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Enaltece el orgullo mexicano

– ¿En qué te inspiras para tus creaciones?

<< Sandra Correa

“El nombre de nuestra empresa es en memoria de mi hijo mayor Emanuel Hernández (1999-2016) quien perdió la batalla contra el cáncer y también es el nacimiento de nuestro emprendimiento, las guayaberas, que elaboramos con mucho amor, de ahí que nuestros diseños son únicos”, comenta José Eduardo Hernández Espinoza en entrevista con Ángel Metropolitano

Hablar de guayaberas denota poder, elegancia y estatus. Luis Echeverría Álvarez, presidente de México (1970-1976), impuso moda al usarlas en sus giras, de ahí que es común ver a miembros de la clase política portarlas… su origen no está muy claro, aunque se ha documentado que son de Cuba y que luego llegaron a Veracruz y Yucatán.

– ¿Cómo te inicias en el diseño textil?

– Mi papá hacía faldas tableadas y maquila. Me tocó vivir en el mundo de los trapos, no estudié y junto con mis hermanos éramos los agentes de ventas.

“A los 25 años, puse mi taller, me especialicé en bordados artesanales, los ofrecía en fábricas y me iba bien, pero el mercado textil fue muy golpeado por los chinos y me quedé sin trabajo.

“Desgraciadamente falleció mi hijo mayor. Me pegó muy fuerte, mi esposa Patty Chávez, se iba a trabajar, mi hijo Diego a estudiar y yo, en casa, quedamos en la ruina”.

– Una situación complicada…

– Caí en depresión: sin trabajo, sin dinero, sin un hijo. No volví a trabajar con fábricas. Recuerdo que me recargué en un rack de ropa y dije, ‘esa es la señal’: hacer mis propias prendas.

“Llegué a pensar en la ‘puerta falsa’, pero gracias a la Fundación ProEmpleo, salí adelante, me capacitaron para confeccionar y diseñar guayaberas”.

EL ‘NACIMIENTO’ DE EMANUEL HERNÁNDEZ

– ¿Cómo surge tu marca?

– Comiendo con mi hijo, me dice: ‘siempre me ha gustado el nombre de mi hermano, ¿y si bautizamos la marca como ‘Camisas de Lino Emanuel Hernández?’.

– ¿Por qué sólo diseñas guayaberas para caballero?

– Es buen negocio y casi no estaba explotado. Vi que la guayabera era ideal para mis bordados y aplicaciones, porque algunas no tienen bordados, pero sí diseño, por ejemplo, las presidenciales tienen alforzas, otras tablitas y puedes jugar en cómo colocarlas. También hago guayaberas para niño. Mi esposa creó los ‘guayacombos’, para papás e hijos que vendemos en nuestra boutique Perfecto Pop.

– Conocí a un tanatólogo, tenía fresco el dolor de perder a mi hijo. Le comenté que falleció un 25 de diciembre, que seguía llorándolo, y me dijo: ‘tus guayaberas son preciosas, piensas en él cada vez que haces una, porque imprimes mucho amor y en ellas encontraste una terapia para superar el duelo’.

“Me inspira, mi hijo, mi familia, la pasión por mi negocio. Me he topado con turistas que me dicen que nunca han visto guayaberas iguales a las mías”.

– ¿Cuál es la fortaleza de tu empresa?

– Adapto mis prendas a cualquier tipo de cuerpo, las hago a la medida. Para mí no hay imposibles, busco la satisfacción total de mis clientes.

– ¿El consumidor nacional reconoce el valor de tus prendas?

– Al mexicano le gusta la prenda, pero le espanta el costo y el extranjero la compra. Siempre choco con los paisanos porque quieren precio de mayoreo y no, en la artesanía no se regatea.

– ¿Qué satisfacciones te ha dado el mundo del diseño?

– Homenajear a mi hijo, que está en cada camisa que hago. Que una prenda que yo hice con mis manos está en Francia, Indonesia, España, Japón, Estados Unidos. Agradezco a la vida, que tengo una familia para seguir adelante. <<

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