio Rodríguez Pazos, MSc.

De tal palo, tal astilla

La reproducción total o parcial de este libro o parte de él podrá hacerse con el permiso escrito del autor.

Derechos Reservados Primera edición: 2021 Lcdo. Antonio Rodríguez Pazos, MSc. Email: antonioazael@yahoo.com Guayaquil-Ecuador

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Edición e Impresión: Diseño: Lic. Henry Ortiz Editorial HOTSA Teléfono: 0999293058 Corrección: Lcda. Rosa Mainato 1000 Ejemplares Guayaquil-Ecuador 2021

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Dedicatoria: A mi padre con cariño

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Prólogo Nunca antes, como en esta ocasión, calza de manera perfecta, el título de este esfuerzo editorial, con aquel famoso y conocido refrán que dice “De tal palo, tal astilla“, que el autor de esta obra, Antonio Azael Rodríguez Pazos hace con precisión e intenta aproximar las hazañas, logros y triunfos de dos esplendorosas figuras: Ricardo Rodríguez Quintana y Antonio Rodríguez Vargas.

Dicen que los hijos tienden a aparecerse mucho a sus padres y la línea que los separa y divide son tan finas y delgada que no se nota dónde empieza y donde termina.

La rica hoja deportiva de Ricardo Rodríguez Quintana, es muy parecida a la de Antonio Rodríguez Vargas, aunque en dos épocas diferentes. Temo correr el riesgo de perder objetividad, por el gran cariño, afecto y admiración que siento por los dos personajes centrales de esta obra.

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No puedo precisar cuál es mejor si el palo o la astilla. Lo cierto es que “Chico” como bien se lo conoció en los diamantes porteños y sudamericanos fue un brillante pelotero y “Chico” –hijo-fue un versátil deportista que brilló en el béisbol, voleibol, atletismo y balón mano.

Ricardo “Chico” Rodríguez Quintana desde muy corta edad se destacó en la pelota en la ciudad de Panamá, en el barrio Cerro Viento, de la zona de Juan Díaz. Su primer uniforme fue de la escuela “Juan Demóstenes Arosemena”, cuando tenía 7 años. Pasó por distintas etapas, categorías y selecciones.

Fue Mikelmo Pérez quien lo convenció en 1960 para venir a jugar en Ecuador. “Chico” tomó una mochila, se vino para Guayaquil para quedarse para siempre. Se enfundó los bombachos del glorioso Oriente, que manejaba Munir Dassum con quien ganó su primer título en 1963. Luego llegaron otros campeonatos. Cuando la novena oriental dejó de participar “Chico” era requerido por otros conjuntos con los que también logró muchos éxitos.

El 21 de julio de 1963, jugando el jardín central, contra Emelec, ejecutó una de las más escasas jugadas defensivas. Corrió hacia adelante y atrapó la pelota de “cordón de zapato”, justo cuando los corredores eléctricos se habían desprendido. Asistió rápido a Mikelmo Pérez quien tiró a la inicial, donde se hallaba Efraín Rico y completar un histórico “triple play“.

El 15 de enero de 1963 en gran final ante Brasil chico con uno a bordo y en el primer lanzamiento sacó largo batazo que se convirtió en jonrón y abrir la ruta de la victoria final de 10x0 con el que Ecuador conquistó el campeonato sudamericano “Chico” ya había sacado dos cuadrangulares en los choques contra Argentina y remató como uno de los mejores bateadores.

El 10 de marzo de 1964 conformó la Tricolor que ganó invicto un torneo Pentagonal en Lima, con Panamá, Costa Rica, Perú y un seleccionado del Callao.

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El 1 de diciembre del 66 frente a Brasil nuevamente, Ecuador logró el bicampeonato sudamericano ganó en final dramática de 4x3. Fue el jardinero central, imponiendo mucha seguridad, aplomo y clase.

Jugó los torneos de primera división con Oriente, Barcelona, LDE, Universidad Católica, Nueve de Octubre, Asociación Deportiva Naval. Su última campaña fue en 1986, cuando tenía 56 años en el que acumuló 15 jonrones.

Por su sapiencia y experiencia, se desempeñó como entrenador de equipos en los que entregó todo caudal de vivencias. Casado con Nieve Vargas, con quien procreó a Antonio y Francisca.

Antonio Rodríguez Vargas fue excelente voleibolista, atleta y beisbolista y profesional de la Cultura Física. Por sus conocimientos ha ejercido altos cargos técnicos en el deporte ecuatoriano.

Jugó béisbol en las categorías menores. A los 15 años se inició en el voleibol en el Vicente Rocafuerte y conquistó el intercolegial. Seleccionado de Guayas. Múltiple campeón nacional en sala y playa, seleccionado del Ecuador, elegido el mejor voleibolista ecuatoriano por el CPDE, APDP, El Universo, FEV. En Atletismo campeón colegial y preseleccionado de Guayas en lanzamiento de la jabalina.

Un buen día tomó su mochila y se fue para Cuba con beca educativa en donde logró los títulos de Licenciado y Doctor en Cultura Física en el Instituto “Manuel Fajardo”.

En Venezuela actuó con Leopardos de Miranda, en Argentina con Sociedad Sirio - Libanesa, en Cuba con Pinar del Río. Seleccionado universitario en Cuba, campeón provincial y nacional, participó con la selección de Ecuador en suramericanos, pre mundiales y pre olímpicos.

Jugó voleibol de playa por Pinar del Río integrante de la preselección cubana participando en torneos no oficiales como la Copa Tecate, Copa Varadero. De retorno a Ecuador volvió al Yeyo Uraga para ponerse el uniforme de: Yankees, Torremar y Americano con 13

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quienes resultó campeón. En Balonmano seleccionado de Guayas y Ecuador.

Por sus conocimientos y experiencia ocupó cargos importantes en el organismo rector del deporte ecuatoriano hasta llegar a la función de vice ministro, así como Director del Departamento Metodológico de la Federación Deportiva del Guayas y ahora ejerce la cátedra en la facultad de Educación Física de la Universidad de Guayaquil.

En las próximas páginas podrán encontrará, con lujos de detalles, cono lo sabe hacer el autor, el recuento de la vida de estos extraordinarios deportistas. Con toda seguridad que se quedarán con la imagen acrisolada y brillante de dos extraordinarios deportistas de dos épocas distintas que están en el corazón y la mente de quienes fuimos testigos de sus acciones.

Lcdo. Frank Maridueña

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Presentación Al amigo con cariño: “Soy tocayo de una leyenda” Llegó de Panamá hace 58 años sin saber que iba a hacer del Ecuador su nueva patria y de Guayaquil la ciudad amada. No imaginaba que la ciudad lo acogería con su calor fraternal tan proverbial, que a orillas del Guayas iba a enamorarse de una maestra excepcional, doña Herlinda Vargas, a formar su hogar y a ser el padre de dos hijos: Francisca Esmeralda y Antonio Ricardo, ambos excepcionales deportistas. ¿Qué venía a hacer en Guayaquil Ricardo Chico Rodríguez Quintana en 1960? Pues a hacer aquello que había practicado desde los 7 años de edad como buen panameño: jugar al béisbol. Recuerdo muy bien su aparición porque desde 1953 había adoptado al béisbol como uno de mis deportes predilectos y Chico llegaba como refuerzo para el equipo que yo prefería: el Oriente que dirigía 19

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Munir Dassum. Era un equipazo que encabezaba un lanzador de antología, Efraín Rico Siles, y en el que militaban Pedro Jiménez, Ricardo Tomalá, Tomás Pincho Moreno, Enrique Veloz, el mexicano Juan Trujillo, Juan Pueblo Falconí y otros famosos peloteros de la época.

La llegada de Chico Rodríguez confirmó el poderío oriental.

Ligó cuatro coronas consecutivas de 1960 a 1963. Ya en noviazgo con doña Herlinda, la apuesta maestra que le preparaba los tallarines que tanto le gustaban y que yo alcancé a degustar, empezó los trámites de su nacionalización. Iba a casarse y a radicarse de manera definitiva en Guayaquil.

Fue pieza fundamental para ganar un Pentagonal en Lima en 1964 y para llevar a Ecuador al bicampeonato sudamericano en 1966 en el Yeyo Uraga en una final apasionante con Brasil.

Aquel 1963 fue escogido para formar parte de la selección ecuatoriana que iba a participar en el Campeonato Sudamericano de Béisbol que iba a realizarse en Buenos Aires. Derrotaron a todos sus rivales y el encuentro final fue ante Brasil al que vencieron por 10 a 0 abriéndose la pizarra con un jonrón de Chico que fue premiado como el champion jonronero con tres extra bases. Ecuador conseguía así el primer título internacional de la historia beisbolera.

Aquel 1963 sería el actor de una jugada que no ha vuelto a repetirse y de la que me tocó ser testigo. En un encuentro de Oriente contra Emelec Chico jugaba de jardinero central por los orientales cuando se produjo un batazo sólido por atrás de la zona entre la segunda base y el campo corto. Con la velocidad que le era carac-

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terística aún a sus 33 años, nuestro personaje logró una atrapada impresionante de “cordón de zapato” como llaman en el béisbol a esa jugada. El esfuerzo no oscureció su concentración; pasó por segunda marcando otro out y tiró hacia la primera dado que los corredores de Emelec habían arrancado pensando en que Chico no anularía el batazo. Así se produjo el triple play memorable que lo instaló en la historia del béisbol.

Chico Rodríguez fue un jugador completo como pocos. Se para en el infield para jugar la primera base; otras veces aparecía de receptor o jugando en los jardines, más en el centro por su velocidad y su colocación. De repente fallaba el lanzador titular y el manager llamaba a Chico para que ocupe la lomita. Llegaba frío, lanzaba diez tiros al home y a afrontar el reto que terminaba casi siempre como vencedor. Era un bateador consistente y lleno de inteligencia y corría las bases con gran cálculo y velocidad. Recuerdo cuando quedó campeón con LDE arrancando desde la primera para alargar un batazo que creo fue del recordado Freddy Uzcátegui y llegar barriéndose con la carrera del título.

El dejó su deporte voluntariamente. Pero dejó también el ejemplo de deportista de gran clase, de espíritu altivo y guerrero pero noble en los diamantes.

Fue pieza fundamental para ganar un Pentagonal en Lima en 1964 y para llevar a Ecuador al bicampeonato sudamericano en 1966 en el Yeyo Uraga en una final apasionante con Brasil. Podría llenar cuartillas con los títulos que ganó en Panamá con clubes y la selección canalera; con LDE, Universidad Católica, Pilsener y en cuanto equipo jugó. Nada menos que 26 años duró su paso por las canchas. A los 56 años de edad aún daba ejemplo de calidad y valentía. Se retiró por molestias en las rodillas. No lo dejó el 21

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béisbol. El dejó su deporte voluntariamente. Pero dejó también el ejemplo de deportista de gran clase, de espíritu altivo y guerrero pero noble en los diamantes. Fue conductor de muchos equipos a los que brindó toda su sapiencia, sin el egoísmo del que padecen los espíritus mínimos.

Ejemplar como esposo, como padre, como amigo, los que lo conocemos de tantos años atrás nos sentimos orgullosos y afortunados del honor de su amistad. Para mí es algo especial: soy tocayo de una leyenda.

Por Ricardo Vasconcellos R.

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´Al bate´ va Ricardo “Chico” Rodríguez Quintana Es mediodía y el calor de Guayaquil sigue siendo insoportable.

Aquello no es impedimento para que Antonio “Chico” Rodríguez Vargas brinde el antebrazo a su padre, Ricardo Rodríguez Quintana, y lo ayude a subir el escalón de la vereda que da camino a la Facultad de Educación Física, Deporte y Recreación.

Lo ubica en una especie de andador y lo invita a caminar. A seguirlo. Miradas llena de atenciones que no se detienen. Por el contrario aumentan. Lo invita a almorzar y solicita el esmero para su progenitor.

Se desvive por y para él. Por él ser que le enseñó el a, b, c del deporte. De la vida. Lo observa con orgullo. Con respeto. Habla con él. Y sonríe. Son de esas circunspectas de cariño. De amor. De un afecto único que le profesa sin que se dé cuenta.

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Hace un alto y le compra el diario Extra. Aquel que tiene el crucigrama y las noticias. Esas noticias que la sigue a diario y que antes llenaban sus líneas con su labor dentro de cualquier diamante.

Para “Chico” –hijo- es su ´mánager´ predilecto. Su ´serpentinero´ preferido. Aquel ´pelotero´ que le brindó gratas satisfacciones en el quehacer cotidiano. El ´lanzador´ perfecto que lo inculcó a vestirse de corto. Incluso es su ´batería´ agraciada cuando se trata de hablar de béisbol.

La historia sigue caminando y ´al bate´ va Ricardo “Chico” Rodríguez.

El ´conteo´ se inicia. Para aquello nos ubicamos en el distrito de San Miguelito. Una ciudad encantadora. De esas donde la convocatoria para formar una novena nunca se hizo esperar. Sus polvorientas calles –en aquel entonces- servían de espacio para profundizar un deporte que en Panamá es muy tradicional e importante para toda la nación.

La voz se entrecorta de Ricardo –permítame tutearlo para entrar en confianza-. Los ojos se ponen vidriosos y su mirada se pierde. Como que se traslada. Y comienza a recordar esos bellos momentos de donde se crío, se formó y fue creciendo de una manera ejemplar.

Su primer jonrón fue el 5 de diciembre de 1930 en Panamá donde vio la luz por primera vez.

“Chico” –papá- cuenta que San Miguelito tenía fama de poseer grandes talentos para el béisbol. Era el segundo distrito más poblado de la República y eso lo hacía diferente.

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El bullicio de la ciudad se confundía con los gritos de los chiquillos que comenzaban a soñar en grande. De intentar llegar lejos.

De estar en las grandes ligas pero se conformaban con darle internamente y en su barrio a la pelota chica.

El sueño nunca se terminaba. Cada día era un reto más y pese a la edad lo asumían como tal. Cada integrante del distrito se desvivía por salir hacer lo suyo. Pegarse el guante a su mano, el bate al hombro y los deseos interminables de hacer bien las cosas. La pelota chica era encantadora para ellos y su única razón de ser.

Los corregimientos de aquel apartado urbanístico y del crecimiento de Ricardo así lo delataban. Y, sí ese sector tradicional hablara estuviera señalando las mismas líneas que ustedes están siguiendo de esta historia.

Entonces los sectores de Amelia Denis de Icaza, Belisario Porras, José Domingo Espinar, Mateo Iturralde, Victoriano Lorenzo, Belisario Frías, Omar Torrijos, Arnulfo Arias y Rufina Alfaro se convirtieron en mudos testigos de los pequeños peloteros que no paraban de darle a la pelota chica.

Desde pequeño fue inquieto.

De esos pequeños llamados hiperactivos. Incansable.

Y de los quedaban guerra cuando lo sacaban del diamante.

Su primer jonrón fue el 5 de diciembre de 1930 en Panamá donde vio la luz por primera vez. Hijo de Don Ricardo Antonio Rodríguez y Doña Francisca Quintana. Su presencia llegó alegrar el hogar de esta noble familia que buscó la llegada de un varón.

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Desde pequeño fue inquieto. De esos pequeños llamados hiperactivos. Incansable. Y de los quedaban guerra cuando lo sacaban del diamante. Estudió en su tierra natal en una escuelita llamada Juan Demóstenes Arosemena, en donde jugaba béisbol desde los siete años. Sus calificaciones estaban a la par con el deporte de lo contrario no había juego.

Su actuación y desempeño fue tal que lo llevaron a enfundar la responsabilidad de defenderla y representarla. Obviamente contaba con el apoyo y soporte positivamente influyente de su padre y el director de la escuela donde estudiaba ya que ese deporte era lo más importante a nivel local y nacional.

A lo largo de su vida de deportista activo tuvo varios y muy buenos profesores que lo moldearon y pulieron, entre ellos: Boby Nass, Pato Sandoval, Andrés Alonso, Toñito Gordon, Munir Dassun, Eufemio Marte, Reinaldo Ramírez, entre otros.

Rodríguez Quintana desde muy corta edad comenzó a brindar destellos de un gran pelotero. El simple hecho de caminar, correr.

Agarrar el bate y mirar a su oponente era un sinónimo de respeto y admiración.

La primera sesión está terminando. Sigue agitado y con su ronca voz nos indica que es necesario hacer una pausa. No sin antes indicar que se siente orgulloso de su noble y linda familia. Que contó con una maravillosa compañera Nieve Herlinda Vargas con quien procreó dos hijos: Antonio Ricardo y Francisca Esmeraldas.

Insiste que tiene una linda familia y a pesar de su salud los goza cada minuto. Ante la partida de su esposa del terrenal mundo ese vacío lo llenaron sus nietos que son la razón de la fuerza que le otorga la vida para disfrutarla día a día. Sostiene que el deporte que practicó toda su vida es maravilloso y que en su país de nacimiento Panamá es muy popular, igual que el fútbol aquí, que nos 32

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aleja de vicios y malas costumbres “Dile SI al Béisbol y NO a los Vicios”, es su lema.

Señala a viva voz que es un servidor panameño con corazón ecuatoriano –nacionalizado-. Además de admirar a sus hijos siente una gran pasión por Jacke Robinson, Ted Willians, Rock Caryth peloteros que deleitaron y aumentaron su pasión y de quienes admiró un mundo.

De las anécdotas manifiesta que cuentas con muchas que la vamos a ir desmenuzando poco a poco pero de la que sí se acuerda es de un viaje con la selección de Ecuador en 1960. Viajando en avión al sudamericano de Argentina, en cielo peruano, a 4000 pies de altura se dañó una de las puertas del avión, dimos vueltas varias horas sobre aeropuerto argentino, pero gracias a Dios estoy aquí para seguir contando esa historia las veces que sea necesaria porque creo que volví a nacer.

Esa inspiración permitió que Casablanca lo llevara a la Capital.

Fue un sueño hecho realidad El tiempo sigue caminando y el mismo no detiene. La sonrisa de Ricardo Rodríguez Quintana vuelve a florecer. Las añoranzas de su desplazamiento en el diamante siguen intactas. Y aún recuerda cómo llegó a su primera novena Granadillo donde sus tardes fueron encantadoras.

En aquel equipo alcanzó victorias irrepetibles. Jugadas plasmadas en su sien para siempre. Esa inspiración permitió que Casablanca lo llevara a la Capital. Fue un sueño hecho realidad señala en vista de que había una regla: “si pasabas los dos años te quedabas con el equipo. Yo me los quede porque me los gané en vista de que jugué varias temporadas”.

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Centinela del Tuira, Crusal fueron clubes que me abrieron las puertas donde el trabajo, buen juego y excelentes peloteros nos dieron la oportunidad de alcanzar cosas importantes. Con partidos reñidos y marcadores apretados alcanzó para irse formando y logrando la experiencia que necesitabas y deseabas.

1/0, 3/2 o máximo 6/8 mostraba la pizarra como producto de los durísimos encuentros que disputaba y que daban como resultado la alta competencia a que estabas sujeto. Tercero, cuarto puesto fueron sus primeros éxitos. Éxitos que se redoblarían con el pasar del tiempo.

Compañeros de la talla de “Beto” Blanco, “Escopeta” Herrera, Leo Pérez y Roy Clark destacaron y se ganaron en puesto en la selección de 1969 donde también formé parte. Era un grupo completo. Además de la camaradería había un estilo de juego. Dinamita pura en el bateo y lo más importante veloces. El respeto nos fuimos ganando y cada vez los triunfos llegaban a adornar nuestra vitrinas llenas de trofeos y medallas que íbamos consiguiendo en el camino.

Fueron tardes que nunca volverán pero siempre hay un espacio en el corazón para recordarlas. Sentirlas y vivirlas a plenitud. De aquellos partidos todos fueron valiosos. Importantes y hasta los que perdíamos porque de ahí aprendíamos a mejorar. Pero la verdad es que siempre salíamos aplaudidos y victoriosos.

“Con el Club Leones quedamos dos años consecutivos vice campeones. Fue una grata experiencia la compartida y el título nos fue esquivo”.

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Ricardo “Chico” Rodríguez Quintana sigue soñando despierto.

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No se cansa de nombrar a sus compañeros. Insiste que cada partido tenía algo especial.

Nos preparábamos para cada juego. Cada uno era importante.

No minimizábamos al rival por el contrario siempre nos decíamos que eran mejores que nosotros pero como que aquello se transformaba en un impulso para demostrar que nosotros éramos mejores.

Y así fue cuando con el Club Leones quedamos dos años consecutivos vice campeones. Fue una grata experiencia la compartida y el título nos fue esquivo por algunos errores cometidos y obviamente porque los rivales eran de gran nivel. Nadie regalaba nada y a la hora de jugar cada novena salía con una predisposición única; y, en ocasiones hasta nosotros mismo no nos reconocíamos por el esfuerzo, valor y entrega que poníamos en el diamante. Aquellos triunfo era como una antesala a los resultados que después se alcanzarían.

De Leones pasé a Bembeteche donde un turco era dueño del equipo. Se esmeró en conseguir varios refuerzos de grandes ejecutorias y aquello permitió que lográramos ser campeones. En un torneo casi perfecto. Cada compromiso fue planificado. Nada quedó al azar y el resultado fue halagador.

Como nunca apareció el swing en nuestro planteamiento que dio origen a excelentes victorias sin que el rival pudiera descifrar nuestro sistema empleado. Contábamos con una base de excelentes sempiternos que ayudaron a que nuestro juego rayara en la perfección.

Ese año nos desvinculamos de Bembeteche y salimos a juegos internacionales con la selección realizando una gira por Centroamérica para aterrizar en Ecuador.

Su despunte fue acrisolándose con el paso de los años.

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Nuevamente la plática está llegando al final. El segundo hit finalizaba con un estrechón de manos. Manos calludas. Gruesas.

Medias toscas. Pero, sinceras. Mira a los ojos y me dice nos vemos mañana. Un abrazo selló el pacto. Antonio “Chico Rodríguez –hijo- entra en escena y le dice: “Papi, está cansadito. Es hora de almorzar”. Agarra a su ´viejito´ como lo llama con cariño y se lo lleva. Con toda la delicadeza, paciencia, ternura y amor que le profesa. Nunca había visto una devoción tan espontánea de un hijo para con un padre. Más claro llega como un corredor emergente en términos netamente beisbolero.

Al día siguiente Rodríguez Quintana volvió al montículo o la famosa “lomita de los sustos” para aquel encuentro había bases llenas por eso nos fuimos a un apartado para continuar con el relato que cada vez se ponía interesante.

Vuelve a cerrar los ojos y recuerda un partido. De esos que no se olvidan…

Jugador versátil, subió algunas veces al montículo y tenía un buen control sobre la pelota Caía la tarde y la noche se tomaba el estadio. En aquella ocasión juagamos 12 inning y perdimos 0/1. Fue un partidazo. De esos que no se los observa fácilmente. Con una entrega de parte y parte.

Dos equipos que durante toda la temporada fuimos competitivos y los resultados no podían decir otra cosa. Fue una temporada halagadora para este servidor. En ese encuentro quien se robó la película fue el lanzador quien fue incontrolable y complicó al bateador, nos descuidamos y caímos. En todo caso ellos batearon mejor.

Su despunte fue acrisolándose con el paso de los años. En su 40

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natal Ciudad de Panamá, en el barrio Cerro Viento, de la zona de Juan Díaz fue creciendo, desarrollando y amamantándose en el diamante.

Por eso le es duro olvidar su terruño. Los primeros moradores del lugar fueron, en su mayoría, familias que emigraron de la provincia de Los Santos y de la isla de San Miguel; se calcula que unas 60 mil personas integran la comunidad de santeños en San Miguelito, siendo una de las agrupaciones con mayor influencia cultural en este distrito.

La comunidad de San Miguelito, tiene sus orígenes casi al mismo tiempo que el nacimiento de la República en noviembre de 1903, porque según algunos estudiosos, luego del establecimiento de la nueva nación, y el inmediato compromiso de la construcción del Canal, muchos de los moradores de áreas en las riberas de la vía, las cuales se inundaron, fueron a parar a lugares de las afueras, entre ellos el sector hoy conocido como Cerro Viento.

En junio de 1960 se creó el Corregimiento de San Miguelito. Su primer corregidor fue Camilo S. Sáenz.

Jugador versátil, subió algunas veces al montículo y tenía un buen control sobre la pelota, sobre todo como la pasaba por el home, siempre de punta afuera. Tiene un promedio de ofensiva de 0.245 en toda su carrera, y está empatado en el tercer puesto de jonrones obtenidos siendo superado únicamente por Panchón Sánchez y Mike Sanz.

De acuerdo a investigaciones del Profesor Alfonso Montoya en su libro Historia de San Miguelito, los primeros asentamientos 41

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humanos de esta comunidad se dieron en Las Trancas, Santa Pera, Ciudad Jardín San Antonio y Cerro Viento.

Fue seleccionado de varios clubes panameños desde 1948 hasta 1960. Seleccionado nacional de Panamá en 1950, 1955, 1959 y 1960.

Por otro lado los altos alquileres, la falta de viviendas en la capital y el desarrollo del movimiento inquilinario de 1925 obligaron a muchos trabajadores migrar hacia fincas situadas en lo que es hoy San Miguelito. En el mismo también hubo toda clase de invasiones de precaristas en fincas, algunas de las cuales eran de propiedad privada.

Por el año 1945 surge la Sociedad Cívica de Moradores de San Miguelito dirigida por Belisario Frías que luchó organizadamente con el apoyo de otras sociedades por la tenencia de tierras. Según informes proporcionados por el dirigente Florentino Castro, un grupo de familias se ubicó en la finca San Miguel, propiedad de la familia Recuero y Tinoco, allá por el año 1947.

En los años 50 mucha gente que venía del interior buscó mejores condiciones para su vida en un lugar donde no le cobraran alquileres y pudieran trabajar En junio de 1960 se creó el Corregimiento de San Miguelito.

Su primer corregidor fue Camilo S. Sáenz. Con el establecimiento de grupos humanos surgieron las luchas por servicios requeridos, y también los movimientos para mejorar las condiciones de vida.

Una de esas organizaciones nació en 1961, se trata de la Asocia-

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ción Cívica de Ayuda Mutua y Esfuerzo propio, que principalmente luchaba por viviendas dignas, pero también por otras necesidades, entre ellas, salud, de allí que en 1964, por la acción de la Asociación de Ayuda Mutua, siendo Ministro de Salud Abraham Pretto, se puso la primera piedra al Hospital Integrado de San Miguelito, el hospital se construiría en los terrenos que hoy ocupan el Estadio Bernardo Candela Gil, antes estadio 28 de diciembre y varios multifamiliares en el sector de Paraíso. En ese entonces la obra estaba valorada en un millón de balboas, tendría capacidad mínima de 40 camas y máxima de 100.

En 1963, se estableció en San Miguelito la Misión de la Arquidiócesis de Chicago, a partir de ese momento se creó el Movimiento de Unificación Nacional de Desarrollo y Orientación (MUNDO) y que según Ramón Hernández, quien llegó a ser uno de los dirigentes de ese movimiento, (después de Vicente Mosquera, Severino Hernández y Generoso Arrocha) desplegó “esfuerzos para lograr la creación del distrito especial por medio de la implementación del “Plan San Miguelito”.

El 18 de octubre de 1968 se realizó una Marcha denominada del silencio que buscó una respuesta de los protagonistas del golpe militar del 11 de octubre de ese mismo año. En esa marcha participaron los grupos organizados y sociedades de la comunidad y provocó la primera Asamblea Cívica de la Comunidad, el 25 de enero de 1970 donde surgió el primer Consejo Directivo. Esa reunión se escenificó en la Iglesia Cristo Redentor.

Relata que el mismo era conocido a finales de 1947 como San Miguel Adentro, una finca propiedad de José Narciso Recuero 43

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En los años 50 mucha gente que venía del interior buscó mejores condiciones para su vida en un lugar donde no le cobraran alquileres y pudieran trabajar en la ciudad de Panamá. Algunas versiones dicen, que el nombre al distrito se lo dio él mismo en una ocasión, cuando reconoció la existencia de muchos lugares con el nombre San Miguel, cosa que les perjudicaba porque cuando pedía a conductores de “chivas” que le dejaran en San Miguel Adentro, lo dejaban en el Barrio de San Miguel. Así que como se trataba de un lugar pequeño, le llamarían “San Miguelito”. Ese sería el único lugar con ese nombre en todo el país y así se llama hasta hoy día. Sin embargo existe otra versión acerca del nombre San Miguelito, la cual sostiene que el mismo se debe a la gran cantidad de personas que procedían de la Isla San Miguel los cuales forzaron el nombre “San Miguelito”.

El 10 de enero de 1952, en medio de un partido de béisbol, Florentino proclamara la idea de cambiar el nombre de San Miguel Adentro por el de San Miguelito.

Y la más aceptada es la que se le atribuye Florentino Castro Gutiérrez, que en una noche de farra, en diciembre de 1951 saldría la idea de bautizarla como “San Miguelito”. Relata que el mismo era conocido a finales de 1947 como San Miguel Adentro, una finca propiedad de José Narciso Recuero. El sector era un regimiento del corregimiento de Río Abajo. Los descendientes de éste alquilaban una hectárea de esos terrenos a no más 30 personas a un costo de cinco balboas anuales, entre ellos, el fundador del distrito, Florentino Castro. El 10 de enero de 1952, en medio de un partido de béisbol, Florentino proclamara la idea de cambiar el nombre de San Miguel Adentro por el de San Miguelito.

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De San Miguelito a Guayaquil En Guayaquil las cosas fueron diferentes para Ricardo “Chico” Rodríguez. Él cuenta que la urbe porteña era una ciudad que caminaba muy rápido. Súper agitada. Donde estar atento era más indispensable que en mi país. Aquello me transformó mi vida. Logré enamorarme de la Metrópolis y de su gente. De su bullicio. De dé sus alrededores y en especial de mi esposa.

Cuando habla de ella sus ojos se agrandan, su mirada se vuelve a ilusionar y su rostro se ensancha: Una tierna criatura que me abrió su corazón. Fue un flechazo a primera vista. Fuimos él uno para el otro. Estudiaba en el colegio Rita Lecumberry. Atrás de la piscina Olímpica y cerca del estadio Yeyo Uraga.

Nieve Herlinda fue una mujer completa. De casa. Entregada.

Llena de principios y prodigada en cuerpo y alma para este servidor. Logró cautivarme de una manera tal que nunca dudé en llevarla al altar.

“Tuvimos que batallar poco a poco para darle la formación que se merecían y que no les faltara nada” Esos gratos momentos aún quedaron grabados en mi corazón.

Es como si fuera ayer cuando salíamos a caminar. Enamorarla con cartitas y aunque mi letra fue fea –ríe- ella la entendía. Nos encantaba escuchar a Julio Jaramillo y una que otra guaracha de moda.

Bailábamos al compás de la música que nos tocaban hasta que llegaron mis hijos quienes fortalecieron nuestro hogar y las intenciones de crecer como pareja y desde la llegada de Antonio Ricardo y Francisca Esmeraldas las cosas fueron diferentes.

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Ambos inquietos. Educados. Soñadores e inteligentes. Tuvimos 49

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que batallar poco a poco para darle la formación que se merecían y que no les faltara nada a pesar de nuestras limitaciones que no eran bastantes pero pesaban cuando el momento se presentaba.

La situación en Panamá estaba como Venezuela. En otras palabras crítica. No había trabajo. Se puso jodida la cosa. Gracias a dios me salió un trabajo en Ecuador y me vine acá. No lo dudé. No me quejé. Aquello me dio lugar para formar mi hogar.

Alquilaba un departamento en Boyacá y 10 de Agosto. En los bajos de la emisora CRE. Era el sector mu apetecido. Estábamos rodeados de un fragmento importante como la Sociedad Libanesa, Diario El Telégrafo y estaba en plena construcción el Gran Hotel Guayaquil. Es decir, en el pleno corazón de la Ciudad. Más no se podía pedir.

“Pasábamos concentrados prácticamente.

Se jugaba sábado y domingo y el esfuerzo que realizábamos era agotador”.

Después pasé a vivir a Chimborazo y García Goyena en vista de que el club nos pagaba el arriendo a cuatro deportistas que vivíamos ahí: Efraín Rico, SS. Mikelmo Pérez y Cuto Jhon y obviamente este personaje.

Pasábamos concentrados prácticamente. Se jugaba sábado y domingo y el esfuerzo que realizábamos era agotador. Pero logramos congeniar y lograr nuestro propósito cuando llegamos a Guayaquil que era triunfar.

Marcamos diferencia por el estilo de juego que derrochábamos.

Teníamos experiencia y eso nos ayudó bastante. El juego de Centroamérica era muy diferente al de Sudamérica y eso se aprovechó para marcar nuestro estilo. Sabíamos ubicarnos, correr, antici50

De tal palo, tal astilla

par. Estar en la jugada y mostrar nuestro nivel como jóvenes que éramos. Estábamos en todo nuestro apogeo.

Ese nivel sirvió para que los ojos del béisbol ecuatoriano se posaran en nosotros y nos pidieran que representemos a su selección.

Antes no era complicado y sin mayor trámite lo hicimos.

“Compartiendo mi granito de arena para el amarillo, azul y rojo. Logramos unir a un grupo de jóvenes promesas”.

Llegó el proceso de nacionalización y adopte una nueva patria. Con entereza, entusiasmo y con el compromiso de devolver la confianza que nos brindaron cuando apostaron por nosotros. Era un nuevo comienzo y a la vez se transformaba en un nuevo reto.

Complicado pero no imposible en vista de nuestra responsabilidad de hacer bien las cosas.

Y empezó mi aporte para la novena de Ecuador. Compartiendo mi granito de arena para el amarillo, azul y rojo. Logramos unir a un grupo de jóvenes promesas que tenía sus cualidades. Grandes talentos. Sabíamos que la organización llegaría en cualquier momento. Y así se fue dando.

Entrenándonos por entero. Capacitándonos y dotándonos de jerarquía que no se realiza de la noche a la mañana pero que tenía que presentarse en cualquier momento y vaya que lo hizo.

Nuestro primer desplazamiento con la selección nacional fue a Argentina donde alcanzamos un campeonato. Nuestro primer gran campeonato para Ecuador en esta disciplina que no tenía seguidores pero que era bien vista y respetada.

Aquel título fue gratificante porque nos ayudó para que nos 51

Antonio Rodríguez Pazos, MSc.

vean con otros ojos especialmente a este deporte que no recibía todo el apoyo gubernamental que se necesita en cualquier disciplina deportiva.

Corría el año 1963. Mencionada temporada fue con un sabor entre dulce y amargo porque justo falleció mi papá Darío Gómez Ramírez Espinoza. Él me crio como hijo en vista de que mi padre de sangre murió cuando tenía cuatro añitos y de él solo herede su apellido. Por eso mis respeto para Darío Gómez que estuvo en las buenas y en las malas. Y supo guiarme por el sendero del bien. Con una rectitud y honradez única.

Las palabras de Ricardo Rodríguez Quintana se entrecortan. Se pone melancólico.

Cuando retorné de Argentina viaje a Panamá a visitarlo en su tumba. Pude agradecer por lo que hizo por mí. Le agradecí por haberme formado como hombre de bien. Insisto, fue mi verdadero padre.

Las palabras de Ricardo Rodríguez Quintana se entrecortan. Se pone melancólico. Sus ojos nuevamente se tornan vidriosos. Disimula y se seca una pequeña lágrima que corre por su mejilla.

Indico si quiere descansar. Que paráramos para continuar al día siguiente y me dice que no. Mueve la cabeza. Como que se calentó – me dije en voz baja-. Entonces retomamos el dialogo.

Oriente se portó muy bien en aquel entonces. Me dio el pasaje de ida y vuelta. En aquel equipo estuve hasta 1966 donde tomé otros aires y nuevos rumbos. Tenía que seguir mi marcha y eso hice.

Para esos años llegó el Red Club conformado por nacionaliza52

De tal palo, tal astilla

dos y panameños. Jugamos un torneo. Se reunió a varias novenas que resultaron ser muy parejas. Con jugadores de diferentes lugares de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe.

Se reunió a la crema innata del béisbol donde el torneo se convirtió en una fuerza de poder en vista de la paridad y calidad que existían.

En esa ocasión jugaba para Liga Deportiva Estudiantil. Los reforcé. Contaba con 42 años pero aún daba guerra. Fui jugador-técnico. Por suerte contamos con la presencia de Víctor Ramírez y Teodoro Arias quienes fueron dos jugadorazos.

Era el momento oportuno de dejar el campo.

El draft debía de continuar Luego dirigí Católica que también contó con elementos como Esteban “Perdigo” Bengochea. Morán era el cácher y en ocasiones en jardín central. Francisco Díaz lanzador o campo corto. Murrieta segunda base. También contábamos con un muchacho de 15 o 16 años –se me escapa el nombre- fue un gran cácher. Lo probamos y le cambiamos la fisonomía. Quedamos campeones.

Era el momento de hacer la pausa. Llame al corredor emergente –su hijo-. Puso la pausa necesaria. Era el momento oportuno de dejar el campo. El draft debía de continuar pero al siguiente día. En ese momento el home estaba completo.

Nace otro día en la urbe porteña. La cita está pactada. Nuestro jugador estrella aún no llega. Aprovecho para ultimar una batería de preguntas. De repente aparece en la loma. Creo que va por el sencillo. Aunque no lo hace mal de serpertinero. En todo caso, lo que venga. Señala que viene preparado para todo. Quizás realice una triple corona.

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Antonio Rodríguez Pazos, MSc.

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No sin antes enseñarnos unos apuntes: 55

Antonio Rodríguez Pazos, MSc.

En el Club de Leones de su tierra natal logró el Bi-campeonato (1959-1960). En la final jugaron con Cerveza Balboa en uno de sus partidos más importantes. Luego en el club Bembetech, se corona campeón nuevamente.

Es en 1960 que viene al Ecuador donde es pieza fundamental para llevar al club Oriente al campeonato los años 1960, 1961, 1962 y 1963; en 1964 quedan vicecampeones (campeonato oficial).

En Oriente en 1963 en un partido contra sus archirivales de Emelec logra un Triple Play en una jugada que es imborrable para la mente de los asistentes.

Como no hay primera sin segunda en el sudamericano jugado en Guayaquil como sede, Ecuador se corona Bicampeón sudamericano En 1963 en Argentina la selección ecuatoriana logra el máximo título sudamericano contra rivales como Argentina, Chile, Perú y Brasil, seis fueron los panameños nacionalizados que ayudaron a obtener este título, “Chico” es el jonronero del certamen (3).

En 1964 en un pentagonal en Lima Perú, la selección de Ecuador le ganó a la panameña justamente con la ayuda de estos panameños con alma ecuatoriana.

1966, como no hay primera sin segunda en el sudamericano jugado en Guayaquil como sede, Ecuador se corona Bicampeón sudamericano, participan: Ecuador, Brasil, Argentina y Perú.

Junto al equipo de 9 de Octubre se corona campeón en 1963 y 56

De tal palo, tal astilla

en 1967 en el Oficial Abierto.

Junto a Universidad Católica logra los campeonatos en 1972, 1974 y los Vice campeonato en 1975 y 1976.

Campeón con la novena de la Asociación Deportiva Naval en 1978.

De 1960 a 1978 ha sido entrenador de varios equipos juveniles y de primera categoría: Tigres de Urdesa, Majis, Inokuma, Ceibos, Barcelona, Oriente, Fatty, Emelec, U. Católica, L.D.E., A.D.N. Tantos apuntes que llenan la mesa de trabajo. Un trabajo incansable y depurado. Fino y elegante. Sin compromisos. Y entregado por amor al deporte y en especial al béisbol.

Desde 1986 Rodríguez Quintana se dedicó a descubrir talentos.

Nuevas figuras. Que ayuden al Ecuador. Entre ellos su hijo: Antonio Ricardo Rodríguez Vargas. Poco a poco lo fui preparando. Me dijo quería entrenar béisbol con pelota que sirven para practicar tenis y sin guantes. Ya me las olías que deseaba otro deporte. No tardó en irse por el voleibol. Luego softbol y por último Dusan Draskovic me dijo: “donde lo había escondido a Antonio porque es un arquero de primer nivel” -también el gusta el fútbol y lo hace muy bien-.

“Lo entienden y lo juegan con una pasión desenfrenada. Ecuador queda debiendo”.

Ricardo “Chico” Rodríguez Quintana continua con su relato.

No interrumpimos su alocución: El béisbol me dejó gratas satisfacciones. Viaje por muchos lugares. Logramos triunfos increíbles como también cosechamos derrotas que no estaban listas en ningún libreto. Este deporte es muy 57

Antonio Rodríguez Pazos, MSc.

apasionado y romántico. En Panamá, Colombia, Venezuela, Brasil y Argentina han logrado cautivarse y adentrarse en él.

Lo entienden y lo juegan con una pasión desenfrenada. Ecuador queda debiendo. Como que faltó algo más para empoderarse y meterse por completo. Pero tuvo sus tardes de esplendor y algarabía que si nuevamente vuelven a encender esa llama y pasión ténganlo por seguro que resurge como en mi época.

Pero no sólo son panameños los que descuellan; un puñado de muchachos que se habían iniciado junto a ellos, jóvenes peloteros de buena estampa.

De esa pasión por el deporte la historia cuenta que son los años del 60 al 70 los que marcan la superación del béisbol, sobre cualquiera otra época. Con la nacionalización de varios jugadores panameños se conquistan los Campeonatos Sudamericanos en 1963 (Argentina) y 1966 (Ecuador), en forma invicta.

Pero no sólo son panameños los que descuellan; un puñado de muchachos que se habían iniciado junto a ellos, jóvenes peloteros de buena estampa, entre los que destacan Enrique Santos, educado en los Estados Unidos y con posibilidades de profesional, aunque no quiso llegar por dedicarse a su profesión de ingeniero, que hoy ejerce.

Eloy Guerrero y Freddy Uzcátegui, de la nueva generación; y dos pibes: William Luzuriaga y Ernesto Weisson, que debutaron en Buenos Aires, hacen batería. Todos respaldados por jugadores

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panameños nacionalizados, que baten todos los récords en este tipo de competencias.

También en esta lista aparecen Rafael Gutiérrez y “Panchón” Sánchez ambos líderes. Gutiérrez es un formidable lanzador y blanquea a Brasil en el decisivo. “Panchón” batea jonrones, pero el campeón jonronero es “Chico” Rodríguez Quintana.

Y nació la pregunta del millón... ¿Por qué lo de Chico?

-Yo era el más pequeño del grupo. El más bajito de todos mis compañeros.

La memoria sigue intacta. Sus recuerdos y añoranzas más prendidas más que nunca. A sus compañeros aún los recuerda. Incluso da alineaciones: 1960: REED CLUB: P. “Panchón” Sánchez, C. Pedro Fuentes, 1B. Vicente Maldonado, 2B. Edwin Fernández, 3B. Eloy Guerrero, SS. Roy Clark; jardineros Manuel León, Carlos R. Gimeno y Héctor Ballesteros; alternaban Manuel León y Marcos Avilés.

1960: ORIENTE: P. Cuto John, C. Pedro Jiménez, 1B. Luis Lavayen, 2B. Efraín Rico, 3B Ricardo Tomalá, SS. Mikelmo Pérez; jardineros Juan Trujillo, Luis Rodríguez y Juan Falconí; alternaban Tomás “Pincho” Moreno, Guido Fernández, Al Montes y Galo Luzuriaga.

1961: 9 DE OCTUBRE: P. Gilberto Blanco, C. Pedro Fuentes, 1B. Luis Ramírez, 2B. John Zevallos, 3B.”Chano” Martínez, SS. S. Chambers; jardineros Cuto John, Alfonso Peter King y Héctor Ballesteros; alternaban Roberto Dunn, Ramón Sotomayor, Arturo Constante, Tomás “Pincho” Moreno, John Zevallos y Fredy Uzcátegui.

1961: EMELEC: P. “Panchón” Sánchez, C. Fermín Arcentales, 1B. Julio Delgado, 2B. José Banchón, 3B. Raúl Foyaín, SS. Roy Clark; jardineros Raúl Gutiérrez, Roberto Tomassi y Alfredo Bengoechea; alternaban Vicente Maldonado y José Freire.

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1962: EMELEC: P. Raúl Gutiérrez, C.Fermín Arcentales, 1B. 61

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Vicente Maldonado, 2B.José Banch¢n, 3B. Raúl Foyaín, SS. Samy Fernández; jardineros Francisco Sánchez, Enrique “Kike” Santos y Alfredo Bengoechea; alternaron Segundo Flores, Roberto Tomassi, Félix Avilés, Luis de Gracia y Fernando Freire.

1963: ORIENTE: P. McDougald, C. Ernesto Weisson, 1B. Efraín Rico, 2B. Alfredo Portalanza, 3B.Jhon Hadley, SS.Mikemo Pérez; jardineros Francisco de La Torre, “Chico” Rodríguez y Ramón Sotomayor; alternaban Francisco Falquez, William Luzuriaga, Galo Rivas y Ken Wowden.

1963: 9 DE OCTUBRE: P.Jully Trottman, C. Pedro Fuentes, 1 B. July Trottman, 2B. Enrique Realpe, 3B. Fredy Uzcátegui; jardineros Luis Calamaris, Félix Avilés y Luis Pacheco, alternaban Donald Prescot, Luis Ramírez, “Chico” Rodríguez y Eloy Guerrero.

Fue su compatriota Mikelmo Pérez quien lo convenció en 1960 para venir a jugar en Ecuador, para enfundarse los bombachos del tradicional y glorioso Oriente, que manejaba Munir Dassum.

En otra jornada de reseñas y anécdotas y mientras esperábamos a Ricardo Rodríguez Quintana comenzamos a chequear varias notas que se escribieron en su época dorada y las mismas cuentas varias fábulas que no se pueden quedar en el camino y que con el permiso de sus autores las ubicamos en esta historia que cada vez se pone más interesante: Fue su compatriota Mikelmo Pérez quien lo convenció en 1960 para venir a jugar en Ecuador, para enfundarse los bombachos del tradicional y glorioso Oriente, que manejaba Munir Dassum. Ahí ganó su primer título en 1963, luego llegaron otros campeonatos.

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Cuando la novena oriental dejó de participar Chico pasó a otros poderosos equipos con los que también logró muchos títulos.

El 21 de julio de 1963, jugando de jardín central contra Emelec, ejecutó una de las más hermosas jugadas defensivas vistas en nuestros diamantes. Corrió hacia adelante y atrapó un batazo que amenazaba picar de hit, pero en extraordinaria acción llamada ‘cordón de zapato’ alcanzó atraparla, justo cuando los corredores eléctricos se habían desprendido de las bases. Aprovechó para servir a Mikelmo Pérez y este tiró a la inicial, donde se hallaba Efraín Rico, para completar un histórico triple play. La jugada siempre lo comenta de manera vibrante, en sus recuentos históricos, nuestro dilecto amigo e historiador deportivo Ricardo Vasconcellos Rosado.

La presentadora del programa de inaugural del torneo indicó que Ricardo Rodríguez, aparte de los muchos campeonatos, consiguió su mayor gloria integrando la selección del Ecuador, que participó en dos sudamericanos y un Pentagonal.

Cuando comenzó la década del 2000 se inició un plan de masificación emprendido por la Federación Deportiva del Guayas, y Chico Rodríguez fue contratado como entrenador.

El 15 de enero de 1963 el combinado nacional conquistó en Buenos Aires el sudamericano, en final contra Brasil. En el tercer turno, con la pizarra en blanco, el duelo fue suspendido por lluvia.

Los brasileños querían cancelar el partido y que se declarara campeones a los dos.

Los ecuatorianos se oponían a esta propuesta. Pasada la llu63

Antonio Rodríguez Pazos, MSc.

via los mismos beisbolistas ecuatorianos arreglaron el terreno para apurar el reinicio. En estas circunstancias nadie sabía qué rumbo tomaría el juego. En la apertura del quinto episodio Kike Santos inició con sencillo y avanzó a segunda con toque de sacrificio de Vicente Maldonado. El turno fue para Chico, que en el primer lanzamiento sacó largo batazo para convertirse en jonrón, que abrió el camino para un triunfo 10-0. Ecuador se convirtió en campeón sudamericano de béisbol.

En ese certamen Rodríguez ya había sacado dos cuadrangulares en el choque contra Argentina y remató como uno de los mejores bateadores del sudamericano al disparar ocho hits en 18 turnos con promedio de bateo de .444; muy alto para un torneo corto. El 10 de marzo de 1964 conformó la Tricolor que ganó invicto un Pentagonal en Lima, con Panamá, Costa Rica, Perú y un seleccionado del Callao.

El 1 de diciembre de 1966 se jugó en el estadio Yeyo Uraga el Sudamericano, en el que otra vez el rival más fuerte fue Brasil, al que Ecuador doblegó 4-3 en final dramática. Chico fue el jardinero central, imponiendo mucha seguridad, aplomo y clase.

Consiguió cuatro títulos de campeón en este club (1961-62-63-64).

Jugó los torneos de primera división con Oriente, Barcelona, LDE, Universidad Católica, Nueve de Octubre, Asociación Deportiva Naval. La última campaña de Chico fue en 1986, cuando tenía 56 años de edad. Acumuló 15 jonrones. En el torneo de 1976 tuvo un total de 174 lances y jugando por Oriente, el 4 de julio de 1964, capturó ocho elevados; es decir, él solo logró la tercera parte del total de outs que se consiguen en un juego.

Cuando comenzó la década del 2000 se inició un plan de ma64

De tal palo, tal astilla

sificación emprendido por la Federación Deportiva del Guayas, y Chico Rodríguez fue contratado como entrenador. Trabajó con los lanzadores, dictaba charlas, aconsejaba a los deportistas y padres de familia. Otra administración federativa desmanteló el programa y Ricardo Rodríguez quedó fuera del proyecto del que había sido su imagen más representativa.

Al presidente del club guayaquileño Oriente, Murir Dassum, le agradó su manera de jugar y le propuso quedarse en su equipo, además de ofrecerle trabajo en la compañía Tecnoplast, donde el deportista laboró 35 años.

Los títulos más importantes de Rodríguez son los dos campeonatos sudamericanos que consiguió vistiendo la camiseta tricolor. El primero, en 1963, en Buenos Aires; el segundo, en Guayaquil, en 1966.

Consiguió cuatro títulos de campeón en este club (1961-62-6364). Luego jugó para Nueve de Octubre, Barcelona, Emelec, Liga Deportiva Estudiantil de Guayaquil, Asociación Deportiva Naval y Universidad Católica, donde se retiró en 1986, con 56 años.

Siempre se mantuvo como lanzador, relevista, jardinero central y primera base.

Los títulos más importantes de Rodríguez son los dos campeonatos sudamericanos que consiguió vistiendo la camiseta tricolor. El primero, en 1963, en Buenos Aires; el segundo, en Guayaquil, en 1966. En Argentina fue nombrado el mejor jonronero del torneo, ya que bateó y botó la pelota a la calle en tres ocasiones. Y durante la fase eliminatoria, aquí en Guayaquil, tuvo que enfrentarse con el equipo panameño, al que venció 6-1 “sin ningún tipo de remordimiento”, confiesa.

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Este beisbolista, nacionalizado ecuatoriano a inicios de 1963, 67

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fue calificado como el mejor relevista de todos los tiempos en nuestro país por los peloteros y periodistas de esa época. Vino a Guayaquil porque su equipo, Estrellas Panameñas, fue invitado a jugar en la inauguración del estadio Yeyo Uraga. Hasta el 2001 trabajó como profesor de lanzamiento en la Liga de Béisbol de Miraflores.

Cuando promediaba, sus 74 años, fue árbitro de la Asociación Provincial del Guayas y dirigía partidos, que sirvieron para conformar las diferentes selecciones en esta disciplina deportiva.

Es que la historia de Ricardo “Chico” Rodríguez Quintana es inmensa. Extraordinaria. De esas que se cuentan sin pedir permiso.

Pero lo más importante fue la entrega que brindó para el amarillo, azul y rojo. Cada partido era como si fuera el primero en su carrera deportiva.

Aunque defendió varios clubes donde se identificó fue en Barcelona.

Con Barcelona nos fue bien. Tenía grandes extranjeros de esos que marcaban diferencia y que se hacía sencillo integrarse por la calidad que imponían. También conté con la suerte de tener dirigir y jugar.

“Lo importante que empecé de abajo.

Aprendiendo de los mejores” Por ejemplo en Católica contábamos con dos dominicanos que nos permitió lograr el campeonato en 1974 y 1975. Mientras que en 1976 logramos el segundo lugar. En Nueve de Octubre jugaban dos panameños y un gringo que vino a reforzar y se convirtió en un fenómeno. Era zurdo –que en paz descanse- Mike Sui. Se fue a la guerra y después nos enteramos que había caído en el campo de batalla. En esa jugaba en primera base.

Lo importante que empecé de abajo. Aprendiendo de los mejores. Por ejemplo en el Club Leones era una camada de nuevos

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jugadores (17 a 19 años) todos con ganas y deseos de superación.

Los más veteranos, si se puede decir así, eran Panchón Sánchez y este servidor. Nosotros éramos treintones.

Siempre iba al diamante a ver los juegos.

Fueron momentos extraordinarios.

De ese grupo conté con la suerte de ver jugar a varios de ellos.

Con lanzadores de la talla de Humberto Robinson y Héctor López.

También figuras como Andrés Alonso y Patricio Cantaberry que no llegaron a las grandes ligas pero si fueron de clase y categoría.

Y a pesar de que se codearon con grandes talentos de aquella época pesó mucho la discriminación racial de la época. Estaban categorizados como jugadores Triple A. La edad también jugó un papel letal y terminó perjudicándolos.

Conté con la suerte de ver jugar a “Roca” Russ. El mejor bateador de las grandes ligas. Yo era muchacho y se convirtió en mi ídolo. También logré admirar a “Terremoto” Brague, “Memín” Austín aunque no llegaron a ser profesionales me fascinaba el modo del bateo. Quería ser como ellos.

Siempre iba al diamante a ver los juegos. Fueron momentos extraordinarios. Acudía al Juan Demóstenes Arosemena hoy está hecho un potrero.

Ricardo Rodríguez Quintana es de esos hombres que a su edad la emoción gana la calle. Se pone sensible. Disimula bien pero ese palpitar aparece y se inquieta inmediatamente especialmente cuando se pregunta por sus compañeros de equipo.

Su memoria ya no está como en sus buenos tiempos pero trata 69

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de recordar. Hace un esfuerzo y se toma su tiempo. Nosotros hacemos la pausa. Nos tomamos un café y nos maquillamos los labios (léase fumamos un cigarrillo de esos que no provocan risa).

Retomamos el dialogo. Nos indica que lo disculpen si alguien se le escapa. Le indico que usted no le debe nada a nadie. Así que manos a la obra.

En Emelec jugué con Raúl Gutiérrez +, Ángel Ochoa, Warren Murray, Freddy Uzcategui +, Francisco Sánchez, Edmund Viteri, Nesses Peterson, Joffre Quinteros, Mario Chiquito, Olmedo Arroba, Alfredo Veintimilla, Carlos Cuesta, Alfredo Bengoechea +, Eloy Guerrero Mientras con Barcelona lo hice con: Fernando Gálvez, Jorge Lima +, Carlos Mora, Walter Veintenilla, Walter Valarezo, Dan Badovinac, Mike Sanz, Diego Valenzuela, Bonifacio Moran, Francisco Falques +, Ernesto Tuñon, Washington Fiallos, Luis Romero, Mark Jeffries,

“Rodríguez Quintana nunca se cansó de aportar y enseñar su experiencia”.

En Panamá tuve mi grupo con: July Trotmamn, Charles Weddesburn, Mr. Charles Benítez, Rutherford Salmón, Jorge Clark, Bienvenido Cedeño, Breto Blanco, Raúl Gutiérrez, Francisco Sánchez, Breto Remon, Roy Clark, Mikelmo Pérez, Cuto John, Luis Calamares, Pedro Fuentes, Palillo Caicedo.

En tanto que con la Selección de Ecuador de béisbol: William Luzuriaga, Raúl Gutiérrez, Pancho Sánchez, Luis Calamaris, Mikelmo Pérez, July Troman, Eloy Guerrero, Kike Santos, Vicente Maldonado, Pedro Fuentes, Moncho Sotomayor, Bonifacio Moran, 70

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Washington Fiallos, Efraín Rico, Pedro Murrieta, Félix Avilés.

En uno de los tantos torneos sudamericano la planilla final quedó establecida de la siguiente manera: Premios Individuales: Mejor Pitcher R. Látigo Gutiérrez (Ecuador); Mejor Bateador R. Látigo Gutiérrez (Ecuador) ; Más Jonrones R. Rodríguez ( Ecuador) 3 HR; Mejor Jugador R. Rodríguez ( Ecuador) ; Catcher E. Ito ( Brasil); 1 Base J. Ouba (Brasil); 2 Base C. Sakata ( Argentina) ; 3 Base E. Morosimato ( Peru); Short Stop S. Perez Telio (Ecuador); Outfield J.Suga (peru); Manager S.Ramirez ( Ecuador) ; Arbitro R. Morioka ( Peru) y Premio Caballerosidad : Equipo de Brasil.

Rodríguez Quintana nunca se cansó de aportar y enseñar su experiencia. En 1986 cuelga el bate y se retira como jugador a los 56 años. Luego la oficio como Umpire la Liga Miraflores, Liga Kennedy, Asociación Provincial de Béisbol.

Hoy y con 91 años a cuesta sigue viviendo a plenitud. Aunque el tiempo no perdona sigue pendiente de los suyos.

Su última aparición dentro de un diamante fue en el programa de apertura del V torneo de béisbol organizado por la Unidad Educativa Torremar, el honor de realizar el tradicional primer lanzamiento fue para Ricardo Chico Rodríguez.

Hoy goza de sus recuerdos. De sus hazañas dentro del diamante. Conmemora esas jornadas cuando salía en hombros cargado por sus compañeros. Aún guarda esos bellos momentos en un álbum donde están los recortes de los diarios que hablaron de él.

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Le sonríe a la vida. Antes que le vida le sonría a él. Sigue asis73

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tiendo a los partidos dominicales que se juegan en la Liga Miraflores o en cualquier cancha donde la pelota chica este en movimiento. Su labor en Panamá y Ecuador fue una misión cumplida.

“El secreto del béisbol es concentrarse en el juego y seguir las indicaciones del técnico, ya que él observa cosas que nosotros no vemos porque estamos dentro del partido. Y si hay algún jugador que no acata las reglas pues tiene que irse” Ricardo ´Chico´ Rodríguez.

Hoy y con 91 años a cuesta sigue viviendo a plenitud. Aunque el tiempo no perdona sigue pendiente de los suyos. De sus hijos y en especial de sus nietos que hacen que sus días sean más placenteros.

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Antonio “Chico” Rodríguez Vargas, al saque La sonrisa a flor de labio siempre lo acompaña. Atento. Disciplinado. Justo. Equitativo. Ecuánime. Intelectual. Enamorador.

Risueño. Y lo más importante respetuoso. Practica el respeto al cubo. Es decir: respeto, respeto y respeto.

Su metro noventa hace juego con su sus piernas y brazos que se fueron formando cuando desde muy pequeño incursionó en el mágico campo del deporte. Con cinco años acuesta acompañaba a su papá donde sea. Y como si el mundo fuera pequeño ahora su papá lo escolta donde vaya.

Antonio contaba con una pequeña radio portátil la misma que le descifraba y le contaba las acciones que Ricardo –su viejito como lo llama- hacia dentro del diamante. Aquello motivó para que también le guste la práctica deportiva.

Pero antes de iniciar nuestra charla y contar lo que tiene que relatar. Me enseña una carta que la guarda como un tesoro. Y me la 79

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lee en voz alta. No era para menos ponerle atención: Solo abrir los ojos, he sentido un fuerte dolor que oprimía mi pecho oré, recé y entendí que me estaba faltando algo más que lo necesario para cubrir mis necesidades materiales. Hoy se cumplen 12 años de tu viaje antes anunciado, marchaste de este mundo y no me he podido acostumbrar a tu ausencia, debería existir un manual de instrucciones para aprender a recuperar la vida después de una dolorosa partida como lo ha sido la tuya, el tener que dejarte ir sin hacer más que desearte lo mejor donde estas. El corazón no puede hablar pero se comunica con muy claro lenguaje que son las lágrimas que brotan de nuestros ojos para demostrar el inmenso dolor que en él se alberga. Una madre no se ausenta por cualquier cosa y cuando lo hace, sobradas razones tendrá, en tu caso no hiciste más que atender a un llamado de Dios que no te dejaba más alternativa que obedecer en respeto a las leyes de la vida.

12 años han pasado y parece que fuera ayer cuando he tenido que afrontar esa terrible angustia que nos deja el perder a una madre, de seguro estarás muy bien y me alegra bastante Nieve Herlinda Vargas Sosa fuiste y siempre serás mi primer pensamiento, mi orgullo y admiración, mi ejemplo y no creas que me he olvidado de tus consejos al contrario, en tu memoria trato de cada día parecerme más a ti aunque con poco éxito, porque me demostraste una valía indescriptible . Siempre te amaré madre y espero un día volverte a abrazar y contarte cosas que sucedieron en mi vida después de tu partida, y que siempre lo recalcabas: el celo profesional, el racismo, la envidia, la ley del más vivo, la corrupción, etc....

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12 años han pasado y parece que fuera ayer cuando he tenido que afrontar esa terrible angustia que nos deja el perder a una madre, de seguro estarás muy bien y me alegra bastante porque eso me invita a luchar por seguir adelante imaginando que desde arriba observas todos mis pasos y la parte humanitaria que tú me inculcaste y recordar el apoyo desde niño en mis estudios, mis deportes, mis logros, mis luchas por la injusticia, el grito en cada juego. O el llamarte para que me desees éxito de donde tenía que jugar, y deseo estés orgullosa de mí o que al menos me comprendas, echo de menos tus palabras de motivación, de invitación, de reflexión a seguir adelante sin desmayar, para dirigir nuestros caminos pero ya de adultos dabas consejos siempre con amor y eso lo añoro y seguro añoran muchas personas, hoy más que nunca. ¡Bendición mami, mamita, negrita!

Nos quebramos. Sin palabras.

Ese homenaje quería rendirle a su eterno amor. A Nieve, su madre.

Mejor paramos le dije. Mañana continuamos. No era para menos. Había tocado el noble sentimiento de este deportista que hoy nos desnuda su cuerpo, mente y alma para darnos a conocer como se crece deportivamente cuando tiene ejemplos a quienes emular y seguir.

Antonio Ricardo Rodríguez Vargas nuevamente va al saque.

Nació el 13 de junio de 1970. Es guayaco de cepa aunque sus raíces son panameñas incluso tiene doble nacionalidad. Pero como buen guayaquileño le gusta el caldo de bola, el arroz con puré y carne asada, guatita, seco de iguana, caldo de bagre, seco de chivo. De vez en cuando la cerveza bien fría. Su color preferido es el blanco aunque se queda con la piel de su ´mulata´ -así llama a su esposa-.

Amante a la lectura por eso prefiere el libro que tenga de contenido o concerniente al liderazgo. Admira a sus padres. Sus ídolos y 81

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a los que siguió el ejemplo en las actividades que practicó 83

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fueron: Joel Despaigne (voleibolista), Ricardo Rodríguez Vargas (Beisbolista) y Jefferson Pérez (atleta).

Como todo moreno le gusta la salsa, vallenato, merengue, bachata, protesta, guaracha y el guaguancó. Odia la mentira e hipocresía. Mientras que su frase preferida es y será: “La humildad y perseverancia ayudan a triunfar”.

Hijo de Nieve Herlinda Vargas Sosa (+) ecuatoriana, profesora y de Ricardo Rodríguez Quintana panameño, deportista. Es el tercero de los hermanos Euclides, Alma Rosa, Antonio y Francisca Esmeralda.

Inició sus estudios en la Unidad Educativa Mariscal Sucre para después culminar el ciclo escolar en la escuela David Miranda Franco. Desde pequeño mostró dotes de buen estudiante. Aunque inquieto se las ingeniaba para cumplir con sus tareas y después practicar su deporte preferido. Bueno, sus deportes preferidos.

A nivel secundario fue a la Cuna de Campeones. El glorioso e histórico Vicente Rocafuerte donde destacó en todo ámbito cultural, social y deportivo. Se convirtió en líder del colegio. Ganó grandes amigos y sus calificaciones fueron muy satisfactorias.

Tuvo el honor de representar a su platel por varias ocasiones y vaya que no defraudó.

También le gustó el béisbol y lo hizo bien.

Pero también se inclinó por el voleibol, softbol, judo, ajedrez, natación, atletismo, fútbol, etcétera

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En ciclo universitario lo realizó en Cuba. Su tercera tierra. En

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la Universidad del deporte donde obtuvo el título de Licenciado en Cultura Física y el galardón por ser el extranjero más integral de aquella época como fue el Máster en Cultura Física Terapéutica y el Doctorado PH en Ciencias de la Cultura Física especialidad Cultura Física Terapéutica. A su regreso al Ecuador estudio en la Universidad de Guayaquil Facultad de Comunicación Social (FACSO) Locución.

Antonio “Chico” Rodríguez heredó el apelativo de su padre pero no por su talla…obviamente pero sí por sus dotes de deportista. También le gustó el béisbol y lo hizo bien. Pero también se inclinó por el voleibol, softbol, judo, ajedrez, natación, atletismo, fútbol, etcétera. No era el típico que jugaba carnaval y perdía. No. Nada que ver. Siempre cuando diputaba cualquier disciplina deportiva ganaba. Fue ganador por excelencia por tal motivo se construyó una repisa especial para todos sus trofeos y medallas.

Chico cuenta con una familia excepcional: Rodríguez Ruiz. Su esposa es su fiel compañera –en las buenas y en las malas- y de cuyo amor, ternura y compresión nacieron tres hermosos hijos: las mellizas y el futuro heredero del béisbol o quien quita del voleibol su retoño.

Como se conocieron no oculta que fue un flechazo a simple vista. No repara en decir que él no es “un chico fácil” Antonio Rodríguez Vargas es discreto cuando habla de los suyos. Especialmente de su entorno a quienes trata de dejarlo guardado para él. Pero lo que no descarta en gritar a viva voz que adora a su esposa y cuyo sentimiento es mutuo y que florece cada vez más. Aunque no esconde que ha existido una que otra peleíta pero que se soluciona con el respeto, admiración, cariño y amor que se guardan.

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Como se conocieron no oculta que fue un flechazo a simple 87

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vista. No repara en decir que él no es “un chico fácil” –ríe a carcajadas- y manifiesta que fue la mujer de sus sueños. Mujer en toda la extensión de la palabra, compañera de mis penas y alegría, amiga sincera y madre entregada para con nuestros retoños.

En cuanto a sus hijos señala que uno es más hermoso que el otro. Las mellizas le mueven el piso mientras en varón es un terremoto completo. Cuando tengo el tiempo necesario trato de disfrutarlos por completo. Son mi razón de ser. De pronto es hora que venga el cuarto…vuelve a sonreír.

Todos ellos más la compañía de su padre es lo que lo impulsan a seguir superándose, entregándose por completo y no desmayar por sus ideales.

A los 12 años en el VR integró la selección de atletismo (19821988) quedando campeón en lanzamiento de la jabalina. Una especie de niño prodigio.

Hasta que llegó Patricio Sandoval.

El gran responsable y el enemigo número uno de Ricardo Rodríguez –entre serio y bromaporque lo conquistó para llevárselo al voleibol y sacarlo del béisbol.

Pero vamos por parte. En el béisbol su padre fue su gran mentor.

Además que lo acompañaba a todos los entrenamientos y juegos comenzó a enseñarle los secretos de la loma. Como batear, como lanzar. Incluso hasta robar…sí, pero las bases. Así fue creciendo Antonio. Con más destrezas. Empeñoso. Ricardo Rodríguez Quintana lo veía con orgullo. Y decía a cada momento: “ese es mi hijo”.

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Jugó en clubes como Tigres de Urdesa, Inokuma, Majis, Chavos, Oriente, Barcelona, Emelec, Fatty. Cada una de sus participaciones tiene su historia que las iremos desmenuzando con el transcurrir de estas líneas.

Hasta que llegó Patricio Sandoval. El gran responsable y el enemigo número uno de Ricardo Rodríguez –entre serio y bromaporque lo conquistó para llevárselo al voleibol y sacarlo del béisbol. Sandoval descubrió movimientos innatos para la práctica de esta disciplina, el cual lo llevó a la palestra deportiva quedando en innumerables ocasiones campeón Intercolegial. Aquello permitió que fuera convocado a la pre selección de la provincia del Guayas en la categoría pre juvenil y a esa edad fue llamado a la combinado de mayores a nivel provincial. Y de ahí el gran salto a la selección del Ecuador donde se llenó de gloria tanto en sala como playa.

Profesionalmente jugó en Venezuela en el club Leopardos; en Argentina en el club Sociedad Sirio libanesa; en Cuba en el club Pinar del rio; y, en Ecuador en los clubes Conaviro, ADN, y Barcelona Sporting Club.

El Libro Dinastía Periodística obra destinada para exaltar la labor de ejemplares periodistas le otorgó cuatro páginas por su destacada labor en bien de la comunidad al informar, educar y entretener.

La reseña dice lo siguiente: Ecuatoriano de nacimiento, con raíces ancestrales de Panamá, pero su corazón de cera y miel, hace que nosotros lo veamos como un cubano más. Así reza un artículo que escriben a favor de Antonio Rodríguez Vargas.

Un periodista que tuvo que guardase su profesión, por muchos años, en vista de que fue un deportista a tiempo completo y no podía ser juez y parte. Pero una vez decretado el retiro voluntario lleva su voz donde no hay voz y reclama lo que otros callan.

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Inteligente. Espontaneo. Sincero. Talentoso y con una sencillez única ´Chico´ -como lo llaman y conocen- entra al ruedo para ejercer su función. Por cierto el seudónimo de “Chico”, paradójicamente a su estatura y grandeza humana.

La historia cuenta que defiende el deporte amateur como no se tiene idea. Insiste que los deportistas merecen mejor suerte. Mejor trato. Y mejor atención.

Tiene el don de pedir las cosas. Su amplia sonrisa así lo dicta.

Y como si fuera poco lo delata. En los micrófonos así le funciona y lo pone en evidencia.

Fue deportista y eso lo ayuda para develar los secretos de quienes están inmerso en esta actividad. Béisbol, voleibol, fútbol, softbol, entre otros deportes son su carta de presentación por eso cuando emite un criterio lo hace con conocimiento de causa.

No esconde elogios cuando se trata de incentivar a las jóvenes promesas que se inician en cualquier disciplina deportiva.

El Dr. Antonio Rodríguez Vargas, en materia deportiva ostenta hoy la calificación científica más elevada. Pero no le gusta que lo ubiquen en ese plano. Se siente incómodo. Dice que con ´Chico´ es más que suficiente.

Es director de investigación de la Facultad de Educación Física de la Universidad de Guayaquil. Conoce el antes, durante y después de cada deportista. Aquello le da confianza para verter un comentario acertado.

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Cree en el deportista que es disciplinado, entregado y ganador.

No esconde elogios cuando se trata de incentivar a las jóvenes promesas que se inician en cualquier disciplina deportiva. Asegura que el mejor camino de cualquier deportista es el Alto Rendimiento.

Insiste –en sus comentarios- que un deportista debe contar con un cuerpo multidisciplinar para poder llevar lo más lejos posible.

Es decir un biomecánico, un bioquímico, un masajista, un médico deportólogo, un nutricionista, un psicólogo, el entrenador y las personas que trabajaban con él (sparrings) todos los días.

Hoy sigue capacitando. Formando alumnos y deportistas que encaren la vida con responsabilidad oportuna. Haciendo cosas desde la otra orilla porque el tiempo, espacio y momento así lo amerita.

Eso sí, añora su etapa de deportista. Sigue engañando al cuerpo en un conteo de desentrenamiento como él lo llama. Pero cuando está atrás de un micrófono es capaz de desnudar al deportista para decirle lo que tiene que decirle sin compromiso alguno.

Dios mío… que no ha hecho Antonio ´Chico´ Rodríguez.

Llegó el receso. Lo invito a tomar unas cervezas para culminar esta jornada y me dice no. Pero él me indica: “Yo lo invito ´Tocayito´”…saben… me llevó: a tomar una batido. Bueno, era de imaginarse sigue siendo deportista.

“Es que Chico tanto para jugar y enseñar las cosas difíciles las hace fáciles”.

La nueva rutina de esta historia vuelve a tomar su rumbo. Las etapas están tomando su forma y la idea de plasmarla de igual manera. Sigue aportando. Continúa narrando los hechos que han marcado su vida.

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Pero Antonio no solamente ha cultivado el amor por el deporte 93

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sino se dedicó a formar nuevos valores y compartió cátedra en diferentes centros educativos de la urbe.

Recuerda con orgullo a cada equipo que defendió y a los compañeros que lo conformaban Es que Chico tanto para jugar y enseñar las cosas difíciles las hace fáciles. El que lo observó en el césped, cemento o arena se dio el lujo aplaudir cada remate. Cada bloqueo. Cada sencillo, doble o triple. Era el jugador completo. Y no lo digo por lisonja así lo dicen los grandes entendidos en la materia.

Es por eso que recuerda con orgullo a cada equipo que defendió y a los compañeros que lo conformaban: Asociación Deportiva Naval: Tito Ramón, Omar Ramón, Roberto Salazar, Daniel Ribas, Simón Mejía, Carol Elizalde, Danilo Díaz, Franklin Ramón, Alfredo Gómez, Xavier Encalada.

Conaviro: Simón Mejía, José Bohórquez, Freddy Ipanaqué, Johnny Molina, Juan Carlos Moreira, Jimmy Franco, Gustavo Gómez, Christian Duque, Henry Castro, José Saeteros, Boris García, Steven Mejia.

Barcelona S. C. : Simón Mejía, Guillermo Baquerizo, Julio Bardales, Fernando Orejuela, Darío del Pezo, Jaime Losada, Israel Vera, José Rodríguez, Marcelo Moreira, Roberto Vilela, Carol Elizalde, Thiago Pupo, Joao Pchivisky, Vinicius Méndez, Oswaldo Arauz, Diego Ferreira, Daniel Mininel, Abel LópezPinar del Rio: Reinaldo Romero, Rodolfo Sánchez, Breto Friol, Arcelio Almora, Carlos Esperon, Yusenky García, Santiago Cale94

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ro, Oramis Fuentes, Durán Castañeda, Rogelio Linares, Osmani (Coco) Leopardos: Edgar Mujica, Alexander Gutiérrez, José Alvarado, Alfredo Solís, Sociedad Sirio Libanesa: Pablo Zamar, Raúl Borda, Ariel Pereira, Raúl Marín, Oscar Goletti, Daniel Villalba, Oscar Portal, Fernando Ramos, Ramiro Topano Voleibol de playa: en Ecuador Simón Mejía, Johnny Molina, Fernando Orejuela, Julio Bardales, Sebastián Alvarado Jr., Johan Sevillano; En Cuba Reinaldo Romero y Oramis Fuentes.

Entrenadores: Patricio Sandoval, Huang Senghua, Liu Shao Nao, Ismael Ortega, Carlos Moreno, Carlos Sánchez, Arturo Alonso, Eduardo Bellman, Alberto Gilbert, Boris García, Carol Elizalde Selección del Guayas: Johnny Molina, Daniel y Gerardo Vascones, Tito Ramos, Yarol Barquet, Xavier Gonzales, Jimmy Franco, José Bohórquez, Iván Melo, Julio Grueso, Henry Toral, Iván Suárez, Darío del Pezo, Steven Mejía, Julio Bardales, Guillermo Baquerizo, Ronald Feraud, Miguel Valencia, Alex Castillo, Carol Elizalde, Simón Mejía, Tito Ramón, Omar Ramón, Roberto Salazar, José Saeteros, Xavier Encalada,

“Cuando llegué a Cuba no sabía lo que me iba acontecer”.

Selección del Ecuador : William Arauz, César Vallejo, Lauro Cedeño, Eduardo Cortés, Simón Mejía, Jorge Granja, Cesar Solórzano, Carol Elizalde, Gustavo Gavilanes, Luis Álava, Richard Cortez, Jesús Sevillano, Martín Sevillano, Víctor Weir, Ángel Morillo, Abel López, Gustavo Vinces, Guillermo Baquerizo, Paul Mancheno, Juan Romero, Milton Matute 95

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Chico toma la batuta y comienza a desarrollar con alma, vida y 97

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corazón sus gratos momentos.

Cuando llegué a Cuba no sabía lo que me iba acontecer. Era nuevo para mí. Fui a estudiar pero nunca me pasó por alto que me depararía los mejores momentos de mi vida. Por eso que cuando retorno o pienso en la isla me inserto cuando llegue a Pinar del Rio. Un pueblo acogedor. Con una gente extraordinaria. De sueños grandes. De corazones nobles y de una gentileza única.

Con deseos de hacer bien las cosas. Pese a las limitaciones lo que más sobraban eran ganas. Ganas de hacer bien las cosas. De abrirse espacio y crecer constantemente. Aquella dosis me entusiasmo, me metí en su piel y aún huelo a ellos.

Porque cuando visita Cuba es como otro perfume. Otro aroma.

Otro aire. Entonces en Pinar del rio me ayudó a crecer como deportista, como persona y como profesional. Y gracias a ellos soy Antonio Ricardo Rodríguez Vargas.

“De entrada el profesor Ignacio me vio jugar y desde el primer día me dijo de donde era.

Yo le dije de Ecuador” Llegué a la Universidad “Nancy Uranga Romagoza” una institución joven relativamente hablando pero con profesionales de primera categoría. Fue fundada el 8 de septiembre de 1974, con un buen claustro de profesores y trabajadores y una matrícula reducida de alumnos la que en sus primeros momentos llevó el nombre de EPEF Comandante Piti Fajardo. En 1973 se creó el curso de la EPEF para los alumnos que estudiaban en La Habana.

En 1978 se crea la filial de Cultura Física “Nancy Uranga Romagoza” dentro de la propia EPEF para los alumnos que estudiaban Licenciatura en Cultura Física y Deportes. Esta organización 98

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debe su nombre a la atleta del equipo de esgrima que participó en el IV Torneo Centroamericano y del Caribe del Deporte en Caracas Venezuela. Mártir revolucionaria cubana, víctima del terrorismo cuando de regreso a su Patria el avión en que viajaban fue saboteado por mercenarios financiados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Estados Unidos, contaba al morir con 22 años de edad.

Desde 1978 a 1988 existieron dos tipos de enseñanza. Y a partir de aquel año surge como Educación Superior y ocupa un papel protagónico en el desarrollo y promoción de la cultura física en la provincia y el mundo, su principal fortaleza se encuentra en el nivel académico del profesorado con que cuenta.

“En voleibol era la crema innata de la isla.

Incluso Cuba contaba con la estrella del momento y que admiré en la década de los 80 y 90, Joel Despaigne” Obtuve mi licenciatura y luego el doctorado pero lo más importante fue el recibimiento que me dieron. De entrada el profesor Ignacio me vio jugar y desde el primer día me dijo de donde era. Yo le dije de Ecuador y me manifestó si quería entrenar en el equipo de primera. No lo podía creer en vista de que Pinar del Río contaba con jugadores de primera como Reinaldo Romero, Rodolfo Sánchez, Breto Friol, Arcelio Almora, Carlos Esperon, Yusenky García, Santiago Calero, Oramis Fuentes, Durán Castañeda, Rogelio Linares, Osmani (Coco), entre otros.

Al principio tenía un poco de temor porque sabía la magnitud que tenía el plantel y las figuras que poseían. En voleibol era la crema innata de la isla. Incluso Cuba contaba con la estrella del 99

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momento y que admiré en la década de los 80 y 90 Joel Despaigne considerado un atleta muy fuerte en cuanto a la altura de su despegue y la fuerza de su ataque. El sueño se hizo realidad y jugar en Santiago de Cuba y contra el número uno era sinceramente increíble. En el fútbol vamos a compararlo con Pelé.

Saber defender.

Saber ubicarme.

Saber ser arriesgado.

Inyectar ganas de superación, triunfo y superación fue el éxito para ganarme el liderazgo del equipo.

Me invitaron a entrenar y lo hice. Nunca desentoné y aquello me valió para estar siempre en el rol abridor. Recibía y defendía lo que me ayudo para estar por muchos años en el equipo.

Compartir con esas glorias del voleibol como Diago Blate, Sarmiento, Rodolfo Sánchez, Torres Pimienta y con un conglomerado grupo de estrellas que puedo ofender si no nombro o se me escapa el nombre de alguien.

Y eso me dio la pauta de no resbalar en Cuba para no perder mi puesto en vista de que había jugadores de primer nivel que si fallabas obviamente podías quedar relegado y atrás mío había un sinnúmero de jugadores de calidad.

Saber defender. Saber ubicarme. Saber ser arriesgado. Inyectar ganas de superación, triunfo y superación fue el éxito para ganarme el liderazgo del equipo que me escucharan y que todos remáramos 100

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para el mismo lado. También fue valioso no quedarme callado sino transmitir y luchar cada punto fue fundamental. Existen muchas anécdotas en base de aquello.

Otro de los factores que sirvió para meterme y que ellos se metan en mi corazón fue cuando ayudamos a tener la primera cancha de arena. En una ocasión le indique a Carlitos que fue nuestro Comisionado que si queríamos ser grandes deberíamos tener nuestra propia cancha y la hicimos con nuestras propias manos. La primera cancha de arena que tuvo Pinar del Río y acto seguido la primera medalla de oro en voleibol de playa.

En Pinar de Río se sorprendían como hacía para ser buen estudiante y practicar el deporte sin mayores inconvenientes.

Yo tenía el secreto de mi madre que -desde la niñez como educadora- me inculcó que los estudios van ligados con el deporte y deben ir de la mano y mi padre que fue un deportista, a tiempo completo, siempre me indicó lo mismo que el deporte y el estudio deben de ir de la mano.

Incluso les digo a mis alumnos porque soy un coaching deportivo -que procede del verbo inglés to coach-, ´entrenar´ es un método que consiste en acompañar, instruir o entrenar a una persona o a un grupo de ellas

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Insistía que para ser un gran deportista debía de estudiar y creo 103

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que eso desde pequeño lo planifique y eso me ayudó ya que me ponía al día con las tareas. Incluso para no tener inconveniente con mis obligaciones estudiantiles. Además estaba en el curso de atletas y a partir de eso tenía todas las prioridades para ir en conjunto con el estudio y el deporte.

Incluso les digo a mis alumnos porque soy un coaching deportivo -que procede del verbo inglés to coach-, ´entrenar´ es un método que consiste en acompañar, instruir o entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir cumplir metas o desarrollar habilidades específicas.

“Tengo que agradecer a muchas personas que me dieron la mano y hoy lo estoy certificando” Esto lo aclaro porque en Latinoamérica nos encasillan a los deportistas como vagos, dejados y eso no es así. Creo que el deportista es el más inteligente cuando se llega al alto rendimiento. Al poseer ese status tiene que tener muchas habilidades para lograr muchos objetivos, metas y propósitos. Y en ese sentido lo pude llevar bien de la mano en lo académico, líder o profesor en las distintas asignaturas para lograr lo que uno anhela de ser un gran profesional.

Por lo tanto en la licenciatura y doctorado por especialidad tengo que agradecer a muchas personas que me dieron la mano y hoy lo estoy certificando cuando no es broma y en ocasiones lo digo que más me quieren en Cuba que en Ecuador porque en nuestro país es el celo profesional que hace daño. Aquí no entienden que uno no le quita nada a nadie. No entienden que la competencia es buena…lo dañino es la incompetencia.

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En Cuba fue Campeón Municipal y Provincial. Campeón y tercero en el Nacional de voleibol de playa con la provincia de Pinar del rio, títulos que lo llevaron a la preselección cubana de voleibol y a muchas distinciones individuales.

Así mismo en Ecuador fue múltiples veces campeón nacional haciendo dupla con Jhonny Molina, Simón Mejía, Fernando Orejuela, Johan Sevillano, Sebastián Alvarado, Julio Bardales. Fue Campeón Sudamericano en 1995 y Campeón del Circuito Sudamericano en el 2005, Vice campeón y tercer lugar de los Circuitos Sudamericano. Se dio el lujo de clasificar 2 veces a los Juegos Panamericanos 2003 efectuados en Santo Domingo-República Dominicana y 2007 Rió de Janeiro-Brasil.

Fue elegido por el Circulo de Periodistas Deportivos del Ecuador, círculo de periodistas de Pichincha, Diario El Universo, Federación Ecuatoriana de Voleibol como el Mejor voleibolista Ecuatoriano.

Antonio ´Chico ´ Rodríguez tenía algo en su conciencia que no lo dejaba dormir tranquilo.

En la tranquilidad de la noche daba vueltas en su cama. No podía dormir. Quería retribuirle la paz a su papá que nunca estuvo de acuerdo que se alejara del béisbol 105

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También participó en preolímpicos y premundiales donde ob107

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tuvo el mejor libero de la etapa clasificatoria. Luego de eso se despidió de las canchas de voleibol dejando una frase célebre “La humildad y perseverancia ayudan a triunfar y a formar un ser integral para la sociedad”.

Pero Antonio ´Chico ´Rodríguez tenía algo en su conciencia que no lo dejaba dormir tranquilo. En la tranquilidad de la noche daba vueltas en su cama. No podía dormir. Quería retribuirle la paz a su papá que nunca estuvo de acuerdo que se alejara del béisbol.

Por eso retornó a la pelota chica.

Fue el gesto más hermoso que le brindó y en vísperas del cumpleaños de Ricardo ´Chico´ Rodríguez Quintana escribió estas líneas solo para él: “Doy gracias a Dios. Eres el hombre al que más quiero, amo, adoro, admiro del planeta y en este día de tu cumpleaños 89 me gustaría que supieras lo importante que eres para mí. Así como lo orgulloso que me siento de haber crecido a tu lado siendo padre, consejero, amigo. Eres valiente, leal, honrado y una persona en la que se puede confiar. Gracias por haberme criado con unos valores tan férreos junto a mi madre. Te deseo que cumplas muchos más junto a todos quienes te adoramos. De pequeño me protegías, de niño me orientabas, de adulto me aconsejas, pero hoy soy yo quien te cuida, juega, dialoga contigo ¡Felicidades papá!”.

Lo sueños no culminaron ahí. Lo convocaron para que sea parte del Ministerio de Deporte en dos ocasiones las mismas que retribuyó con creces la confianza depositada hacia él.

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A un padre se le necesita, quiere y respeta durante la infancia, pero es de adulto cuando en verdad se le entiende y comprende.

Por ese amor indescriptible que tiene y que lo mantiene volvió -en los años 2011, 2012 y 2013-a jugar béisbol como gesto y gratitud a su señor padre quedando campeón con los clubes Yankes de Ecuador y Torremar.

Luego llegaron las actividades deportivas como el softbol, natación, atletismo, fútbol y otras disciplinas donde destacó y triunfó de igual manera como lo hizo en las otras disciplinas.

Hoy con una mirada de dirigente busca ayudar al Ecuador con los conocimientos adquiridos en Cuba.

Su corte de docente universitario siempre fueron apegas a la elemental norma de ética y responsabilidad ganándose el respeto y admiración de sus alumnos en la Universidad de Guayaquil Facultad de Educación Física, Deportes y Recreación.

Pero lo sueños no culminaron ahí. Lo convocaron para que sea parte del Ministerio de Deporte en dos ocasiones las mismas que retribuyó con creces la confianza depositada hacia él. Antonio Rodríguez Vargas confiesa que busca y buscará contribuir con el despegue del deporte nacional. Por eso renunció a la práctica del voleibol para asumir como subsecretario de Deportes.

Hoy con una mirada de dirigente busca ayudar al Ecuador con los conocimientos adquiridos en Cuba sobre ciencias aplicadas al deporte, que abarcan la masificación, recreación, cultura física, terapéutica y la alta competencia.

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Aún recuerda como deportista le causó tristeza ver cómo la dirigencia se pelea por el manejo de las instituciones. No olvida la suspensión por un año de la beca que le impuso el Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), en el 2006, cuando participó en un homenaje al presidente de la Federación Deportiva Nacional del Ecuador (Fedenador), Julio Ramírez. Se justifica indicando que intervino como locutor deportivo, título que también posee.

Su plan como funcionario implicó la división del país en zonas en las que se capacitó en nutrición, psicología y ciencias aplicadas al deporte. Aunque sus metas no se cumplieron en su totalidad anhela un plan de recreación nacional, y espera trabajar con la ayuda de todos los estamentos deportivos.

Ha ganado premios internacionales y nacionales en la investigación.

Chico Rodríguez cree en la gestión del deportista de alto rendimiento pero la misma debe contar con canales directos que se seleccione a los mejores y que se le brinde el seguimiento adecuado para su normal funcionamiento.

Fue Viceministro de Deportes, Subsecretario Técnico, Coordinador Zonal del Ministerio del deporte, Presidente de la Asociación de Profesionales de Cultura Física del Guayas, Presidente de la Federación Nacional de Profesionales de Cultura Física del Ecuador, miembro del Círculo de Periodistas Deportivos del Ecuador, miembro del Colectivo de Doctores en Cuba, Instructor de la Confederación suramericana de voleibol, Instructor nivel superior de la FIVB, Docente Investigador de FEDER de la Universidad de Guayaquil, Conferencista Nacional e Internacional.

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Ha ganado premios internacionales y nacionales en la investigación. Fue Director de tecnificación y formación en la Federación Deportiva del Guayas y Profesor de FEDER Universidad de Guayaquil impartiendo las materias de Cultura Física Terapéutica, Elaboración de tesis, masaje y pensamiento crítico.

Incluso el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) estableció disposiciones únicas para permitirle integrar equipos élites de voleibol (sala y playa). ¡Con cuanto amor defendió las camisetas pinareña y cubana!

El Dr. Antonio Rodríguez Vargas, en materia deportiva ostenta hoy la calificación científica más elevada. Además, integra un contingente de egresados de la “Nancy Uranga”, que ya totaliza miles de jóvenes procedentes de 43 nacionalidades.

Hoy, nuevamente el crédito le fue abierto. Por sus compañeros docentes, trabajadores y alumnado quienes le otorgaron carta abierta.

El 4 de agosto de octubre de 2018 fue elegido como Rector encargado de la Universidad de Guayaquil tras una sesión del Consejo Universitario. Su gestión duró pocos días por discrepancias empantanadas en el mismo colectivo universitario pero que se demostró que fue considerado y nombrado para tan alto cargo en la Alma Máter.

Hoy, nuevamente el crédito le fue abierto. Por sus compañeros docentes, trabajadores y alumnado quienes le otorgaron carta abierta para que se postule como su representante al rectorado de la Universidad de Guayaquil.

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Es que Rodríguez se sigue apostando a la ética, valores y responsabilidad social como ingrediente fundamental para hacer funcionar a Ecuador. Cree en la moral como camino sine qua non para un mañana mejor.

A todo señor, todo honor.

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A mi familia Cinthya Nathaly Ruiz Díaz es su esposa. Cual pétalo en flor lo conquistó con su mirada. Con su sonrisa. Fue su ángel caído del cielo que se posó en él para darle esa paz que necesitaba a su agitada vida deportiva.

Ese núcleo sentimental fue consumado con la presencia de las gemelas Thais Nathaly y Sarai Marie y como era de esperarse la continuación de la dinastía Rodríguez el famoso Joshua Antonio.

La familia Rodríguez Ruiz no le pide favores a nadie más por el contrario son agradecidos del Creador que le ha brindado la oportunidad de poseer una unidad llena de amor, paz interior y el deseo enorme de fortalecerse cada día más a base de principios y valores.

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Si las redes sociales hablarán Los mensajes y parabienes para Ricardo y Antonio Rodríguez no paran. Ellos acaparan elogios sin pedirlos, pero a su vez lo reciben con la sencillez que le ha dado la vida “Qué lindo homenaje así debe ser como dice la canción en vida hermano en vida saludos a tú papi y toda tu hermosa familia.”

Paty Ramírez “Felicidades Amigo” Álvaro Villa “Digno homenaje, FELICIDADES” Carlos Eduardo Alvarado Villavicencio

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“Felicidades “ 123

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Vicky Salinas Chang “Mi querido Antonio, saludos a tu papi y me traes a la memoria a nuestras madres: mujeres de grande que seguro están gozando en lo alto junto al creador. Un abrazo y Dios bendiga a tu papi.”

Shirley Alexandra Acosta Jiménez “Felicitaciones un grande ejemplo de ser humano. Bien merecido reconocimiento Un abrazo querido Chico, un abrazo y bendiciones” Sojukay Ecuador “Felicitaciones” José Luis Mendoza “Muchas felicidades y bendiciones miles para tu querido papá campeón” Jorge González Acosta “Lindo homenaje Chico Dios los bendiga. Felicidades” Juan Miguel Luperon Terry “Felicitaciones. Chico Dios lo bendiga siempre bendiciones” Janeth Barco “Belleza chico. Dios cuide y proteja a tu papi” Arturo Espín Ordoñez “Hermosas fotos Antonio ...Chico Rodríguez tu eres su prolongación Felicidades a ese digno caballero.

Giovanna Vásquez Benavides

“Un fuerte abrazo a dos grandes deportista y ciudadanos de bien, mas allá de títulos profanos, el mejor título que uno debe 124

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conseguir es ser caballeros y ciudadanos con principios y valores” Iván Lascano Suarez “Bendiciones mi hermano” Luis Albán Pachito “Hermoso momento hermano eso queda para toda la vida bendiciones para ustedes abrazos a la distancia felicidades” Luis Enrique Chaviano Rodríguez “Hermosa foto, Dios bendiga a tu papi.”

Yuly Yolanda Marrasquín Vaca “Que bendición que hermosos momentos poder tenerlos así eso no se olvida nunca Dios te conceda muchos, pero muchos años más con tu Papi” Fanny Mejía “Belleza mi pana” Pedro Pablo Preciado Reinoso “Bien Chico Honra a tu Padre, ahora en vida, Se les quiere un montón saludos Dios bendiga” Gary Sevillano “Bendiciones disfrútalo en vida es todo saludos fuerte abrazo viejito” Luis Ángel Sánchez Meza “Bendiciones Chico, hermosa foto un saludo y un fuerte abrazo a la distancia” Cindy Kael

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Annabel Panta Ruiz “Que hermosos bendiciones” 127

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“Escucha a tu padre que causó tu nacimiento. Y no desprecies a tu madre tan sólo porque ha envejecido, (Proverbios 23:22), eres un buen cristiano. Te admiro muchísimo” Ricardo Montalvo Rico “Lindooooo Dios es bueno” Mónica Flores Gilbert “Mi hermano esa foto define muchas cosas en tu vida, donde hay mucho sentimiento y amor. Un abrazo” Pavel Benet Páez “Te felicito chico.”

Jorge Félix Tatiana Gómez “Cuánta ternura Antonio en esta foto. Como pocos sé el inmenso amor de mi tocayo Chico hacia ti y todo lo que hoy le devuelves en amor y protección. Dios bendiga siempre a los dos” Ricardo Vasconcellos “Grande chico!”

Ricardo Mollison · “Bellos. Dios los bendiga” Carolina Nivela Galarza · “Hermosa foto . . .”

Diego Ponce Barona · “Que bacán esta foto brother, tienes que ponerla en un cuadro, gracias por compartirla me hace recordar que por culpa de esta pandemia no he podido darle a mi papa un abrazo igual ... cuídate y cuídalo mucho, mis respetos.”

Ricardo Alvarado “Que nuestro Buen Jesús los Bendiga y Proteja infinitamente, 128

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un abrazo Fraterno para Ustedes” Freddy Saavedra Ruíz “Esa es la forma Chico!”

José Pileggi · “Linda Foto “ Lula Garay de Gilbert “Ese abrazo dice más que las palabras mi querido Chico!!!

Dios siempre los ilumine......”

Hans Franco V. “No hay palabras para describir este gesto saludos a los dos” Norman Carrillo · “Hermosa foto gordito” MaFer Plaza “Sobran las palabras.

Dios los bendiga por siempre.”

Vicktor Zurita

“MIS PANAS POR SIEMPRE” Rafael Santelices “Excelente que disfruten primo, la vida es una sola y hay que celebrarla siempre, expresando todo el amor por nuestros seres queridos” José O. Garnica Vargas “Que foto para más espectacular.... grande Chico” Carlos Feijoo 129

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“Bellos “ Sonia Chirú Vargas “Bendiciones querido amigo y papá disfrútelo al máximo “ Martha Baquero “Linda mi family” Luis Pérez “Qué lindo” William Saldaña Lopez “Que lindos están mis tíos” David Rodríguez Ochoa “Que MARAVILLOSA foto...no tiene precio en el mundo q la pueda pagar...el amor Paterno y Filial hecho realidad...me alegro mucho por ambos...que Dios los Bendiga....Benciones…Johnny Akel…”

John Akel “Feliz cumpleaños don Ricardo Rodríguez” Soraya Vargas Arias “Felicidades a tu papa hno. Que el señor lo colme de bendiciones hoy mañana y siempre” Juan Miguel Peña Fernandez “Un gran padre un gran hijo … un abrazo para el verdadero chico” Sixter Ordoñez 132

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“Bendiciones a los dos” Carmen García “Que bella foto, seguro tu papá está muy orgulloso de ti (además son idénticos)” Maira Coll “Ambos fueron unos grandes personajes en el campo deportivo. Unos caballeros fuera del campo de juego” Carlos Víctor Morales “Tuve el honor de conócelo y verlo jugar a Ricardo “Chico” Rodríguez. Extraordinario en el montículo. Su hijo de igual manera. Con la misma calidad de su padre. LO que se hereda no se hurta”.

José Kalil “Como amigo y compañero de vida extraordinario. Como deportista inigualable. Mi padre me llevaba al Yeyo Uraga a aplaudir a Chico Rodríguez padre. Excelente jugador”.

Víctor Mestanza “Más que un amigo lo considero mi hermano. Éxito es todo lo que te propongas”.

Luis Suárez “Donde estaba escondido Chico hijo…es un arquerazo”.

Dusan Dráskovic “Como persona, excelente. Como deportista doblemente excelente”.

Joaquín López 133

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De tal palo, tal astilla

BIBLIOGRAFIA Campaña, G. (Viernes de 03 de 2007). ‘Chico’ Rodríguez ya anuncia plan laboral.

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Antonio Rodríguez Pazos, MSc.

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El Autor

Antonio Rodríguez Pazos nació el 8 de junio de 1966, Guayaquil, Ecuador. Estudió en la escuela Juan Montalvo. Culminó su etapa secundaria en el colegio Teodoro Alvarado Oleas y su carrera universitaria la realizó en la Universidad de Guayaquil, Facultad de Comunicación Social.

A los 17 años decidió incursionar en el quehacer periodístico. Sus primeros escritos los realizó en Diario Extra con dos columnas que rompieron esquemas “No le pares bola” y “Desde los Camerinos: Malos ratos y malos olores” con Olfato Fino, pseudónimo que lo llevó al estrellato. Su crecimiento se dio en Diario El Universo en la sección Marcador, que tuvo su apogeo en la década del 90. También formó filas en diario Expreso, diario El Telégrafo – Director de Deportes-, diario Meridiano y revista Estadio.

También hizo radio en El Mundo, América, CRE, Atalaya y Súper K-800.

En medios televisivos logró llenar las expectativas en ETV Telerama – reportero – y Mundo Canal –presentador de programa-.

Enriqueció su experiencia con sus desplazamientos a diferentes coberturas por Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Venezuela, Perú, Colombia, Chile. Norteamérica y Europa (Italia, España, Alemania, Holanda, Francia, Austria).

Además, estuvo en el sorteo del Mundial Alemania 2006 y Mundial de Fútbol Alemania 2006.

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