Arquitectura Tendencias Contemporáneas Angela Treviño Ríos
Las ciudades invisibles de Italo Calvino En Las ciudades invisibles no se encuentran ciudades reconocibles. Son todas inventadas; he dado a cada una un nombre de mujer; el libro consta de capítulos breves, cada uno de los cuales debería servir de punto de partida de una reflexión válida para cualquier ciudad o para la ciudad en general –Nota preliminar Empezando con el ensayo, todas las ciudades son ficticias, poseen nombre de mujer, como ya se mencionó en la nota preliminar, y su propia temática. Los protagonistas son Marco Polo y Kublai Kan, el primero un viajero y el segundo emperador de China. Tuve curiosidad de estos personajes que, si existieron, pero como ya mencioné es un libro ficticio, nada puede asegurar que siquiera se hallan conocido. El libro es corto, incluso sus capítulos lo son. Mencionare solo las ciudades que me llamaron la atención debido a su temática e historia. Las ciudades y la memoria Este sería su primer capítulo, en donde las ciudades de recuerdos manifestados en sus habitantes o estructuras. Diomira sería el nombre de la primera ciudad, por su descripción me la imagino como una ciudad ostentosa o de ricos por así decirlo. Los edificios me parecen imponentes, con mucha ornamentación de los mejores y más caros materiales, monumentos de bronce a sus dioses en todas las calles. Isidora es la segunda ciudad en aparecer, descrita como la ciudad de los sueños del hombre. Personalmente en los edificios, me los imagino muy bellos y abundantes de arte, mencionando: “los palacios tienen escaleras de caracol incrustadas de caracolas marinas, donde se fabrican con todas las reglas del arte catalejos y violines”, pero también como un lugar en donde puede haber pecado, ya que menciona las peleas de gallos y las apuestas, tema muy realista. Mi conclusión de esta ciudad, es que justo el pecado acaba envejecido más rápido al hombre, ya ancianos solo pueden ver como su juventud ya paso. Una frase que me gusto fue: “Los deseos ya son recuerdos.” Esta frase me dejo una nueva conclusión, de que el hombre envejece, sin haber cumplido sus metas o deseos, y estos en vez de