Nuestro nombre proviene de una de las más bellas leyendas del mundo maya:
la historia de Sac Nicté, la flor blanca, princesa de Naranjo.
Cuenta la leyenda que Sac Nicté y Canek, príncipe de Tayasal, vivieron un amor imposible. Prometida a otro por razones políticas, Sac Nicté huyó la noche de su boda para encontrarse con su verdadero amor. Canek la llevó consigo a Tayasal, y su amor floreció en secreto entre la espesura.
Desde entonces, se dice que cada vez que florece el nicté, es el recuerdo de ese amor valiente que desafió al destino.
Inspiradas en esa fuerza poética, nuestras creaciones celebran el arte que nace del corazón: dibujos a mano alzada que cuentan historias, ilustraciones llenas de vida, bisutería cargada de simbolismo, y productos típicos peteneros que preservan y reinterpretan la tradición.
En Artesanías Nicté, cada pieza es una semilla de memoria y cultura. Creemos en la belleza de lo auténtico, en la fuerza de lo hecho con amor, y en la capacidad del arte para contar lo que no se dice c