Museos en Danza Prensa 2010 - 2020

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PRENSA


El 30 de enero de 1872 moría la joven aristócrata porteña Felicitas Guerrero, asesinada por uno de sus pretendientes Enrique Ocampo, quien no soportó que la mujer eligiera la felicidad con otro hombre. “Mía o de nadie”, le gritó antes de dispararle. Y esa muerte, que en esos años trascendió en los medios como un crimen pasional, hoy se recuerda como lo que en verdad fue: un femicidio. Casi un siglo y medio después, las estadísticas hablan de que son solamente 26 horas las que transcurren entre cada nueva muerte producida por violencia machista. Ese contexto fue el que impulsó a la coreógrafa, docente y productora Andrea Castelli a crear Barroco en Barracas. Las novias del templo escondido, una pieza de


danza colectiva que propone reflexionar sobre la violencia de género a partir del caso de Felicitas, y que nace como parte de Museos en Danza, un proyecto de intervenciones artísticas en museos y edificios de alto valor cultural arquitectónico e histórico. Y en este caso, la elección del espacio donde se monta la acción no pudo ser más acertada: un templo escondido que terminó de construirse a principios del siglo XX con dinero del padre y la madre de Felicitas, sus únicos herederos, y que hoy forma parte del Complejo Histórico Santa Felicitas, ubicado en el barrio de Barracas. Es eso lo que explica que el peso simbólico que carga la historia del lugar opere de forma central en la obra y se constituya como uno de los elementos protagonistas. Las grandes columnas, los vitrales gigantes, por los cuales se cuela la luz natural del exterior, el ábside y hasta un confesionario de madera conforman la escenografía del espectáculo. Y si bien el edificio de estilo neogótico finalmente nunca se usó como templo religioso, su arquitectura y mobiliario también impregnan simbólicamente la ficción cruzando el territorio de lo sagrado con lo profano de la violencia más extrema. Sin ir más lejos, uno de los momentos más brutales y tristes de la puesta ocurre dentro del confesionario. En este punto, también puede habilitarse una lectura política que encuentre allí una denuncia a la hipocresía de una institución que históricamente encubrió vejaciones y maltratos. Aquí la elección de los vestidos de novia como el vestuario principal aporta otra metáfora poderosa. Por un lado el blanco virginal de la prenda, asociado a la ceremonia religiosa del casamiento, y por otro el vestido, vinculado a la femineidad, son signos que simbolizan el mandato histórico con el que cargaron y cargan aún hoy algunas mujeres. No hay palabras dichas en la puesta. La dramaturgia se expresa sólo a través de los movimientos corporales, las miradas y los gestos. La creación de Castelli es la reafirmación de que el cuerpo en sí mismo es una herramienta poderosa de comunicación. Y en ese sentido, la entrega de los bailarines y las bailarinas es absoluta. Sus cuerpos, que llenan y recorren el espacio caminando, arrastrándose por el piso o trepando por las columnas, son capaces de adoptar infinitas formas. Por momentos, parecen espectros. Por otros, cuerpos vivos, pero sufrientes. Y ese movimiento constante genera que la escena nunca esté circunscripta a un lugar, lo cual a su vez altera el rol del espectador que, siempre de pie, tiene que desplazarse para seguir la historia. Nada es convencional en Barroco en Barracas. Ni la arquitectura es la de un teatro, ni el espacio donde se desarrollan las acciones es un escenario, ni el público asume el rol de pasividad física que le exigen frecuentemente la mayoría de las obras. Ni siquiera la biografía de Felicitas Guerrero aparece de forma explícita en escena. En todo caso, su muerte opera como una excusa narrativa para seguir visibilizando una realidad que hoy sigue doliendo.



Ya es sabido: del 26 de enero al 1 de febrero, el teatro invade las calles porteñas con la edición 13° del FIBA. Consolidado como festival anual, reunirá a más de 2800 artistas y más de 530 espectáculos y actividades en 115 sedes y espacios culturales comenzando con la Fiesta en el Casco Histórico y continuando con variadas propuestas multidisciplinarias en el barrio del Abasto. Este año, la programación incluirá actividades novedosas, particulares, fuera de lo común. Desde una visita por el Cementerio de la Chacarita hasta una presentación dentro de un bar. Acá, un listado de los imperdibles que hacen al Festival Internacional de Buenos Aires una experiencia teatral única e innovadora.

Quién fue Felicitas Guerrero El Complejo Histórico Santa Felicitas también será escenario del festival, donde se desplegará una historia de dolor y muerte inspirada en los hechos históricos que rodean la vida de Felicitas Guerrero, con una intervención coreográfica de Museos en Danza, proyecto que establece un diálogo entre las artes performáticas, lo edilicio y su contexto. * miércoles 29, jueves 30, viernes 31, 19:00 h. Complejo Histórico Santa Felicitas.



https://arteysociedad.com.ar/andrea-castelli-nos-cuenta-sobre-mona-m-el-secreto-degardel/?fbclid=IwAR1T5j9-bR7sum6bpi_I8ot2CFrD--fNMOH1BOuZwchnMS6ymTyyirPscMs




MAY 7 Mónica Berman

Barroco en Barracas. Las novias del Templo Escondido. Empecemos por el principio. Hace unos años (muchos) que Andrea Castelli viene trabajando con la intervención coreográfica de diferentes espacios. Corrección. El verbo “intervenir” es adecuado. Pero decir que son los espacios los intervenidos, es una referencia incompleta. Esta vez tomaron por asalto, en el Complejo Histórico Santa Felicitas, El Templo escondido que tiene forma de templo pero que en sentido estricto no lo es. Porque un templo es un lugar destinado al culto religioso pero si no cumple con su función se produce una pausa en la producción de sentido. Esto parece una serie de pistas que no llevan a ningún lugar. Puertas que se abren para mostrar un muro detrás. El intento es reproducir el planteo de Barroco en Barracas. Una enorme puerta de madera se abrirá para dar paso a los ¿espectadores? a un sitio que permanece a oscuras, las penumbras dibujan algunas sombras en las columnas, no, sombras no. Demasiado volumen para tratarse de sombras. Son cuerpos adheridos lo mejor posible a las columnas en cuestión. Cada sujeto del público tiene un punto de observación diferente. De acuerdo con el espacio que haya ocupado verá algunas cosas y desconocerá la existencia de otras. En pocos minutos nos han dado la clave para la lectura de la propuesta: imposible acceder a la totalidad. Estamos destinados a la percepción parcial pero, a la vez, estamos destinados a comprobar que es parcial. El trabajo con la perspectiva es múltiple. El público va ocupando los espacios y focalizando en diagonales, frontales, en pasillos que se arman a pura energía de los intérpretes, en los vitrales, en el hipotético lugar del coro. El público, en síntesis, dibuja con su propio cuerpo el recorrido que habilitan los intérpretes. Ahora bien, decíamos que el templo solo tiene la forma de templo no su función. Un espacio dibujado como templo pero borrado como tal. En el que sin embargo, quedan las huellas de la vieja escritura. Un palimpsesto. La ocupación del espacio por parte de los intérpretes parece seguir esta línea: cuerpos que escriben, cuerpos que borran, cuerpos que son borrados pero jamás del todo. En el palimpsesto siempre hay rastros del texto primitivo. La memoria que resiste. Volvamos al verbo “intervenir”. Intervenir es un verbo intransitivo. Castelli lo hace devenir transitivo, interviene algo. Lo interviene, se convierte en un verbo con objeto. Pero no es cierto que sean solamente los espacios (aunque lo hace y notablemente bien: redescubre los rincones, acomoda ese conjunto de partes que constituyen un ser vivo y artístico en los sitios impensados, los ubica en posiciones imprevisibles) también interviene en el tiempo (¿interviene el tiempo?) y entrama el asesinato de Felicitas con todos los otros que se multiplican en angustia geométrica y además interviene la noción de género, cuerpos masculinos en vestidos femeninos, cruces, cambios, envoltorios, mortajas. El trabajo musical y sonoro es el otro pilar en el templo profano. El diseño lumínico articula una dramaturgia particular desplegando amplitudes, rincones, sombras, narraciones. Por otra parte se plantea una narrativa de la sorpresa, del asombro. No. Mejor elegir otro concepto, un quiebre del horizonte de expectativas. Que sucede, incluso, atendiendo a los niveles: desde los altos techos hasta una trampa que se llevará a la novia primero y a su signo devenido en vestido, después. El trabajo de dirección y coreográfico es magnífico. El vestuario se convierte en un personaje más con presencia propia, es increíble lo que hacen esas telas que parecen tomar vuelo propio. Pero es indispensable sostener este mecanismo de relojería con unos intérpretes que son de otro orden y un equipo de producción indispensable para que todo fluya como si fuera sencillo. Barroco en Barracas. Las novias del Templo Escondido está destinada a ser una de las propuestas más bellas, más potentes y más dolorosas que uno pueda habitar en Buenos Aires. 7th May 2019 https://amonicaberman.blogspot.com/2019/05/barroco-en-barracas-las-noviasdel.html?q=Andrea+Castelli&fbclid=IwAR1_2VxGXVEkPy9orDty38F38ohO-duYzNThTnnefZ4TK1u67TetpGfEYmI


Vestidos Violentados Alejandra Correa 14 may. 2019 10:13

"Mi fin de semana estuvo atravesado por las obras y el talento de Andrea Castelli. Primero el viernes en el hall del teatro San Martin, donde convocó a 19 artistas, diseñadores, vestuaristas a pensar un "vestido violentado". La consigna era abierta. Cada uno tuvo la libertad de imaginar y crear el suyo. Diversos por donde se los mire, a la hora del desfile performático, estuvo la dirección para darle un temperamento a cada uno de ellos. Y el espacio. Lxs bailarinxsperformers, unos genios. Katia Pazanin "tradujo" el mío. Una experiencia conmovedora. Luego, sábado y domingo, se presentaba su obra Las novias del Templo Escondido, en un lugar realmente escondido en Barracas (el ciclo se llama Barroco en Barracas). Un templo vacío dentro de una escuela, dentro del Complejo Santa Felicitas. Un lugar maravilloso y gigante que Andrea y su elenco supieron poblar de imágenes realmente inolvidables. Detrás la historia, pero de frente el presente de la violencia de género. Si lo hacen de nuevo, no se lo pierdan. Es una "experiencia" con todo lo que eso significa. Fue una suerte de inmersión en su mundo creativo, artístico. Pero también, me quedé pensando en lo que está detrás de todo para que la cosa "fluya", como se dice ahora, a pesar de todos los temperamentos que se reúnen algunos por primera vez (20 artistas, 20 bailarines, iluminador, actriz, proyección, etc, etc): el respeto y el amor. Sutil y contundente. Están o no están. Andrea y su equipo saben ponerlos en marcha. Por eso todo lo que le llega al espectador está cargado de esa energía que es un río tranquilo. Y ahí no hay con qué darle, todo se vuelve vibrante y vivo" .


Entrevistas radiales

Columna de Espectáculos de Verónica Janowicz - Entrevista a Andrea Castelli https://ar.radiocut.fm/audiocut/columna-espectaculos-veronica-janowicz-entrevista-a-andrea-castelliperformartes/ Laura Chertkoff anticipa el desfile performático VESTIDOS VIOLENTADOS con dirección de Andrea Castelli https://ar.radiocut.fm/audiocut/embed/hori/columna-danza-27-04-19/?fbclid=IwAR3L1k-YumDAe6tLvkBtfLm8H3fIV-hZRMfrhRh4HbCVU08EJK-isJhGnE

AM 750 La mañana con Victor Hugo Andrea Castelli en la mañana de Victor Hugo am 750 presentando " Vestidos Violentados" Teatro San Martin https://ar.radiocut.fm/audiocut/andrea-castelli-en-manana-victor-hugo-am-750/

La 2x4 El Arranque (Luis Tarantino) Andrea Castelli, directora de "ARRABAL SALVAJE" "ARRABAL SALVAJE" Un recorrido por la obra del Tata Cedrón.

AM 750 La mañana con Victor Hugo

https://ar.radiocut.fm/audiocut/mona-m-secreto-gardel-direccion-andrea-castelli-museo-argentino-deltitere/


Barroco en Barracas, Las Novias del templo Escondido seleccionada como una de las mejores obras del 2019 Diario La Nación

https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/teatro/teatro-balance-2019nid2317355?fbclid=IwAR1JzzXP2e15QeUWXU3JxnKA8KhnkqiAblt7xRFMvTfDaY3smTv_j0oe3PE

Máquina de escribir Resumen subjetivo 2019 “Vestidos violentados de Andrea Castelli en el hall de Teatro San Martín. Una fantástica intervención performática en el marco de las representaciones sobre violencia de género. “El vestido como metonimia del cuerpo” Barroco en Barracas de Andrea Castelli” https://amonicaberman.blogspot.com/search?q=Andrea+Castelli&fbclid=IwAR1_2VxGXVEkPy9orDty38F38oh O-duYzNThTnnefZ4TK1u67TetpGfEYmI



Barroco en Barracas Por François Delalande Savez-vous qu’Andrea Castelli vient de créer un spectacle de danse fantastique. Depuis longtemps elle réalise des spectacles de danse en fonction des lieux. Par exemple, dans un musée, elle fait danser les danseurs sur un escalier, en utilisant l’espace. Mais cette fois, elle a trouvé un lieu extraordinaire pour monter une chorégraphie extraordinaire sur un sujet incroyablement adapté au lieu. Le lieu est une église néo-gothique, immense, vide, qui n’a jamais été affectée au culte. Elle a été construite en mémoire d’une certaine Felicitas, une jeune femme qui a été assassinée par une homme puissant qu’elle ne voulait pas épouser. Comme le rappelle cette critique (avec photos), ce qu’on a appelé longtemps un crime passionnel s’appelle maintenant un féminicide. https://revistaespectros.wordpress.com/2019/05/06/no-escrimen-pasional-es-femicidio/comment-)

Danser et mettre en scène une chorégraphie fondée sur le thème de la violence faite aux femmes dans une église, dans cette église, c’est fort, ça a une puissante dramatique incroyable. Cette église et son histoire, située dans le quartier «Barracas» (d’où le titre du spectacle «Barroco en Barracas»), est apparemment bien connue à Buenos Aires. On trouve beaucoup de documentation sur Internet (Santa Felicitas Barracas). Le rapport entre la chorégraphie, la mise en scène, les costumes, les éclairages, l’utilisation de l’espace et surtout la musique, ces musiques baroques, est d’une grande puissance dramatique. Ces musiques style Vivaldi semblent anodines. On les juge anodines parce que c’est un style très connu. Mais l’usage qui en est fait leur donne une véritable violence, inconnue ou oubliée. C’et la danse qui dramatise la musique. Je suis personnellement sensible à l’emploi qu’a fait Andrea du «Lascia ch'io pianga», «laisse-moi pleurer» (du Rinaldo de Haendel) qu’Andrea a écouté (découvert?) à Herbeville. C’est un peu de présence d’Herbeville dans ce drame. Dernier point de détail: le public déambulait librement dans l’église et pour moi ce rapport artiste-public sans barrière est un idéal dont j’ai toujours rêvé pour la musique, hélas très éloigné des pratiques usuelles. Par je ne sais quel miracle (juste remerciement de Santa Felicitas) l’entrée était libre. Bon! Si vous avez 50 minutes de disponibilité, profitez-en pour regarder.



https://labutacaweb.com/2019/05/07/las-novias-del-temploescondido/?fbclid=IwAR1nylFRpgjbZ5luwMinNo00FvCcrBX6PepMHVCOtVKr3ESpNPdQ2TDAG0U


Barroco en Barracas- Las novias del templo escondido: Los ecos de Felicitas Cecilia Inés Villarreal 10 de mayo de 2019 ·

Pese a mi educación católica, entrar a un templo de noche puede ser de lo más intimidante. Creo que es porque la arquitectura neogótica con sus ojivas majestuosas quería demostrar la pequeñez del creyente frente a la omnipotencia de la divinidad. Este clima de incertidumbre y temor invadió cada rincón del templo ubicado en el Complejo Histórico Santa Felicitas en el barrio porteño de Barracas. En este sitio peculiar, la bailarina y coreógrafa Andrea Castelli presentó Barroco en Barracas-Las novias del templo escondido. Propuesta atractiva, por cierto, porque comulga con las reivindicaciones feministas de estos últimos tiempos. Cuando los pórticos del templo se abrieron, el público avanzaba con cierta aprehensión porque ignoraba qué iba a suceder. Sutilmente y amparados por las luces tenues, varios bailarines se hallaban ubicados en las columnas. Sus cuerpos espectrales se ondulaban con los primeros acordes musicales. Como si se estuvieran despertando de una larga hibernación y el influjo musical hubiera cumplido su cometido. Cada espacio de la iglesia fue aprovechado: rincones, confesionario, ventanales, nave central y coro. En cada cuadro representado con pasión, se homenajeaba a Felicitas Guerrero, joven aristócrata de la sociedad porteña asesinada de un disparo por un pretendiente. Lo que había sido calificado como crimen pasional, hoy es considerado el primer femicidio de la historia argentina. Por otra parte, Castelli volvió a romper con la tradición de un público estático en tanto éste debía desplazarse en función de los movimientos de los bailarines. La música fue un ingrediente clave. La acústica propia de la arquitectura del lugar deleitaba a los presentes, potenciando el carácter simbólico de las imágenes en escena. El lugar y el vestuario eran señoriales y se percibía un ambiente asfixiante de secretos bien guardados. En varias escenas, el vestido de novia era protagonista con su inmaculado aspecto. No olvidemos los deberes y mandatos impuestos a las mujeres en su condición de novia. Andrea Castelli concibió una performance en la que música y danza dialogaban sobre feminismo a partir del asesinato de Felicitas Guerrero. Dramatismo, belleza y poesía compusieron una armónica e impecable performance que dejó boquiabiertos y conmovidos a los presentes.


“Barroco en Barracas. Las Novias del Templo” de Andrea Castelli En el Complejo Histórico Santa Felicitas, 04 y 05/05/2019. Entrada libre y gratuita, capacidad limitada. En esta oportunidad, la particular narrativa coreográfica de Castelli pone nuevamente de manifiesto su gran talento para que “su voz” sea la voz de todas las mujeres. Si en “Vestidos Violentados” los diferentes artistas intervinieron cada vestido, en “Barroco en Barracas...” esa intervención se profundiza en un espiral ascendente a partir del emblemático Templo Escondido del Complejo Histórico Santa Felicitas. En cada impecable y visceral coreografía lo efímero de la propuesta se apodera de este tiempo suspendido dentro del estilo neogótico del templo. Mientras la potente música pone entre paréntesis cualquier intento racional. Es un polifónico diálogo donde los intérpretes construyen con notable pregnancia una corporalidad doliente, real, que nos atraviesa sin mediar palabra. A partir de un hecho histórico particular, la vida y la muerte de Felicitas Guerrero, esa “voz” del pasado se amplifica para dejar que las numerosas voces femeninas del presente digan “Vivas nos queremos”. La excelente mixtura y la plasticidad de esta segunda parte de la actual propuesta artística de Andrea Castelli confirma nuestro anterior comentario: dos estrenos dancísticos y una temática que nos atraviesa dolorosamente, un “desfile performático” y una “intervención coreografía” que serán inolvidables. #vivasnosqueremos #niunamenos #violenciadegenero

Perform Artes https://www.facebook.com/azucena.joffe/posts/1322536354572585



Por Mariรกngeles Sanz para Luna Teatral https://lunateatral2.wordpres.com/vestidos-violentados/


Vestidos Violentados: Libres, atrevidas y locas 10 de mayo de 2019 ·

Había mucha expectativa por los adelantos publicados en las redes sociales acerca de la nueva aventura creativa de la reconocida bailarina y coreógrafa Andrea Castelli. Eran atisbos de lo que se iba a presenciar el viernes 3 de mayo en el hall central del Teatro General San Martín por única vez. Se sabía que este espectáculo iba a dejar marca en las conciencias. Tenía la corazonada que esto, realmente, iba a pasar. El espectáculo abrió con la entrada de una novia acompañada por cuatro bailarines ataviados por una desnudez aparente. Ellos interactuaban con el vestido y el cuerpo de la bailarina, coqueteando con la muerte en una combinación exquisita y dramática. El hip hop, la cumbia y el folklore, entre otros, fueron los ritmos elegidos para musicalizar el desfile performático, con la impronta personal de Castelli. Justamente las canciones no responden a los cánones que manejan las radios masivas. Tal es el caso de Miss Bolivia cuyas letras denuncian al patriarcado y gritan sororidad. La coherencia estilística es palpable a la vista del público. El baile y la gestualidad, en tanto descarga, dialogaban con cada microhistoria del desfile. El desgarro, el orgullo, el empoderamiento y el dolor se daban cita permanente en los cuerpos reales que mostraban diferentes luchas como la despenalización del aborto, el #Niunamenos y la ley de matrimonio igualitario. Ejemplos tales como la leyenda guaraní de la flor del ceibo cuya interpretación fue romantizada por el relato oficial. Anahí, la protagonista, fue quemada en una hoguera y se convirtió en un árbol.Como si esa metamorfosis botánica disculpase ese femicidio. En el caso del vestido de arpillera, atravesado por las agujas de tejer, es necesario recordar que las clases populares utilizan estos elementos como método para practicar un aborto. El vestido de novia ensangrentado en Empoderamiento...después de la batalla" es elocuente en tanto reivindicación feminista. La cumbia, en "Es mi cuerpo,es mi decisión", desafíaba con sus movimientos sensuales que las pibas pueden vestirse como se les antoje. De más está decir que un short y una remera no habilitan ningún tipo de abusos.Pero, lamentablemente, hay que ser reiterativo debido al machismo imperante. En El grito de las inocentes, la máscara sin rostro provocaba escalofríos sumado a la falda hecha de bolsas de nylon, remitiendo al desenlace de tantas desapariciones que sucedieron en los últimos años. Un vestido de corte sirena llevaba los nombres de Melina, Araceli, Candela, entre otros, estampados sobre la tela. Quizás sea que la moda encorseta, constriñe y envuelve a la mujer en un halo de delicadeza como en el siglo XIX. Sobre una camisola amplia se visualizaban diversas noticias de femicidios. En el piso una tela extensa y roja se desplegaba como reguero. Es destacable la recurrencia del vestido de novia, símbolo de mandatos culturales y sociales tales como el matrimonio y la constitución de una familia. Siempre con los consiguientes deberes y valores de fidelidad, recato y pureza. Para finalizar, la actriz Berenice de la Cruz puso su voz a un texto de Laura Garaglia. Su sensibilidad potenció frases como "Vestidos lastimados, arañados, rasgados. Bañados en alcohol y querosén..." Todo, mientras se proyectaban las lamentables frases de sentido común que naturalizan la violencia junto con las estadísticas de femicidios. El público estaba inmóvil y de inmediato estalló en un aplauso prolongado y sentido. La corazonada no falló. Vestidos Violentados fue una experiencia movilizante y conmovedora gracias a la cruda belleza expuesta por Andrea Castelli. Cecilia Inés Villarreal


28th October 2018

Laberintos por Mónica Berman

Aunque tiene antecedentes en otras artes que no son las escénicas, el site-specific parece ser una constante en los planteos cotidianos vinculados con la “experimentación” en este terreno; en sentido estricto es un trabajo artístico que se produce para un lugar en particular. Fabulandia, la primera obra que disfruté de Andrea Castelli, allá por 2010 era la intervención de una casa en plena etapa de reconstrucción, Querida Elena. De ahí en más recorrí diversos procesos de intervenciones de la coreógrafa. Cuando se plantean este tipo de trabajos, una realización buena puede ser producto del azar, un espacio tentador, un juego con la sorpresa… cuando una misma creadora encuentra en lugares diversos, relatos escondidos, huecos, escaleras, sonidos propios para cada espacio, eso significa que realmente estamos frente a un acto de creación. Y no de azar. Andrea Castelli construye un laberinto en la ex biblioteca. Vamos en grupo, colectivamente, para no perder la huella, si alguien pregunta por dónde anduvimos, si nos piden reconstruir el camino, probablemente no podamos hacerlo. Un recorrido guiado por otros: seguimos mansamente la invitación al pie de la escalera, ante una puerta que se abre, otras que se cierran, nos detenemos, continuamos, prestamos oído a lo diverso: música, poemas, silencios.


Si la clave está en desarticular el vínculo entre el espacio y su función, Castelli lleva este acto al máximo. La escalera no se baja por los escalones sino por la baranda. La bailarina se desliza en rápido descenso. Y el objeto se despega de su uso habitual. El vértigo también habita en el sostén aéreo, en los brazos que son gesto de confianza y entrega. La voz de Borges dirá “yo que me figuraba el Paraíso bajo la especie de una biblioteca”. La voz oscila entre lo sonoro y las palabras. Borges acá es una sinécdoque. Como recorrido de museo, un guía nos dará datos para observar con otros ojos. Y entraremos en un despacho, donde un cuerpo ¿construido? ¿auto construido? Va presentándose de a partes como si la materia –barro, carne, sangre, piedra, es indistinto- tomara forma y vida con el nombre, el “nombre es arquetipo de la cosa. En las letras de rosaestá la rosa Y todo el Nilo en la palabra Nilo.” Puede bailarse el silencio y las palabras. Y puede jugar a no despegarse, a no tocar el suelo, a hacer equilibrio en la madera. El paso siguiente será una instancia de representación. Borges sin Borges, dicta el poema porque ya no ve para escribirlo. La belleza de la escena es notable y, al modo del objet trouvé, una cajonera se convierte en una caja de sorpresas, atravesada por un gesto rítmico y lúdico. Se cambian también las perspectivas, observación desde arriba los bailarines se imprimen sobre el piso y lo que sucede con el desvío del recorrido, el uso del espacio, el de los objetos, también sucede en el baile. Estamos en una ex biblioteca, sin libros pero con sus huellas. Estamos en un laberinto siendo guiados. Bailan y los vemos como si fueran casi, imágenes, un juego, imposible, de reducción de volumen. No hay nada que no sea desplazado. Nada que no sea profundamente hermoso. La maestría de los intérpretes es definitivamente notable. Y la capacidad de quien dirige para encontrar relatos, para construirlos, para hacernos habitar en un lugar invisible que se ilumina a nuestro paso. La iluminación es otro hallazgo magnífico que se corona en múltiples colores con el último espacio recorrido donde un pianista interpreta en el centro de la escena que luego habrá de devenir en inesperada fiesta. Porque el arte es, siempre, un espacio de resistencia. De la mano de Andrea Castelli, también es un espacio de inteligencia y de belleza.


No habrá nunca una puerta. Estás adentro/ Y el alcázar abarca el universo/ Y no tiene ni anverso ni reverso/ Ni externo muro ni secreto centro (J. L. Borges) Azucena Ester Joffe La narrativa coreográfica de Andrea Castelli, a partir del emblemático edificio ubicado en México 564, nos propone un recorrido por demás interesante, no sólo por el espacio físico sino también a nivel subjetivo, pues las coordenadas espacio-temporales parecen desaparecer. Durante las cuatro funciones, el reducido público pudo disfrutar de la propuesta escénica como parte del Proyecto Museos en Danza; lo efímero de cada función como contrapartida al tiempo detenido en la antigua Biblioteca Nacional Laberintos no es una experiencia caótica sino que muestra una complejidad dancística que se adueña de cada recoveco, de cada rincón. Laberinto como principio constructivo y, quizá, como metáfora de nuestra actual coyuntura, y de un cierre programado para su restauración (ojalá así sea en un futuro no tan lejano). Desde que ingresamos, acompañados por El anfitrión, Germán Álvarez, nos resulta imposible separar lo fantástico de lo real, porque cada intérprete es como un personaje borgeano con su propio laberinto. En un increíble continuum, que no clausura el pasado sino que lo expande sobre nuestro presente, quedamos atrapados, suspendidos, en el necesario extravío. Cada sala o sitio -la imponente escalinata, el despacho de Borges, la enorme cúpula que parece ocultarse a nuestra mirada, la gran sala de lectura con sus estantes vacíos,…- tiene una impronta diferente a partir de esta intervención coreográfica. El audio con la voz de Borges narrando sus poemas, la musicalidad del tango o del folklore, la impecable ejecución del piano por Gustavo Álvarez, son las diferentes sonoridades que evocan los recuerdos de la época o los silencios que se adueñan de los espacios, la historia del propio edificio -el destino previsto y el cambio casi sobre su inauguración, el inmortal escritor y su ceguera. 1


Los bailarines/as del Ballet Folklórico Nacional en cada preciso movimiento dan cuenta de la solvencia estilística y construyen el entramado con los retazos de la memoria –privada y pública. Cada coreografía refuerza la jerarquía propia del diseño arquitectónico -por ejemplo cuando se deslizan por las barandas o columnas o quedan suspendidos- en un profuso diálogo de tal forma que las potentes imágenes visuales serán difíciles de olvidar. El acertado vestuario y la precisa iluminación terminan por construir un mundo otro para esta hermosa y breve velada. La densidad poética para el perfecto cierre, como el sueño que antecede a lo fantástico y el merecido aplauso por esta “efímera” intervención, pero también por esta vuelta al pasado y por esta acción de resistencia artística. Es necesario un punto y aparte para la trayectoria de la talentosa bailarina y directora/ coreógrafa Andrea Castelli , quien con un estilo muy personal ha realizado obras escénicas donde puede prevalecer tanto lo teatral como lo performático o la intervención. Una interesante mixtura cuya base siempre es y será la danza y, en especial, el tango. 2

1La Biblioteca Nacional fue creada en 1810 mediante un decreto del Primer Gobierno patrio. En 1901 la institución se trasladó a este edificio, que en un principio había sido proyectado para albergar la Lotería Nacional, pero fue cedido a la Biblioteca antes de su finalización. La construcción de estilo Beaux-Arts fue obra del arquitecto italiano Carlos Morra. Aquí, entre 1955 y 1973, el escritor Jorge Luis Borges ocupó el cargo de Director de la Biblioteca Nacional. Al asumir, Borges ya había perdido la vista, circunstancia que lo llevó a escribir su célebre “Poema de los dones”, cuya primera estrofa reza: “Nadie rebaje a lágrima o reproche/ esta declaración de la maestría/ de Dios, que con magnífica ironía/ me dio a la vez los libros y la noche”. En 1992, la Biblioteca Nacional se trasladó a su actual edificio, ubicado en Avenida del Libertador y Austria. https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/otros-establecimientos/antigua-biblioteca-nacional [12/11/2018] 2 Entre sus trabajos como directora y coreógrafa se incluyen: Al Bataclán, Tangos Capitales, Ecos y premoniciones, Fabulandia en Querida Elena, Tove`s Tango en Dinamarca, Suecia y Argentina, Volver, en el Museo Casa Carlos Gardel; Enaguas en el Museo Nacional de la Historia del Traje, Eva, un recorrido, Museo Evita; Taxidermia, Museo Bernasconi; Modulor, Danzar el Espacio, Casa Curutchet – Le Corbusier en La Plata, Fabulandia y Absencia en la Botica del Ángel, Barroco en Barracas, Las novias del Templo Escondido en el Complejo Historico Sta. Felicitas, Cuerpos soberanos en el Museo de las malvinas e Islas del Atlántico Sur, Lo que cuentan las paredes.. Museo Casa de l Libertad Bolivia, Cuerpos Cartográficos, en universidad de las Artes, Bogotá. Ha recibido en varias oportunidades el apoyo para la Creación Artística que otorga el Fondo Nacional de las Artes y auspicios del Ministerio de Cultura de la Nación y del Instituto ProDanza entre otros. http://www.alternativateatral.com/persona19399-andrea-castelli [12/11/2018]


ODIN Teatret


Kommende 5 gæstespil på Odin Teatret 25. oktober - 8. November 2017 i Holstebro 25 October THE BOOK OF SPACE Jill Greenhalgh and Suzon Fuks with music by Meg Ella and poetry by Margaret Cameron. (U.K. and Australia) 27 October 3 i 12 with Teatret OM (Denmark) 2-3 November HERE-LAND with Shlomi Center for Alternative Theatre (Israel) 4 November 2017

TOVE'S TANGO A Tove Ditlevsen Project with Asociación para la Promoción y Difusión de las Artes Performáticas (Argentina/Denmark) 7-8 November SPLASTIC with Daily Fiction - Copenhagen (Denmark)




Absencia Andrea Castelli viene interviniendo espacios desde hace muchos años. Cada uno, sin duda, es un nuevo desafío pero esta vez el desafío se duplicó porque ya había estado en La botica del Ángel. ¿Cómo puede volverse al mismo espacio con otro relato? Mucho más difícil que recorrer un espacio por primera vez es, sin duda, volver. Es cierto que los sitios son conocidos pero es necesario rechazar la tentación de rehacer los mismos pasos sobre los mismos lugares y repetir los gestos sobre los mismos objetos. Esta vez enmarcó su propuesta en una historia. El guía de la Botica se compromete a llevarnos. Cada puerta se abre con una explicación y un convite. Los bailarines empezarán a ocupar el espacio siempre a contramano, de manera inesperada. De a poco, a medida que avance el tiempo y que avancemos en el espacio veremos que esta intuición se confirma (y tendrá su clímax en El café del secreto). Nos invitarán con una copita de Absenta en y casi como en un sueño algo empezará a suceder. Los espectadores quedamos solos y de pronto los bailarines empiezan a aparecer, literalmente saldrán de los rincones más inesperados, nos harán mirar hacia arriba, hacia un lado y a otro. Veremos piernas y pies, manos y brazos. Pero en ese acto mismo de buscar descubriremos también la propia construcción de la Botica. Buscar a los bailarines nos permite observar que todo, techo incluido, propone la sorpresa. En este momento los bailarines son parte de la botica, de la cortina cerrada asoma una mano, en los espejos se reflejan antes de que los veamos de manera directa, por la escalera un pliegue de vestido dice presente. Uno podría pensar que los bailarines y que los infinitos objetos que pueblan la Botica están pensados de modo equivalente. En primer lugar, aclaremos lo de “infinito”. Es cierto, que los objetos, en sentido estricto, se pueden contar pero todo aquello que los rodea, no. El objeto, por ejemplo, es una estrella con el nombre de una actriz. Esa estrella está hecha de un material específico, con cierto color, con determinado tamaño, es contable, podría entrar en un catálogo, en una lista. Pero todas las asociaciones que plantea, no: los recuerdos que provoca, las frases en las que se inscribe, las descripciones que todavía nadie ha pronunciado, en fin. Los bailarines juegan con el espacio como si fueran de la misma naturaleza de los objetos en ese sitio. No están para ser vistos de manera permanente, ni por todos los espectadores de la misma forma. Algo del azar provoca que nuestros ojos se posen sobre algo que habita la Botica. La decisión con los intérpretes, en algunos sitios, parece estar articulada de manera equivalente. Y cuando se juntan, cuando se hacen visibles en algún momento, algo estalla con el poder de la revelación. Pocas cosas se disfrutan más que aquellas que entrevimos, que nos fueron sugeridas, que nos fueron escamoteadas. El recorrido es extenso y variado, para cada lugar hay una propuesta. Elijo sumar dos más para no fatigar a los lectores: la cocina, lugar en donde los muestran como alquimistas que obtienen esa bebida verde y especial. El trabajo con la luz (maravilloso es poco) convierte ese lugar con ciertos visos cotidianos, en un lugar mágico. La poesía visual que se construye en ese sitio es casi inolvidable pero pertenece a un orden distinto del que se juega en El café del secreto. Pasemos a contar: nos instalamos al aire libre y observamos un interior, literalmente, nos dejan afuera. La puerta y las ventanas de vidrio nos separan definitivamente de los intérpretes. La música está, sin embargo, de nuestro lado. Los objetos se desprenden de su función. Y si Absencia fuera una alegoría, la clave de lectura estaría en ese instante en el que vemos objetos y personajes pero a través de una distancia construida, material; vemos los objetos, los reconocemos pero al verlos funcionar entendemos que están desviados de su función de origen y por lo tanto necesariamente resignificados. Entre la acumulación, la sorpresa, el desvío, la belleza de música, de los trajes, con unos bailarines magníficos… Absencia es una joya de nuestra cartelera porteña. Y es fugaz, como la aparición de los bailarines, detrás de una puerta donde no los esperamos.

publicado 7th December 2014 por Mónica Berman - Críticas




sábado, 1 de febrero de 2014

Cosquín recibió la muestra Evita en la Memoria cartelera En pleno centro de la ciudad, esta intervención urbana pone al alcance la vida y obra de Eva Perón. Según datos oficiales, más de 100 mil personas arribaron a la ciudad por el Festival Nacional de Folklore. El público participa con gran interés a la proyección de los documentales sobre “Evita”. Además se presentó el espectáculo de danza “Eva, un recorrido”. “Evita en la memoria”, intervención urbana que se presenta en Cosquín hasta el 2 de febrero en el marco del Festival Nacional de Folklore, ya fue recorrida por más de 30 mil personas. Según datos de la Secretaría de Turismo local, unos 100 mil visitantes arribaron en los últimos días a la ciudad. Con esta iniciativa de alcance federal, el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón-Museo Evita y la Dirección Nacional de Acción Federal, de la Secretaría de Cultura de la Nación acercan al público la vida y obra de Eva Perón. Cristina Álvarez Rodríguez, presidenta del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva PerónMuseo Evita y sobrina nieta de Eva Perón, destacó: “nos sentimos orgullosos del gran interés de la gente por mantener viva la memoria de Evita, y más nos motiva la participación de familias y jóvenes que se detuvieron a ver los documentales sobre su obra transformadora; y especialmente por los testimonios y objetos que hemos recibido para el patrimonio del Museo Evita”. Las actividades que despertaron mayor interés fueron las proyecciones a cielo abierto de los documentales sobre la vida y obra de “Evita” y el trabajo social de la Fundación Eva Perón. Además el público tomó contacto con las publicaciones del instituto de investigación; recibió postales y señaladores con imágenes de “Evita” e información del museo que lleva su nombre. También se presentó el espectáculo de danza “Eva, un recorrido” como parte de los homenajes por el Día de los Derechos de la Mujer.


01-2014 - General

Museo Evita presenta programa “Evita en la Memoria” en el Festival de Cosquín Capital Federal.- El Instituto de Investigaciones Históricas Eva Perón-Museo Evita, que preside la ministra de Gobierno y sobrina nieta de Evita, Cristina Álvarez Rodríguez, lanzará este sábado el programa “Evita en la Memoria” en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, que se realizará en Córdoba.

Capital Federal.- El Instituto de Investigaciones Históricas Eva Perón-Museo Evita, lanzará el este sábado el programa “Evita en la Memoria” en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín

Durante los días del festival, del 25 al 2 de febrero, en la Plaza San Martín, se exhibirá un camión semirremolque de difusión, una pantalla plasma donde se proyectarán videos de la obra de Evita, además de la visita virtual en 360º al Museo Evita, con el propósito de poner al alcance de los argentinos la vida y obra de Eva Perón. “Estamos emocionados de iniciar este camino que nos llevará a recorrer el país para transmitir el mensaje de Evita y para vincular su historia con la de los pueblos y su gente”, afirmó Álvarez Rodríguez. En este sentido, agregó que “creemos que en cada rincón de nuestra amada Argentina encontraremos un testimonio, un relato, una fuente que nos permitirá seguir profundizando este sendero de recuperación de la memoria y la verdad”. Se montará también una carpa donde los visitantes podrán dejar su testimonio sobre historias relacionadas con la obra de Evita en Córdoba; participar de un café literario y de presentaciones de libros, entre otras actividades. Asimismo, el 30 de enero a las 20, se presentará el espectáculo de danza “Eva, un recorrido”, en el Centro de Convenciones como parte de los homenajes por el Día de las Mujeres. “Evita en la memoria” cuenta con el respaldo y aportes de la Fundación Banco Nación, la firma Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), y la secretaría de Cultura de la Nación, organismo del que depende el Instituto.



Por Mónica Berman

ENAGUAS Andrea Castelli ya venía interviniendo espacios. Lo hizo en Querida Elena, con Fabulandia, en un recorrido que convertía esa magnífica casona (que ya no existe como en aquél entonces) en otro espacio; Fabulandia en la Botica del Ángel, Eva, un recorrido, en el museo Evita y Volver, en el Museo Carlos Gardel. Cada una de esas intervenciones que, sin duda, modificaban la percepción de los espacios recorridos no habían llegado, sin embargo, tan lejos. Cuando las funciones concluían, todo volvía a su viejo lugar. Esta vez Castelli fue más lejos. Porque volvió a intervenir un museo pero a diferencia de las veces anteriores, quedará la impronta de la intervención, devenida en enaguas. Esta vez no son pasos que atraviesan y desaparecen sino que quedará la huella. Y qué significativo es esto en la intervención de un museo. Convocó a catorce diseñadores, dándoles a cada uno el “mismo objeto” y lo devolvieron transformado, atravesado por su veta creativa. Cada una de las enaguas intervenidas quedará allí, en la colección del Museo Nacional de la Historia del Traje. Un paso más, otro desafío. En alguna medida, los creadores proponen en un museo (el lugar del la memoria) una marca en el presente (de la cual somos testigos los espectadores) para su inscripción en el futuro. El acto de estar haciendo/se historia, de inscribir objetos para el mañana. Cuando uno entra en el museo, una guía de enagua azul, Carina Mele, empieza a orientar la recorrida. Junto con los trajes de este precioso museo se esconden, se mezclan, dos bailarinas y una muñeca pero ¿quién puede saberlo? Por aquí, una bailarina que camuflada entre la ropa exhibida, muta su apariencia por la de un maniquí; más allá, en otra sala estará Mona, la hermosísima muñeca manipulada en el Museo Carlos Gardel. Luego de recorrer el interior del museo, salimos al patio, una chelista se dibuja, musical y visualmente entre el paisaje pero no es nuestro objetivo final y seguimos. Nos acomodamos. En el centro una costurera, con el centímetro al cuello y un maniquí a su costado, permanece. La luz que la ilumina es bastante particular, porque es accionada de modo manual por un bailarín (que aquí no baila y) que la acompaña. Sobre la mesa ha objetos en miniatura, dos máquinas de coser y un maniquí pequeño vestido por una ínfima enagua. ¿Para quién cose? Una de las máquinas es accionada como lo son las máquinas de coser, se reproduce la acción ¿con qué objeto? Tal vez la clave esté en que se cose ropa para que no sea usada, un indicio de lo que sucederá después. Daniela Fiorentino, la costurera, manipulará la ropita que baila, se desplaza y se acuesta entre las sombras. Luego se convertirá en objeto de manipulación la otra máquina de coser, cajita de música además. Las luces también manipulan aquello que iluminan y sobre la pared proyectan máquinas de coser gigantes/pequeñas que crecen y decrecen de manera constante. El último lugar del recorrido nos dejará tomar asiento en un lugar que, en realidad, es de paso. El hall se ha convertido en una sala de exhibición. A esta altura es posible pensar que el paradigma a partir del cual se trabaja en Enaguas, es el de la transformación, una enagua blanca y lisa se convierte en catorce propuestas diferentes, una máquina de coser deviene en ella y su proyección a partir del juego con la manipulación y con la iluminación, las bailarinas se transforman en maniquíes, ahora el mayor no-lugar del museo, se convierte en el espacio de permanencia y expectación. Y como corresponde, nos volverán a sorprender. Habrá más pero no adelantemos. Frente a nosotros un enorme ventanal, con marco de madera y cortina blanca que oculta lo que hay del otro lado. En el inicio de este recorrido (de ellos) tres bailarinas están ancladas en sendos fuentones de chapa, esos que se usaban para lavar la ropa. Pero no hay agua debajo de sus pies sino luz. En interacción con tres bailarines mostrarán todos los modos posibles de “bailar” sin tocar el piso con los pies. El único sitio de apoyo para los pies será el fuentón. Como puede observarse el trabajo es el de desviar a los objetos y a los espacios de su función. Luego vendrá una costurera de cada lado cargando cada una su maniquí/bailarina, una escena de una belleza


y de un humor sutil, inenarrable. La escena se muestra como si fueran los mismos “objetos”, la manipulación, sin embargo, es diversa y las respuestas de los maniquíes también lo son. De nuevo, lo que aparece idéntico pero no lo es. ¿No representan acaso dos maniquíes? ¿no son manipuladas? ¿En qué lugar, entonces, estriba la diferencia? Un punto de partida que coincide, como con las enaguas, y todo el resto diverge. Una bailarina atraviesa el largo camino entre la cortina y el vidrio, las luminarias permanecen en la misma posición pero como es ella la que se mueve, tenemos una transformación de sus posibilidades de visibilidad (y de una belleza plástica, además). En algún momento las ventanas se convierten en sitio de apoyo, lugar para asomarse y bailar, ventanas abiertas y ventanas cerradas. Este pequeño gesto convierte el espacio en otro, porque propone otro espacio de salida y de entrada. Para sumar sorpresas la acción empezará a desarrollarse arriba, un hombre y una mujer, acompañados por una música que da vértigo nos convertirán en testigos de una alocada carrera, un desafío a las leyes de gravedad, y una serie de cuestiones más a pura adrenalina. De nuevo un quiebre en el suave murmullo de la seda de las enaguas. El final se inscribe con un desfile, pero ya no hay que esperar norma sino ruptura. En lugar de personas desfilarán las enaguas sostenidas, sí, por los bailarines a los que no se les ve la cara y enguantados haciendo juego con el elemento desfilado. De nuevo la transformación: si desfilan los sujetos y no los objetos (aunque los objetos sean exhibidos en primer plano) ¿qué se desfila cuando se desfila? Un desfile de “trajes” en el museo del Traje, lo invisible, además porque es justamente la ropa que no está pensada para ser exhibida sino ocultada. Una propuesta para disfrutar, para reflexionar, para vestirse de los sutiles encantos de esta talentosísima coreógrafa llamada Andrea Castelli.









Sobre “VOLVER”. Intervención coreográfica de Andrea Castelli en el Museo Casa Carlos Gardel. Escribe Laura Garaglia

Gardel es el tango. Es la pinta. Es, cada vez más, la voz. Mito que se expande con el tiempo porque allí, cuanto más se aleja en el tiempo más se percibe en el aire, como la infancia. En ese barrio de madreselvas en flor, en los besos sonoros de los amores de estudiantes, en el rinconcito arrabalero con toldo de estrellas, en todas esas imágenes dulces cuyo aroma pugna por volver a través del tiempo perdido, cuando hemos crecido tanto y olvidado tanto, ahí está él. Y ahí está su casa, Como botón o gran mercería de muestra de lo que fue su vida, sus pasos, prendas, documentos, su casa museo, espacio material del pequeño museo gardeliano que los porteños amantes del tango llevamos guardado en el corazón. Y como un latido de ese corazón que se saliera del cuerpo y se hiciera danza, ahí está “Volver”, de Andrea Castelli. Una intervención coreográfica que, como ya hiciera en otros museos, nos abre las puertas de una experiencia que une lo iconográfico con lo sonoro y pone todo en movimiento a nuestro alrededor. En los cuerpos de los cada vez más bellos y sabios bailarines de ese equipo (se ponen cada vez más churros ellos, cada vez más percantas celestiales ellas), bailamos con los ojos, con la mirada y un poquito con los pies, por qué no. Viéndolos, entendemos que lo clásico y lo nuevo nunca dejan de trenzarse en esos tangos de Gardel, y ellos demuestran que todo está contenido en ese patio: ayer, hoy, mañana. Porque ahí en el futuro también está Gardel, también está el tango, también un patio de malvones. Y también está el riesgo. Hay momentos de “Volver” en los que vibra nuestro espíritu ante las destrezas de los intérpretes y hasta tenemos un vértigo. Pero ¿qué sería del arte que se acomoda en la mecedora? Ese morocho que nos fulmina con su sonrisa, fue un artista arriesgado y valiente. Y entonces, los bordes, las barandas, las cornisas también lo representan. Y esa mujercita. Atraviesa el espectáculo con su grácil figura, única entre todas cuando pasa, pero confundida como un animal que se mimetiza en la selva, con toda la belleza de Buenos Aires. Andrea Castelli lo hizo otra vez. Con su calidad y honestidad artística, con su varita mágica que tiene sonido de bandoneón. Con un as en la manga: la voz entera e inmensa de Carlitos. La voz. Conocida como la canción de cuna, misteriosa como el amor. Castelli puso la púa en el borde del disco y nos llevó a Fabulandia, mundo de tango: esta vez en su propia casa y atendido por sus dueños.

https://www.facebook.com/pages/Volver-Intervenci%C3%B3n-Coreogr%C3%A1fica-Museo-Casa-Carlos-Gardel/551472288225544


Volver

por Mónica Berman

Críticas

Regresar al punto de partida, ésa es una acepción posible de “volver”. Intervenir un museo es retornar de una manera bastante particular: implica establecer un vínculo con el pasado que ese museo representa pero además, propone un modo de inscribirse en el presente. No bien se ingresa, el primer recorrido es casi el de una guía; un museo en sentido estricto, cerca de la exhibición, entre lo expuesto- la muestra permanente- y los que se exponen parciales, temporalmente restringidos. Se avanza de una habitación a otra, recorriendo lugares, habitándolos de manera provisoria para espiar el pasado en sus gestos simbólicos. Luego se plantea la permanencia del espacio pero no del punto de vista. La intervención se define como una apropiación breve y sorpresiva. Los frentes se modifican porque los espacios son ocupados, uno a uno, de manera sucesiva o simultánea: una pareja de bailarines o más de una. Bailar en el vano de la puerta, aparecer y desaparecer, la pileta del patio convertida en superficie de desplazamiento o las escaleras. Andrea Castelli demuestra que cualquier espacio puede devenir ideal para bailar. Convierte los sitios imposibles en lugares de baile, escalones, barandas, pequeños rincones. Y arma para cada espacio un movimiento que lo habita, que lo recorre, que, fundamentalmente, lo convierte en otra cosa. Que desplaza su funcionalidad original, la escalera no “sirve” para subir o bajar, no es un puente entre un arriba y un abajo, la pileta no está para lavar. Pero además, ese desplazamiento que altera los espacios también lo lleva adelante con los cuerpos ¿alguien imagina un tango tradicional? Pues no. Lo que se produce es una tensión entre el pasado y el presente: lo que el museo rememora y el recorrido actual de los espectadores, las grabaciones originales de Gardel, con los pasos y los cuerpos contemporáneos. Gestos de hoy en un vestuario que remeda el ayer. Volver es, entonces, un modo de intervenir el tiempo y el espacio. http://amonicaberman.blogspot.com.ar/2013/08/volver.html



Speciale Dansvoorstelling In Het Carlos Gardel Museum

18 juni 2013 -

Voor velen is Carlos Gardel de belichaming van de ziel van de tangostijl uit Buenos Aires. Zijn sentimentele baritonstem en zijn uitstraling zorgden ervoor dat de tango wereldwijd een populair muziekgenre werd gedurende de twintiger en dertiger jaren van de 19e eeuw. Helaas kwam er een wreed einde aan zijn carrière in juni 1935, toen het vliegtuig waarin hij zat neerstortte in Medellín, Colombia. Nu bijna 80 jaar na zijn tragisch overlijden organiseert het Carlos Gardel Museum in Buenos Aires tijdens de maanden juli en augustus een speciale dansvoorstelling. 'Volver' van Andrea Castelli is een bijzondere tour door het museum dat is gehuisvest in een monumentaal pand in Abasto, waar Gardel samen met zijn moeder woonde.

http://www.espanaymas.nl/artikel/speciale-dansvoorstelling-het-carlos-gardel-museum


http://www.melografias.com.ar/

EL NIDO DEL ZORZAL ANDREA CASTELLI MANTIENE LA COSTUMBRE DE INTERVENIR EDIFICIOS HISTÓRICOS. ESTA VEZ LA BAILARINA Y COREÓGRAFA LLEVARÁ SUS CREACIONES AL MUSEO CASA CARLOS GARDEL, EL INMUEBLE QUE HABITARA EL MÍTICO CANTANTE ENTRE 1927 Y 1935. LO

HARÁ A TRAVÉS DE NUEVE BAILARINES QUE EVOCARÁN SUCESOS RELACIONADOS CON LA VIDA COTIDIANA DE AQUELLOS AÑOS EN LO QUE DIO EN LLAMAR VOLVER, TRABAJO QUE RECORRERÁ LOS DIFERENTES AMBIENTES DE JEAN JAURÉS 735 (CABA) LOS VIERNES DE JULIO Y AGOSTO, DESDE LAS 21:30.

COMO

BANDA DE SONIDO, GRABACIONES POCO CONOCIDAS DEL ZORZAL SONARÁN ENSAMBLADAS CON AUDIOS PARADIGMÁTICOS DEL CINE NACIONAL.

Por Carlos Bevilacqua para Melografías



espetáculos de tango para julho em Buenos Aires 18 de junho de 2013 Por Gisele Teixeira

Categoria: Andrea Castelli, Dança, volver O mês de julho traz duas novidades tangueiras para quem está com viagem marcada e não quer show para turista.A primeira vou conferir dia 5, em préestreia: a intervenção coreográfica Volver, montada na Casa Carlos Gardel. O imóvel localizado na rua Jean Jaurés 735 foi residência do cantor entre 1927 e 1935, e foi onde ele compôs boa parte de sua obra. A companhia de baile é coordenada pela coreógrafa Andrea Castelli, que vem se especializando em montagens em lugares pouco convencionais, como o espetáculo feito no ano passado no Museu Evita e na Botica del Angel. O espetáculo será apresentado todas as sextas-feiras de julho e agosto. É IMPRESCINDÍVEL fazer reserva porque o espaço é pequeno. http://aquimequedo.com.br




http://www.ciudad1.com/nota/si-el-pueblo-se-lo-pidiera-se-lo-dirÃ-a-bailando/1804

CIUDAD.COM Cultura 04/08/2012 Si el pueblo se lo pidiera, se lo diría bailando Estrenó la obra “Eva, un recorrido” en el Museo Evita. salas del Museo que la misma Eva Perón caminó durante años, cuando allí, en esa casa, funcionaba el Hogar de Tránsito nºPonerse en sus zapatos. Nunca mejor dicho. Es que el espectáculo propone una intervención coreográfica por las 2 adquirido por la Fundación que hacía honor a su nombre. “Fui, tomé fotos, diseñé un boceto del guión y presenté el proyecto” así, Andrea Castelli, coreógrafa y directora, explica cómo surgió esta obra tan singular; que apuesta a la danza en el medio de la quietud del lugar. “Connota la idea de algo estático, perdurable, con la idea del movimiento y lo efímero pero además con el agregado de que este fue un espacio que Evita soñó y transitó” comenta. Los actores y bailarines invitan al público (no más de cuarenta espectadores por función) a seguirlos por todo el espacio. Es una visita guiada que propone cuadros coreográficos en base a las temáticas que se desarrollan en cada una de las salas. Así se fusiona toda la expresividad de los intérpretes con los trajes, las imágenes, los documentos y los otros recuerdos que visten el lugar. ¿La música? El repertorio sintoniza en lo popular; incluye tangos, valses, como así también temas dedicados a Eva Perón, y acompaña un vestuario que hace honor a la época y al estilo propio de quién fue la mujer, que hasta el día de hoy, signó la política argentina.

A una semana del aniversario de su muerte, la obra insiste en recordar por partida doble; por un lado alude a los 60 años desde su desaparición, por otro celebra los diez años desde la apertura del Museo.

¿Por qué eligió hablar de Eva? “Por su fuerza, por su convicción y por la capacidad de haber capitalizado su propia experiencia” dice Castelli. “También le agradezco su lucha por el sufragio femenino, que le dio entidad civil a las mujeres” agrega.

Sin dudas “Eva, un recorrido” hará historia, al menos en el circuito del teatro que se corre de lo convencional. Que indaga en otras formas de contar la historia y en otros modos de decir.


Eva, un recorrido Transitar una vida Espectáculo dirigido por Andrea Castelli Se puede mirar el Museo Evita con “mirada extranjera”, poner entre paréntesis lo que inevitablemente se sabe y se piensa y dejarse llevar, seguir un recorrido (uno posible entre tantos otros) como el que propone la coreógrafa Andrea Castelli. En el hall, nos reciben, nos dan indicaciones. En español y en inglés. Construyen un destinatario doble. Y este acto es sumamente significativo porque presupone al que participa de la historia (desde la adhesión o el rechazo) y al que la observa desde afuera. Esta doble vertiente se multiplica en los pasos que se darán por el museo en relación con el punto de vista. El término “recorrido” no es metafórico sino literal. El museo es transitado por los espectadores (también por los bailarines) con doble guía: una que coexiste con el tiempo breve que dura la propuesta escénica, que es del orden del presente y la llevan a cabo quienes nos acompañan y orientan; otra, que funciona como una suma de pretéritos acumulados, en tanto el museo da cuenta de una historia, y en tanto museo tiene su propia selección y organización, pero además, la que propone Castelli, que también es del orden del pasado: el diseño del recorrido, los ensayos, la prueba y el error, los espacios habitables y visibles, los que no. Y el orden de la presentación que conjuga todos los tiempos en uno. Las detenciones son numerosas y diversas, así también como los puntos de vista y los tipos de “representación”. En las distintas escenas (paradas) el público adquiere posiciones distintas frente a los intérpretes: hay momentos para verlos desde arriba, desde abajo, desde un costado, de manera frontal (analogía interesante para pensar lo histórico). Con respecto a la “representación” (término inadecuado para una propuesta como la referida) en algunas ocasiones, hay “Evitas” multiplicadas, personajes afines, personajes antagonistas o sencillamente no-personajes, en una especie de abstracción paradójica de las que permite la danza. Con unos bailarines maravillosos, una cuidadosa selección de espacios a visibilizar, una música que si no hubiera existido previamente se diría que ha sido compuesta para la ocasión, un vestuario que armoniza hasta con las paredes que puebla (es sencillamente fabuloso), Andrea Castelli nos propone un espectáculo de una belleza inusual y de un nivel de reflexión que atraviesa varias capas de la historia no sólo nacional sino también de la historia de nuestra danza. Mónica Berman


04.09.2012 | “Eva, un recorrido”

Evita, eje de un collage de danza y música

La performance se propone como una visita guiada, a través de la danza, por la época de quien fuera nombrada Jefa Espiritual de la Nación. Invitado por un elenco de actores y bailarines, el público –no más de 40 espectadores por vez- es conducido por las diferentes salas donde se presentan los diferentes cuadros coreográficos. Hablamos con su directora, Andrea Castelli. Sabrina Díaz Virzi sdiazvirzi@agea.com.ar | @sabridiaz

“Eva, un recorrido” es una intervención coreográfica realizada en el Museo Evita y creada y dirigida por Andrea Castelli. Se trata de un collage de momentos relacionados con la organización temática y cronológica que el ámbito ofrece y que se articula con la conmemoración del 60º aniversario del fallecimiento de Eva y los diez años de la creación del Museo. No es la primera vez que realizás una intervención coreográfica (ya lo hiciste en el Museo Botica del Ángel y estás preparando otra en el Museo Carlos Gardel). ¿Cuál dirías que es la particularidad de Eva, un recorrido? ¿Qué tiene de especial? En el caso de la intervención en el Museo Evita, la particularidad es que este espacio fue pensado, soñado y recorrido por Eva y está impregnado de su perfume. Los objetos que le pertenecieron, la urna en la que votó por primera vez (ella como tantas mujeres), las paredes, los pisos… Todo nos habla de ella, casi en primera persona. ¿Qué fue lo que más te costó resolver en relación con el personaje? Tomar distancia... Es difícil con Evita. ¿Qué nos podés contar del repertorio? Sucedió algo curioso. En principio pensé que sería interesante buscar artistas, músicos y cantantes que hubieran sido proscriptos por relacionárselos con el peronismo (Hugo del Carril, Nelly Omar…). En uno de los cuadros, tres “cocineras” bailan La Descamisada. El asunto es que muchos tangueros eran peronistas y, algunos, hasta amigos personales de Eva. Por ejemplo, Ángel D’Agostino, a quien le regaló un despertador con una cajita de música que le había obsequiado un relojero, con la música de la Marcha Peronista. ¿Y del vestuario? ¿Cómo lo eligieron? Me cuesta separar la danza de las texturas, temperaturas, los sonidos que hacen, los propios movimientos y los colores de las telas. Hacen parte del universo que me planteo al crear una obra, casi diría tanto como la música. Podríamos decir que la época no es tan lejana, casi contemporánea, es la moda de nuestras abuelas. Me ocupé


de buscar telas y vestidos originales de la época. Recopilé mucho material fotográfico y de revistas de moda de la época. Trabajo con un grupo de costureras que con mucho amor restauraron y revivieron las prendas… Solamente en un cuadro, los vestidos fueron confeccionados a nuevo, son blancos, de gala, con miriñaque y varias enaguas. Ahí tenemos un ejemplo de cómo lo coreográfico fue inspirado en el vestuario, ya que esta vestimenta puso límites condicionando desde el movimiento hasta el abrazo. Todo tiene reminiscencias del estilo que impuso Eva a la moda. El vestuario es importante en esta obra, porque Evita utilizó los vestidos, las joyas, los zapatos, como símbolos. ¿Es necesario conocer la historia de Evita para “entender” la performance? ¡¿Hay alguien que la desconozca?! La obra es danza, no documental, no contamos “la” historia: presentamos cuadros coreográficos relacionados con la temática que propone cada sala. Eva Perón es un mito, el mito nace donde la explicación racional no es suficiente. Podríamos decir que cada argentina y cada argentino tiene para sí su propia Evita, amada u odiada, nunca indiferente. El trabajo propone integrar la danza y su movimiento, con lo estático de la arquitectura. ¿De qué manera te propusiste llevarlo a cabo? Comienzo la tarea estudiando los planos, trato de entender el diseño de la construcción, buscando pasillos, escondites. Armamos -con la ayuda de Carina Mele, nuestra asistente y Cristina Rodrigues Pereira, la arquitecta que nos asesoró en cuanto al espacio- un recorrido paralelo que no sea visible al público, por donde bailarines y técnicos pudieran desplazarse sin formar parte de la escena visible. En un teatro esto es un trabajo más fácil... Con los planos en mano armo el boceto/ guión y comenzamos a pensarlo y crearlo coreográficamente. En este punto, la intervención de los bailarines es fundamental. Es a partir de esos cuerpos y su funcionamiento en relación al espacio, a los otros cuerpos, a la música que empieza a gestarse la obra. Ensayamos en mi estudio, trabajando con las mismas dimensiones de los “escenarios” que vamos a utilizar. Ya una vez hilvanado el trabajo, llega el gran día de encontrarnos con el espacio real. Luego ensayamos y montamos en el Museo, investigando qué pasaba en ese espacio, probando… La tarea más apasionante, al menos, para mí. Paralelamente la búsqueda de la música es una tarea de la que disfruto mucho: investigar, escuchar, realizar excursiones arqueológicas: archivos, disquerías, usados, Internet, amigos, coleccionistas…


BUENOS AIRES DE NOCHE. Volveré y seré homenajes EVA, UN RECORRIDO, PROPONE RECREAR MOMENTOS FUNDAMENTALES DE LA VIDA DE EVA DUARTE DE PERÓN A TRAVÉS DE LA DANZA Y TRANSITANDO LAS INSTALACIONES DEL MUSEO EVITA EN CONMEMORACIÓN DE LOS 60 AÑOS DE SU MUERTE. No debe existir ningún personaje político cuya vida haya sido retratada de tantas maneras dentro del género artístico, como es el caso de María Eva Duarte de Perón. Sus orígenes como actriz podrían ser una explicación, pero muy desacertada ya que no es en ese ámbito donde ganó su popularidad sino a partir de su rol político. Pero sigue siendo razón insuficiente para explicar por qué el cine, el teatro, la música y el baile le han rendido innumerable cantidad de homenajes. Suele ocurrir que las muertes tempranas (¿tempranas en relación con qué?), colaboran en la mitologización de las celebridades a partir de la idealización de quienes no vivieron demasiado como para incurrir en contradicciones. Pero Evita se transformó en un mito aún con vida. No fue sólo la Primera Dama, también fue la Dama de la Esperanza, La Abanderada de los Humildes y la Jefa Espiritual de la Nación, nombramientos muchos más significativos que los cargos públicos que desestimó. Su papel más logrado no fue en el cine sino en la realidad y pronunció en ella su mejor guión. Tal vez estas razones, sumadas a su incuestionable carisma, son las que inspiraron al arte a rendir tributo a su figura desde varias décadas atrás hasta la actualidad.

Habiéndose cumplido en julio pasado sesenta años del fallecimiento y su posterior velatorio de dos semanas, los homenajes se multiplican, acompañados por la actual coyuntura que ayuda a que sean más de los habituales. Entre ellos se destaca un particular recorrido por el Museo Evita, ese espectacular Petit Hotel de principios de siglo, declarado Monumento Histórico Nacional y que festeja sus diez años de existencia (como museo), donde la directora y coreógrafa platense, Andrea Castelli, realiza una especie de visita guiada por las instalaciones, a partir de la música y la danza. La propuesta es novedosa desde la concepción de un escenario móvil y en consecuencia un público en procesión “persiguiendo” las distintas escenas que transitan por los diferentes ambientes del lugar. Esta idea del “museo vivo” concibe el cruce de lo estático de la arquitectura con el movimiento puro y efímero de la danza, combinación que ya es marca registrada de Andrea. En “Eva, Un Recorrido”, un elenco de actores y bailarines conducen al público por las salas del edificio a través de diferentes cuadros coreográficos, recreando los momentos más trascendentales de la vida de Evita, mientras se exhiben sus vestidos, sus representaciones pictóricas y algunos objetos, junto con imágenes, recuerdos y algunos de sus dichos más característicos.


De este modo, en pleno barrio de Palermo, es posible leer frases como: “Tengo el honor de ostentar las dos condiciones más grandes a las que puede aspirar una mujer del pueblo: el amor de los humildes y el odio de los oligarcas”, y escuchar cantos populares como “Deben ser los Gorilas, deben ser”o “La Descamisada”, entre varios tangos y milongas que resuenan en las paredes del museo mientras son representados con maestría por los bailarines. Gracias al ámbito, la música y el cuidado vestuario de los artistas, es sencillo introducirse en la época y el contexto que el recorrido atraviesa. Pero lo más fascinante radica en que, de alguna manera y más allá de toda puesta en escena, la figura de Eva termina por irradiar esa monumental energía que la acompañó en su vida y aún después de muerta. Esa misma energía que ha influenciado a gran variedad de artistas y que en todas sus formas la ha transformado en uno de los personajes más ilustres del siglo XX.

Martín D’Adamo Septiembre, 2012

Miércoles, 25 de julio de 2012 Eva Perón, eje de múltiples inquietudes artísticas

Todas las maneras de abordar un mito Mañana se cumplen 60 años de su muerte. La danza, la plástica, el teatro y la literatura le rinden homenaje a través de un puñado de autores que les escapan a los clichés y a los prejuicios. Por Paula Sabatés

Si el arte y sus distintas disciplinas se han encargado de retratar a las personalidades más destacadas de todos los tiempos, María Eva Duarte de Perón no podía ser la excepción. Su juventud, su matrimonio, sus pasiones, su vida política, su muerte, todos los aspectos de su vida se convirtieron en objeto de representación. Los primeros en demostrar al mundo la iconicidad de esta mujer que marcó la historia del país fueron Andrew Lloyd Webber y Tim Rice con su emblemático musical Evita, que hoy protagonizan en Broadway Elena Roger y Ricky Martin. Desde entonces ha habido siempre producciones artísticas que la abordan como sujeto. A 60 años de su fallecimiento (que se conmemora mañana), la literatura, la danza, la plástica y el teatro (el cine se ocupó de ella el año pasado, con los estrenos de Eva de la Argentina y Juan y Eva –película esta última que el próximo domingo saldrá con la edición de Página/12–) la siguen tomando como eje de sus obras. Aquí, un recorrido por las más actuales.

La historia en movimiento Saliendo del teatro y la literatura, Eva, un recorrido se presenta como una de las alternativas más atractivas para recordar a la “Jefa Espiritual de la Nación”. Se trata de una intervención coreográfica creada y dirigida por Andrea Castelli, que se podrá ver los viernes de agosto y septiembre a las 21.30 en el mítico Museo Evita, ubicado en Lafinur 2988. Además de conmemorar el 60º aniversario del fallecimiento de Eva, la performance celebra los diez años de creación del museo.


Invitados por un elenco de actores y bailarines, cuarenta espectadores por vez serán conducidos por las diferentes salas del museo para presenciar una peculiar visita guiada atravesada por cuadros coreográficos. Se utilizarán tangos, valses, milongas y foxtrot y versiones de marchas y cantos populares dedicados a Evita. “La idea es la del museo vivo. Nuestro trabajo consiste en combinar la danza, que es movimiento puro y efímero, con lo estático del edificio y lo permanente del museo; aprovechar lo que el espacio brinda”, dice Castelli. Y cuenta que la emoción que se produce es tal que “hasta los bailarines lloran en los ensayos”.


"Eva, un recorrido", en el Museo Evita

26-07-2012

A 60 años de la muerte de una de las mujeres más importantes de la historia argentina. Los viernes de agosto y septiembre, en el Museo Evita, ubicado en Lafinur 2988, se presentará la obra “Eva, un recorrido”, una novedosa propuesta coreográfica que representa la vida de quien fuera una de las más influyentes mujeres del siglo XX y de quien se cumplen 60 años de su fallecimiento. Andrea Castelli, creadora y directora de esta obra, muestra al público los momentos más trascendentes de la vida de Evita, aprovechando no sólo la música y la danza, sino también las instalaciones del Museo, inaugurado hace justamente 10 años en pleno barrio porteño de Palermo. De esta forma, el público se adentra en la vida de Evita –y de su época- tanto a través del baile coreográfico, como también de los diversos objetos y testimonios que se encuentran en las salas del edificio, realizando una suerte de visita guiada muy particular. Diferentes ritmos populares, como el tango y las milongas, sumados a un vestuario muy similar a los que lucía Evita, conducen a los espectadoras hacia temas que marcaron un antes y después en la historia argentina, de la mano de quien fuera para muchísimos argentinos, la “jefa espiritual de la nación”. Con casi veinte bailarines en escena, “Eva, un recorrido” presenta una posibilidad única de conocer otra versión de “esa mujer”, que con su sensibilidad y tesón cambió para siempre la vida de un país y que, con sólo 33 años, se convirtió en uno de los mitos populares más trascendentes que convoca el estudio y la atención de cualquier parte del mundo. Desde el viernes 3 de agosto, las funciones son a las 21.30 horas y tienen una capacidad máxima de 40 espectadores.


Miércoles, 01 de Agosto de 2012 Por Mónica Berman | Reportaje a Andrea Castelli

Intervenir el espacio: un recorrido por el museo Evita En el museo Evita se está presentando Eva, un recorrido. Una visita bailada, guiada, convocada por la bellísima puesta coreográfica de Andrea Castelli y por el trabajo maestro de sus bailarines. En un universo cargado de significados previos, este recorrido, reinventa el lugar transformándolo y sin transformarlo, a la vez, en otra cosa. -Hagamos un breve recorrido por tu historia artística ¿Cuándo empezaste, cómo te formaste, cómo llegás al tango? -Yo tengo una formación inicial de bailarina de danza clásica, pero empecé temprano con el tango. Tenía 19 años y en aquel momento no estaba en absoluto de moda. Funcionábamos como una cofradía, en secreto. Yo vivía en La Plata y el maestro Ricardo Sabatini nos traía a bailar a la Capital. Al principio no nos dejaba bailar. Solamente podíamos mirar bailar a los otros. Empecé por Piazzola y por Cacho Tirao y, mirá lo que es la vida, 23 años después trabajé con Cacho Tirao y escribió un tango para que lo bailáramos. Después seguí con el tango y lo enseñé. Viajé a Europa y durante muchos años trabajé como bailarina., hasta el momento en que sentí que quería estar fuera de la escena. La verdad es que siempre tendí a meterme en las coreografías, el vestuario…, me interesaba el afuera. Hasta que finalmente quise estar totalmente afuera del escenario. -Contame cuáles fueron tus primeros espectáculos. -Empecé en 2002, en La Plata, con Al Bataclán, una obra que armé, escribí y dirigí como si fuera un documental. Eran cinco mujeres que convivían en un burdel y la madama les hacía tocar instrumentos, cosa que no sabían hacer. Tenían instrumentos de goma espuma. Entrabas en un burdel y tenías el escenario, las escaleras. La obra tenía números, como si fuera una varieté. Había humor, pero el baile era absolutamente en serio. El documental tuvo como punto de partida el trabajo de un historiador, Andrés Carretero, sobre la prostitución. En 2004 puse esta obra acá en 420, un lugar de San Telmo que ya no existe. Luego seguí por Tangos capitales, un espectáculo en el que cruzaba el tango con los pecados capitales, con textos de Dante y con lo que el psicoanálisis reflexiona sobre estas cuestiones. Era una obra oscura, densa, pero a mi entender muy bella. Si vos me preguntás cuál es mi talento, te diría que soy una seleccionadora intachable de música. Como si fuera capaz de establecer vínculos que se develan. Me conmuevo cuando no puedo distinguir la música de la danza, sino que estoy ante una sola, y no sabés qué fue escrito para qué. -Nos aproximamos a tiempos más cercanos, a tus dos fantásticas propuestas de Fabulandia. ¿Cómo se iniciaron? -Fabulandia nació como un proyecto del Taller de Puesta en Escena que dicta Rubén Szuchmacher. En su primera versión fue una intervención en Querida Elena. Había visto una obra en ese espacio e inmediatamente decidí que quería hacer algo ahí, tomando el lugar como protagonista. Hay que pensar que en la danza lo pregnante es la forma… -Entonces podés reconstruir la experiencia a partir de la reflexión sobre el espacio. -Sin duda. Es una modalidad de intervención coreográfica de los espacios. Desde hace un tiempo ya no busco teatros sino lugares que tengan una fuerte impronta histórica o alguna particularidad específica que me parezca atractiva. Con mi trabajo propongo integrar, a través de la intervención del espacio, dos artes que se oponen en sus materialidades: la danza, efímera y volátil y la arquitectura, con su impronta de solidez y relativa eternidad. Esto conlleva la indagación de las posibilidades que el espacio proporciona en su particularidad a la creación coreográfica. Este cruce, te digo, plantea varios desafíos: los espacios muy reducidos demandan una economía en los desplazamientos e implican compartir el espacio


escénico propiamente dicho con el espectador, modifican la situación del espectador pasivo, proponiéndole tomar parte activa en el recorrido Visual y corporal, agrega el cuerpo del espectador como otro volumen al espacio escénico, plantea una relación directa entre los bailarines-performers por la cercanía con los objetos, entre otras cuestiones. -Ahora que lo decís, pienso en el lugar central de tus “guías”, que determinan hasta dónde pueden llegar los espectadores, en que sitio se pueden o no colocar. ¿Fabulandia fue tu primer trabajo de estas características? -Sí, y quería aclarar que el nombre se lo pedí prestado a una colección de libros de la editorial Codex, que conocí en la casa de mi abuela. Eran libros de cuentos clásicos infantiles con maravillosas ilustraciones que construyeron gran parte de mi imaginario infantil. Volvamos, al principio del relato: Fabulandia fue presentada en el espacio Querida Elena, una casona emplazada en el barrio de La Boca de principios del siglo pasado. Imaginé un mundo de seres danzantes que habitaran esa casa, medio vieja medio nueva, un poco habitada y otro poco reino de sombras, como el sótano, al que los bailarines inundaron de luz y baile…, esa alegría del baile que iluminó el recorrido. Luego, el espacio elegido fue la Botica del Ángel creado por Eduardo Bergara Leumann. En este caso especifico, además sentí la responsabilidad de realizar, de alguna manera, la puesta en valor de la importantísima obra llevada a cabo por Eduardo Bergara Leumann allí. Él es un ícono estético del tango. Me enteré de que estaba sostenida por la Universidad del Salvador. Está impecable. Bueno: la cuestión es que me fui con mi carpetita, fotos, todo armado. Les envié una invitación para ver Fabulandia. Fueron y les gustó. Tengo que decir que me dieron absoluta libertad. Nos trataron como artistas. Todos eran parte de Fabulandia. La verdad es que abrieron la puerta de un espacio que tiene tantas cosas valiosas y frágiles. Y sucedió algo impresionante: nada se rompió. Algo de ese amor que tengo por los objetos debió transmitirse a los bailarines. Una sintonía, una sinergia que se produce entre el espacio y los bailarines. Por otra parte, no hay que olvidar que una coreografía funciona en algunos lugares y en otros no. Cada espacio murmura, pide algo en particular. -¿Desde dónde empezás tu trabajo? -En general empiezo el trabajo a partir de la música. Creo una partitura con lo que la música me da: tiempos, ritmos, texturas, la poesía de las letras… Encontrar una música, al comienzo, es la tarea más ardua y más placentera también, y no tratar de ajustarla a los patrones coreográficos “literalmente” hablando. Me baso en las danzas populares, investigo en sus movimientos. Trabajo mucho con el aporte de los bailarines, qué dicen esos cuerpos, qué me proponen, sobre este diálogo permanente es que urdimos la trama. Al provenir todos de diferentes formaciones, el intercambio siempre es muy rico y muy interesante. Hay que acordar cierto lenguaje común, menos narrativo en el caso de los bailarines de tango, entender que lo pregnante, como te decía antes, en la danza, es la forma. Que no tenemos que contar ningún cuentito extra, que debemos confiar en la potencia del movimiento, de los gestos, de las miradas, sin estereotipos. Trabajo mucho en lo previo, armo los bocetos en mi estudio, trabajo en escala con las mismas dimensiones del espacio real y luego, con esos diseños, investigamos qué pasa en ese espacio. La cosa cambia bastante, en general. Con los planos en mano armo el boceto-guión y comenzamos a pensarlo y crearlo coreográficamente. En este punto la intervención de los bailarines es fundamental. Es a partir de esos cuerpos y su funcionamiento en relación al espacio, a los otros cuerpos, a la música que empieza a gestarse la obra. El desafío es desentrañarle su espacio estético y su inmersión concreta en un tiempo histórico a cada lugar elegido interrelacionándolo con la danza, para generar una forma dramática, un lenguaje poético. El espacio es desplegado conceptualmente y está cargado del sentido global de la obra, no de lo particular de la escenografía que resulta ser la propia arquitectura. En la Botica del Ángel la complejidad de la tarea fue competir visualmente con la profusión de obras y objetos de arte que allí existen. La decisión fue, entonces, apostar al movimiento, potenciar, llevando a un clímax expresivo cada gesto de cada bailarín, sin caer en el desborde formal de lo coreográfico en términos de composición, entretejer la danza con las columnas, fundir las escaleras con los bailarines que las bailaban, hacer de las volutas de un decorado la continuación de una secuencia de baile. Y por allí transitó la tarea. -Y llegamos a tu propuesta actual, Eva un recorrido. -Nació de manera parecida a lo que te contaba antes. Cuando estoy realizando un trabajo ya pienso en el siguiente, porque soy geminiana, empecinada por cabra en el horóscopo chino. Volví a pensarlo de la misma manera. En algún punto yo soy una “extranjera” en esta ciudad, aunque haga mucho tiempo que vivo acá. Pero cuando no es el lugar de tu infancia, en algún sentido ves con ojos distanciados, encontrás de manera permanente las novedades. Fijate que aún los lugares de La Plata que no conozco son mi patrimonio. Acá en cambio, miro con respeto y distancia. -Observo que no estás muy dispuesta a contar. ¿Ya pensaste en tu trabajo siguiente, ahora que estrenaste éste? -En este momento preparo la intervención coreográfica al Museo Casa Carlos Gardel, otro mito de la Argentina, que estrenaremos en diciembre de este año. Tal vez las palabras estén de más, ahora que la propuesta está vigente. En una de esas, cuando sea recuerdo se la pueda reconstruir. Por ahora la mejor idea es darse una vuelta por el museo Evita, sin prejuicios, para deslumbrarse con un recorr ido único e indescriptible. Publicado en: Notas e Informes




http://rescatedetuestilo.com.ar/eva-un-recorrido/ 7 agosto, 2012

Eva, un recorrido Por Miryam Bloch

El pasado 26 de julio, se cumplió el 60º aniversario de la muerte de Eva Perón, figura mítica de los argentinos. Una mujer que ha traspasado todos los sentimientos dentro del imaginario colectivo, que construyó una historia pública basada en su lucha personal a favor del pueblo, en especial, de la clase obrera. “Eva, un recorrido” es un collage de momentos relacionados con la organización temática y cronológica que el ámbito ofrece y que se articula con la conmemoración del 60º aniversario del fallecimiento de Eva y los diez años de la creación del Museo. Su vida, en un abanico de situaciones en la vida social y política de loas años 40 y 50. El edificio que alberga al Museo Evita es un petit hotel de planta baja y dos pisos altos de comienzos del siglo XX, construido por la familia Carabassa. En 1948, la casa fue adquirida por la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón para el Hogar de Tránsito N° 2. Este espectáculo se propone como una visita guiada–no más espectadores por vez-. En cada tramo del espacio, el público como espectador a ser protagonistas de diferentes historias, un grupo de actores y bailarines como guías, al ritmo del popular argentino: tangos, valses, milongas y fox -trot. El acompaña el estilo de de la época, con reminiscencias de los por Eva.

de 40 podrá jugar con la danza y repertorio vestuario diseños lucidos

A través de los actores, se van tejiendo como diapositivas de la época, de la leyenda de Eva, sus trajes y sus vestidos, el primer voto femenino, objetos invalorables y fotos de sus actos políticos y sociales. Y entre la música, y las imágenes conmovedoras, el espectador puede vislumbrar esa lucha encarnizada entre las clases sociales tan marcada en su época, y el agradecimiento eterno de la clase trabajadora hacia la figura de Eva. Muy recomendable. Una visita hacia la historia, de manera original, y la sensación de que a través de este recorrido de una hora, uno siente una emoción particular, como si en algún momento, hubiéramos estado allí.


Speciale dansvoorstelling in het Evita Museum 11 september 2012 - 11:00pm |

Tijdens haar leven was Evita Perón de machist vrouw van Argentinië en de meeste historici zijn het er over eens dat in de geschiedenis van Latijns-Amerika niemand haar invloed heeft geëvenaard. Nu 60 jaar na haar overlijden organiseert het Evita Museum in Buenos Aires een special dansvoorstelling over haar relatief korte leven. .

'Eva, un recorrido' van Andrea Castelli is een bijzondere tour door het museum dat is gehuisvest in een monumentaal pand in Palermo, dat ooit door de vrouw van voormalig president Perón omgebouwd is tot een opvanghuis voor vrouwen. Een groep dansers en acteurs nemen je mee door de verschillende zalen van het museum, waar je Meer over de belangrijke gebeurtenissen in Evita's leven leert. foto's: Gerard Azar





BAVOICE


BIEN PORTEÑA

Tango en el museo La Bótica del Ángel, creada en los 60 por Bergara Leuman, abre sus puertas a Fabulandia, una intervención coreográfica que propone al espectador un recorrido por el espacio y la cultura argentina del siglo XX. Por Belara Michán

¿Por qué una directora como Andrea Castelli, bailarina de tango de toda la vida, docente y directora, decide llevar su obra a La Bótica? Resulta que los espacios que ella elige suelen tener una fuerte impronta histórica. Querida Elena –donde el año pasado se estrenó Fabulandia– es un típico exponente de las casas chorizo de fines del siglo XIX; el Museo Bergara Leuman, así también como su creador, son parte de la mitología argentina y del universo tanguero. Fabulandia se propone integrar la danza –efímera y volátil- con la arquitectura –sólida e histórica–, e indagar sobre las posibilidades que el espacio brinda. La propuesta consiste en relacionar el lenguaje del tango con otras técnicas y recrear músicas del repertorio popular argentino (tangos, valses, milongas, rancheras). Sin duda, un viaje hacia el pasado de nuestro arte, pero con una mirada contemporánea y con el cuerpo (del espectador también) muy activo. Datos no menores: La Bótica es un Monumento Histórico Nacional y Fabulandia fue declarada de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación. Danza bien porteña, se presenta en principio los días 17 y 18 de noviembre a las 20 hs. Intérpretes: Andrea Manso, David Chartoriski, Natalia Bianchi, Gustavo Díaz, Andrés Sosa, Ivana Smojalnovich, Verónica Alvarenga, Eduardo Arias. La asistencia es sólo a través de reservas: 4384-9396 /15-6203-5434. BM

Backstage -- Mientras los artistas bailan, el público los va siguiendo en un recorrido que en total alcanza 1500 metros cuadrados. ¡Se sugiere no ir con tacos! -El museo le dio a la directora total libertad para elegir y utilizar los espacios que prefiriera.


Espectaculosalamod's Blog FABULANDIA – diciembre 2011

Excelente. Manteniendo el espíritu del primer Fabulandia en un bello y mucho más amplio espacio, lleno de posibilidades de escaleras y balcones un nuevo trabajo coreográfico y mágico de Andrea Castelli. Un sueño de enaguas de raso y vestidos suaves. Inocencia y picardía, sensualidad. Aprovechando este espacio y la buena iluminación, se incluye la mirada, los ojos como parte de la trama, y hasta en la opción de los temas musicales entre otras cosas obstinándose en versiones de Ojos Negros. El trabajo de coreografía tiene un acento en los movimientos aparentemente simples y sin pretensiones pero con una fuerza seductora indudable. No hay una exageración en la cantidad sino en el sostener la estampa, lo cual no es poca cosa con el público siguiendo de cerca la historia contada por los bailarines en la casa. El trabajo sobre la música es muy bueno porque se logró igualar sonido en versiones de distintas épocas y distintos grupos. María Inés Senabre

FABULANDIA Fabulandia plantea una intervención coreográfica al Museo Botica del Ángel que une el espíritu volátil de la danza con la solidez y permanencia arquitectónica del espacio creado por Eduardo Bergara Leumann, patrimonio cultural fundamental de Buenos Aires. En Fabulandia todos se trasladan, públicos y bailarines, descubriendo historias escondidas, escenas a reconstruir en la mágica escenografía que ofrece este museo vivo del imaginario urbano. De alguna manera, todos bailan, construyendo un tiempo escindido del presente, una memoria común hecha de ecos y de músicas.


Fabulandia 2011https://www.facebook.com/#!/notes/laura-garaglia/fabulandia-2011/10150628138579638

¿Cuál es el mejor lugar para esconder un árbol? ¿Cuál es el mejor lugar para colocar un objeto mágico? Fabulandia es una experiencia mágica y La Botica del Ángel es un museo de cosas mágicas. Cargadas, simbólicas, superpuestas, las cosas que se amontonan allí contienen en sí mismas el espíritu y la idea del museo: guardar una presencia, ser en la acumulación lo que Bergara Leumann quiso ser y todo lo que hizo en su vida. Los ángeles, omnipresentes, lo citan casi sin querer, así "como es mejor el verso aquel que no podemos recordar". Al entrar, parece que vamos a necesitar otro par de ojos para verlo todo. Al rato, sabemos que somos parte. Aunque sea imposible leer todos sus carteles, observar sus objetos, los mínimos y numerosos detalles, los nombres. De algún modo, si somos argentinos, tangueros, melancólicos, rencorosos y memoriosos, estamos ahí, guardados también. Con Fabulandia. Y Fabulandia hace lo que parece imposible en un campo minado de estímulos: nos da más. Enamora, hipnotiza, lleva de paseo. Es el mejor paseo. Primero, se desenvuelve sensual y se expande por el suelo. Después se desparrama en un charco del pasado, chapaleando en una música encantada. Es una corriente de telas lábiles, una visión de espaldas sublimes, de esos movimientos que parecen un soplido. Son pasos de baile tal vez "soplados" por las columnas y los muebles antiguos, como si guardaran una memoria que sólo recuerda Andrea Castelli. En un momento, nos encontramos preguntándonos cómo una enagua puede ser tan azul, cómo una mirada tan intensa, cómo una voz tan visual. La danza, la música, el vestuario, esos cuerpos y esas bocas, todos los detalles tan vestidos y maquillados. No son un misterio. Son el trabajo del tiempo, la formación, la delicadeza, el cuestionamiento intenso sobre la tarea, sobre el deseo de hacer. No. Ni las columnas ni los adoquines le cuentan nada a Andrea. Son objetos inanimados. Ella sabe sola, como tal vez quiso y supo el gordo, darle vida a un tiempo perdido, y mantenerlo eterno y entero ante los ojos de hoy. Fabulandia puso esta vez un árbol en el bosque, y a ese árbol le encendió sus lucecitas mágicas e intermitentes

de Laura Garaglia, 19 de diciembre de 2011


El alma de una mujer Laura Garaglia, Buenos Aires, octubre de 2011. El alma de una poetisa es bien similar al alma de una mujer, porque la poesía sabe ser delicada, atenta, curiosa, maternal y cruel. Pero no debemos confundirla con palabras suaves, con odas dulces, con melodramas, con flores. La poesía es una bruja que toma nuestros sentidos con una sola mano, en un suspiro; es un huracán chiquito, que empieza a soplar en un vaso de agua, y revuelve las cortinas, la ropa tendida, el fuego de las velas, oscureciendo un salón intermitentemente, haciendo sombras, haciendo reflejos deformes y misteriosos en los espejos. Al final de un poema, el clima cambió muchas veces, las respiraciones se agitaron o adormecieron, una selva cayó en un desierto y el desierto en el mar. Y luego todo es calma, todo es descanso y todo es vida. Escuchar y ver poesía? Es un paseo a un lugar al que tal vez fuimos invitados. Sólo tal vez. Toves tango es una experiencia intensa, bella y temeraria.

Un regalo extraño, en

tránsito, que cruza fronteras sigilosamente. Tove es poesía, cuerpo, universo, voz, inteligencia. La dejaremos asustarnos, conmovernos, sorprendernos. Deleitarnos. Y luego, la dejaremos ir. Porque el alma de una mujer, como el alma del tango, le pertenece al viento. www.tovestango.blogspot.com


REVISTA DK Tove`s Tango

Bajo la dirección de la coreógrafa y directora argentina Andrea Castelli, la actriz danesa Lene Sejr Sörensen interpretará Tove’s Tango, una performance basada en la obra poética de Tove Ditlevsen. Esta escritora, nacida en los primeros años del siglo XX, debió abrirse camino en un mundo que no era igualitario en oportunidades para hombres y mujeres. Dueña de una libertad profunda e intensa cuya expresión abarca lo políticosocial y también lo íntimo e individual, hizo oír, a través de su obra, a las mujeres de su época; voz de ayer que es también la voz de hoy. Sus poemas reflejan desde la cotidianeidad, la profundidad del universo femenino. Encontramos en la sensibilidad de la autora similitud con las ideas, sensaciones y emociones que se expresan en las composiciones del tango, como si cierto aire de época las unificara. El tiempo de Tove Ditlevsen es el tiempo del tango. Un tiempo íntimo, construido por la sabiduría de la experiencia, más allá de las convenciones y las exigencias sociales: el tiempo de los amantes, el tiempo de la infancia, que desconoce la tiranía de los relojes. Es por ello que en la trama se cruzan poemas de Ditlevsen con antiguas músicas del repertorio tanguero que remiten a esos años y que nos subrayan con crudeza y ternura, el maravilloso universo creado por la autora a través de sus poemas. La interpretación de los poemas tiene eje en el cuerpo performático, centro de emoción y expresión, desde el que se proyectan las palabras. La danza está presente en el ritmo en el que poesía y música confluyen. Lo coreográfico entendido como un instrumento más de la composición del cuadro. Música, poesía y danza formando un todo indivisible. Los poemas funcionan como unidades temáticas que dan lugar a las diferentes escenas que integran la performance, pequeñas historias que se desarrollan a lo largo de cada cuadro, creando un universo único. Tove´s Tango, de viaje por la poesía. Tovés Tango se estrenará en el mes de abril en Copenhague, Dinamarca. www.tovestango.blogspot.com

Única presentación exclusiva en Buenos Aires: Sábado 5 de noviembre, 20 hs Iglesia de Dinamarca http://iglesiadanesa.com.ar/category/noticias/revista-dk/


EspectáculosPERS

UN RECORRIDO POR LOS DIFERENTES LUGARES DE UNA CASA EN PARQUE LEZAMA. DANZA

El vocabulario del tango

“Fabulandia” en Querida Elena Andrea Castelli y una gran utilización del espacio. 21.12.2010 | Por Laura Falcoff lfalcoff@clarin.com

http://www.clarin.com/extrashow/vocabulario-tango_0_394160757.html El interés de algunos directores de teatro porteños por hacer montajes en casas que fueron o siguen siendo “casas de familia” se transformó ya prácticamente en una costumbre. La danza incursionó mucho menos en ese campo, en parte, quizás, porque es más difícil adaptar una coreografía a espacios reducidos. Sin embargo, esta dificultad no detuvo a la directora y coreógrafa Andrea Castelli en el momento de comenzar a crear su obra Fabulandia para ese bello espacio que es Querida Elena, una enorme y muy antigua “casa chorizo” cerca del Parque Lezama. Fabulandia , que cuenta con aportes coreográficos de Teli Ortiz y también del elenco, se desarrolla a lo largo de una hora en un recorrido por ocho ámbitos que el público (un máximo de treinta personas) acompaña a esa distancia tremendamente próxima que un género de espectáculos de este tipo propicia. No hay relato alguno que hilvane el recorrido, sino cuadros sucesivos que hablan principalmente -pero no excluyentemente- del amor, del encuentro, el desencuentro y la soledad: temas eternos que siempre permiten volver a ser presentados bajo formas metafóricas. En Fabulandia las coreógrafas trabajaron sobre el vocabulario del tango, extendido hacia la danza contemporánea, y para eso contaron con ocho bailarines un poco desparejamente preparados en ambas disciplinas. Las búsquedas puramente coreográficas encontraron una solución sumamente original en el primer cuadro, llamado “Garito”, en el que dos hombres se enfrentan en un simulado juego de cartas sobre el inestable asiento que conforman los cuerpos de dos mujeres. Pero sin duda los aspectos más sugerentes de la obra son aquellos relacionados con los espacios en los que se sitúan los diferentes cuadros: un marco que limita estrechamente el baile de una pareja apenas adivinada en el fondo de un corredor; una escalera, un pequeño patio y un reducido salón más propiamente teatral. La elección musical es de un buen gusto irreprochable si bien algunas letras de canciones no se corresponden con las acciones que ponen en juego las coreografías y eso produce un desencuentro temático: es inevitable (y tampoco sería aconsejable si así no ocurriera) asociar las palabras que se escuchan en la canción a aquéllo que los bailarines muestran. El elenco está integrado por Natalia Bianchi, Marina Kenny, Andrea Manso Hoffman, Ivana Smoljanovich, Nicolás Baroni, David Chartoriski, Gustavo Díaz y Andrés Sosa.


CRITICA

Fabulandia Una particular combinación entre el pasado y el presente Espectáculo con dirección de Andrea Castelli Fabulandia es una particular combinación entre el pasado y el presente. Por más de una razón. Esta Fabulandia que se presenta en La botica del ángel, tiene un antecedente: una propuesta anterior, con la que comparte una serie de movimientos, coreografías, música, exploraciones de ciertos espacios pero como transcurre en otra parte necesariamente es otra. Es decir, Fabulandia tiene su propio pasado. Como lo tiene el tango, como lo tiene el museo de Bergara Leumann. El presente es el encuentro con el público, el recorrido que se constituye en puesta a medida que se produce el desplazamiento, la música que suena pero fundamentalmente es presente, el modo en el que se ocupa La botica del ángel. Porque la intervención que propone Andrea Castelli es sumamente particular. En tanto museo (espacio significante además ligado a múltiples zonas de nuestra cultura) aparece inscripto bajo sus reglas, sus instrucciones de “uso”: uno mira, se detiene, lee, pasea blandamente, busca entre los infinitos detalles. Y entonces, Fabulandia, desliza sus normas y lo hace devenir otra cosa, un espacio a recorrer, sí, pero de otro modo, a cambiar el foco de atención (en tensión además, porque los distractores son múltiples y poderosos). Si el escenario suele eludir visual y sonoramente los elementos de distracción, esta propuesta, juega a multiplicar las distracciones, compite y convive, con ese universo previo y construye sobre lo construido, toma lo dado para decir otra cosa. La danza, por otra parte, suele jugar (al menos en el imaginario colectivo) con el espacio para desplazarse, aquí lo que tenemos es la danza probada en distintos espacios, de tamaños diversos, entonces, la música que se repite, las coreografías que coinciden se transforman por el lugar que los contiene, que los oprime, que los limita, que les permite algunos movimientos y les inhibe otros. Es muy interesante observar cómo “lo mismo” no tiene “identidad”, una música y un baile, que se repite en otro espacio, muta para ser otra cosa. Pensar esto en el marco de la cultura tanguera tiene un alcance impredecible. Los cambios de vestuario, impecables, se orientan en el mismo sentido. Así como la búsqueda de experimentación con los movimientos, y el juego de “bailar” con una música o no hacerlo. La Botica, además, está intervenida sonoramente, el recorrido no es sólo visual sino también auditivo. Los sonidos (además de la guía) orientan hacia dónde ir y, en algunos lugares, el sonido ya está cuando el espectador llega, lo que constituye un fenómeno sumamente interesante de continuidad. Digo sonidos, porque no sólo hay música sino también voces y voces reconocibles. Otro de los aciertos de Fabulandia tiene que ver con el factor sorpresa. Pero de esas cosas, se sabe, no se puede hablar por el bien de los futuros espectadores. Mónica Berman

ELENCO: Verónica Alvarenga Eduardo Arias Natalia Bianchi http://www.criticateatral.com.ar/index.php?ver=ver_critica.php&ids=1&idn=3127 David Chartoriski FICHA TÉCNICA: Javier Dessau Músicos: Miguel Rausch Vestuario: Andrea Castelli Fotografía: Angie González – Manuel Soto Gustavo Díaz Diseño gráfico: Paloma Pollan Asistencia de vestuario: Patricia Morán – Cristina San Martín Andrea Manso Ivana Smoljanovich Asistencia de recorrido: Andrea Benassi Asistencia de dirección y producción: Carina Mele Dirección: Andrea Castelli Andrés Sosa Museo Botica del Ángel – Luís Sáenz Peña 541 – Tel: 4384 – 9396 Miércoles 14/12, jueves 15/12, viernes 16/12, sábado 17/12 a las 20.30hs


FABULANDIA noviembre 2010 http://espectaculosalamod.wordpress.com/boletines-criticas-

La maravilla de la danza contando una historia de tiempos idos. Melodías que se escucharían en los patios de las casas en los años 50 o 60. Fabulandia remite, para los buscadores de las antigüedades en San Telmo, a la colección de fábulas de Codex y se parece a las fábulas en que los humanos no hablan si no es desde los discos. “Querida Elena” es una casa antigua de las que rodean Parque Lezama que no está restaurada sino conservada valorando parte de su pasado. En las habitaciones de esta casa podemos caminar entre una historia que se desarrolla con paso de baile y con una maravillosa coreografía adaptada al lugar que es inspirador pero también es un reto. Cuestiones como poner a las bailarinas de espaldas en el segundo cuadro, cuando todavía hay necesidad de acomodarse son signos de inteligencia y creatividad. Pasean por todas las posibilidades coreográficas sin deformar la imagen de la época. Excelentes bailarines manejándose en espacios muchas veces pequeños, con una destreza nada forzada, como si los movimientos nacieran en ese mismo instante. La caricatura del tanguero se borra al no existir la palabra. Esto en lugar de actualizar la mirada convierte el recorrido en una especie de viaje en el tiempo. Imágenes del pasado no estereotipadas que lucen auténticas. Es una experiencia para los sentidos, toda la casa aromatizada con incienso de excelente calidad y en una habitación unos habanos apagados cuyo aroma inunda un par de escenas. El vestuario es bellísimo y muy sensual Enaguas, vestidos vaporosos, encajes, colores blancos reflejan la luz dirigida. Sensualidad y tango en un envase excelente. María Inés Senabre Fabulandia Dirección: Andrea Castelli.

“Una casa; lugares secretos y escondidos, recovecos de los patios y los jardines: un espacio escénico. Antiguas músicas cotidianas que devuelven a la experiencia propia. A lo largo del trayecto, el espacio invita y aleja, las puertas se abren. Festejo del baile. Celebración de los cuerpos” Elenco Bailarines: Natalia Bianchi - Andrea Manso – Marina Kenny – Ivana Smoljanovich- David Chartoriski – Nicolás Baroni – Gustavo Díaz - Andrés Sosa

Angie González

Sobre músicas de: Eduardo Arolas, Hugo del Carril, Angelito Vargas, Libertad Lamarque, Mercedes Simone, Carlos Gardel, Lecuona Cuban Boys, Enrique Rodríguez Asistente de dirección: Andrea Benassi Coreografías: Teli Ortiz, Andrea Castelli Asesoramiento Coreográfico: Agnese Vanaga Diseño y operación de luces: Eduardo Spíndola Operación de sonido: Sergio Bazán Diseño gráfico: Paloma Pollan Dirección: Andrea Castelli


Sobre Fabulandia

Sobre Fabulandia por Juan José Burzi

Foto: Angie González

La primera imagen que tenemos del espectáculo es la de dos hombres “sentados” sobre las espaldas de dos mujeres. Los varones están vestidos formalmente, pantalón de vestir, camisa blanca, las mujeres en enagua. Los varones se mueven, se buscan, se retan; las mujeres acompañan contorsionándose según los movi-mientos de ellos. En un momento el cuadro se metamorfosea en un ejercicio de Contact. Pero no empezamos por el principio. El principio es Querida Elena (Pi y Margall 1124, La Boca) en su totalidad, que parece haber sido un conventillo en otros tiempos. Fabulandia se apropiará de todos los espacios que están a la vista. La obra se desplazará (nada más apropiado, ahora que lo pienso, para una obra de danza) a lo largo de las habitaciones, patios, escaleras del lugar. En la primera habitación se pudo apreciar la escena ya contada, en la segunda y tercera habitación se desarrollaron dos escenas, una con cuatro mujeres y otra con cuatro varones, en forma simultánea. El espectador debía elegir o alternar, ya que había pocos espacios desde donde apreciar ambas a la vez. El espectador tienen un papel activo, “arma” su propia obra. En estas escenas, se preparan para el baile, para la fiesta, para el tango. El recorrido sigue en otra habitación que vemos en forma parcial, con un espacio vacío de por medio, una especie de fosa que separa al público itinerante y a los bailarines. Y luego también hay bailarines en la fosa, aprovechan la geografía acotada de unos pocos metros, como también sucede unos pasos más adelante, en unas escaleras de material, angostas, gastadas, donde otros dos bailarines despliegan talento y desafían las leyes de la gravedad con algunos pasos y quebradas que están al límite. En ambas situaciones, además de la calidad de los bailarines, se aprecia el trabajo de coreografía y dirección de Fabulandia, un placer visual. Finalmente, previo baile en un patio interior, ingresamos a una sala con asientos y escenario, una propuesta final más tradicional. En ese espacio se cruzan todas las historias y parejas que vimos antes. Difícil hablar de si se destaca algún bailarín más que otro, dado que todos tuvieron su momento para lucirse y todos lo hicieron bien. Las coreografías están impecablemente articuladas, así como también las situaciones narradas con los cuerpos, los pasos de baile, las miradas. Para redondear esta experiencia, vale destacar que el audio de los tangos que acompañan las escenas suenan más que apropiados para lo que vemos y lo que sentimos en Querida Elena; donde baile, espacio y música nos transportan a un mundo que pasó hace décadas, pero que en ese momento sentimos próximo y real. http://asesinostimidos.blogspot.com/2010/11/sobre-fabulandia.html

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Espectáculos

Categorizados | Criticas

Fabulandia Recomienda: Estela Gomez Calificacion: Excelente

Publicados el 06 Diciembre 2010

QUERIDA ELENA Pi y Margall 1124 Capital Federal – Buenos Aires – Argentina Reservas: 4361-5040 Web: http://www.fabulandiadanza.blogspot.com Viernes – 21:45 hs

Ante nuestros ojos, se abrió la puerta de una gran casa en el barrio de la Boca; al entrar, nos encontramos con un recinto al aire libre, ambientado para una recepción, con detalles decorativos de época, luces de colores y con un potente aroma, que nos despertaba nuestros sentidos. Así, empezaba un curioso recorrido por los ambientes, invitándonos a ver un cuerpo de baile creativo contándonos una noche de tango y milonga. De pronto, nos llaman a pasar a “Garito”, donde comienzan a presentarse los personajes; inmediatamente, nos atrapa “Soñar y nada más” y “Fumadores”; en, “Y así pasó”, nos asombramos con un efecto escénico muy especial, deleitándonos con “Para mí eres divina”; en “Celosa”, seguimos admirando a las parejas bailarinas. En la parte de “Tenemos que abrirnos”, apreciamos, más afondo, el don de los artistas; en “Knock out de amor”, nos compenetramos con lo visto, y por último, en “Trasnochando”, nos acomodamos para observar los ritmos finales. Al desarrollarse éste espectáculo en una casa, sentimos que formamos parte del mismo, ya que estamos experimentando, viviéndolo en el aquí y ahora, en nuestra cotidianeidad. Es como si la esencia tanguera nos penetrara por el cuerpo, familiarizándonos, con él, eternamente. Todos los sentidos están a flor de piel: el olfato, con el incienso, en todos los rincones; la vista, con lo llamativo del baile y del teatro; el oído, con la música patrimonio de la humanidad; el gusto, con la degustación de vino; y el tacto, con la escenografía al alcance de nuestras manos. Hay un lugar, por donde pasamos, que llama mucho la atención y que deja la visión de un cuadro musical majestuoso e irrepetible en un espacio escénico convencional. Los bailarines: Natalia Bianchi, Marina Kenny, Andrea Manso Hoffman, Ivana Smoljanovich, Nicolás Baroni, David Chartoriski, Gustavo Díaz, Andrés Sosa, se lucen en todo momento por el inmejorable dominio de sus cuerpos, por la presencia escénica y por la novedosa coreografía con la que se manejan. Además, se nota el empeño del equipo de trabajo para que ésta puesta sea única, lográndolo holgadamente. Y, sobre todo, el amor, que se nota en toda la obra. En lo que hacen, en lo que quieren mostrar, en lo que reciben. En conclusión: todo es un festejo y, como dice Silvina Bullrich: “para mí, el amor es una fiesta”. Nadie se la puede perder. Estela Gomez

Publicado el 06 Diciembre 2010

http://www.showonline.com.ar/2010/12/06/fabulandia/


Misa Negra In Progress



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