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TIPOS DE MONTAÑISMO
Senderismo Tipos de montañismo
Es una actividad en la que se camina por rutas y senderos, y es una mezcla entre una actividad deportiva y turística. El grado de dificultad puede ser bajo, medio o moderado tomando en cuenta el desnivel acumulado y la distancia del recorrido. El senderismo se ha convertido en un deporte con cada día más adeptos ya que no es un deporte de competición, más bien es un estilo de vida saludable que puede ser practicado por cualquier persona. Los beneficios del senderismo para la salud son muchos: ayuda a quemar calorías, previene la obesidad, aumenta el tono muscular, mantiene la masa ósea, ayuda a
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controlar la hipertensión, mejora el estado de ánimo y reduce tanto la ansiedad como el estrés.
Además, potencia la concentración, mejora el humor, eleva el autoestima e incluso hay estudios que demuestran que estos paseos por la naturaleza aumentan la creatividad.
Si vas a planificar una ruta de senderismo debes tener en cuenta las señales de los senderos homologados, el equipamiento necesario y por supuesto, no dejes de ver el tiempo que te espera en el camino.
Trekking
El trekking es un deporte que también se realiza caminando, pero a diferencia del senderismo, esta actividad requiere un mayor esfuerzo físico, se desarrolla en varios días, lejos de medios de transporte y frecuentemente las rutas están en lugares lejanos con poca o ninguna infraestructura.
El trekking, en muchos casos, se realiza en senderos y rutas ya establecidos y señalizados. Aunque existen senderistas más atrevidos que planifican caminatas de manera libre. En este último caso, es importante tomar las precauciones necesarias para minimizar los riesgos de accidentes y para evitar perderse.
El ejercicio físico, el contacto con la naturaleza y el bajo coste son algunas de las ventajas que proporciona el trekking frente a otros tipos de deportes de montaña.
Al ser un deporte que se desarrolla en varios días se suele pernoctar en: tiendas de campaña, vivac o en refugios.
Escalada
La escalada es una actividad física en la que se suben paredes de roca, laderas escarpadas u otros relieves naturales caracterizados por su verticalidad.
Son varios los tipos de escalada que existen hoy en día. Cada uno tiene sus propias particularidades:
Escalada libre: el escalador puede hacer uso únicamente de las manos y los pies como elementos de progresión. Se usa un equipo especializado solo con la función de seguridad como pueden ser: arnés, cintas exprés, cuerda o casco.
Escalada clásica (o tradicional): se sube por una vía por la que el primero de la cordada va instalando los seguros, ya sea en anclajes naturales o en anclajes artificiales recuperables.
Escalada deportiva: es un tipo de escalada libre pero enfocada en el rendimiento deportivo por lo que suele tener una gran dificultad. En ella se utilizan anclajes fijados previamente a la pared mediante sistemas mecánicos o químicos colocados estratégicamente a lo largo de la vía. Escalada artificial: se emplea todo tipo de material como fisureros, ganchos, uñas, pitones, empotradores, entre otros, que ayudan a subir la pared y sirven también como protección.
Escalada en solitario: el escalador sube solo con una cuerda, sin compañero que le asegure. Esto se denomina autoasegurarse, y conlleva un gran esfuerzo extra. Solo integral: esta escalada se realiza sin cuerda, ni seguros, ni ningún tipo de protección que pueda salvar al escalador en caso de caída.
Psicobloc: consiste en escalar sobre el mar, en acantilados que tienen paredes con el desplome suficiente como para no golpearse si hay alguna caída.
Escalada en hielo: se desarrolla sobre una superficie helada, aunque también se pueden encontrar tramos de roca. Se utilizan piolets y crampones para avanzar por sus paredes. Las vías suelen disponer de anclajes fijos, al estilo de la escalada deportiva.
Alpinismo
El alpinismo es una actividad que consiste en ascender montañas de gran altura, en el que se implementan diferentes deportes de montaña. Es la práctica deportiva de montaña más antigua y completa.
Una persona que se dedique al alpinismo debe combinar conocimientos de esquí de montaña, escalada en roca, escalada artificial, escalada en hielo, además ha de tener nociones de orientación y una buena condición física.
En esta práctica de escalar las montañas más altas del mundo, además de un interés deportivo, para la mayoría de los escaladores existe un objetivo de superación personal que excede ya al deporte.
Más allá de las destrezas físicas y técnicas, el alpinista debe contar con la vestimenta adecuada para soportar las bajas temperaturas y con accesorios como cuerdas, pico para escalar, etc.
Esquí de travesía
También conocido como esquí de montaña o skimo. Consiste en subir una montaña con unos esquís especialmente diseñados para este deporte y bajar la montaña esquiando. Se trata de un deporte bastante exigente a nivel físico.
Los esquís que se usan para esta actividad van provistos con pieles de foca en la parte inferior para evitar deslizarse en la nieve.
Esta disciplina de montaña requiere un nivel medio-alto de esquí como mínimo, no por las pendientes sino por el estado de las montañas y la nieve.
Existen tres tipos de esquí de travesía:
Freeride: buscan solo bajadas perfectas, descensos vertiginosos, saltos y adrenalina en su máxima expresión. Para ellos la subida a la cima es un mal necesario para conseguir el descenso. Competición: sueñan llegar a la cumbre primero que nadie y su esfuerzo máximo lo usan en subir a un ritmo muy exigente. Polivalentes: solo piensan en pasarlo bien en la montaña y su objetivo no es otro que el camino y la diversión. Disfrutan tanto el ascenso como el descenso.
¿Problemas a la salud?
Escalar una montaña puede ser tan divertido como peligroso, existen riesgos de caídas, hipotermia (pérdida de temperatura en el cuerpo) y mal de montaña. Por ello, para practicar este tipo de actividades es necesario estar consciente, bien informado, tener mucha precaución y responsabilidad.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas te comparte algunos datos que debes conocer para emprender esta aventura.
Lo primero que debes saber es que necesitas llevar ropa adecuada: Pantalón (material sintético y /o térmico). 1era capa; (poliéster o polipropileno). 2da capa; (retiene calor) lana, poliéster. 3era capa; chamarra impermeable (protege del viento, humedad y nieve). Rompe vientos. Guantes (diferentes grosores). Lentes de sol. Crema de protección solar. Gorro o protección para la cabeza (frío, sol). Botas térmicas e impermeables con suela antiderrapante (de caña alta o mediana, suela con dibujo en la suela para terrenos con piedras, lodo, arena etc,) NO TENNIS. Te recomendamos también, utilizar equipo especializado de alta montaña, como: casco de alpinismo y bastones. Si se presenta nieve o hielo, es importante que lleves crampones, piolet, botas semirrígidas o rígidas y cuerdas (mínimo 30 metros), así como llevar contigo un botiquín de primeros auxilios.
Es importante que sepas que para poder realizar este deporte debes conocer el tipo de técnica de caminata o marcha que vas a utilizar, dependiendo de las condiciones que presenta la Montaña. Tanto un paseo por el monte como una travesía más intensa requieren de cierto esfuerzo físico, lo que unido a las características del terreno puede suponer que se produzcan ciertos percances o problemas de salud:
Patologías por el esfuerzo: sobrecargas e hipoglucemias. Patologías mecánicas: contusiones, desgarros, esguinces, heridas y fracturas. Patologías por temperatura: frío (hipotermia y congelaciones), calor (insolaciones, golpe de calor y quemaduras). Patologías producidas por la caída de rayos. Patologías producidas por animales o plantas: picaduras, mordeduras e intoxicaciones. Patologías de base exacerbadas por la actividad que se realiza. Cuando el cuerpo alcanza cerca de 2.100 metros sobre el nivel de mar, la saturación de la oxihemoglobina (oxígeno en sangre) comienza a disminuir drásticamente. Sin embargo, el cuerpo humano posee adaptaciones a corto y largo plazo que le permiten compensar, en forma parcial, la falta de oxígeno. Los atletas utilizan estas adaptaciones para mejorar su rendimiento. Existe un límite para la adaptación: los montañistas se refieren a las altitudes superiores a los 8.000 metros como la "zona de la muerte", donde ningún cuerpo humano puede aclimatarse. El cuerpo humano funciona mejor a nivel del mar; la concentración de oxígeno en el aire a nivel del mar es de 20,9%. La medicina de montaña reconoce tres regiones que reflejan el decrecimiento en la cantidad de oxígeno en la atmósfera:
Gran altitud = 1500-3500 metros
Muy alta altitud = 3500-5500 metros
Extrema altitud = por encima de 5500 metros
¿Qué pasa a 3.500 metros sobre el nivel del mar?
No es tan extraño encontrarnos en estaciones de esquí por encima de los 3.000 metros. A esa altura la concentración de oxígeno es mucho menor que a nivel del mar (un 40% menos), por ello el cuerpo humano debe aumentar las inhalaciones para recibir el suficiente aporte de oxígeno. Aún así, es más precario que en situaciones normales. La falta de presión atmosférica a más de tres kilómetros de altura provoca que determinadas células del cerebro y de los pulmones puedan reventar ocasionando así una liberación de líquidos que pueden llenar esos órganos.
Síntomas:
Cefalea (dolor de cabeza). Es el síntoma más frecuente que suele ceder con el reposo y analgésicos.
Nauseas y vómitos. Favorecen la deshidratación. También puede surgir digestiones pesadas y aerofagia.
Anorexia. Pérdida del apetito.
Fatiga anormal. Con cansancio, debilidad e indiferencia. A veces difícil de distinguir del cansancio por esfuerzo.
Disnea. Dificultad respiratoria.
Insomnio. Respiración periódica, dificultad en la conciliación del sueño, despertares nocturnos, sensación de falta de aire.
Estos y otros síntomas más agudos es lo que se conoce como MAM (Mal Agudo de Montaña). El MAM puede aparecer en el ser humano a las pocas horas (4-24h) de exponerse a la altitud. A partir de los 2.500m es frecuente. Se calcula que puede
afectar al 30% de las personas expuestas bruscamente a 3.000 metros y al 75% de las expuestas a 4.500m. En este sentido, hay que tener en cuenta que la diabetes, el asma y la hipertensión arterial, bien controladas y con un estricto seguimiento médico, no están en sí mismas contraindicadas con la altitud. Sin embargo, sí lo están las enfermedades cardiacas en las que ha existido fallo cardiaco (infarto de miocardio, angina de pecho, ...).
Prevención
El estado de forma o la preparación física no previenen el MAM en absoluto. Este puede producirse a cotas de tan solo 2.500 m de altitud y se sabe que la susceptibilidad a padecerlo es inversamente proporcional a la edad del sujeto, probablemente debido a la madurez del sistema nervioso. Tampoco se recomienda el empleo de fármacos para prevenir el MAM, sino adaptarse progresivamente a la hipoxia de altitud mediante un proceso denominado aclimatación.
Beber agua. Es muy importante mantenerse perfectamente hidratado (beber al menos 4 ó 5 litros de líquido diarios) y una dieta variada rica en hidratos de carbono.
Ganar altitud gradualmente. Ir subiendo poco a poco a las cotas más altas de la estación.
Dosificar el esfuerzo los primeros días.