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REPORTE
EDITOR: Diego Salazar COEDITOR: Juan Martínez Campañas En algunas ciudades, como Querétaro, las autoridades hacen campañas para depositar chicles masticados en cartulinas pegadas en sitios públicos.
Grave riesgo sanitario Chicles tirados en el suelo, problema de salud pública
Las autoridades capitalinas gastan mucho dinero en remover la golosina que miles de transeúntes tiran todos los días sobre banquetas del Centro Histórico
<< Leo Díaz
El gobierno de la Ciudad de México, gasta 50 centavos por quitar del piso, la pared y bancas, cada chicle que una persona arroja o pega, después de haberlo disfrutado.
Información de la autoridad del Centro Histórico de la Ciudad de México, reconoció que la falta de cultura de la ciudadanía provoca mala imagen y deterioro de las banquetas y pisos donde son arrojados los chicles ua vez que son masticados, ya que diario los trabajadores de limpia tienen que realizar una labor diferente y cansada para preservar la imagen del primer cuadro de la ciudad.
Señaló que son miles los chicles que se arrojan al suelo en el primer cuadro de la Ciudad de México, sin tomar en cuenta otros lugares. Sin embargo, agregó que de manera particular en el Centro Histórico se tiene que conservar la pulcritud de los lugares por la presencia del turismo nacional e internacional.
La bancada de Morena en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), rechazó la posibilidad de aplicar un impuesto especial a la industria del chicle o para quienes compran esta golosina.
El diputado local Darío Carrasco Aguilar dijo que más que impuesto, se requiere de que la ciudadanía tenga cultura y ponga las cosas en su lugar.
Se pronunció por llevar a cabo una campaña de difusión para concientizar a las personas a no arrojar chicles y otras cosas que sean nocivas para las paredes, banquetas y bancas.
“La gente debe entender que la limpieza y la belleza en el primer cuadro de la ciudad, son indispensables, porque damos una
De 50 centavos a dos pesos cuesta remover cada chicle de las banquetas



Alto riesgo sanitario y foco de infección
imagen no solo a quienes nos visitan del interior de la República, sino del extranjero”, precisó el legislador.
Y reconoció que los recursos públicos no tienen porqué destinarse a despegar chicles de banquetas, por lo que se manifestó porque se realice una campaña de difusión para concientizar a la población de con un poquito de voluntad, la golosina se guarda en un pedazo de papel y donde exista un depósito de basura ahí se debe colocar.
Por otro lado, existen muchísimos árboles en la Ciudad de México que son conocidos porque ahí en sus troncos, muchísimos transeúntes pegan ahí sus golosinas ya masticadas.
Es común ver estos árboles en zonas aledañas a escuelas o unidades habitacionales, o a las afueras de estaciones del Metro.
RIEsGO paRa La saLUD Los chicles tirados en la calle representan un foco de infección y riesgo para la salud de la población, pues puede albergar gasta 10 mil bacterias y hongos recogidos del medio ambiente en que se encuentra. Además, su limpieza implica un alto riesgo sanitario y ambiental en detrimento de la salud de la población y la imagen urbana.
Hace tiempo, Laura Esquivel Valdés, legisladora de Morena, exhortó a diversas dependencias a promover campañas entre los fabricantes de goma de mascar. La integrante de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados precisó que cada chicle es un medio de contaminación, ya que contiene los microorganismos de la propia persona que lo masticó.
La diputada dijo que 20 por ciento de la superficie del Centro Histórico de la Ciudad de México está cubierta por manchas negras del producto, y comentó que se utilizan equipos especiales para desintegrarlos y removerlos del suelo, pero es tal la cantidad que el costo económico es muy alto.
Agregó que las labores para el retiro de chicles son insuficientes, por el exceso de residuos, para llevar a cabo la limpieza de los espacios.
E indicó que sobre la calle Francisco I. Madero, vía peatonal de la Ciudad de México, se han llegado a contabilizar hasta 150 mil chicles sellados en el piso.
“Desde la calle de Monte de Piedad, a un costado de la Plaza de la Constitución, hasta el Eje Central Lázaro Cárdenas. Estamos hablando de tan sólo cinco cuadras”, acusó la legisladora.
Laura Esquivel Valdés explicó que en las zonas con más densidad de chicles pegados en el suelo se han contabilizado hasta 75 por cada metro cuadrado. Y si esa cantidad se uniera en una sola mancha, dijo, ocuparía alrededor de un tercio de ese espacio, e hizo notar que el costo unitario integrado (maquinaria, consumibles, transporte, personal) por el retiro de cada chicle puede significar hasta poco más de 2 pesos.
Por ende, si se considera que una goma de mascar cuesta en promedio 50 centavos, “es evidente el importante gasto que su retiro representa para la población, ya que la erogación es con cargo a los impuestos que paga”, señaló la morenista.
A petición del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF, el Laboratorio de Análisis de Riesgos de la Secretaría de Salud capitalina, se eligieron 10 chicles de los millones que se encuentran en el piso para analizarlos, y lo que se encontró fueron hongos que confirmaron que tenían poco tiempo de haberse desechado porque aún guardaban humedad, que es un factor para el desarrollo de microrganismos. ▪