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EMPRENDIMIENTO / Chingona Community

Inteligencia artificial: ¿promotora del bienestar social o generadora de desigualdades?

La inteligencia artificial (IA) promete brindar grandes beneficios a la humanidad, pero a su vez también ser el verdugo de muchos colaboradores. Por un lado, contribuiría en el crecimiento del PIB, ya que puede aumentar la eficiencia y la competitividad de las empresas; y brindaría beneficios a distintos sectores como la agricultura, la educación y la salud, entre otros.

Por otro, amenaza con poner en riesgo al menos 300 millones de empleos, tan solo en su primera fase de aplicación, incrementando así la desigualdad económica, indica un estudio realizado por Goldman Sachs.

Esto, y el acceso sin restricciones de algunas de herramientas como Chat GPT4, han provocado la polaridad y el debate global: mientras unos afirman que traerá grandes beneficios, otros se oponen, por el riesgo que supone para el bienestar de la sociedad.

La organización Future of Life Institute publicó una carta, firmada por más de 1 mil personas, entre ellos reconocidos empresarios como Elon Musk, Steve Wozniak y Jaan Tallinn, donde se pide detener el avance de la IA hasta que se establezcan protocolos y sistemas que garanticen su desarrollo seguro. Y que se permita su auditoría, supervisión y el seguimiento de los responsables, en caso de existir daños.

Si bien todo esto es cierto, la verdad es que la IA está aquí para quedarse. En lugar de temerle, deberíamos aprender a usarla a nuestro favor. Para lograrlo, se puede:

-Reentrenar y recolocar: capacitar y recolocar a colaboradores cuyos trabajos puedan ser automatizados, para que puedan adoptar nuevas funciones y roles en la organización.

-Adoptar un enfoque en tareas complementarias: la automatización de tareas puede liberar recursos para crecer el enfoque en tareas estratégicas, creativas o que requieran habilidades humanas.

-Privacidad y seguridad de datos: Debemos asegurarnos de que se cumplan las regulaciones de protección de datos aplicables y las medidas de seguridad que protejan a los sistemas de IA de posibles amenazas.

Adriana Gallardo www.adrianagallardo.com.

La creciente presencia de la IA demanda una reflexión profunda sobre la importancia de la inteligencia emocional. Para asegurar que sea utilizada de manera responsable, se necesita desarrollar una comprensión sólida de las habilidades emocionales. Solo así podremos enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que la IA presenta, garantizando un futuro equitativo, ético y humano en la era de la tecnología. << www.adrianagallardo.com

El miedo al cambio y las células madre

Cambiar es algo difícil, y la gente siente terror ante esa realidad. Lo paradójico es que el cambio es parte constitutiva del ser humano. Nuestras células se renuevan constantemente. Y, peor aún, quien se resiste a cambiar, se queda estancado y no avanza, en medio de una realidad aplastante: todo cambia.

Detrás de ese miedo existen ideas, creencias, emociones, tales como miedo a manejar situaciones nuevas, a pérdidas físicas o emocionales. También terror a equivocarnos, a ser criticados, a perder el control. En fin, todo esto causa ansiedad e inseguridad, que nos provoca resistencia al cambio.

Los motivos que nos impiden cambiar son la autoestima baja o la creencia de que cambiar es ser inestable.

Si deseamos cambiar un problema, debemos pasar por cuatro etapas, según Paul Watzlawick, John H. Weakland y Richard Fisch.

-Una clara definición del problema en términos concretos

-Una investigación de las soluciones hasta ahora intentadas

-Una clara definición del cambio concreto a realizar

-La formulación y puesta en marcha de un plan para producir dicho cambio.

La ambivalencia es el comienzo del camino, y también “el lugar más común para atascarse en el camino hacia el cambio”, según William Miller y Stephen Rollnick.

Esto nos permite comprender, aunque no justificar, la causa por la que los médicos y mucha gente tienen miedo al uso de células madre. Es realmente una revolución, y toda revolución despierta críticas, inseguridades o agresividad.

Las células madre ayudan en problemas de salud que hasta hoy la medicina no ha podido remediar. Las células madre van más allá de los “paños tibios” que se ofrecen actualmente frente a temas como trasplantes de órganos, diabetes, Alzheimer, Parkinson, presión alta, cáncer, autismo, VIH, infartos, disfunción eréctil, etcétera.

Existen intereses poderosos contra el desarrollo de las células madre. Algunas farmacéuticas obtienen beneficios millonarios vendiendo medicamentos que solo ayudan en algo, muchas veces haciendo daño a otros órganos.

Y, para colmo, no solucionan el problema. Otro aspecto de las células madre es que se usan, casi siempre, sin necesidad de anestesia general y de forma ambulatoria. Se regresa a la casa el mismo día, con muy poco tiempo de descanso y casi sin ningún dolor. Se le devuelve la esperanza y una forma más digna de vivir a los que sufren. Vale la pena que las personas y los trabajadores de la salud entiendan y cambien. <<

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