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La iglesia de San Vicente de Serrapio

Canecillo de la iglesia de San Vicente de Serrapio
Serapis es un dios greco-egipcio, de la época ptolemaica, que se representa por un busto bicéfalo.
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Iglesia de San Vicente de Serrapio
La iglesia de San Vicente de Serrapio es, posiblemente, la más enigmáticas de Asturias. Su primera estructura es de época romana, de la que conserva, en la sacristía, una lápida dedicada a Júpiter por clanes astures. Se modificó durante el prerrománico, en 922, para volver a modificarla en el románico, en el siglo XII. En la actualidad está muy transformada, aunque mantiene varios elementos de estas épocas. También pueden verse dos cruces paté y una representación del Santo Grial, que apuntan a que en algún momento fue sede de caballeros templarios. .

Lápidas votivas de San Vicente de Sarrapio
“El presbítero Gagius hizo la basílica. Fue hecha a mediados de julio en la era DCCCCXXII . Mellitus hizo”.
"IOVI OPTIMO ET MAXSVMO SACRVM ARRONIDAECI ET COLIACINI PRO SALVTE SIBE ET SVIS POSVERUN. A Júpiter Optimo Máximo levantaron este ara en demanda de protección para sí y para los suyos los Arronios, hijos de Dacio y sus allegados."

Cruz templaria en el pórtico de la entrada principal

Un ángel recoge en una copa la sangre de la palma de la mano derecha de Cristo crucificado, en alusión al Santo Grial, a la vez que con su mano izquierda toca el halo rojo de la Virgen María (?). En el medio una paloma (Espíritu Santo).

Resurrección de Cristo

Capitel representando una sirena de doble cola amamantando a otra sirena flanqueadas por un grifo y un basilisco.
El misterio de las reliquias de Serrapio y del agua que permanece cristalina tras varios siglos en contacto con “madera corrompida”
“En el curso de aquellos trabajos, al deshacer en un lateral una mesa de altar de piedra labrada para colocar el retablo de Nuestra Señora del Rosario se encontró una losa con una inscripción en dos líneas, que no les puedo transcribir aquí porque no se corresponde con ningún tipo de letra que admita la tipografía. Bajo ella había otra piedra como de un pie de largo y ocho pulgadas de ancho con dos hoyos cuadrados, muy bien trabajados y dentro de los hoyos, que estaban llenos de agua cristalina, había dos cajitas de madera, la una corrompida, que al tocarla se deshizo, pero contenía en su interior unas cosas como lienzos, sangre quemada o carbonizada y polvos de huesos calcinados. En otro hoyo de la piedra se encontró una cajita de madera trabajada con poca perfección, con una chapita de madera que le sirve de llave, dentro de la cual se observan también unas cosas blancas y encarnadas y en este estado se conservan hasta nueva inspección advirtiendo que los hoyitos de madera contenían agua cristalina muy purificada, la cual se conserva hoy también en su frasquito de cristal lacrado hasta nueva inspección. También la cajita de madera tenía un texto escrito muy parecido al de la piedra y todo ello (la piedra, las cajitas y los frascos con el agua) se depositó en la parte destinada a sagrario del mismo altar de Nuestra señora del Rosario."
Narración de don Pedro Zapico, párroco de San Vicente de Serrapio (Junio de 1880)


Losa que tapaba las cajitas con las reliquias encontradas en San Vicente de Serrapio con la inscripción “De ligno D(omi)ni / S(an)c(t)i Grogii (Del leño del Señor, de San Grogio)”, indicativo de que la reliquia sería una de las numerosas astillas de la cruz de Cristo.