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POLÍTICA / Valor civil

Mayo de festejos

El quinto mes del año tiene particular relevancia por los importantes eventos que se celebran.

El 1 de mayo es dedicado al Día del Trabajo, se ha instituido para recordar a los mártires trabajadores que el 7 de enero de 1907, iniciaron la Huelga Obrera Textil en Río Blanco, Veracruz. Al igual de lo que ha sucedido en otros países, como Chicago, EE. UU., en 1886.

Las reivindicaciones obreras son la Base de sustentación de nuestra Constitución Política, donde se le da, tanto a los problemas agrarios como a los aspectos laborales, un sentido primigenio y una fundamental importancia; así, en 1917 por primera vez se dio vida a las llamadas garantías sociales, las cuales estaban por encima de los derechos individuales y, en el caso concreto de los trabajadores, se les otorgaron inmensidad de beneficios, tales como un salario mínimo, jornadas de trabajo nunca superiores a las 8 horas y un sinnúmero de provechos como vivienda digna, servicio médico y en general lo que ha sido un cambio favorable para la clase trabajadora. Por si fuera poco lo anterior, también se recuerda con orgullo que el 5 de mayo de 1862, las fuerzas invasoras francesas fueron derrocadas en Puebla, por el general Ignacio Zaragoza. Con el disparo de un cañón mexicano comenzó una de las jornadas más gloriosas y recordadas que registran nuestra historia patria. El Ejército Francés centró su esfuerzo en el Fuerte de Guadalupe, por lo que lanzó un primer ataque a este punto; a pesar de la superioridad en armamento de las fuerzas de Lorencez, fueron frenadas por las tropas nacionales. El ataque francés hacia el Fuerte de Guadalupe se repitió en dos ocasiones más, sin embargo, los soldados mexicanos lograron rechazarlos en ambos intentos y provocar con ello la retirada francesa. Tengamos presente que, para esa fecha los fran-

Dr. Eduardo López Betancourt elb@unam.mx

ceses eran parte del segundo imperio Napoleónico francés (1852-1870). Tengamos en cuenta que el ejército extranjero apoyaba a Maximiliano de Habsburgo.

Bien se dijo cuando el General Ignacio Zaragoza le envió un telegrama a Benito Juárez: “Las armas de la nación se han cubierto de gloria...”. Este festejo alcanza dimensiones internacionales, puesto que, en los Estados Unidos, es un día que se dedica a rendir homenaje a México y hasta en la Casa Blanca se hacen importantes actos de reconocimiento a México.

Otra importante fecha de mayo, lo es el 10, Día de las Madres. En la práctica el país se paraliza para enaltecer a las progenitoras, es difícil encontrar un centro laboral, sea público o privado, donde no se realice homenaje a las madres, pero mucho más intenso lo es en los ámbitos escolares, donde con gran entusiasmo los niños, adolescentes y en general la población venera en forma inigualable a las que nos dieron luz, sin negar sus siempre relevantes méritos, donde los obsequios y las palabras de gratitud son abundantes.

Más aún, aparece en el mes de mayo el día

15 dedicado al maestro, a los que nos enseñan, nos guían, a los que deben ser ejemplo, lo que al final se vuelve gratificante para quienes realizan el apostolado de la docencia.

Es importante un paréntesis, debe distinguirse a los docentes, a los verdaderos enseñadores, de aquellos improvisados sujetos que de manera irresponsable y sin estudios pedagógicos, realizan un trabajo de carácter didáctico. No cualquiera es Maestro, muchos sin duda se presentan como tal, pero carecen de la mínima capacidad para enseñar, el ser Maestro es una profesión para la cual se debe capacitar con seriedad y nadie podrá decirse profesor, si no ha cursado materias didácticas con lo que se adquiere el eros pedagógico, que no es otra cosa sino el amor a la docencia. Honor a los que han luchado en beneficio a los derechos laborales. Ramos de laurel para los que el 5 de mayo cubrieron de gloria a nuestro país frente a las fuerzas invasoras. Nuestro absoluto e inigualable amor hacia quienes nos dieron la vida y el homenaje de nuestra reverencia a quienes nos enseñan el camino de la verdad y la dignidad. <<

* Dr. Eduardo López Betancourt es Licenciado en Derecho, Maestro en Educación Cívica y Social, Maestro en Historia, Doctor en Pedagogía, Doctor en Historia, Doctor en Derecho, además de máster universitario en justicia criminal por la Universidad Carlos III de Madrid. Obtuvo mención honorífica en todos sus exámenes de grado y sus trabajos recepcionales tanto en la licenciatura en derecho como en historia fueron en el campo del derecho constitucional. Cuenta con una actividad docente de 54 años ininterrumpidos. Imparte clases en la licenciatura en Derecho y en la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es autor de 79 obras jurídicas, 39 jurídicas y 40 de crítica socia, además de ser un crítico asiduo de los malos sistemas políticos. Su valor civil ha sido motivo de persecuciones y descalificaciones. Expresidente del Tribunal Universitario de la UNAM.

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