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LA CONSTRUCCIÓN
Puesto que los barcos debían convertirse en los mejores del mundo, en su construcción se cuidaron todos los detalles, especialmente en el caso del RMS Titanic, el segundo de la triada. Se convirtió en “el objeto móvil más grande jamás creado”: 46.328 toneladas de peso, 270 metros de longitud y 53 de altura.
El lujo del interior fue otro ámbito en el que se aplicaron grandes mejoras respecto al Olympic Los camarotes de primera clase del Titanic fueron diseñados como un hotel de lujo y eran los mejores que jamás había tenido un barco, con algunas suites de lujo que contaban incluso con un pequeño espacio privado al aire libre, algo de lo que carecían el resto de barcos de estas características.
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Por su parte, los camarotes de segunda clase podían rivalizar con un hotel y los de tercera, aunque mucho más simples, superaban a los de segunda clase de muchas compañías.
Pero donde realmente se dejaba sentir el lujo era en los espacios comunes, especialmente en la famosa “Gran Escalera” de primera clase que estaba rematada por una espectacular y ostentosa cúpula de cristal por la que entraría la luz a espuertas.
Por si fuera poco, el barco contaba con gimnasio, salón, sala de lectura, diversos comedores y cafés donde los pasajeros podían explayarse y disfrutar. El Titanic más que un medio de transporte, se podía decir que era casi un hotel de lujo flotante que, además, te permitía viajar.
Titanic, un misterio sin resolver
El Choque Con El Iceberg
Tan solo cuatro días más tarde de su partida, el 14 de abril, a pocos minutos para la medianoche se produjo el fatídico choque con el iceberg que, en pocas horas, hundiría el “barco casi insumergible”.
Sí parece claro que varios factores contribuyeron al desastre: a esa latitud, en principio, no debería haber icebergs; además, la noche sin la luz de la luna y el mar en calma hicieron que el bloque de hielo resultara casi indetectable.
Sin embargo, el vigía de guardia en el momento del choque, Frederick Fleet advirtió al primer oficial William Murdoch, que en ese momento sustituía al capitán al mando del Titanic de la presencia del iceberg.
Este aviso llevó a Murdoch a tomar una decisión que resultaría fatal: intentar esquivar el iceberg virando a babor y deteniendo los motores.
Esto provocó que, debido a la inercia del barco, el hielo terminara golpeando y rasgando el casco por estribor, por debajo de la línea de flotación.
En minutos los compartimentos de seguridad comenzaron a llenarse a una gran velocidad, creando una inundación que resultó mortal para el barco.
El Hundimiento
El capitán Smith, avisado del incidente, ordenó al diseñador del Titanic Thomas Andrews, que viajaba a bordo, hacer una evaluación de los daños.

Su veredicto fue que al barco le quedaban dos horas escasas antes de hundirse. Smith dio entonces la orden de preparar la evacuación y de lanzar un SOS por telégrafo a todos los barcos que estuvieran lo bastante cercanos como para acudir al rescate de los pasajeros. Sin embargo se tardó demasiado en dar la voz de alarma y comenzar con la evacuación.
Según los especialistas, si el barco hubiera chocado de frente con el resultado de un gran impacto, todo el pasaje se habría despertado e inmediatamente habría tomado conciencia del peligro que corría.
Desde el principio, Smith y Andrews fueron conscientes de que sería imposible evacuar a todos los pasajeros puesto que solo había botes suficientes para embarcar a una cuarta parte de los mismos.
Además, siguiendo la política vigente de “mujeres y niños primero”, no se llenaron los botes hasta su máxima capacidad.
Más tarde se pidió con megáfonos a los botes que ya estaban en el agua que regresaran para poder embarcar a más pasajeros, pero la mayoría no lo hicieron por miedo a ser engullidos por la fuerza de succión del barco al hundirse.
De haberse llenado al completo todos los botes se podrían haber salvado entre 300 y 400 personas más.
Al haberse inundado los compartimentos de proa, el barco se fue sumergiendo hacia delante: fue entonces cuando los más escépticos se dieron cuenta de la gravedad de la situación.
A las 2:05 se arrió el último bote salvavidas y se desató el pánico a bordo; pocos minutos después, la proa se hundió del todo levantando la popa del barco y provocando que este se partiera en dos antes de hundirse definitivamente.
A las 2:20, el barco “casi insumergible” desapareció en las profundidades junto con casi el 70% de las personas que estaban a bordo entre pasajeros y tripulantes.

