esposas deben ser, como rapaces
3
por el oro y la plata adulteráis! sonar debe la trompa por vosotros, puesto que estáis en la tercera bolsa.
6
Ya estábamos en la siguiente tumba, subidos en la parte del escollo que cae justo en el medio de aquel foso.
9
¡Suma sabiduría! ¡Qué arte muestras en el cielo, en la tierra y el mal mundo, cuán justamente tu virtud repartes!
12
Yo vi, por las orillas y en el fondo, llena la piedra livida de hoyos, todos redondos y de igual tamaño.
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No los vi menos amplios ni mayores que esos que hay en mi bello San Juan, y son el sitio para los bautismos;
17 18
uno de los que no hace aún mucho tiempo yo rompí porque en él uno se ahogaba: sea esto seña que a todos convenza.
19 21
A todos les salían por la boca de un pecador los pies, y de las piernas hasta el muslo, y el resto estaba dentro.
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Ambas plantas a todos les ardían; y tan fuerte agitaban las coyundas, que habrían destrozado soga y cuerdas.
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Cual suele el llamear en cosas grasas moverse por la extrema superficie, así era allí del talón a la punta.
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«Quién es, maestro, aquel que se enfurece pataleando más que sus consortes -dije- y a quien más roja llama quema?»
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Y él me dijo: «Si quieres que te lleve allí por la pendiente que desciende, él te hablará de sí y de sus pecados.»
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Y yo: «Lo que tú quieras será bueno, eres tú mi señor y no me aparto de tu querer: y lo que callo sabes.»
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